Amnesia
Por
Konan- chan e Iyari
Capítulo 21
Y… sólo te perdí.
Capitulo anterior
*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0
-no es eso, kyubi, me pregunto qué pasaría si Kiba descubriera que tú eres la mascota de su hijo- sentencio Sasuke.
Sasuke lo sabía, desde el momento que había visto al pequeño perrito lo sabía, tenía ese gran parentesco, un perro ninja del clan Inuzuka…
*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0*0
-creo que esto es muy problemático- escucharon una voz en sus mentes-nunca imagine que llegarías a necesitarme, Yuu-chan-
- igualmente, y no me llames así, ya no soy un niño-
-¿pero porque? Siempre te he llamado así al igual que tu oto-chan, desde el momento en que Kurama-san me hizo tu guar…-
-sí, buen guardián fuiste…-
-tú fuiste el culpable, tú me dejaste ir con ese niño-hablaba de Eiji.
Los niños no podían creer lo que pasaba en ese momento, estaban tan confundidos y esa voz que resonaba en su mente nunca la habían escuchado. Nadie se esperó que ese enorme y gran pero fuera ese pequeño cachorro.
-dejen de bromear- gritó Miku furiosa, llamando la atención de los dos aludidos- es imposible que ese estúpido perro, sea ese gran lobo- notaron como el gran lobo había alzado una ceja-
- creo que es mejor que te mantengas callada Miku-san- hablaba de manera fría mientras lanzaba un ataque a la ojiblanca- antes de que te page todo lo que me hiciste al igual que a Eiji-san-
-Kuromaru…-susurro el peli café.
-diablos, no me llames pro ese nombre, lo odio tanto que me da ganas de vomitar. Espero que de ahora en adelante me llames como verdaderamente me llamo, Eiji-san… Kyubi-
-no lo haré, tú eres mi perro, así que ven aquí-
-ja, ja, ja…. No lo soy, nunca lo fui y nunca lo seré. Tú, pequeño mocoso, me alejaste de mi único dueño y amigo, así que para ti no hay nada de mi lealtad-
-¡Kuromaru!-gritó eufórico.
-una trampa- pensó el animal al percibir el olor de alguien bastante conocido para el- creo que debería ser más rápido, Kato-san, si quiere romper mi velocidad- su tono sonaba altivo ante el ataque del peliblanco el cual fue negado por un muro de fuego- no dejaré que nadie se acerque a Yuu-chan-
-¿Yuu-chan?- preguntó Misa al notar ese nombre.
-Uchiha Ayumu- informo el gran lobo-El primogénito de Uchiha Sasuke- informó nuevamente, ante la sorpresa de todos, ellos aun pensaban que el que tenía frente suyo era alguna transformación de ese traidor, bueno eran idénticos, pero jamás imaginaron que sería el hijo de ese traidor.
-…-Ayumu sonrió altivo- fueron tan lejos, por alguien del cual ni siquiera saben su verdadero nombre.-rio alzando su voz- son tan tontos pero no puedo permitir que alguien como ustedes se den el lujo de atrapar al hijo de un Uchiha, así que esto acabara en este mismo momento- camino hacia el frente del gran animal.-
-no lo hagas, Yuu-chan- fue detenido para la sorpresa de todos por el gran animal, que camino hacia delante de él. Algunos de los presentes sonrieron por la intervención del animal por ellos, pero algunos eso no le parecía factible.- no permitiré que te manches las manos- dijo tranquilo, logrando que todos los menores borraran su sonrisa.
-¿estás seguro? Kyubi- preguntó algo dudoso ante las palabras de su peludo amigo- ¿no hay personas que te agradan entre ellos?-
- los hay, algunos ni siquiera están aquí, pero eso no significa que no vaya a hacer algo al respecto. En el momento que te encontré nuevamente decidí que no importaría a quien mate, a cualquiera que trate de hacerte daño… yo mismo lo exterminaré- miró a los presentes que lo miraban con rabia.
