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Amo a la persona que me hizo volver a sonreír. por fenix y dragon

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Notas del fanfic:

^_- espero ke os guste

Notas del capitulo:

Fic echo especialmente para una amiguita llama sofiiii^^ perversion y espejos muchooooss espejos jajaj

Amo a la persona que me hizo volver a sonreír.
Por: Fenixydragon y Gblogger


Resumen:

Harry fue adoptado por la Familia Malfoy cuando era pequeño…
Perversión y espejos… ¿Qué más se puede pedir?

(Fic hecho por Fenixydragon y Gblogger)

Un fic cortito, pero completitooooo.


Capitulo 1-La persona que me hizo volver a sonreír I



-Hola pequeño… me llamo Lucius Malfoy, era amigo de tu padre. A partir de ahora vivirás conmigo, mi mujer y mi hijo, tenéis la misma edad… estoy seguro de que os haréis amigos -el niño moreno de no más de cinco años asintió con la cabeza, sin cambiar su expresión de tristeza… siendo llevado de la mano de aquel hombre rubio hacia una limusina negra bastante grande.

-Entra pequeño… -el niño subió dentro de la limusina y, sentándose quietito en ella, miró por la ventana todo el trayecto hacia lo que seria su nueva casa.


******************** 


-Mami ¿Cuándo llegará papá con mi nuevo hermanito? -preguntó un niño rubio estirando del vestido de su madre sentada en el sillón de la biblioteca.

La mujer miró a su hijo con una fina sonrisa en sus labios rosados y con absoluto cariño se agachó y, aupando a su hijo, lo subió encima de sus rodillas.

-Cariño, vas a tener que ser muy amable con Harry… acaba de perder a sus papás y estará muy triste, así que no hables de sus papás delante de él ¿vale? -el pequeño rubio asintió efusivamente con su cabecita, provocando que su bien recogido cabello se soltara.

Narcisa Malfoy sonrió al ver como el fino cabello de su hijo se esparcía hasta llegar a la nuca de su pequeño.

-Tendremos que cortarte este cabello. Al final te crecerá demasiado.

El niño negó con la cabeza y enfurruñado dijo:

-No quiero, quiero que me crezca tanto como a papá… -se defendía, cruzándose de brazos.

La mujer iba a rebatir aquello cuando alguien llamó a la puerta de la biblioteca.

-Adelante -un hombre, entrado en años y vestido en negro, entró en la sala.

-Señora Malfoy, su marido ya ha llegado. Les espera a usted y al señorito Draco en el sal… -el mayordomo no pudo terminar de hablar porque una pelusa rubia salió disparada de la biblioteca corriendo hacia el salón.

Draco corría rápidamente hacia el salón de la Mansión donde su papi y su nuevo hermanito lo esperaban. Al pasar por un par de pasillos y bajar una escalera llegó finalmente a la puerta del salón, abriéndola de golpe y encontrándose a su padre de pie y a un niño muy mono de cabello moreno revuelto y ojos verdes muy lindos… Draco se quedó fascinado…


******************** 


-Draco… Dracooooo, despierta… -Blaise Zabini intentaba despertar a su mejor amigo para poder ir a desayunar e ir a clases… pero le estaba costando.

-Mnn… Harry… mm… -Zabini levantó una ceja al oír el nombre del mejor amigo de su novio, pero entonces se le ocurrió algo que podría funcionar y, sonriendo maliciosamente, agachó su cabeza, dirigiendo su boca hacia la oreja del rubio empezó a susurrarle…

-Draco, Amor…aahh no sigas tenemos que levantarnos…mmmmnn… 

-No Harry, podemos ir más tarde… ssss… -hablaba entre sueños el rubio… su moreno amigo hizo esfuerzo para no carcajearse y esta vez, mucho más alto, gritó:

-¡¡¡¡Draco Lucius Malfoy Black!!!! ¡¡¿Qué mierda le estas haciendo a tu hermano?!!

Draco Malfoy abrió los ojos de golpe y con cara de miedo se levantó:

-No papá, no es lo que pare… -Draco se fue dando cuenta de donde se encontraba y también pudo oír perfectamente las carcajadas de su en este momento hijo de puta de su amigo.

