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Contigo, Sin Ti por VampireDark

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Notas del fanfic:

Este fic lo escribi en un momento de ira, por lo que les advierto es tragico pero espero que les guste MxM ♥

 

CANCIÓN: Saratoga - Contigo, Sin Ti.

 

Notas del capitulo:

Bien espero y disfruten el fic, por favor dejen Reviews para saber que tal me queda el hecho tragico jeje

Espero y les guste, me base en la canción Contigo, sin ti de saratoga es muy buena se las recomiendo

https://www.youtube.com/watch?v=KlqUmDrY5vI

Sin más A LEER!!!!

Contigo, Sin Ti

 

Era tarde, de nuevo, el se encontraba esperándolo en la sala, estaba molesto eso estaba claro, miro el reloj la 1:14 de la madrugada, ya era costumbre que llegara tarde, pero en cierta manera tenía una mínima esperanza de que aunque fuera ese día fuera distinto, lo esperaba, estaba molesto, y con toda razón.

¿Por qué? ¿Por qué precisamente hoy? Se preguntaba mientras se levanta molesto de aquel sofá, como si esto permitiera que la espera fuera más corta.

Camino impaciente, se dirigió al comedor, en el cual se encontraba una mesa hermosamente decorada, un mantel blanco cubría en su totalidad la mesa, junto con algunas decoraciones rojas que le daban un toque de romanticismo al ambiente, como centro de mesa se podía apreciar un recipiente lleno de agua en él se hallaban flotando algunos pétalos de rosa y una vela en el centro totalmente roja añadiéndole total romanticismo a la pequeña decoración, además de esta habían otras cuatro velas blancas la cuales se posicionaban dos a cada lado, la idea era que estas fueran la única iluminación del sitio, sin embargo había decidido apagarlas antes de que se terminaran en vano, junto al centro de mesa se posaba un vino tinto junto con dos copas esperando ser llenadas, y en cuanto a la comida pues para que entrar en detalles, simplemente con decir que ya se encontraba fría y que su exquisito olor ya se había marchado con el viento.

Se devolvió molesto a la sala, como no estarlo, todo, absolutamente todo lo que había preparado para esa noche había sido en vano, tomo aquel objeto que hace unos instantes había sacado de la habitación con fuerza e ira, mientras pequeñas lagrimas querían empezar a recorrer el angelical y en ese momento triste rostro, más sin embargo este no les dio permiso al oír el ruido de la puerta al abrirse, mientras se encontraba directamente con su mirada, esmeralda y celeste se encontraron en una mirada un tanto inquisidora y molesta, era un hecho una vez más había llegado borracho.

 

Mírame, hoy no quiero pedir perdón
El silencio lo pongo yo, sólo voy a escuchar
Porque al hablar reconozco tu frialdad
Eso es algo ya familiar aunque lo negarás
Lo sé.

 

-¿Qué quieres perro? – dijo con enojo al ver que su “amigo” no le quitaba los ojos de encima.

-¿Por qué llegas hasta ahora? – hablo el pelirrojo mientras observaba como el rubio totalmente ebrio se botaba en una de las sillas de la sala, aparentemente cansado.

-¿Acaso te importa? – gruño molesto el otro al ver como una vez más como se estaban metiendo en su vida – que seamos pareja no te da derecho a controlarme como se te antoje.

Esas palabras habían dolido en sobre manera al joven ojiesmeralda, quien simplemente desvió la mirada molesto y empezó a caminar hacia la habitación.

-Tan solo esperaba que al menos en nuestro aniversario, fueras capaz de venir temprano – dijo mientras las lagrimas se asomaban en su rostro – aunque fuera hoy que pareciéramos una pareja normal, pero me doy cuenta que tu estas casado con el alcohol y no conmigo Mihael.

No recibió respuesta, una vez más su adorado novio le estaba ignorando, es más podía jurar que incluso se había quedado dormido en aquella silla, la verdad ya no le importaba se encerró en el cuarto y se acostó a llorar en silencio.

-Mañana en la mañana todo estará bien de nuevo – se dijo así mismo entre sollozos – y otra vez seremos la feliz pareja de siempre – volvió a guardar aquel objeto en el cajón para entre lagrimas caer en los brazos de Morfeo.

 

Y si tengo la oportunidad
Pediré un poco más
De tu atención
Ya lo ves no sirvo para odiar
No me canso de esperar
Un poco más

 

-Mello – dijo un chico de cabello castaño con algunos toques rojizos mientras posaba sus bellos ojos esmeralda en los celestes del otro - tengo que hablar contigo.

-¿Qué pasa cachorro? – dijo el rubio tiernamente o bueno su tiernamente, el cual el pelicastaño reconocía ya que ese tono solo lo usaba con él, lo cual le gustaba.

