Amnesia
Por
Konan- chan e Iyari
Capítulo 23
Así que eres tú.
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Despertó algo somnoliento y comenzó a gruñir al sentir la presencia de alguien que se acercaba hasta ellos.
-no fue tan difícil encontrarlos- se hizo presente una voz en la oscuridad de la noche.
-¿cómo es posible que nos encontraras?- preguntó sin dejar de mostrar sus grandes fauces y aun teniendo aun débil azabache en sus estomago descansando.
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-no te preocupes, no te haré daño... Kyu-chan- salió de una figura de entre las sombras siendo iluminada tenuemente por la luz de la luna- ahora has desaparecer esa barrera, ya que así no puedo verlos-pidió sin ningún ápice de temor en su voz.
-quien me asegura que no es un enemigo- gruño molesto.
-no me hables tan formal, Kyu-chan. Somos amigos ¿verdad? Y no te preocupes, no te haré daño ni a ti ni a… Ayumu-san- respondió serena.
-¡JA! ¿Crees que sería tan estúpido como para creerte, Akemi-san?-
- sabía que esto sería más difícil de lo que pensé- pensó y suspiró resignada la pequeña peli café-¿Qué puedo hacer para que confíes en mí?- preguntó mirando a un punto inexistente dentro del agua.
-¿serias capaz de matar a tus amigos? Si lo haces confiaré en ti- sonrió en gran lobo sin moverse de su lugar para no incomodar al niño que tenía en su estómago. Eso sería suficiente para que esa niña se fuera de ahí, jamás aceptaría una petición tan absurda como esa.
-…- el gran lobo notó como sus palabras afectaron de cierta manera a la niña que tenía en frente. Sonrió cuando vio como la niña echaba un suspiro muy pesado, como resignándose, enseguida miró la espalda de la niña que regresaba por el camino por el cual llegó instantes antes. Eso fue demasiado rápido, bueno, no le importaba ¿o esa niña tenía algo planeado? aun así no era algo de qué preocuparse, ya que, para cuando regresara la niña nuevamente, Ayumu y el ya no estarían en ese lugar.
-así que sólo tengo que matarlos ¿verdad?-susurró mirando la profundidad de aquel bosque- para que creas que los maté, tengo que traerte evidencias ¿verdad? Con un brazo o una cabeza será más que suficiente ¿no lo crees?- el tono empleado por la menor estremeció al animal y más para cuando vio como la mirada de la niña sobre su hombro, justo en el lugar en donde se encontraba, como si supiera de antemano su lugar exacto combinado con la frialdad y la seguridad de esa voz y el tinte carmesí de los ojos de la menor.
-espera-ordenó y la niña se detuvo.
-voy a traerte a uno de mis compañeros sangrando y sin vida para que confíes en mi-
Tenía que estar bromeando, eso no era real o ¿sí? La niña que tenía en frente no era esa adorable y tierna domadora de insectos que tanto valoraba la vida de sus huéspedes y como los de las personas.
-eso sería traición ¿estaría dispuesta a ser una asesina sólo por nosotros?- preguntó ahora mirándola a los ojos.
-sí- afirmó sin vacilación-
-hump- suspiró con cansancio-¿sabes mi ubicación exacta, no es verdad?- frunció el su ceño al mirar la sonrisa y la mirada traviesa de la menor.
-lo supe desde el principio- la niña miro como de a poco las siluetas del lobo y del joven azabache aparecieron.
…
(Flash back)
Hace unas horas que habían sido capaces de salir de esa barrera gracias a Miku que controlaba muy bien el flujo de chacra, no por nada presumía ser la hija del genio el Bouke. Aunque esa barrera los había salvado de haber sido encontrados por tres grupos de búsqueda, dirigidos especialmente por Kakashi, Lee y Kiba.
Ya estaba atardeciendo y todos los futuros herederos optaron por quedarse en aquel mismo lugar. Sin decirse palabra alguna cada uno dirigidos por Kato, reunieron comida, leña y agua.