-así que lo estas controlando o estamos dentro de una ilusión-señalo Misa, al darse cuenta de algunas cosas o al creer que se dio cuenta de algunas cosas.
-tómalo como quieras, Misa- respondió Ayumu de manera fría y entrecortada.
Ayumu ya no resistía toda la factura que le estaba cobrando su cuerpo, el dolor cada vez era más intenso en su cuerpo, tenía que hacer algo rápido o si no… no podía pensar en esa posibilidad, no podía rendirse así de fácil. Aunque su fuerza mental fuera una de las más fuertes de aquel lugar, todo le decía que pronto caería y así fue, ante la presencia de todos ese azabache había caído de agotamiento.
Kyubi actuó de manera rápida ante aquella situación, jamás había visto a su querido dueño en esas lamentables condiciones. Antes de que Ayumu cayera al suelo, el enorme animal lo detuvo con su cuerpo, haciendo que este quedara sobre su espalda.
Los niños sintieron escalofríos al sentir la mirada asesina del animal sobre ellos.
-esto ya se puso aburrido. Acabaré con esto de una buena vez- gruño el enorme perro mostrando sus fauces.
No permitiría que nadie más le hiciera daño a su amigo y dueño.
Con un fuerte rugido seguido de llamas que salían del aire y se acumulaban a su alrededor encerró a todos los “niños” en un círculo de fuego el cual se extendió un poco hacia el cielo, cerrándose completamente creando un cúpula de fuego con los niños dentro de ellos.
-Chiharu-san, si fuera usted no utilizaría ninguna de sus técnicas. Esta técnica está completamente dedicada para cazadores como ustedes-río un poco.
-entonces quieres matarnos dentro de esta cosa-aclaró Kato algo furioso por todo lo que ocurría.
-de seguro sería una buena idea- notó el pequeño respingo de los niños-podría asegurarme que ustedes dejarían de intervenir en la vida de Ayumu y la de su familia. Lo libraría de estorbos y basuras como ustedes… pero no puedo hacer nada sin tener las órdenes de Ayumu, sólo puedo ganar tiempo para ponerlo fuera de peligro-
El calor era sofocante dentro de aquel lugar, no podían respirar adecuadamente, pero ahora que se daban cuenta tanto ellos podían ver al exterior como el gran lobo podía verlos a ellos.
-¿genial verdad? Esta cúpula de fuego se transformara inmediatamente en una barrera invisible, no importa quienes vengan a ayudarlos, nadie podrá verlos, sentir su chacra o su olor- vio a Eiji.
-en pocas palabras estamos confinados-
-es cierto, Misa-san, están confinados en una barrera de chacra hasta el momento que yo decida disiparla.-
-y eso será…. Cuando-
-cuando este lo bastante lejos de todos ustedes y de sus padres-
- no sería más facial matarnos- pregunto Chiharu de manera tranquila.
-como ya le dije a Kato-san, eso sería lo más efectivo en esta situación, la verdad es que no tengo ninguna intención de matarlos-algunos suspiraron de alivio-mentí. La verdad es que a la mayoría quisiera morderlos en las gargantas con mis dientes, pero no puedo, sin las ordenes de Yuu-chan, no pedo hacer absolutamente nada, como ustedes lo dirían, tengo las patas y la colas atadas- rio.
-eres desagradable- se quejó Miku-
-tal vez, pero no puedo ser peor que usted, heredera Hyuuga-
-eso es verdad- apoyó Akemi recibiendo una mirada asesina de la ofendida.
-puedes dejar de hablar mal de mí, Akemi- vio a la aludida-
-no lo puedo hacer, es que realmente me desagradas Miku-
-podrían dejar de pelearse, Miku-san, Akemi-san o si no perderé la poca paciencia que tengo-
-aunque la pierdas, no puedes hacernos nada, perro sarnoso- respondió furiosa Miku.
-haré como si no hubiera escuchado eso, Miku-san. Ahora que lo pienso es realmente detestable- suspiro el lobo.