-Prométeme que no me odiaras después de esto – dijo el ojiverde con un poco de miedo en su voz.

-Sabes que jamás lo haría Matt ¿Qué ocurre?

-Es que yo… - su voz se corto, los nervios no le dejaban hablar, estaba asustado debía reconocerlo, no quería perder a su mejor amigo.

-¿Tú? – dijo el rubio ya empezando a perder la paciencia.

- ¡Yo me he enamorado de ti! – dijo el ojiesmeralda tan rápido que temía que su compañero no le entendiera, pero por la expresión de su rostro se dio cuenta de que sí.

El silencio invadió aquel lugar por un momento, cerró los ojos con fuerza mientras agachaba un poco la cabeza y por un momento se sintió morir y sin saber realmente como reaccionar si había algo que podía detestar era el silencio, el horrible silencio y más si venía de su impulsivo amigo.

-Vamos Mello – dijo de nuevo el ojiesmeralda – di algo, lo que sea, por favor.

Sin embargo nada el silencio una  vez más invadía la habitación, y solo reacciono cuando sintió las manos del rubio posándose en su rostro, obligándolo a levantar la mirada y casi instantáneamente dándole un dulce beso en los labios, causando que ambos se perdieran en un mundo de ensueño.

-No sabes cuánto llevo esperando a que me dijeras eso – dijo al separarse de los labios del otro, para luego y frenéticamente unirlos de nuevo, pero en un beso mucho más pasional.

 

Contigo viviré esclavo de mis dudas
Sin ti regresará mi mundo de locura
Contigo olvidaré fantasmas del pasado
Sin ti me perderé si no estás a mi lado

Si tú no estás

 

El gamer despertó al día siguiente con una pequeña sonrisa en su rostro, el sueño que tuvo lo animo, aquellos recuerdos de la vez que se le declaro a su mejor amigo, y fue bellamente correspondido, fue más que suficiente para que todo su enojo se disipara y una vez más estuviera dispuesto a perdonar al ojiazul.

Salió de la habitación buscando con la mirada a su novio, lo encontró leyendo un libro mientras que en una de sus manos sostenía una barra de chocolate a medio morder.

-Buenos días – saludo el castaño mientras miraba a su chico fijamente.

Sin embargo el otro no aparto su vista del libro, ni siquiera se molesto en decir la más mínima palabra o hacer el más mínimo gesto o ruido de saludo, entonces Matt comprendió, una vez más estaba enojado.

Solo entonces y sabiendo que no obtendría respuesta del rubio se dirigió a la cocina, pero justo antes de entrar a esta escucho la voz del rubio lo cual le dejo algo impresionado.

-No te metas en mi vida Mail, si yo quiero beber lo hago, y ya estoy lo suficientemente grandecito para saber a qué horas llego o no a la casa.

Algo en el interior de Matt se estrujo fuertemente en esos momentos, y vaya que dolía, dolía, dolía, dolía, terriblemente dolía, por lo que no pudo reprimir la lagrima traviesa que se aventuro por su mejilla.

-Era nuestro aniversario, al menos esperaba que estuvieras hay para celebrarlo – dijo en un susurro pensando que su “amigo” no le escucharía pero se equivoco.

-Déjate de estupideces que es solo una fecha más – escucho la voz fría, seca y cortante del rubio – y ahora que mencionas eso, recoge toda esa basura del comedor no seas cursi ni payaso, no quiero volver a tener un recibimiento de ese tipo en MI cocina.

Y era oficial ese algo que hace tan solo unos instantes se estrujaba al punto de doler ahora se había roto, dejando tristeza, dolor e ira, si, sobretodo esa última, ya no se molestaba en retener las lagrimas. Mello… Mello era un imbécil de eso no había duda, le lastimaba y parecía no importarle, incluso parecía que… que ya había dejado de amarle.

Este último pensamiento causo que Matt entrara en la cocina y se dejara caer hay adolorido, recostándose en una de las paredes mientras sollozaba, y rogaba que eso solo fuera un mal sueño.

 

No encontré, un motivo, una razón
Que le sirva a tu corazón
No lo puedo calmar.
Hay un mal sabor
Que nos deja esta discusión
No me importa cuál fue el error
Yo no quiero seguir así.

 

Ya habían pasado tres meses desde aquel día, Mail una vez más se encontraba esperando al rubio, estaba sentado en el sofá mientras pensaba en aquel día en que las palabras dolorosas de Mello surcaron sus oídos, así duraron un tiempo, ignorándose por completo, sin hablar, sin siquiera mirarse, incluso Matt había dejado de esperar a Mello, al menos en la sala, pero esperaba ansioso desde su cuarto hasta que le oía entrar, para luego fingir estar dormido y sentir como Mello igual que siempre borracho, se acostaba a su lado y quedaba dormido instantáneamente.

