Jotunheim, tierra de gigantes de hielo criaturas inmensas y frías de corazón enemigos principales de los asgardianos, criaturas viles con ojos rojos como la sangre y cuerpos azules como la noche con cicatrices por todos sus cuerpos.
Un paisaje desolador es lo que se observa, cuerpos congelados de asgardiana y de los mismos gigantes, los vestigios de la última gran batalla dada entre las 2 razas para la “paz” de todos los mundos.
El castillo de Jotunheim majestuoso y desolado yacían allí laufey el gran rey de los gigantes y Odín padre de todo, peleaban a muerte y sin piedad hasta que algunos de los dos grandes monarcas cediera y al parecer el destino favoreció a Odín haciendo que el gran gigante diera un mal paso tropezando así quedando a total merced de Odín quien apuntando con su gran lanza a su cuello y con voz entrecortada tanto por el frio como por el agotamiento dijo.
-laufey…. Ya es suficiente….. Evitemos más derramamiento de sangre…. Deja ya tus intentos de dominio…. Por la paz.
Laufey simplemente se quedo viendo al padre de todo con una mirada de ira y frustración pero aunque le doliera en lo más profundo y aplastara su orgullo debía aceptar que el padre de todo tenia la razón, así que se quedo callado y bajo su mirada en señal de derrota, con esto Odín retiro su lanza y dando órdenes a sus guerreros que fueran a la cámara principal para que se llevaran el ataúd salió del castillo.
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Caminando ya para retirarse del frio lugar paso por enfrente de un santuario, que se encontraba casi destruido de su techo colgaban estalactitas de hielo y el suelo tenía una leve capa de hielo con manchas de sangre, el oído entumecido del padre de todo logro captar los pequeños y débiles lloriqueos de un par de bebes, se dejo guiar por esos débiles sonidos hasta que llego a una pequeña cámara donde yacían las 2 criaturas, quienes solamente estaban cubiertas por una delgada manta del frio calador de ese lugar, el padre de todo los observo a ambos y los cogió entre sus brazos brindándoles calor y protección, lo que pudo apreciar en ese preciso momento fue como el color de las criaturitas cambiaba del azul oscuro como la noche y sus ojos rojos como la sangre se tornaban de un color claro de piel como el del monarca y los ojos de uno se tornaban verdes mientras que los del otro eran grises, al cambiar sus aspecto Odín pudo apreciar que eran de sexos diferentes y al parecer eran gemelos, los observo durante unos minutos encariñándose con ellos, sintiendo como una llama paternal comenzaba a arder dentro de él, llamándole y diciéndole que debía proteger a las criaturas aun que no fueran de su sangre, y sin dudarlo los envolvió bien y los cargo en sus brazo hasta llegar a la zona donde Heimdall le abriría el Bifrost para regresar a Asgard, los sobrevivientes y el padre de todo, junto con las criaturas y el ataúd, estaban reunidos listos para irse, y con voz cansada el padre de todo ordeno a Heimdall abrir el puente y enseguida en el cielo se pudo observar como un rayo de luz lo partía en 2 para llegar a posarse sobre la gente cansada y en un parpadeo traerlos a Asgard.
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Una vez en Asgard Heimdall estaba en su plataforma típica observando cómo los guerreros eran llevados al palacio para sanarlos, pero cuando vio al padre de todo su curiosidad emergió al ver que el llevaba a 2 criaturas ajenas al reino entre sus brazos, el portero decidió bajar y acercarse dudoso al dios para preguntarle.
-padre de todo ¿por qué ha traído estas criaturas a Asgard?
-son solo 2 seres inocentes no hay por qué alarmarse…
Ante esa respuesta Heimdall permaneció pensativo y tras un silencio un tanto tenso respondió al monarca.
-solamente espero que sigan siendo igual de inocentes cuando crezcan y sepan sus orígenes…
Odín se limito a hablar y solamente volteo a ver Heimdall de manera preocupada y se retiro al castillo, donde fue recibido por su amada esposa frigga, la diosa del cielo, quien cuidaba de su primogénito que contaba apenas con 1 año de nacido, al cruzar las puertas de la habitación Odín se dirigió a ella e inmediatamente le dio un cálido y dulce beso en los labios que fue correspondido por frigga y se acerco a la cuna para darle un beso en la frente a su primogénito que dormía plácidamente, cuando el dios se incorporo nuevamente su esposa miro atónita a las criaturas que Odín cargaba, sus ojos se abrieron bastante pero enseguida se tornaron pequeños y sacaban un brillo maternal mirándolos a ambos con detenimiento admirando los finos detalles de los bebes y con una voz suave frigga le dijo a Odín.
-¿puedo cargar uno?
A esto, Odín asentó la cabeza y le extendió el brazo con el que sostenía a la pequeña niña pasándola a sus delgados y finos brazos.
-son hermosos.
Frigga decía mientras cargaba y arrullaba a la bebe.
El monarca solo se limitaba a permanecer callado y observar aquella escena pero un pensamiento rondaba por su cabeza “¿Qué es lo que haría con estas dos pequeñas criaturas?””¿Fue un error haberlas traído a Asgard?””¿Qué pasaría cuando crezcan y descubran que nos son asgardianos?” esas y muchas más preguntas pasaron por su cabeza haciendo que el dios se perdiera en sus pensamientos durante unos minutos, frigga al notarlo le toco el rostro con suavidad diciendo.
-Odín, encontraremos una manera de mantenerlos a salvo hasta que ese tiempo llegue.