-hum, como si eso me importara y con todo lo que has dicho es que en pocas palabras eres una marioneta de aquel bastardo-soltó Miku con un suspiro y una sonrisa.
-¡nunca vuelvas a decir eso!- rugió kyubi dándose nuevamente media vuelta.
Kyubi miro a la pequeña oji blanca con tanto odio, resentimiento y frialdad que a esta la congelo por un momento.
-así que si puedes cau…-
-ya…cállate Miku. O si no vamos a morir- sintió el aura asesina que se emanaba del cuerpo del perrito junto con ese chacra naranja que era visible.-
-un bijuu…-susurraron Akemi y Haruto llenos de sorpresa-
-no soy ningún bijuu para su información sólo tengo una porción del chacra de uno de ellos.-informó nuevamente dando pasos lentos hacia los menores.
Los menores miraban como el lobo se acercaba más a ellos, con ese extraño brillo rojo en sus rasgados ojos, sintieron miedo y por un momento agradecieron esa gran barrera en la cual estaban encerrados.
-Kuromaru…-llamó su atención ese niño de cabellera platina.-una pregunta, si nos matas Ayumu ¿Qué haría?-
-No estoy obligado a responder, pero aun así lo haré- caminaba alrededor de la espiral de fuego como un lobo hambriento-estoy seguro que Yuu-chan estaría aliviado que ustedes ya no estén aquí, pero como no tengo ordenes concretas, no puedo hacer nada, aunque las ganas no me faltan- miró como los niños lo seguían con la vista- aunque no puedo negar que hay mucho que me agradan, la mayoría han sido muy buenos conmigo, pero si es por su bienestar no dudaría ni por un segundo-
-está claro que tu voluntad está sumida en el-
-está equivocado, Haruto-san. Mi voluntad no está sumida ni nada por el estilo, solamente soy fiel a los que realmente valoro- miró a Eiji que apretó el puño-tengo algo que decirle, Eiji-san-llamó la atención del aludido que lo miró con rabia- le agradezco todo lo que ha hecho por mí- inclino un poco su cabeza al frente del niño que lo veía sorprendido al igual que los demás- estoy agradecido que por sus decisiones terminara conociendo a mi verdadero dueño y amigo, agradezco que por sus caprichos, haya conseguido este gran poder que fluye en mí, y le agradezco enormemente por su abandono ya que gracias a esto he conseguido un motivo por el cual vivir y luchar. Gracias Eiji-san…-
Eiji no sabía en dónde meter su rabia, estaba tan exasperado que quería gritar, pero tenía que guardar la calma, pero al final, con las últimas palabras de su mascota lo sacaron de control.
-no puedo creer que tú seas mi perro- se dirigió Eiji, algo tranquilo- pero si eres Kuromaru, eres muy molesto, porque no cierras el hocico o dejas de pensar como lo hacía antes, aunque antes aun así eras molesto ahora que puedes hablar eres aún más-sólo pudo sacar lo más ofensivo de su mente.
-ja…-rio por lo bajo- veo que su orgullo es más grande del de cualquiera, es una lástima que en verdad crea eso. La verdad es que me duele verlo de esa manera, Eiji-san, pero más me duele ver en lo que se ha convertido, esa es su verdadera naturaleza. Espero que pueda ser feliz en su vida- sintió como algo se removió en su corazoncito, algo le dolió, lo golpeó y lo magulló. No podía negar que tenia de cierta manera sentimiento hacia ese pequeño y resentido niño.
Kyubi sintió el olor de varios shinobis venir en su dirección, sin decir más, salió de ahí tan rápido, sin antes dedicarle una mirada melancólica a ese niño, antes de desaparecer en el bosque. Corrió lo más rápido que podía par hacer algo con su pequeño Yuu-chan, al cual tenía que proteger, cuidar y preguntar varias cosas que no cuadraban.
Ya estaban lo suficientemente alejados de los niños, dejando de manera delicada al pequeño azabache que estaba más pálido de lo normal sobre el pasto del lugar, creó una cúpula igualmente como lo había hecho con los niños a diferencia de esa esta no estaba hecha de fuego.