-¡¡¡¡Blaise Zabini, cuando te coja desearas no haber nacido!!!! -Blaise detuvo sus carcajadas y de golpe palideció. Lo primero que hizo fue salir corriendo de su habitación perseguido por un rubio en pijama.


******************** 

-Te has pasado Draco… -se quejaba Blaise sobándose el pómulo de la cara hinchado-Sólo era una broma.

-No tenia nada de gracia, imbecil -le respondió el rubio.

-Que te jodan…

-Merlín te escuche… -Zabini lo miró sorprendido al oír aquello.

-¿Problemas con Harry?

-¿La verdad? No tengo ni idea. Lleva dos semanas sin dejar que me acerque a él… dos malditas semanas -se quejaba Draco, acordándose de que su novio le huía cada vez que él intentaba acercarse íntimamente… no le dejaba ni darle un beso, por Merlín…

-Pues no sé… a mi Ron no me ha comentado nada.

-Blaise, la comadreja es su mejor amigo y no creo que a ti te cuente nada… por si lo has olvidado eres mi mejor amigo, sabe que me contarías lo que pasa si te lo dice.

-No le llames comadreja -le dijo, frunciendo el ceño.

-Cuando él deje de llamarme hurón yo dejaré de llamarlo comadreja -le prometió el rubio.

Zabini suspiró derrotado –A lo mejor has hecho algo que lo ha molestado y no te diste cuenta -intentaba ayudar, pero al ver la cara de enfado del rubio mejor se callaba.

Draco estaba preocupado. Harry y él siempre habían estado juntos y también se contaban todo… y esto de que su novio -desde hacia un año- no le hablara, lo estaba poniendo nervioso y a la vez sentía mucho miedo… miedo al pensar que tal vez el moreno ya no lo quería y no sabía como rechazarlo. Se conocían desde los cinco años; los padres de Harry habían muerto en un accidente y mi padre junto al suyo eran muy buenos amigos. La verdad es que Harry tendría que haberse ido con su padrino Sirius Black -que era el primo de mi madre- pero por razones de que él en su trabajo viajaba mucho y su marido Severus Snape -que era de paso padrino mío- pasaba muchas horas en el colegio dando clases de pociones… no podían ocuparse completamente de él… así que mi padre Lucius Malfoy decidió que Harry viviría con nosotros. Sirius y Severus, antes de que empezáramos Hogwarts, venían a vernos cada tarde y jugábamos con canuto -la forma animaga de Sirius-. Fuimos creciendo unidos, siempre supimos que no éramos hermanos de verdad, pero al principio nos llamábamos Hermanos… pero, a partir de los doce años, algo cambió, empecé a verlo de otra manera… no sé muy bien cuando sucedió, pero acabé enamorado de él… y, para mi sorpresa, fui correspondido. De eso hace ya un año. Ahora tenemos diecisiete y ya estamos en el último año en Hogwarts… y ahora mi novio ¡¡¡¡Pasaba de mi!!!!


******************** 

-¿Harry, cuándo piensas decírselo? -preguntaba un exasperado Ron Weasley a su mejor amigo.

El moreno lo miró con mala cara y, sin contestarle, siguió caminando hacia el Gran Comedor con sus dos amigos a cada lado. 

-Harry, Ron tiene razón, no puedes seguir huyéndole siempre. Draco no es idiota y estoy segura de que se habrá dado bastante cuenta de que lo evitas. Además de estar haciéndole daño a él, te estas haciendo daño a ti mismo -intentaba explicarle Hermione.

-Lo sé… joder, nunca había estado tanto tiempo separado de él y… es que tengo miedo… y si… ¿no lo acepta? -preguntó por último el moreno.

-Harry, no creo que Draco te…

-¡¡¡¡Hey Potter!!!! –un chico de tercer año se acercó corriendo hacia ellos, justo al parar se inclinó para poder recuperar el aire y, cuando estuvo un poco recuperado, habló:

-Potter ¿has visto a Malfoy? Llevo buscándolo desde hace un buen rato.