Una vez que la noche cayó aun nadie se dirigía a nadie, sumergidos todos y cada uno en sus pensamientos, alguien decidió romper la tensión del momento hablando.
-¿Qué quiso decir de abandono?- se acercó Haruto hacia un Eiji recargado en un troco.
-no tengo idea de lo que hablas, Haruto- respondió algo estoico ante la pregunta.
Nadie de los presentes querían hablar de lo que había pasado horas antes, aunque era inevitable, todo descuadraba.
-de lo que dijo, Kuromaru, que lo habías abandonado-
-Ahh ¿eso? no lo sé, nunca lo abandoné en su vida, aunque desde un principio era un estorbo para mí, nunca lo abandoné- su sinceridad era cortante que los demás le enviaron miradas reprobatorias.
Eiji estaba irritado ante aquella pregunta, no quería recordad la traición de su “estúpida mascota”.
- pues, yo escuche claramente que lo habías abandonado, eres despreciable Eiji-dictaminó Akemi furiosa y notando una gran ventaja en ese momento.
-nunca lo abandoné y eso es lo único que voy a decir, puesto que si me creen o no, eso no me afectará en nada- miró a Akemi de manera fría.
-maldito…- tomó del cuello a su compañero que la miraba con desprecio, aunque eso era parte de su plan no dejaría que ese niño bonito le hablara de aquella manera.-
-suéltame Akemi, ya que aunque no tenga a mi inútil perro, podría hacerte mucho daño- amenazó a la domadora de insectos.
A todos le extraño aquella actitud de su compañero, como podía decir tan fácilmente esas palabras ¿acaso no estaba enamorado de Akemi? Pues parecía que ya no.
-¡ya cálmense! no es hora de pelear- intervino Misa antes de que las cosas se pusieran serias entre ellos dos.
Misa había notado como sus dos compañeros, que creía que el uno le gustaba al otro, ahora se miraban con miradas asesinas que jamás en su vida las había visto en ellos. Sintió como cada uno emanaba un aura peligrosa dirigida “cariñosamente” hacia el otro.
-tsk- bufó molesta Akemi, aflojando el agarre y caminado hacia dentro del bosque.
-¿a dónde crees que vas Akemi?- preguntó Kato.
-voy a caminar, estar aquí, cerca de esa “cosas” me da nauseas- caminó hacia la dirección que le había dado su insecto- ahora podré hablar contigo, Ayumu, pero antes que nada- Akemi dejó que de su cuerpo emanaran millones de insectos que se aglomeraron a su lado crenado un clon- tendré que esconder mi olor y mi chacra, es un fastidio- se rascó la cabeza haciendo que un par de insectos rociaran algo de líquido en su cuerpo para que su olor se desvaneciera y escondió su chacra lo mejor que pudo.
Akemi iba en rama en rama lo más rápido que podía, mientras en su mente llegó la información de su clon de insectos, el cual ya había llegado a donde sus compañeros.
Fue en un laxo de treinta minutos que llegó hasta donde el insecto que tenía en su hombro le indicó. No pudo ver nada en ese lugar y se dio cuenta que era la misma técnica que había usado el zorro con ellos. Fue un alivio escuchar la voz el zorro que le respondió. Se alegró intensamente por haberlo encontrado. Aunque podía decir que la petición que le pidió para que confiara en ella fue bastante sorprendente ¿mata a sus amigos? Dudo un poco en su mente, el cual fue un instante en realidad, casi nada, nunca se arrepintió de las cosa que hacía y que decidía, no iba a comenzar desde ahora y si tenía la oportunidad de tener la confianza del zorro haría cualquier cosa, aunque eso acrecentaría sospechas de traición hacia ella, no le importaba, sólo quería…
-crees que todo lo que estás haciendo está bien, Kuroma…no-negó ligeramente y con una sonrisa-Kyubi- preguntó Akemi acercándose al enorme lobo que aún le amenazaba con sus fauces.
-no tengo nada en contra de ti, Akemi-san, pero si alguno de ustedes o sus padres trata de acercarse a Ayumu, lo matare- advirtió con su mirada negruzca.