-en este lugar nadie podrá encontrarnos, Yuu-chan. Fue realmente doloroso, ver tu rostro sin ninguna expresión. La vida te ha tratado muy mal y yo no pude estar junto a ti cuando más me necesitabas- gruño con rabia.-pero de ahora en adelante, no me separaré de ti, amigo-
Se recostó debajo de Ayumu, para acomodarse como una almohada. Debía concentrar su chacra y poder transferirla al azabache para que se recuperara. Cerró sus ojos al sentir el extraño calor de su niño, era tanto tiempo que no lo sentía, que en verdad le reconfortaba.
Flash back.
-no es eso, kyubi, me preguntó qué pasaría si Kiba descubriera que tú eres la mascota de su hijo- sentencio, Sasuke.
Ya había pasado un mes desde que el jefe de los Uchiha’s, por así decirlo, había dado la noticia.
En realidad kyubi sabía eso perfectamente, pero jamás se esperó que el Uchiha mayor dijera algo como eso y frente a todos. Ese día fue un muy mal día para todos el cual acabo con un Ayumu llorando a mares.
-Ayumu, tu eres muy inteligente, pudiste engañar a oto-san y a mí, con él. Tú ya sabias que esa bola de pelos gigante, era del clan Inuzuka ¿verdad?-
-yo….snif… no…snif- los espasmos y la falta de aire hacia que hablara pausadamente y con sus lágrimas a flor de piel.- lo…sabia-
-Ayumu no me mientas-
-no…lo hago…-
-haber amor, tranquilízate- recibió un abrazo de su rubio padre- ya verás que encontraremos una solución para esto, no dejaremos que kyubi sea llevado al clan Inuzuka, pero para eso, necesitamos hablar- secó sus lágrimas con las yemas de sus dedos y le brindo una hermosa sonrisa.
-esta vez yo hablaré- intercedió el gran lobo desde el patio- soy del clan Inuzuka, soy el “hijo” de Akamaru-sama. Al principio me vieron como un estorbo, pero Kiba-san, vio en mí una oportunidad para que su hijo tuviera un compañero. Como los perros ninjas del clan Inuzuka tenemos gran resistencia, imaginó que fue porque simplemente era un cachorro, así que me dio a Eiji-san, podría decir que él es mi verdadero dueño- bajó la mirada ante los ojos sorprendidos y llorosos de su pequeño Yuu-chan- realmente estaba muy feliz de tener un dueño, quería ser feliz y tener un compañero, pero fue completamente lo contrario. Pude percibir desde la primera vez que me vio, su decepción hacia mí. Y fue tanta la decepción que tuvo hacia mí, que tuvo un plan, bueno una idea, y fue cuando Yuu-chan me encontró, debajo de un árbol, debajo de la lluvia, en realidad, no tengo sólo cinco meses ahora estoy cumpliendo mis ocho meses. Fue por el hecho de que no crecí que se deshizo de mi como una basura-
Eso era lamentable, sintieron como la voz del gran lobo se estaba rompiendo.
-creo que hay que decirle de esto a Kiba-opino Naruto.
-estoy de acuerdo- apoyo Sasuke.
-¡nooooo! No quiero. No quiero que me alejen de kyubi, ahora que empezamos nuestra amistad. Si lo hacen yo los odiare por toda mi vida- sentenció entre lágrimas, furioso y salio corriendo hacia su habitación.
-no Kurama. Necesita estar solo un momento-
-y mientras tanto kyubi, cada vez que sientas el olor de Eiji o alguien del clan Inuzuka, esconde tu chacra y tu olor-
-entonces no me van a devolver al clan Inuzuka-
-no lo vamos hacer, tus eres ahora un miembro de nuestra familia, y nosotros siempre protegemos a nuestra familia-
- cómo crees, ahora estas aquí y eres alguien apreciado para Ayumu, nunca seriamos capaces de separarlos, ustedes han creado unos grandes lazos que hay que proteger y para eso también estamos los adultos-
-gracias, Sasu-san, Naru-san- se reverencio para ser envuelto en una pared de llamas y volver a su tamaño para ir corriendo cuarto arriba donde su dueño.