Odín simplemente pudo mirar a su esposa con unos ojos abiertos a más no poder, era como si le hubiera leído la mente, no podía esperar menos de su Reyna y amada esposa frigga.
Con esto Odín dio una leve risa y dijo.
-si…. Tienes razón, ya pensaremos cómo pero los mantendremos a salvo.
Con esto último ambos acurrucaron a los bebes en una cuna a lado de la del pequeño dios del trueno y retirándose a su habitación los monarcas se dejaron caer en un sueño placentero hasta la mañana siguiente.
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Al siguiente día frigga se levanto muy temprano dejando a Odín descansar de tan largo viaje y batallas que tuvo, pidiendo a una criada que le preparara un baño de sales para aclarar su mente y exfoliar su piel, esto solamente se lo pedía a su criada de mayor confianza Henar, una mujer un poco menor que la diosa de ojos azules como el cielo y cabello castaño como el mismo chocolate de piel clara y tersa a excepción de sus manos debido al desgaste que sufría por la limpieza del castillo, originaria de *Alfheim, había llegado a Asgard buscando escapar de su boda y encontró refugio en la casa de Odín como una criada que con el paso de los años se fue ganando la confianza de los dos monarcas siendo así la consejera y amiga entrañable de frigga.
Una vez listo su baño Henar se lo hizo saber a frigga, quien estaba en el cuarto de su hijo arrullándolo mientras observaba a los 2 bebes un poco pensativa, henar entro a la habitación y se percato de los 2 bebes en la segunda cuna pero no dijo nada simplemente le aviso que podía entrar a su baño, seguidamente frigga le asintió y dejo al pequeño rubio en su cuna ya dormido, ambas se encaminaron hacia el baño y una vez estando enfrente la diosa se quedo un poco pensativa y antes de que se henar se marchara le dijo.
-henar, puedes entrar conmigo tengo algo de lo que quiero platicarte.
-claro que si Reyna como usted guste. -Dijo henar con la mirada gacha y dejando que frigga entrara ella la siguió-.
Frigga comenzó a deshacerse de sus ropas para entrara a la fina tina de mármol que se encontraba en el centro de la habitación y con la mirada en el techo le dijo a henar.
-henar, ¿es correcto el dejar a uno de tus hijos al cuidado de otra persona?
Henar ante esto se quedo un poco confundida y mirando a la rubia y sabia mujer simplemente dijo con una voz dudosa.
-¿a qué se debe esa pregunta mi señora?
-henar, sabes que cuando estamos a solas puedes llamarme por mi nombre no te preocupes.
-si…… frigga…… -Henar se quedo un poco confundida y sonrió levemente-
-bueno es solo una pequeña duda que tengo, es muy difícil tomar una decisión en estas circunstancias me siento como si abandonara a un hijo y lo tirara al olvido.
Henar se quedo un poco extrañada pero recordó a los bebes que estaban en la cuna a lado del hijo de la diosa, ella pensó rápido las cosas y decidió decirle a la rubia.
-mi se….. Frigga, no puedo entender que es lo que sucede pero si me explicas lo que ocurre estoy segura de que puedo ayudarte en algo.
Henar sabía muy bien a lo que se refería pero quería saber más a fondo las circunstancias en las que estaba la diosa.
Con esto frigga quitando su mirada del techo y volteándola a ver directamente le comenzó a contar con lujo de detalle todo lo que había sucedido ayer, él como Odín encontró a los bebes y como tomo la decisión de traerlos a Asgard, mientras frigga hablaba henar se limitaba a verla de manera pensativa y asentaba la cabeza, intentaba analizar la situación de una manera cuidadosa, cuando frigga dejo de hablar hubo un pequeño silencio de no más de 10 segundos y sin titubear henar dijo con un brillo en los ojos y una voz firme.
-frigga, si usted lo desea yo puedo encargarme de la pequeña bebe.
Frigga inmediatamente esbozo una gran sonrisa y asentando la cabeza le dijo.
-no podía esperar menos de ti henar.
Con esto último frigga se levanto de su tina envolviéndose entre la toalla para secarse poco a poco y cambiándose las ropas se dirigió junto a henar al cuarto donde se encontraban los bebes y de una manera suave y cuidadosa levanto a la pequeña niña quien estaba abrazada junto a el varón evitando así que este se despertara, sin embargo este abrió levemente los ojos y vio como se llevaban a su hermana, quiso comenzar a llorar pero frigga lo calmo rápido haciendo que se volviera a dormir, una vez en sus brazos le rubia le paso le pequeña bebe a henar dejándola entre sus brazos y dándole un tierno y cálido beso en la frente intentando disculparse y despidiéndose de ella le indico a henar que podía retirarse, ella hizo una reverencia y por ultimo dijo.
-prometo cuidarla y criarla como usted lo hubiera hecho, velare por su bien y cuando sea el momento indicado le diré lo que es y sus verdaderas raíces, se que ella lo entenderá.
Con esto frigga sonrió mientras veía salir a henar y a la pequeña bebe del cuarto, su mirada se torno acuosa y no pudo evitar dejar rodar unas cuantas lagrimas por sus mejillas, Por dentro frigga sentía como si le hubieran arrancado una parte de ella, con solamente un día de haber conocido a esa pequeña e indefensa gigante había llegado a sentir un amor inmenso pero también sabía que esa fue la mejor opción para el reino y para la criatura.
Volteo la mirada hacia el enorme ventanal a su lado y observo como henar caminaba con la bebe en brazos, sin duda estaba triste pero dio una leve sonrisa y se retiro a su recamara para hablar despertar a Odín y contarle lo sucedido.