Monologo
Por Paz
-¿Otra vez has vuelto a hacerlo? –comentó dando un suspiro de resignación- ¿Qué puedo hacer contigo? -aunque quedo callado unos segundos sabía que su cabizbajo amigo no le iba a dar una respuesta y menos aun satisfactoria- Podías darme un señal, un aviso que todo a terminado, pero no. ¡Callas! Tu actuas a tu aire, sin tener en cuenta mis sentimientos ni los de los demás, ¿sabes como me siento? Es frustrante y tu pareces disfrutar consiguiendo que me sienta mal por tu actitud. Deberías pensar un poco menos en ti mismo. Tu y yo somos uno. Llevamos juntos mucho tiempo, nuestra relación no era unilateral, al menos por mi parte, te he dado placer, lo se, lo se, me lo has retribuido con creces, pero es ahora cuando realmente te necesito y tu me fallas. Me has dejado tirado, como si ya no me necesitaras –nuevamente un suspiro, hondo y sonoro ensanchó su pecho, como si comenzara a resignarse a su suerte- No, no voy a permitirte que tomes decisiones propias, los dos nos necesitamos y ya va siendo hora que cambies tu actitud. Tenemos que encontrar una solución y que sea rápida. No voy a admitir una a largo plazo –su mano se movió con impaciencia, como buscando esa respuesta que no llegaba- Con quedarte quieto no vamos a conseguir nada- Ya estoy cansado de tu actitud, tres dias, tres dias sin una respuesta por tu parte, eres desesperante. Al menos dame el más minimo indicio de que vas a comportate como se espera de ti –su tono de voz comenzaba a sonar impaciente- Si persistes en esa actitud tu y yo acabaremos mal –la amenaza quedo flotando sobre ellos.
Una risilla se escuchó a su espalda y sin darle tiempo a girarse unos brazos le rodearon por detrás, Hanamichi no se fijo en la expresión abochornada de su pareja, su mirada descendió por encima de su hombro hasta la mano de Kaede que reposaba quieta sobre su muslo.
-Si comienzas a hablar solo si es un grave problema –la risa se percibía oculta tras sus palabras- Estas estresado y es lo que ha provocado que pase eso. Estamos proximos al fin de semana, iremos a la playa, a la montaña o a un onsen, donde tu quieras. Nos tomaremos con calma esta situación y verás como tu "problemilla" se arreglará por si solo.
-No te burles… esto es muy serio.
-No lo hago… me tomo en serio todas tus cosas –le recostó sobre el lecho donde estaba sentado, sus miradas se cruzaron- Deja de agobiarte, ¿si? –y para acallar su segura protesta selló su labios con los suyos.
Esperaba que su pronostico se cumpliera porque era realmente frustrante para los dos. Porque de rebote le alcanzaba a él. Tal vez había llegado el momento que Kaede admitiera otras opciones, ser uke era tan valida como ser seme.
Y con ese pensamiento intensificó la caricia, al tiempo que su mano se deslizaba por su pecho y su mano cercaba al travieso y rebelde miembro de Kaede.
Su gemido y su respuesta le alentó a proseguir, dándoles la falsa sensación que iban por buen camino hasta que el entusiasmo de ambos decayó y con ellos algo más.
La palabra "impotencia" se introdujo alarmante en sus mentes.
Fin
8 de noviembre de 2012
Paz