Harry miró al chico castaño extrañado, sabía que era de la casa Slytherin porque llevaba los colores de esa casa y porque lo había visto de vez en cuando, pero no sabía que su novio lo conociera.

-No, no lo he visto ¿Por qué quieres hablar con él?

El niño enrojeció de golpe y, un poco más tímido, respondió.

-Es que le pedí algo… y me dijo que si, y sólo iba a preguntarle si ya… -el niño volvió a enrojecer, haciendo que el moreno enfureciera… ¡¡¡Que mierda era lo que Draco había aceptado!!! ¿Dos semanas y ya aceptaba a otro? “No, No Harry, tranquilo. Draco nunca haría algo así, él te quiere. Además, si le interesara otra persona, él no te lo escondería ¿verdad? Quizás cree que, al haberlo evitado estas semanas… ¿cree que ya no quiero estar con él? Oh mierda, tengo que hablar con él ¡¡Ya!!

Y dejando a sus amigos y aquel chico empezó a buscar rápidamente a Draco.


******************** 


-Entonces ¿aceptaste? Es raro que tú hagas esa clase de cosas… -preguntaba Blaise caminando aun con Draco para llegar al Gran Comedor.

-No pude resistirme. Es que me lo dijo con una cara tan roja y apenada que me dio pena negarme…

-¡¡¿A quién no pudiste resistirte?!! -gritó un Harry Potter con cara roja de lo enfadado que estaba, había escuchado lo dicho por Draco y estaba que echaba humos… ¿Draco le había engañado?

-¿Harry? ¿Por qué gritas? -preguntó extrañado el rubio.

-¿Que por qué grito? Me pones los cuernos y tengo que estar ¡¡Tranquilo!! –gritó, haciendo que todos los alumnos giraran alucinados al oír lo del noviazgo de ellos dos y la posible traición… por si había alguna duda… el noviazgo lo llevaban en secreto… bueno, hasta ahora.

-¿¿Que yo qué?? -preguntó un alucinado Draco.

-¡¡¡Que me has puesto los putos cuernos!!!

Blaise, que veía que se avecinaba tormenta, intentó aclararles que esa no era una conversación que tuvieran que tener en medio de las puertas del Gran Comedor… por mucho que estuvieran cerradas… había alumnos mirando y estaba seguro que el grito había sonado por todo el castillo.

-Chicos, creo que esta conversación tendríais que seguirla en un sitio más… ¿íntimo?
Harry y Draco al oír a Blaise dejaron de mirase y se fijaron en toda la gente que les estaba viendo de forma extrañada.

Draco, enfadado, agarró fuertemente la muñeca del moreno y se lo llevó arrastrando de aquel lugar.


******************** 


Hecho una fiera como estaba, arrastró al moreno como si fuera un saco de patatas, lo obligó a subir las escaleras hasta el séptimo piso y de un empujón lo metió a la sala. El rubio estaba fuera de sí. Primero lo abandona por mucho tiempo y luego le encarama el título de cornudo. Maldito sangre mestiza, no podía sentirse más humillado.
Semanas sin besarlo, poder tocar o acariciar su bello y suave cuerpo.
Una lágrima de dolor descendió por la mejilla del rubio, y el moreno trató de quitársela recibiendo a cambio un golpe en la mano.

-No te atrevas a tocarme.

-Pero hermano –empezó a decir Harry.

-Hermano mi abuelo, esa no es una forma de tratar a tu hermano y menos a tu novio. Pasas semanas ignorándome olímpicamente, no me escribes, no me hablas, me huyes. Y para peores colmos vuelves y me tratas de cornudo. Sinceramente eres un maldito mal nacido. Hasta pienso –rabiando– que fuiste tú quién me puso los cuernos.

El moreno palideció al oír aquello. Maldita sea, Draco tenía toda la razón, él era el que lo había dejado tirado.

-Yo no… Draco, no digas eso, yo nunca estaría con nadie que no fuera contigo. Sabes que te quiero -le dijo Harry intentando volver a tocar a Draco y siendo apartado otra vez por éste.