Aunque a la semana el rubio no lo tolero más, y si creen que hago referencia a que le pidió perdón, se equivocan, simplemente el deseo carnal se apodero de él, y en una tarde tomo al pelirrojo, lo beso, lo acaricio, y como raro el “perro” faldero y fiel cedió permitiendo que una vez más  el rubio le hiciere suyo, desde ello todo parecía ser normal, y con normal también se refiere a las constantes llegadas tarde de su novio.

Miro el reloj, las 3:56 esta vez estaba tardando más de lo normal y a Matt eso le angustiaba sobremanera, a pesar de todo lo que Mello, le había hecho el simplemente no podía odiarle, le amaba y se angustiaba, por dios claro que se angustiaba, bien o mal era su amigo, su novio y su “amo”.

Escucho la puerta y la entrada del rubio se hizo visible para sus ojos, este cerró la puerta detrás de sí y se quedo fijamente mirando al ojiesmeralda que se veía dolido, molesto e incluso parecía ser capaz de mandársele encima y darle un golpe de repente sin embargo no hizo nada por el estilo.

-¿Qué haces despierto a esta hora? – dio el rubio de una manera inquisidora.

-¿Qué haces llegando a esta hora? – le respondió el gamer de la misma forma.

-No juegues conmigo perro.

-No lo hago – en ese instante el gamer vio marcar de moretones y mordidas en el cuello de su novio, y entonces pudo comprender todo - ¿estabas con Near verdad?

-Ya te he dicho que no te metas en mi vida – dijo con enojo el blondo, y sin darse cuenta en qué momento Matt sintió el puño de su amado estampado en su cara, haciéndole caer al piso, mientras sentía como hilito de sangre empezaba a emanar de su nariz.

-M-mello – dijo totalmente confundido, a lo que el otro solo le respondió con dos golpes más, para luego dirigirse a su habitación molesto, cerrando con llave, obligando esa noche a Matt a dormir en el sofá, aunque no fuera como si este realmente quisiera ir a la habitación.

Por su parte este se acurruco en el suelo justo en la parte donde lo había dejado el “amor de su vida” justo después de los golpes, y allí sin más rompió en llanto, sollozos suaves, pero lastimeros que salían del alma, guturales, fuertes, roncos, sacando el dolor que en ese momento el joven sentía, porque lo que más le dolían no eran los malditos golpes, lo que más le dolía era quien era el causante de esos y la actitud que este llevaba teniendo durante ya un buen tiempo.

Matt no durmió en toda la noche, se la paso llorando sacando todo ese dolor que sentía, y cuando las lagrimas simplemente ya no podían salir se quedo mirando a la nada fijamente, extremadamente cansado, sus ojos querían cerrarse pero él no se los permitía, ¿por qué? Llámenlo instinto de supervivencia, su cuerpo estaba demasiado asustado por los golpes recibidos como para poder descansar con tranquilidad.

Sin darse cuenta en qué momento, se hizo de día, miro el reloj, las 7:50 un escalofrió paso por su cuerpo, y como no esa era la hora en que Mello despertaba para ir al trabajo.

Escucho la puerta del baño abrirse y al rubio dirigir los pasos hacia la sala, por un momento observo al chico tirado en el piso con algo de lastima, o al menos eso fue lo que Matt vio en su mirada.

-Patético – fue lo único que fue capaz de decir el blondo – y ni se te ocurra hablarme maldito bastardo, no hasta que aprendas a no meterte en mi vida y en lo que hago, a menos de que quieras terminar peor.

 

Intenté no ser tu perdición
Y si duele no fui yo, quien ofendió.
Ahora bien si tengo que rogar
Esta es la oportunidad
Para empezar

 

Mello desayuno, se baño, alisto y marcho todo ante la atenta mirada del ojiesmeralda, que no fue capaz de levantarse del suelo hasta que vio que el chico ya se había ido y no volvería al menos en una buena cantidad de horas, se levanto adolorido, entre los golpes y el hecho de haber todas aquellas horas en una misma posición. Miro el reloj las 9:00 esta hora le hizo recordar algo, por lo que ignorando el dolor se dirigió a la habitación y se recostó en la cama, mientras sacaba su objeto fiel, el mismo de siempre, y lo observaba fijamente, tal vez esa era definitivamente su única salida, tal vez lo mejor era marcharse lejos a un lugar donde Mello jamás le encontrase, y simplemente donde no representara un estorbo para él, y donde el no sufriera más y pudiera ser realmente feliz, sin Mello.

