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¡El poder del Chocolate! por NeekoElric

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Notas del fanfic:

[MINIMA Golden Pair]

Notas del capitulo:

¡Acá yo devuelta! Me inspiré cuando me sacaban sangre y escuché que decían 'La de la uno me dió muchas vueltas, y era una señora grande'. JAJAJAJA A Leer~nya!
Por cierto, los personajes de Prince of Tennis no me pertenecen, son de Konomi-Sama!


-Dame ese chocolate.
-No quiero.
-Dámelo a mí.
-No quiero.
-Sempai, ¿Y a mí?
-Menos.
-Tch, yo que tanto lo respeto
-Cállate, no se lo daré a nadie.
-A mi sí –Se le tiró encima – ¡Vamos! ¡Ayúdenme! –Y uno más se le tiró encima, otros lo agarraron de los brazos y otro las piernas.
-¡SUELTENME! ¡NYA SUELTENME!

    Se preguntarán que pasó, para resumir, diré que Kikumaru Eiji se volvió adicto a los chocolates.

-No me sacaré sangre, no iré a un médico, comeré tantos chocolates como quiera…
-Engordarás.
-¡Mentira! Yo tengo un entrenamiento matutino, nya
-No te alcanzará.
-Mentira.
-Morirás –Sonrió sádicamente, asustando al neko
-Por tu culpa sería –Transpiró frío, y el otro rió
-Claro, porque no dejas esos chocolates.
-Mentira Fujiko, ¡Mentira! –Corrió y se encerró en su cuarto
-Ahh, este niño no sabe lo que le espera –Sonrió para luego irse del pequeño departamento.

    Una semana después Fuji, Taka-san, Momoshiro, y Tezuka estaban en la puerta del departamento del pelirrojo.

-Espérenme acá –Suspiró y estuvo a punto de abrir la puerta
-Fuji-sempai, ¿Está seguro que nos necesita?
-Ahora te darás cuenta –Le mostraba unos rasguños y mordidas –Ah no mires esa, esa mordida es de… [Tezuka justo le tapó la boca apenado] el perro de Mitsu -Sonriendo
-No me llames así –Serio, recuperaba su compostura.
-Tezuka-sempai no tiene perros… -Dijo pensativo
-Bueno, ya –Suspiró y entró, sintiendo la felicidad de Eiji
-¡Nya Fujiko! ¡Qué bueno que vienes! Estaba pensando que… Espera, ¿Para qué eso? Hoi Fujiko, ¿Qué haces? ¡NYAAAAGGHH!
    Todos ante estos gritos, suspiraron y pensaron que cualquiera que no hubiera visto a Syuusuke con una cinta en la mano, hubiera llamado a la policía
-¡Chicos ayúdenme! –Gritaba Fuji desde adentro
-¡Si!

    Y así comenzó la idea de Fuji ‘Capturen a Eiji’, iban por la calle, todos sonrojados de la vergüenza de ver como la gente miraba tal espectáculo, Eiji atado de manos hacia atrás, con bastante cinta en la boca, y alzado por Taka-san que no paraba de gritar ‘¡¡BURNING!! ¡¡ESTE GATO SERÁ VACUNADO HOY!!’ o cosas así, ya que Syuusuke le había dado la raqueta que aún tenía Eiji por ahí al ver que entre Momoshiro, Takashi y Tezuka no podían tener quieto al pelirrojo.
    Luego de un rato de ir caminando, llegaron al hospital donde le sacarían sangre, siendo mirados por todos, y reprochados por dos monos de seguridad, que hubieran jurado que uno era Kabaji, pero no le dieron importancia, los cuales Tezuka explicó rápido el por qué demonios tenían a un pelirrojo atado de manos y de pies, llorando y moviéndose como pez recién salido del agua.