-Ya no sé que pensar Harry… no sé que pensar -le dijo Draco por último, dándose la vuelta, dejando al moreno allí solo y echo polvo pensado en lo idiota que había sido.

Sintiéndose como una completa mierda, el rubio se alejó de la sala, mientras que de sus ojos le bajaban unas gruesas lágrimas. Sin darse cuenta de que hacía se dirigió con pasos lentos y pesados a la torre de astronomía. Esa famosa torre, ese lugar mágico. Su lugar mágico.


Flash back/

Una noche cálida y despejada, una imagen tierna y desesperada hacía su aparición: Un bello rubio que al cielo lanzaba una petición. La vida ya no sabía si disfrutar o directamente a la mierda enviarla a volar.

Suavemente y sobre su espalda el rubio se recostó y con voz quebrada al viento susurró:

-¿Por qué amarle es tan complicado? ¿Será por ser mi hermano que es tan dificultado? ¿El cielo llegará a entender que sin él no sé qué hacer?

-Draco, al fin te encontré –dijo Harry abriendo la puerta de la torre–. Necesito hablar contigo.

-¿Qué pasa Harry?

-Draco, tengo miedo –susurró el moreno sentándose y abrazando a su hermano–. Temo que me estoy enamorando.

Al rubio el cielo se le cayó en pedazos, mientras que se tragaba un nudo que se le formaba en la garganta.

(Fenixydragon: a Gabe le encantan las rimas ¬¬ jejeje)

-Ena… ¿Enamorando? ¿De quién? -preguntó un asustado Draco, apartando las manos de la cintura del moreno donde tan bien estaban hacia tan sólo un segundo.

El moreno enrojeció y entristeció al ver como el rubio lo soltaba e intentaba hacer que se apartara de él, pero no se dejó, Harry agarró fuertemente el cuello del rubio.

-Estoy enamorado de la persona que me hizo volver a sonreír -le dijo el moreno mirando fijamente los ojos del rubio. Draco, al escuchar aquello y ver la mirada del moreno, tragó saliva, Harry siempre le decía que gracias a él había vuelto a sonreír… eso significa que…

-De… ¿De mi? -el moreno no le contestó con palabras, sino uniendo sus labios dulcemente.
Flash back/End


Sabia que Harry jamás lo engañaría con nadie, pero…se sentía dolido. Encima de haber desaparecido dos semanas, le acusaba a él de engañarlo con otro… y eso le había dolido… que fuera capaz de pensar que él lo engañaría luego de doce años viviendo juntos y un año de relación… que pensara eso sabiendo como lo quería…no podía creerlo.

En ese momento oyó como la puerta se habría y por ella entraba el moreno de sus pensamientos.

El moreno entró decidido. Tenia que contárselo a Draco y tenia que arreglar esto ya... antes de que empeorara más.

-A que vienes ahor…

-Estoy Embarazado -le interrumpió de golpe Harry.

El rubio se puso en shock, a lo que el moreno un paso hacia atrás dio.

-Es por eso que estos días te he evitado, tenia miedo.

El rubio ahora pudo entender un poco al moreno… y decidido miró a Harry.

-Quiero que me veas a los ojos Harry -el moreno volteó a verlo.

-¿Es por eso? ¿Tenias miedo de que te dejara por estar esperando un hijo de los dos? -el moreno asintió tímidamente… el rubio se acercó al moreno y lo abrazó amorosamente.

-Es cierto que esto es muy precipitado y mi padre, junto con tu padrino, me mataran cuando se enteren, pero Harry nunca despreciaría a este bebé ni a la persona que lo carga, porque la amo tanto que me moriría sin ella... Y ese bebé es el amor que sentimos los dos… sabes que los hombres magos sólo pueden engendrar un bebé si los dos magos están destinados a estar juntos para siempre… además ¿te imaginas a un niño rubio de ojos verde e igual a mi?

-Si exige como tú, pobre de mi -le dijo el moreno sonriendo, el rubio también lo hizo.