No supo que hacer y a qué acuerdo había llegado su maestro y los padres de Yuu-chan, ahora sólo le preocupaba estar con su lindo dueño.
Ese mismo día ya se cumplía un mes desde que se descubrió su verdadero origen y sentía más frecuentemente el chacra del clan Inuzuka en los alrededores, eso era poco usual, pero aun así le preocupaba.
Estaba acostado en la cama de Yuu-can, tomado el sol que le brindaba aquella ventana. No supo en que momento, pero sintió que alguien lo acariciaba, no sentía olor alguno, abrió lentamente sus ojos.
-te encontré- sonrió un niño peli café de más o menos cinco años, que lo veía con alegría mal disimulada y de tres de este un Inuzuka Kiba, que sonreía.
Ayumu llegó a su casa, desde hace un mes estaba algo preocupado de que descubrieran a su pequeño amigo así que se cercioraba de llegar a casa. Ese día fue especial, llego más temprano de lo normal, la razón, había sido que había escuchado a uno de sus “primos” decir que Eiji no vendría a clases ya que habían encontrado a su perrito. No había esperado nada más y salio de la academia a toda velocidad en medio de clases. No podía ser cierto ¿verdad? ¿verdad? Pues… sí lo era, entró a su casa, sintió varios chacras conocidos, uno en especial, más cerca de otro aun más especial. Entró agitado al igual que su respiración, quería llorar, gritar (pero su garganta le ardía), ahí estaba su amado perrito en bazos de ese niño, de su “primo”.
Ayumu miró a sus padres con dolor mientras que este trataba de sonreír lo más que podía, pero aun así no lo hacía.
-Yuu-cahn- susurró Naruto al ver a su hijo parado en el pasillo frente a la sala.
-oto-san, oto-chan- susurró, la rabia lo invadió- en verdad los odio- gritó con todas sus fuerza y con lágrimas en sus ojos para salir corriendo a su habitación.
-¿enserio, no podemos arreglar esto de alguna otra manera?- preguntó no más bien sonaba como un ruego de parte del rubio.
-lo siento, Naruto, es imposible. Él es un perro ninja del clan Inuzuka y ellos no pueden ser tratados como mascotas, en pocas palabras en un ninja y debe estar donde pertenece-
-pero Kiba, Yuu-chan, estuvo cuidando a este perrito durante estos cinco meses-
-ese no es el problema, el problema es que las reglas del clan Inuzuka son inquebrantables-
-¿no puedes hacer una excepción? si quieres yo mismo hablaré con tu padre. No quiero que mi hijo sufra-
-es imposible, mi hijo también sufrió cuando perdió a su perrito, como padre te entiendo Naruto, pero para mí lo más importante es la felicidad de mi hijo-
-entonces es tu última decisión, Kiba- habló por primera vez Sasuke.
-si esa es-
-¿sabes Kiba? si hablamos de felicidad e nuestros hijos, yo tengo la ventaja-
-¿qué es lo que tras decir?-
-soy un Uchiha, poseo el sharingan y puedo hacerte cambiar de decisión fácilmente sin que te des cuenta-
-¡qué diablos! sabes que si utilizas el sharingan en los futuros herederos del clanes, serás considerado como traidor-
-¿y? no me importa, ya que nadie se enteraría, es la felicidad de mi hijo contra el tuyo. No me afectaría de nada ser considerado nuevamente un traidor de Konoha si es para que mi hijo sea feliz-
-¡estás hablando en serio, Uchiha!- se levantó para encararlo.
-es así de simple, Kiba-
-veo que no has cambiado en nada Uchiha, no tengo idea de cómo Naruto pudo quedarse contigo-
- yo no diría eso, to diría como Naruto hizo que todos estemos viviendo al “filo de la traición”- Sasuke también lo encaró.
