Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Only remember me por Bou Craig

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Gravitation no me pertenece.

Notas del capitulo:

Bueno escuche esta canción y me llene de inspiración. Espero les guste. Tendra dos capítulos el primero de Shuichi y el segundo de Eiri.

Les aconsejo escuchar la canción mientras leen :) aqui les dejo un link en mp3:

http://www.4shared.com/mp3/sPqGN16w/la_quinta_estacin_-_recuerdame.html

Sin más, agradezco a todas las personas que me leen :).

Enjoy...

Gravitation.

Only remember me.

(Por Bou Craig)

Shuichi.

 

Allí estaba.

 

Solo en aquella oscuridad; En aquella penumbra. El silencio, la soledad, no podía alejarlas de su corazón. El cuarto se encontraba igual de ordenado que siempre, todo tan organizado. Lástima que sus sentimientos no estén así.

 

Se hallaba acostado en la cama, si en LA cama, pues esa no era su cama. No… esa era la cama de Yuki Eiri; la cama de ese escritor y sus amantes.

 

Gimió. De dolor, de angustia, de celos. Esa noche el rubio tampoco vendría a dormir, lo sabía. Solo él había celebrado esa fecha tan importante para los dos. Porque Yuki  ni siquiera lo había recordado, su aniversario. Ese día había preparado todo para que los dos tuvieran una cena romántica, se había preparado con un traje característico de él y se había perfumado. El sabía que el olor a fresas que emanaba su persona volvía loco a su amado.

 

Pero todo fue en vano, cuando las horas pasaron… lentas, tortuosas. Cada minuto que pasaba era una puñalada a su corazón; ese que poco a poco se estaba destrozando por completo.  

 

Apagó la velas de la mesa en que él había preparado la comida, porque sí, le había pedido a Hiro que le enseñara a cocinar. Ese sería un pequeño regalo para Yuki.

 

Se levanto de la cama, exhausto, pero no físicamente sino sentimentalmente. Se sentía cansado de dar amor y nunca recibir nada a cambio. Ese frio escritor le propinaba las mas terribles indiferencias, las mas hirientes palabras…

 

No se pudo aguantar la lágrimas y lloró de dolor, dando un fuerte manotazo al colchón; queriendo desahogarse de ese sentimiento que lo consumía poco a poco.

 

El quería que Yuki Eiri lo recordara. Que siquiera se acordase de él una vez al dia, que lo extrañase, que lo tratara con el cariño que él se merecía. Había dado todo por él, su cuerpo, su alma… absolutamente todo. Lo único que pedía era un ‘’ te amo’’.  ¡Un misero ‘’te amo’’ y el moriría de felicidad!

 

—Mierda…—Susurró. Normalmente él no era de esas personas malcriadas, pero también tenía derecho; tenía derecho a no ser siempre el Shuichi que todos conocían.

 

Tenía derecho a amar y ser amado…

 

Recuérdame cuando duermes y adivino lo que sueñas
cuando lejos de nuestra cama es a mí en quien piensas.
Recuérdame.

 

Estrujo la sabana entre sus manos. Ahora las lagrimas no cesaban, no podía detenerlas…

 

Recuérdame cuando parta y no regrese a nuestra casa
cuando el frío y la tristeza se funden y te abrazan.
Recuérdame.

 

Lo imaginaba. Imaginaba a Yuki en otra cama, con otra persona. Sin recordarlo… sin amarlo. Se hizo un nudo en la cama y lloró aún más. Dolor, impotencia… tantas emociones se agolpaban en su alma. No pudo contenerse y pronto dio gemidos ahogados que se escucharon en todo el cuarto, desesperación y desesperanza era lo único qué el sentía en esos momentos.

 

Lo amaba, amaba a Yuki Eiri. Lo amaba con todo su ser…

 

Recuérdame cuando mires a los ojos del pasado
cuando ya no amanezca en tus brazos
Y que seas invisible para mí, para mí.

 

Era un tonto por amarlo de esa manera tan desenfrenada, lo sabía. Pero no podía detener sus sentimientos, Cada vez que veía esas orbes doradas mirarlos todo el mundo desaparecía para él. Solo existía Yuki en ese momento. Nadie lo podía culpar…

 

Pero ya no podía mas. Sentía que si seguía así pronto desaparecería, pronto se perdería a si mismo. Esperar el amor de Yuki era una tarea imposible. Una misión en la que no podía seguir…

 

Recuérdame amándote
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame amándote
esperándote tranquila
sin rencores sin medida
recuérdame, recuérdame
que mi alma fue tatuada en tu piel.

 

Su corazón se estrujó ante aquél pensamiento. Y el amor en él despertó, rememoró aquellos recuerdos tan dolorosos para él ahora. Su primera vez con el escritor, su primera cita, el primer beso… Poco a poco también los recuerdos amargos hicieron presencia en su ser, la indiferencia, los insultos, los castigos y lo peor de todo… su traición.