-Si mejor, mejor que no se parezca a ninguno de los dos -se convenció Draco, el moreno le dio la razón.

-Draco… -le llamó Harry mordiéndose el labio.

-Dime -le contestó el rubio, mirándolo aun abrazado a él.

-Hace dos semanas que… ya sabes… no… y me preguntaría si tienes ga…

-¿Qué si tengo ganas? No voy a dejarte salir de la cama en una maldita semana. Vamos al salón de los menesteres… que aquí puede aparecerse cualquiera -dijo efusivamente el rubio agarrando la mano del moreno y llevándolo rápidamente hacia el salón de los menesteres.


******************** 


-Humm Draco, sigue así… –dijo Harry.
La ropa pasó a mejor vida y el rubio sonrió de manera perversa. Ese cuerpo estaba para morirse y esa bella pancita lo hacía más excitante. No habían llegado a la cama cuando ya el moreno estaba gimiendo con los mordiscos que le daba el rubio a su cuello. 

Suavemente el rubio empezó a soltar el cuello que tenía marcas rojas, para descender a los hombros para lamerlos. De ahí descendió a los pezones y empezó a succionarlos.

El moreno veía estrellas, esa lengua sí que era caliente. Cómo había hecho para que durante dos malditas semanas hubiese vivido sin ese cuerpo. El moreno no supo en qué momento estaba sobre la cama con un ardiente rubio restregándose sobre sí mismo, resbalando gracias al líquido preseminal de ambos.

La lengua maestra de Draco no dejaba de provocarle gemidos al moreno, logrando así la satisfacción plena de cierto rubio.

Dejando por un momento su ardua tarea, el rubio se puso en pie, acomodando a Harry mejor en la cama, pues casualmente estar tirado sobre una cama con tus piernas y pies tocando el piso no es una experiencia nada cómoda ni mucho menos agradable. Al hacer esto, como atraídos por un imán, los ojos del rubio se dirigieron directo a ese cuerpo, provocando así que se mordiera el labio inferior casi hasta hacerse sangrar.

De frente, con una brillante capa de sudor, el rostro colorado, los ojos cerrados, el cabello pegado en su frente, las piernas abiertas mostrando su estrecha entrada y con una erección de 22 centímetros, estaba un moreno recostado tratando de controlar la respiración para no acabar la acción demasiado pronto.

-Mierda –fue lo único que susurró Draco, pues al ver ese delicioso manjar que se le ponía al frente. Su erección tampoco ayudaba, pues palpitaba impaciente para poder ingresar a ese lugar que tanto añoraba… para así poder hacer a un chico volver a sonreír.
Maliciosamente el rubio, convocó a su varita y concentrándose lo más que pudo su mente conjuró:

-Demostratum absolutus.
Un suave brillo inundó la habitación, provocando que el moreno intentase abrir los ojos.

Malfoy, notando las intenciones de su novio, sin pensarlo dos veces se lanzó, cual fiera hambrienta, sobre la enorme erección del moreno, provocando que éste arqueara la espalda y gimiese como un loco.
Como extrañaba esa boca, esos dientes, sentir como suavemente los labios de su novio le bajaban el prepucio, pudiendo así usar la lengua para lamer todo su glande. Y por ratos sentía como su miembro traspasaba la boca de su novio hasta su garganta. Era fabuloso, se sentía como esa primera vez que lo habían hecho.

No pasó mucho tiempo antes de que el chico de los cabellos dorados hiciera su siguiente movimiento, con suavidad y agilidad buscó a tientas la boca del moreno, para que le lubricara los dedos. Impaciente o ansioso, ninguna diferencia se podía descubrir en ese momento. 

El moreno estaba en la gloria, solamente Merlín sabía cuánto añoraba las caricias y la lengua de Draco, cuánto había deseado durante este tiempo sentirlo otra vez. Oír sus quejas, sus regaños, para al final del día, abandonara esa cara de demonio y se transformara en fiera, en esa fiera que solamente se concentraba en darle placer. Al sentir como esos finos, largos y blancos dedos buscaban su boca, empezó a lamerlos y succionarlos; tratando de expresar así, la falta que le había hecho.