- acaso me estás diciendo que soy un traidor como tú-
-es bastante obvio lo que estoy diciendo Kiba-
-bastardo…-
-ya deténganse, esta discusión ya está entrando a otros temas. Sasuke, recuerda que nuestra prioridad es Yuu-chan- recibió la mirada seria de Sasuke para que este se sentara nuevamente- lo siento mucho Eiji-chan por esto- se disculpó Naruto ante el pequeño niño, mientras miraba como kyubi temblaba en los brazos de este. Ahora que lo pensaba mejor no sería mala idea usar el sharingan de Sasuke. No, no podía pensar semejante cosa.
Mientras tanto Ayumu se dedicaba a escuchar la conversación desde las escaleras, mientras escondía su chacra.
-¿ahora qué hago Kurama?-
-no lo sé, Naruto, tu cachorro estaba muy mal, no creo que se reponga si lo alejan de kyubi-
-es igual a Sasuke ¿verdad?- suspiró resignado.
-Kiba, es una petición, por todos los años que nos conocemos, no quiero arrebatar a kyu….digo…Kuromaru-chan de los brazos de Eiji, pero las razones que tenemos para que queramos que se quede con nosotros son muchas- en sí, recordaba la voz del lobo un mes atrás que se estaba rompiendo.
-las razones que tenemos también lo son, y Sasuke, no trates de usar tu sharingan en mí, ya que hay varios anbus que estarían gustosos de llevarte detrás de una celda- el aludido son frunció el ceño y sonrió.
-eres más listo de lo que aparentas Kiba- mencionó sacando una mueca de ofensa del aludido.
-lo único que puedo hacer, es que Ayumu-chan, pueda ir a visitar a Kuromaru al clan Inuzuka-
-maldito, buena jugada- pensó Sasuke, quería ganarse la confianza de su hijo.
-yo no iré a su casa tío Kiba- interrumpió Ayumu desde la entrada a la sala, con sus ojos extrañamente afilados-pero tampoco quiero que Eiji se lleve a mi perrito- no lo llamaría por su nombre enfrente de personas como ellos. Cualquiera que amenazara con separar a su familia conocería quien es Uchiha Ayumu-no después de saber lo que en realidad sucedió-
-¿qué es lo que quieres decir, Ayumu-chan?-
-después de saber que Eiji, abandonó al perrito debajo de la lluvia-
-no mientas Ayumu- se defendió Eiji, ante la irada de su padre-oto-sana, Ayumu está mintiendo, él me quiere separar de Kuromaru, yo no quiero separarme de Kuromaru- jalaba de la ropa de su padre desesperado.
- yo sé que quieres mucho a Kuromaru, Ayumu-chan- se acercó hasta el pequeño azabache que miraba con reprobación a ese niño peli café- pero por eso no tienes que inventar historias como esas-
-yo no estoy inventando nada como eso, tío Kiba- alejó con suavidad la gran mano del peli café de su cabeza.
-eres un muy buen niño, Ayumu-chan. Pero aunque te quiera mucho, no puedo permitir que Kuromaru se quede contigo, es un perro del clan Inuzuka y le pertenece a Eiji-
Mientras los mayores apretaban los puños con disgusto, como era capaz de decir Kiba que Ayumu estaba mintiendo. Quien se creía.
-cálmate, Naruto. Ya hablamos de esto, nadie debe enterarse de la transformación de kyubi, eso lo haría que lo deseen aún más-
Maldita sea, tenía que intervenir en ese momento por su hijo.
-Kiba-llamó Naruto- creo que no hay más remedio- haría lo posible por su hijo y por su felicidad, y no permitiría por ningún motivo que kyubi se alejara de ellos- dejarías que Kuromaru se quede con mi hijo ¿si acepto la oferta de los líderes de los clanes?-
-…-Kiba no entendía mucho lo que decía Naruto-¿a que es lo que te refieres?-
-en pocas palabras... me convertiré en Hokage si haces que Kuromaru se quede con mi hijo- sentenció ante la mirada sorprendida de los mayores.