 

Si… tan pronto como Yuki se había cansado de él había ido a buscarse otras personas. Personas que lo satisfacían mejor que él.

 

Aún podía recordarlo. Aquella vez en la que había seguido al escritor y lo había encontrado con una mujer en la cama… una semana seguida lo había encontrado con una persona distinta… hombres y mujeres, gozando de él a su plenitud.

 

Se tapó los ojos. No quería recordar, no quería rememorar el rostro de su rubio lleno de placer; placer que él no provocaba.

 

Recuérdame cuando sientas que tu alma está inquieta.
Si el deseo y tu amor no me calientan.
Recuérdame

 

Escuchó un ‘’tik’’ del otro lado de la puerta. Señal de alguien que estaba entrando. Rápidamente se secó las lagrimas y se levanto de la cama con un poco de ilusión y esperanza en su rostro. El escritor por fin hacia acto de presencia en su hogar.

 

—Yuki—No pudo ocultar las pequeñas lágrimas que se esparcían por sus mejillas.

 

El rubio lo miro serio del otro lado de la  habitación y entro en el lugar en penumbras, iluminado solo por la luz de la luna.

 

—¿Porque no estás dormido?—Susurro—Son las 3:45 de la mañana.

 

El cantante no dijo nada. ¿Qué es lo que iba a decirle? ‘’No puedo dormir porque te estaba esperando Yuki, es nuestro aniversario y tú te la pasaste revolcándote con unas zorras’’

 

No, eso iba a ser peor. El escritor se enojaría.

 

Se enojaría y lo echaría.

 

—Duérmete ya—Ordenó Eiri, sacándose el abrigo que llevaba tirándolo a la cama y desatando su camisa.

 

Shuichi no pudo resistir las ganas y lo abrazó por detrás. Aspirando el perfume tan varonil de su querido escritor.

 

Eiri no hizo nada. Solo espero a que el cantante lo dejase libre para costarse cansado en la cama.

 

Y eso justamente hizo.

 

Ni un beso.

 

Ni un abrazo.

 

Ni una mirada.

 

—Yuki—Susurró Shuichi cabizbajo.

 

Lágrimas traicionaras otra vez surcaban su rostro. Apretó la mandíbula y las manos. En ese momento lo único que deseaba era salir de allí. No haberse topado nunca con ese arrogante, prepotente y frio escritor.

 

 Recuérdame
cuando mires a los ojos del pasado
cuando ya no amanezca en tus brazos
y que seas invisible para mi, para mi.

 

—Ya no—Dijo con firmeza. Y al instante sin hacer el menor ruido preparó una maleta. Tomó sus cosas del armario y las metió desordenadamente en el maletín.

 

Ya no, ya no más.

 

Ya no mas, Yuki.

 

En 15 minutos ya tenía todo listo. Volteándose al rubio se acercó a él.

 

—Yuki—Se le partió la voz—Te amo.

 

Tomo su mano que descansaba en las sabanas y lo volvió a mirar. Desearía no haberlo hecho pues un intenso deseo de permanecer junto a él se hizo presente.

 

Pero uso sus últimas fuerzas para reprimir mas lágrimas.

 

Nadie lo culpaba de haber amado a Yuki como lo hizo él.

 

Lo único que deseaba con todas sus fuerzas era que el escritor lo recordara.

 

Recuérdame amándote
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame amándote
esperándome tranquila
sin rencores sin medidas
recuérdame, recuérdame
que mi alma está tatuada en tu piel.

 

Que despertara solo en su cama y lo recordara.

 

Que recordara como lo amo; como lo esperó, cada noche de cada día.

 

Pero lo mas importante… que no lo odiara.

 

Porque él tampoco lo odiaba. Sabía que esa actitud no era mas que para esconder aquel trauma causado por Yuki Kitazawa. Entendía a Eiri…

 

Pero ese entendimiento no era suficiente, para el ya no. Necesitaba mas del escritor; necesitaba que por lo menos le hiciera saber que lo amaba.

 

Pero sabía que eso no iba a pasar. Si en dos años no paso… ya no había esperanza para él.

 

Se puso de pie lentamente y tomó su maleta. Se acercó a la puerta y sin voltearse pronunció el final de todo.

 

—Recuérdame, Yuki.

 

No era egoísmo…

 

Era amor.

 

Recuérdame amándote,
mirándote a los ojos
atándome a tu vida
recuérdame, recuérdame. Que mi alma fue tatuada en tu piel.

Notas finales:

Espero no me haya salido muy tragico :).

El proximo se tratara de Yuki y como se siente despues del abandono de Shuichi,

Espero le haya gustado!!

¿Reviews?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).