-¿Cuántos años tiene ese muchacho? –Preguntó sorprendido el de seguridad
-25 el mes que viene –Suspiró –Si me disculpa, tengo que ir con ellos.
-Si joven, disculpe el malentendido… Vaya chico…

    Tezuka volvió con ellos, que esperaban a Fuji que estaba registrando a Eiji entre la gente que estaba para sacarse sangre.
-Gracias, no vino él por unos inconvenientes –Dijo señalando al atado que estaba sentado, moviéndose aún como pez – No le preste atención, tiene miedo.
-Ah… Claro, Kikumaru Eiji, ¿Cierto?
-Si
-En un ratito lo llamarán por el apellido
-Gracias señorita –Sonrió y se fue con ellos.
-Y Mitsu, ¿Todo bien con aquellos?
-Si, ¿Y tu?
-Si, ahora lo llamarán –Dijo suspirando, pensando que ahora venía la peor parte.

    Un rato después, llamaron a Eiji, dejando al muchacho sorprendido, y a todo el personal que estaba dando vueltas por ahí.
-Vaya… Kikumaru Eiji, ¿Cierto? –Sonrió nervioso con una gota en la nuca
-Mh –El neko asintió con lagrimones a punto de salir
    El chico estuvo a punto de traspasarle la piel con la aguja, cuando Eiji, con sus acrobacias aún atado, recostándose en el asiento levantó las piernas, noqueando al muchacho de una patada: Primer retirado.
-Eiji, ¿Era necesario noquear a alguien de esa manera? –El pelirrojo lloriqueaba y ronroneaba moviéndose en el suelo.
-¿Por qué tanto ruido ac…?-Una de las chicas del personal, había entrado y vio esa escena, que haría estallar a cualquiera en risa. Aguantó la risa y miró a Syuusuke -¿Qué paso?
-Lo noqueo –Sonrió, y la chica rodó los ojos –Jaja, lo siento, mi amigo se puso nervioso y le pegó una patada en la cabeza.
-¿C-cómo? Si está…
-Es acróbata, seguramente ni él sabe como lo hizo –Aún con su sonrisa –Por cierto, ¿Podrías sacarle sangre?
    La chica rió nerviosa y salió corriendo, después de un rato vinieron unos enfermeros a retirar al cadáver que Eiji había ocasionado una hora atrás.
-¿Cómo puede tenerle miedo a una aguja un hombre de 25 años? ¿Tiene retraso de edad? –Preguntaba una chica preocupada al ver como Eiji se seguía moviendo como pez
-No… Solo son fóbias, que le quedaron de pequeño… -Claro, de pequeño.

Flash back
[Estaban en Sexto de Primaria]
-Ne Eiji, ¿Quieres jugar algo conmigo?
-¡Hoi hoi!
-Bien, toma ese muñeco parecido al de Tezuka
-¿Nya? ¿Por qué se parece a Tezuka?
-Pronto lo verás –Dicho y hecho, clavó una aguja en el hombro, luego picoteó varias veces, para luego darle el muñeco a Eiji, diciendo que se descargara.
-Mmmh, okey –Éste tomó el muñeco, arrancando algunos pelos, picoteando su mejilla derecha.
-Ya, ya Eiji.-Dijo sonriendo
-¿Para qué era esto nya?
-Es algo como esto, Eiji –Dijo sacando un muñeco igual a él, le sacó un pedacito de su nariz, que automáticamente hizo que a Eiji le sangrara la nariz, y le quedara una cicatriz, que luego con los años se corrió a su mejilla
[¡E aquí la historia de la bandita de Eiji!], picando su mano, la cual empezó a sangrar, y luego sus pies, para que no vaya corriendo a decir lo que estaba pasando con él. –Lo siento, tenía que callarte –Sonrió
-Fu-fujiko…
Fin flash back.

-Bien, sere cuidadosa –Sonrió para calmarlo.   
La muchacha ya preparada para sacarle sangre, tuvo un extraño accidente, terminó con la aguja clavada en su mano. ¿Cómo? Bueno, estaba acercándose cuando Eiji la miró fijamente, llorando, la chica se conmovió, no paró su mano, y la aguja terminó clavada en su mano: Segunda retirada, ¡Menos mal que iba a ser cuidadosa!
   