Sasuke en ese momento su mente no había reaccionado lo suficientemente rápido ante las palabras de su esposo, que diablos era eso, no tenía sentido, el puesto Hokage por una bola de pelos.
-Naruto, eso…-
- si es por Yuu-chan no me importaría convertirme en Hokage-sentencio con una sonrisa.
Ayumu no sabía que pensar sobre aquello, su oto-chan estaba cambiando su vida casera por un trabajo de oficina por su causa. Hace ya dos meses atrás se había dado cuenta del porque su padre no quería ese puesto Hokage, mas no sabía del porque tanta insistencia de los líderes de los clanes de la aldea para que lo sea. Si eso pasaba su familia se desintegraría, su oto-chan ya no tendría tiempo para ellos, como estaba ahora Tsunade obachan y Shizune neechan. No podía permitir ya no ver las lindas sonrisas de su padre en cada desayuno o cada vez que volvía de la academia. Podía soportarlo algunas veces, por las misiones, ¿pero todo el tiempo? No, él no quería eso, no quería que su oto-chan se encerrara en una oficina. Estaba contra la espada y la pared en ese momento. Entre su oto-chan y su amado amigo.
Kiba sonrió ante aquella petición, lo que todos querían era que Naruto se convirtiera en Hokage, era la mejor opción y sería una buena alternativa para alejarlo de Sasuke de una buena vez por todas.
-yo…-apretó sus pequeñas nenecitas en un puño, tratando de reprimir sus lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos, odiaba esa debilidad-no…-suspiró para relajarse-yo ya no quiero tener a ese perro conmigo- cada palabra que salía de su boca eran como mil cuchillos en su pecho-en realidad es un estorbo para mí, no puedo pensar con claridad ya que me tengo que preocupar por él, tengo que alimentarlo, sacarlo a pasear y dormir con él. Es muy aburrido, quedarme con él sólo fue un capricho mío, no sabía cómo decirles que ya no lo quería tenerlo, Kura-san hizo tantas cosas por mí, pero ahora ya no quiero a un pequeño estorbo en mi vida. Así que será mejor que se lo quede Eiji, sé que él lo cuidadora mejor que yo- no sabía como pero de sus ojos no habían salido ninguna lagrima mientras recitaba esos versos construidos con solo mentiras. Tan serio, tan frio, tan calculador como todo un Uchiha debía ser.
Los mayores se quedaron estupefactos ante aquella actitud tan igual a la de Sasuke. Pero por algo eran sus padres, Sasuke y Naruto, sabían que el pequeño, que su niño estaba mintiendo. Le dolían esa actitud tan fría, pero la respetarían, esa era la decisión que había tomado y no podían hacerlo dar marcha atrás tan terco como una mula, igual que ellos.
Mientras tanto Kuromaru se sentía tan impotente ante aquella escena, quería trasformares pero no podía. Al final, con las palabras de su pequeño Yuu-chan aunque le dolía, aceptaría esa decisión de su preciado amigo, lo apoyaría, sabía perfectamente lo que su pequeño protegido sentía, era como un lazo que los unía a ellos. Aceptaría esa decisión, se iría con Eiji.
-¿no quieres despedirte?- preguntó Kiba algo enojado pero tratando de fingir lo mejor que podía.
Esa había sido una gran oportunidad para toda la aldea de tener al rubio como Hokage, pero ese pequeño niño lo había arruinado todo.
-no, estoy bien- vio cómo su perrito desde el hombro del pequeño peli café lo miraba con melancolía al igual que Ayumu hasta que desaparecieron.
Fin del flash back
Despertó algo somnoliento y comenzó a gruñir al sentir la presencia de alguien que se acercaba hasta ellos.
-no fue tan difícil encontrarlos- se hizo presente una voz en la oscuridad de la noche.
-¿cómo es posible que nos encontraras?- preguntó sin dejar de mostrar sus grandes fauces y aun teniendo aun débil azabache en sus estomago descansando.
CONTINUARA…..n.n