 

Contigo viviré esclavo de mis dudas
Sin ti regresará mi mundo de locura
Contigo olvidaré fantasmas del pasado
Sin ti me perderé si no estás a mi lado

Contigo acabaré por desecharlo todo
Sin ti me moriré ahogado en este lodo
Contigo de una vez me sentiré atrapado
Sin ti ya no tendré todo lo que me has dado

Si tú no estás, no me quedaré…

 

Mello llego tarde una vez más, y se encontró a Matt con un objeto en sus manos que en ese instante,  no pudo ni le intereso identificar, una vez llegaba borracho, y de nuevo con marcas de mordidas en su cuello y pecho, Matt las noto al ver que Mello traía la camiseta abierta de par en par y con la chaqueta igualmente abierta. Parecía feliz, al parecer para dolor de Matt, el albino hacia feliz al blondo, cosa que él nunca logro.

Mello le miro molesto, una vez más le estaba esperando, acaso ese estúpido no podía dejar de fastidiarle la existencia, los pensamientos de Mello se vieron interrumpidos por las frías palabras de Matt.

-De nuevo llegas tarde – Mello miro el reloj, eran las 2:37

-Pero si es temprano – dijo burlonamente - ¿Qué no ves la hora? – Cambio a un semblante más frío – alégrate que llegue.

-Lárgate – la voz del gamer sonaba fría, y distante y con una gran ira contenida.

-¿Disculpa?

-Que te largues… Anda vete con Near y nunca regreses a esta casa.

 

Contigo viviré esclavo de mis dudas
Sin ti regresará mi mundo de locura
Contigo olvidaré fantasmas del pasado
Sin ti me perderé si no estás a mi lado

Contigo acabaré por desecharlo todo
Sin ti me moriré ahogado en este lodo
Contigo de una vez me sentiré atrapado
Sin ti ya no tendré todo lo que me has dado

 

Esas palabras enfurecieron al rubio quien inmediatamente se le fue a tirar encima a golpearlo de nuevo, en su ya magullada cara, por los golpes de hace no más de 24 horas. Sin embargo se detuvo en seco al observar como Matt estiraba su mano hacia el rubio, dejándole al descubierto el objeto que tenía en ella…un arma, una pistola para ser más específicos.

-No serias capaz perro – dijo el blondo con autosuficiencia.

-Lárgate de una buena vez – dijo mientras quitaba el seguro.

Mello no lo pensó dos veces y se dispuso a mandarle un puño al que era su novio, sin embargo la punzada que sintió en el abdomen le hizo detenerse, no podía creerlo, su perro se había revelado, su novio le había disparado.

Matt miraba a Mello mientras caía el piso retorciéndose de dolor y se acerco más a él, y ahí fue cuando el rubio pudo observar las lagrimas en los ojos del otro.

-Matty – dijo el rubio mientras veía la cara llena de lágrimas y moretones de su novio, como si por primera vez cayera en cuenta de aquello que había hecho – lo siento.

Esas palabras fueron seguidas por un segundo disparo esta vez justo en la mitad de la frente del blondo ahora era oficial, su novio estaba muerto, y él era quien le había asesinado.

Se sentó en el suelo y lloro hondamente sin embargo sabía que no faltaba mucho para que llegara la policía aunque realmente no era algo que le interesara, miro a su rubio solo instante más para luego besarle, en los labios con ternura, manchándose la boca por la sangre que emanaba la del contrario.

Después de un rato de silencio escucho la voces de los policías exigiendo que se abriera la puerta este solo sonrió con tristeza, y observo a su novio por una última vez.

En las afueras del edificio los hombres intentaban abrir desesperadamente la puerta donde, según los vecinos se habían odio los disparos, mientras se encontraban en ello se escucho un disparo más, mientras casi al mismo tiempo la puerta al fin cedía permitiéndoles la entrada.

Se encontraron con la fría imagen de dos cadáveres, uno de ellos un rubio con dos simples balazos, y unos cuantos moretones recientes en todo su cuerpo sin embargo nada grave. Por el contrario el otro cadáver se encontraba con unas grandes e incluso peligrosas magulladuras en su rostro, que el policía podía asegurar le hubieran podido traer grandes consecuencias a futuro, su boca estaba entreabierta mientras humo salía por esta, y tenía una pistola en su mano, era un hecho más que claro este era el asesino, y al tiempo el suicida, pero pudo divisar como en los ojos esmeraldas de este salía una pequeña lagrima solitaria, que se notaba que guardaba un oscuro y horrible dolor.

Los policías miraron con un poco de pesar la escena, para luego seguir con su labor como si realmente no les importara lo ocurrido, y era verdad, se encontraban en una de las dichosas calles de Miami, esos tipos de casos eran más que frecuentes y comunes.

 

Si tú no estás
No quiero seguir así ¡No!
Si tú no estás
Si tú no estás
Si tú no estás, me perderé…

Notas finales:

Bien espero que les gustara, si más yo me retiro por favor dejen Reviews se les quiere y espero no se notara tanto mi ira en el fic jeje

Sayo♥


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