- aún me pregunto ¿qué es lo que realmente escondes en tu corazón, Kyubi? Aunque puedo decir que es algo realmente doloroso. Tú mismo dijiste que te separaron de Ayumu en el pasado, y eso en mis recuerdos no concuerda, ya que, siempre estuviste con él desde que tengo memoria. No sé qué pasa aquí, pero sé que tú estás haciendo lo correcto por la persona que quieres, sólo te diré que lo protejas y que hagas lo necesario por ello- hablaba con el gran lobo mientras el joven azabache seguía dormido.
Kyubi dejo de mostrar su hostilidad y se calmó al sentir como Ayumu se removía un poco en su vientre y al sentir que esa pequeña niña de lentes no despedía ningún aura maligno, bueno no como lo hacía antes, o con malas intenciones. Así que dejó que ella se acercara y acariciara su cabello. Pero aun en alerta, si planeaba hacer algo peligros no dudaría ni un segundo en enterrarle sus fauces y matarla.
-Kyubi, tienes que ser más minucioso, mira cómo te encontré- le mostró un pequeño bicho que se encontraba en el pelaje del animal-el olor de una hembra es inconfundible para un macho—sonrió nuevamente con cariño.- veo que Ayumu- acaricio los cabellos azabaches del moreno- ha sufrido mucho por culpa de todos y no se puede comparar con lo que tal vez hemos hecho. Ya hace varios meses descubrí que mi mente guarda muchos recuerdos fragmentados-
-así que se ha dado cuenta-
-sí, me di cuenta, por eso soy hija de Nizuma Hanna, la persona que murió en la misión-
-sabes que eso…-
-eso es verdad ¿cierto? Lo sé. Hace varios meses descubrí tantas técnicas de regeneración y descubrí como regenerar mis recuerdos-
-…-el gran lobo se sorprendió ante el hecho de la niña.
-entonces…-
-no…- negó nuevamente ligeramente con una sonrisa melancólica.-aunque fui capaz de descubrir cómo puedo recuperar mis recuerdos no fui capaz de hacerlo- en ese caso descubrí que tenía tres sellos, el cual uno pudo romper, pero los otros dos sellos que quedan son demasiado poderosos- bajó la mirada patéticamente.
-sólo recuerdo mi verdadera niñez. Y recuerdo perfectamente que Ayumu, fue un gran amigo para mí…-
-entonces recuerdas, el momento en el que rompiste el corazón a Eiji-san- sonrió.
-ja, eso lo recuerdo bastante bien y también como Ayumu me lo rompió-
-nunca imagine que lo recordaras-
-pues es verdad, aunque sólo éramos niños-negó ligeramente con una sonrisa melancólica-aunque… sólo éramos niños sentí como si mi mundo desapareciera en ese momento-
-es decir que antes de que todo esto pasara ¿estabas fingiendo?-
-sí, era lo que estaba haciendo, aunque tengo que decirte tengo aun dos sellos más en mi mente, los cuales no puedo romper. Tengo aun fragmentos que completar, fue por eso, que cuando vi a Ayumu en la aldea, dejó de interesarme mi estúpida faceta de alguien que no soy y dejé salir mi verdadera personalidad-
-el único capaz de romper los sellos sería un miembro del clan Yamanaka- se reincorporo adolorido sorprendiendo a los presentes.-un gusto volverte a ver Akemi y perdón por romperte el corazón- sonrió de una manera tan lida que la pequeña se sonrojo por la belleza del joven y por qué él había escuchado la conversación.
-¡¿lo escuchaste?!- preguntó exagerando-
-creo que es bastante obvio que lo escuche ¿no lo crees Akemi?- sonrió nuevamente.
-yo, siempre supe que algo estaba mal en la aldea, nunca pude descubrir lo que era hasta hace unas semanas atrás- empezaba a derramar lágrimas- enserio te extrañe, Ayumu- lo abrazo sin previo aviso, abrazo el cual fue correspondido.
-no llores, señorita baka-chan- empezó a caricia la cabeza de la menor que tenía entre sus brazos.