Al estar completamente húmedos, el rubio los sacó de la boca y los dirigió a esa pequeña entrada del moreno. Aún no se explicaba cómo, a pesar de la cantidad de veces que lo habían hecho Harry seguía igual de estrecho que la primera vez. Suavemente empezó a meter uno, mientras que su boca seguía succionando aquel caliente manjar y su otra mano empezó acariciarle los testículos, sosteniéndolos y estrujándolos suavemente.

El ojiverde no podía parar de gemir, es que con todo el demonio, era una sensación particular, excitante y sabrosa. Un sentimiento de alegría y de completa plenitud, pero no pudo pensar mucho. Cuando descubrió, Draco tenía los dos dedos en su interior y, con una habilidad que solamente él conocía, estaba no solamente dándole una mamada de campeonato, sino que a la vez sus finos dedos acariciaban su próstata, aumentando el nivel de calentura y excitación que sentía. Hasta que sintió no poder más. La lengua de Draco había tocado la punta de su pene, esos masajes en sus testículos y en su próstata lo estaban matando. Por más que trató de aguantar, no pudo hacer otra cosa que correrse.

Chorros y chorros de leche salían de su pene y todos iban a parar a la lengua y garganta de Draco, el cual seguía succionando como si en eso se le fuese la vida. Hasta dejarlo completamente limpio.

El rubio retiró al final su boca de ese pene, el cual aún palpitaba ansioso. El moreno aunque se estaba ahogando por lo maravilloso del orgasmo, aún no estaba del todo satisfecho.

-Draco –dijo usando todas sus fuerzas–, hazme tuyo por lo que más desees.
Si esa petición impactó a Draco, jamás alguien se hubiese dado cuenta, pues solamente sonrió satisfecho.

Sin lubricante ni nada, Draco dirigió su pene a la entrada de su novio. La sensación era aún mejor de lo que su mente recordaba, apretado y por sobre todo caliente, eran las palabras perfectas para describir como se sentía el miembro de Draco en ese momento. Sin poder resistir la tentación el rubio ordenó:

-Harry amor, abre los ojos –mientras daba suaves embestidas tratando de reencontrar ese punto en el cual el moreno olvidaba hasta quién era.

-No, ¡ah! –gimió el moreno–, no puedo Draco….

-Hazlo por mí Harry, por favor –dijo el rubio.
El moreno no se pudo resistir a la petición de su novio y, mientras sentía como su cuerpo se amoldaba más a ese miembro, lenta y suavemente abrió los ojos.

El brillo de la habitación le hizo un poco más difícil la tarea, pero tras mucho esfuerzo y algo de tiempo, al final los abrió.

Estuvo a punto de correrse con la imagen que veía. Podía ver a Draco gimiendo, pero no solamente el rostro de éste.
Podía ver la espalda, las nalgas, hasta veía su cuerpo. Claramente pudo apreciar como cada uno de los 22 centímetros de Draco se hundían en su interior, como suavemente los vellos rubios de su pubis, acariciaban sus nalgas.

Posición, precisión, ángulos. Todo era apreciado desde la posición de Potter. Tardó el moreno solamente unos segundos en descubrir que la sala de los menesteres había desaparecido, para transformarse en la sala de espejos. Techo, paredes, piso. Todo reflejaba la imagen, hasta la cama era reflejante. 

El pensamiento de sentir como si alguien les estuviese observando provocaba que Harry se concentrara en cerrar aún más su entrada, obligando a Draco a gemir aún más.
Placer y lujuria era lo que sobraba en esa habitación, gemidos iban y venían, hasta el amado final. 

Un grito desgarrador de gran placer anunció que el moreno sin necesidad de ser tocado se había corrido, obligando a su novio a correrse dentro de él.

Fundido y cansado, pero con el pene erecto, el moreno quería continuar, pero rápidamente, sobre su cuerpo sintió como su novio caía desplomado, cansado después de tanta abstinencia al fin haber acabado.

Notas finales:

jejej esperamo que os aya gustadoooooooo y esperamos vuestros comentarios


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