    Una hora después, vino otro muchacho, pero Eiji no opuso resistencia, pero Fuji que estaba aburrido, le puso la traba y se comió de lleno la pared: Tercer retirado.
    Un chico de cabellos medianamente largos, se acercó con una sonrisa nerviosa, siendo alagado por todos con palabras como ‘¡Que valiente eres, Syuichiro!’ o ‘¡Cuídate de esos psicópatas!’. Eiji, al escuchar el nombre, y el agradecimiento del nombrado, le brillaron los ojos y empezó a dar pequeños saltos de alegría que Fuji también entendió inmediatamente, ¡Oishi estaba al rescate!
    Oishi entró notablemente nervioso, ya que vio a sus tres compañeros noqueados por un par de ‘Psicópatas’, y a los demás sin intención de acercarse.
-B-buenos días –Al levantar la mirada, se encontró con una imagen que nunca, pero NUNCA, hubiera pasado por la mente de Syuichiro: Eiji llorando a mares con los ojos brillosos, con la boca tapada con cinta, sus cabellos ligeramente despeinados, pálido, seguramente del hambre y el miedo, sus manos y pies atados.
-E-e-eiji… -Susurró sorprendido, para mirar a Fuji en forma de reproche
-Él se lo buscó –Se defendió enseguida –Hasta Tezuka estuvo de acuerdo, Taka-san lo trajo, y Momoshiro vino de apoyo psicológico.
-E-eh… ¿T-Tezuka de acuerdo con esto?
-¿No me crees? –Dijo abriendo la puerta, y tras ella se veían Tezuka con su cara de zombie, y Taka-san hablando con Momoshiro, que comía unos panes que seguramente fueron a comprar.
-Y-ya… Cierra, le sacaré sangre, espero que a mí no me hagan nada, por el Dios que mas quieran, no me hagan nada –Pedía Oishi preparando el brazo de Eiji, que éste aún se movía. Atinó a sacarle la cinta.
-Yo que tú no haría eso, puede gritarte, morderte, o levantarse y besarte –Dijo sonriente, como si fuera lo más normal.
-Pe-pero, quizás está pálido porque no lo dejan respirar –Dijo preocupado, sacándole despacio la cinta que daba la vuelta completa a su cabeza, pegada a sus cabellos. –Tranquilo Eiji, yo no te haré nada.
-N-nya O-Oishi –Dijo con un puchero –¡Tengo miedo! ¡Me va a doler!
-No, prometo que conmigo no la sentirás –Le acariciaba suavemente su flequillo, para acercarse y besarlo despacio, dejándolo paralizado –Sabía que funcionaría –Sonrió y metió la aguja, haciendo reaccionar a Eiji –Quieto, podría lastimarte –Eiji asintió lloriqueando y sacó la aguja –Ya, ¿Te dolió?
-Si, nya
-Vamos, se sincero conmigo, Eiji.
-¿Sincero? ¿Qué te sea sincero? Te amo –Dijo sonrojado
-¿Eh? No esperaba eso, pero bueno… Ya que estamos, yo también te amo –Y le dio un suave beso para ponerle la cinta donde apretaba el algodón- Deberías ir a comer algo, o por lo menos irte, antes de que te culpen de homicida –Dijo riendo
-¡Nyaaa Oishi! ¡Ellos me obligaron! Aparte Fuji se desquitó con uno –Miró de refilón a Fuji, quien sonreía -¿Cuándo nos vemos?
-Yo pongo el día, estoy en fecha de examen y me es complicado distraerme Eiji, pero te llamaré. –Le dio un último beso y se estaba por ir con la jeringa con sangre cuando se sintió un golpe.
-¡NYA FUJIKO! ¡DESÁTAME! –Gritaba Eiji moviéndose como pez
-Enserio Eiji, ¿De dónde sacas tanta fuerza después de no haber comido por horas? –Mientras le desataba las cuerdas de los pies.
-El poder del Chocolate en sangre –Sonrió victorioso.
    Todos los presentes suspiraron, para luego ir a almuerzayunar, ya que eran las 13, y ellos habían estado ahí para las nueve de la mañana.

Notas finales:

Espero que les haya gustado~nya!
Un beso Graaaande, Gracias por leer!
Bye~nya!


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