Mientras que Akemi abrió más grandes los ojos y más lágrimas caían “no llores, señorita baka-chan” lo recordaba ese apodo que el niño, del cual había estado enamorada y ahora también lo estaba.
-yo…yo…te qu- antes de que pudiera terminar la frase el dedo del menor calló sus palabras-
-no lo digas, Akemi, ya que una vez más tendría que decirte lo mismo que te dije en ese momento, no quiero que llores, no quiero que te alejes.- la separó y la miró a los ojos.
-pero…-
-pero anda, señorita baka-chan-
-si aunque hubiese alguna oportunidad de corresponderte sería imposible- se levantó con dificultad y llevó su mirar hacia la luna.-yo, ya no soy el Ayumu del cual te enamoraste Akemi y lo que tu sientes hacia mí no es amor-
-si lo es-
-no lo es. Tú tenías apenas 10 años y yo tenía 11. Éramos sólo niños que no conocían algo tan complicado como el amor. Date cuenta que eso era algo tan pasajero como una pluma en el viento.
-¡no lo digas! Y si…si lo es, siempre tuve un vacío en mi interior, aunque tus recuerdos desaparecieron completamente de mi mente, sentía que algo faltaba, que nadie, ni mi papa, ni mis abuelos, ni mis amigos pudieron llenar ese espacio.
-Akemi, ere una linda hermanita menor-
-¡no me trates como tu hermanita menor! siempre lo hiciste y eso lastima ahora aún más. No sé lo que verdaderamente paso en nuestras vidas. No sé qué realmente sucedió para que termináramos así, pero sé que tú me quieres-
-te quiero, pero no de la forma en la que tu quisiera que lo hiciera-
-¡mientes!- gritó con más lágrimas en sus ojos.
-no lo hago- apretaba sus puños y el gran lobo se daba cuenta de eso-no lo hago.-
-¡es suficiente! Me canse de esto, me voy- caminó por la dirección por la que vino.
-Akemi- susurró Kyubi.
-jamás podre llamarte, Ayumu-niisan. Pero esperaré, me iré, te protegeré y de ahora en adelante tienes una aliada que jamás te traicionara, Ayumu- sonrió con tristeza para desparecer de aquel lugar-no me importa destruir la aldea si es por ti- pensó para sí misma apretando sus puños para sonreír y salir corriendo de ese lugar.
-eres muy bueno haciendo llorar a las niñas-
-¡cállate, kyubi!-
-oye, no te enojes conmigo, ella fue la que comenzó y tú quien terminó, yo a ningún momento antevine-
-es por eso mismo que estoy tan molesto-
-quien te entiende, Yuu-chan-
-cambiando de tem, ¿Por qué le pediste esa petición?- pregunto afilando su mirada.
-uyy, no te enojes. Así que estabas despierto desde ese momento, sabes actuar muy bien- dijo con sarcasmo-
-kyubi-
-está bien, sólo quería que ella se fuera, nunca imagine que aceptaría esa petición tan descabellada, de mi parte me sorprendió mucho que no tuve más remedio que hacernos presentes y también que ella sabía nuestra localización exacta-
- su tono…-susurró.
- ¿qué tenía su tono?- preguntó extrañado.
-su tono fue bastante seguro- suspiró.
-eso es lo que me dio miedo, estos últimos años he pasado con ella y con todos sus amigos pero de cierta manera desde que apareciste algunos empezaron a actuar de manera diferente-
-o dejaron al descubierto como verdaderamente-
-¿lo dices por Akemi-san?-
-Akemi tal vez sea una buena aliada al igual que una peligrosa enemiga-
-¿la vas a utilizar?-
- no me rebajes hasta ese punto Kyubi, puede que mi personalidad este lo bastante retorcida, pero no podría utilizarla-
-eres demasiado amable- pensó el gran lobo- no has cambiado en nada, eres el mismo-
-¿sabes dónde están mis padres?- preguntó al gran lobo aun conservando su mirada por el lugar donde la niña se había ido-
Cintinuara…..n.n