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12 días de Navidad. por NSX301

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Notas del fanfic:

Primero que nada, si hay lectores de Psique de una relación, les pido disculpas por no actualizar, pero es que esta idea llena mi cabeza por el momento. Serán solo doce capítulos, pero serán bellos en verdad. Espero que los disfruten, y... ¡FELIZ NAVIDAD!

Notas del capitulo:

Este es un capítulo de introducción, con un final inesperado. Disfrútenlo!!!

Steve Rogers, el pediatra más reconocido de toda la ciudad, estaba totalmente estupefacto en la puerta de la entrada de su casa.

Era cierto que desde la mañana todo había presagiado a que iba a ser uno de los peores días de su vida. Pero no había querido aceptarlo, ya que era el sexto cumpleaños de Peter, su único hijo.

La tragedia había comenzado cuando el reloj despertador, no había sonado a la hora de siempre; simplemente se había negado a trabajar. Afortunadamente Peter había ido a despertarlo, tan solo diez minutos después de su hora acostumbrada. Después de desearle un feliz cumpleaños, Steve ´prosiguió a arreglarse para ir a trabajar. Cuando llego a la ducha, el agua caliente nunca salió, el shampoo se acabó, y el jabón se le metió a los ojos; lo que provoco, que en el afán, de limpiarse los ojos perdiera el equilibrio, y finalmente resbalara.

Por ser cumpleaños de Peter, el menú del desayuno era Hot Cakes, como se venía haciendo desde años pasados. Pero dados los extraños acontecimientos de ese día, Peter termino comiendo cereal. Los restos quemados de los Hot Cakes yacían en el fondo del bote de basura.

-Papi, a ti nunca se te había quemado la comida.- Comento con inocencia Peter.

-No te preocupes, te prometo que no pasara eso con tu cena de cumpleaños.- Dijo Steve con una sonrisa, mientras le revolvía el pelo a su hijo.

Salieron para la escuela de Peter, curiosamente a la escuela llegaron totalmente a tiempo.

-Y recuerda, tu tío Clint vendrá hoy por ti para llevarte a casa. Ahí llegarán tus otros tíos, y yo llegaré más tarde con tu pastel. ¿De acuerdo?

-¡Si papi!- Dijo Peter con una sonrisa, y felizmente entro a la escuela.

De camino al hospital, Steve encontró un tráfico bastante inusual, lo que provoco que llegara cincuenta minutos tarde.

-Justamente hoy que tenía planeado, pedir permiso para salir temprano.- Se lamentó, cuando se sentó en la silla de su consultorio. A los pocos minutos, una enfermera fue a buscarlo diciéndole que todos los médicos debían de acudir a la sala de urgencias, inmediatamente. Había ocurrido un accidente en el vuelo de un avión privado. Como había ocurrido al momento de aterrizar, no habían ocurrido muertes, pero si varios heridos de gravedad. Como Bruce Banner, el director del hospital, había salido unos días, por un congreso en Londres, Steve se había tenido que encargar de coordinar a todos los médicos, para que se pudiera atender a todas las personas.

Había dicho a Peter que llegaría alrededor de las cuatro de la tarde. Sin embargo faltaban quince minutos para que dieran las siete de la noche, cuando salió del hospital.

Intento encender el coche, más sin embargo este, no quiso arrancar. Después de lo que pareció una eternidad, Steve tuvo que aceptar que tendría que irse en el subterráneo. Paso a la pastelería, en la cual, afortunadamente todo salió bien. El regreso en autobús fue francamente horrible. Y caminar, doce cuadras, con un pastel de siete kilos, después de un día tan pesado, francamente no era nada agradable. Sin embargo, Steve mantenía una sonrisa en su rostro, su pequeño Peter, valía todo eso y más.

-¡Papi!- Peter corrió a abrazar a su papá, en cuanto lo vio entrar por la puerta. Lo que casi provoco que el pastel callera al suelo.

-¿Cómo está mi cumpleañero favorito?- Dijo Steve levantado a Peter, por encima de su cabeza. Natasha, hábilmente tomo el pastel, antes de que quedara incomible.

La fiesta trascurrió entre risas y bromas. Peter nunca había tenido a todos sus tíos reunidos, y tenerlos ahí, lo hacía muy feliz. Steve, aprovecho que Peter estaba jugando con Thor y Loki; para poder preguntarle a Clint, sobre Bruce.

-¿Y has hablado con Bruce?

-Me llamo esta mañana. Dice que está bien. Y me recordó que le diera nuestro regalo a Peter. Aunque a decir verdad lo note, como si estuviera preocupado.

-¿Todo va bien entre ustedes?- Pregunto con interés Natasha.

-Mejor de lo que esperaba, si digo la verdad.

-¿Por qué dices eso?- Pregunto Steve.

-Pues… a decir verdad, al principio no estaba muy seguro de todo esto.- Comenzó a decir Clint. -Pero al ver, lo felices que son Thor y Loki, me dije: adelante, no tengas miedo, Bruce te quiere y tú lo quieres a él. Y pues… ahí vamos.

-Y eso que Thor y yo estábamos en una situación peor.- Dijo Loki uniéndose a la plática.

-¡Eso es cierto!- Comento Steve.

-Pasaron… ¿Cuántos años, creyendo que eran hermanos?- Pregunto Natasha.

-Dieciocho.- Contesto Loki con melancolía.

-Pero bueno…- Dijo Clint. -Lo importante es que ahora están juntos. Sean o no hermanos, ustedes se aman, y eso nunca va a cambiar.

Pasaron las horas y Natasha fue la primera en despedirse, seguida de Clint. Loki y Thor se fueron cerca de las diez y media de la noche.

Peter se había quedado dormido en el sofá, Steve lo tomo entre sus brazos, y cuando ya lo estaba acostado, despertó.

-Duerme, Peter.- Dijo Steve acariciándole el cabello.

-Te quiero papá.- Dijo Peter entre sueños.

-Y yo a ti mi niño.

-Solo… hubiera querido que mamá estuviera aquí.- Fue lo último que dijo antes de volver a dormir profundamente.

-Yo también.- Dijo Steve con lágrimas en los ojos. Sabía perfectamente lo mucho que Peter necesitaba a su mamá. Era muy triste el hecho de que hubiera muerto al dar a luz. Pero así lo había querido ella, la vida de su hijo, por la de ella.

Bajo a arreglar la sala, que había quedado como un campo de guerra, después de los juegos de Peter y Thor. Acababan de dar las once de la noche cuando de repente sonó el timbre de la entrada.

-¿Quién podrá ser a esta hora?- Se preguntó. Se encamino hacia la puerta, y al abrirla, se llevó la sorpresa más grande del día.

Estaba parado frente a un hombre que hacía más de seis años que no veía. Y francamente pensaba, que no lo iba a volver a ver en su vida.

-Hola Steve. Años sin vernos.

-Tony…- Fue lo único que atino a decir Steve.

-Bueno… ¿Dónde está mi hijo?- Pregunto. -¿Dónde esta Peter?

Notas finales:

Agradecería mucho sus comentarios. Gracias por leer, y felices fiestas.


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