Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las reglas del internet por licherni

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es un one-shot que escribí como regalo de mi cumpleaños, por petición expresa de la misma cumpleañera y en honor a otro de sus aniversarios lo cuelgo para que también lo disfruteis vosotros. Un beso.

El anuncio se hizo hacía una semana, al empezar de nuevo las clases, después de la guerra el recién recuperado Albus Dumbledore pensó en una buena idea para ayudar a apreciar más a los muggles y su mundo, darles lo mejor de él. ¿Y qué fue lo que se le ocurrió al profesor que era lo mejor del mundo muggle? Efectivamente, ¡el Internet! Fue por eso que se instalaron computadoras especiales en la biblioteca junto con el Internet, y es por todo eso que empezó el follón.

 

La idea fue bien acogida por todo el alumnado, incluidos los Slytherin, y por supuesto junto con el Internet llegaron las cuentas de correo electrónico y los foros de opinión del colegio. Y en eso, queridos amigos, estaba Draco Malfoy aquella tarde, hablando en el foro de opinión de Quidditch del colegio sobre el último partido Slytherin-Gryffindor. Todo iba como la seda cuando un usuario escribió el siguiente mensaje:

 

Night’s Son:

 

Aunque fue un partido entretenido creo que se podría haber mejorado, hasta el Hufflepuf-Ravenclaw de la semana anterior fue más emocionante. Además Malfoy volvió a perder contra Potter, si en vez de pavonearse tanto se dedicara más a entrenar conseguirían ganar un partido, alguna vez.

 

El rubio estampó el puño contra la mesa haciendo saltar del susto a alguno más que estaban allí. ¿Quién se creía ése que era para decir algo así? El partido había sido espectacular, aunque tenía que reconocer que tal vez y SÓLO tal vez, sí que fuera más lento que cualquiera de los anteriores.

-Night’s Son, te haré cambiar de opinión- le dio a responder al post y escribió.- ¿Tío, cómo puedes comparar un partido con tanta rivalidad como es el clásico Slytherin-Gryffindor con el Hufflepuf-Ravenclaw? No hay color, tal vez tengas razón en que fue algo más lento pero sin duda alguna sigue siendo un espectáculo digno de ver. Ya está, ¿a ver qué dice ahora?

 

Cinco minutos después llego la respuesta, muy corta y clara:

 

Night’s Son:

 

Claro que no hay color, la rivalidad Potter v.s. Malfoy aburre.

 

Esto fue un shock, ¿su rivalidad con Potter aburrir? ¿Desde cuándo? Aún sin proponérselo él y Potter siempre eran un espectáculo que todos aprovechaban para ver, siempre le gustó eso de sus peleas, que conseguía más atención, aunque a veces no saliera bien parado de la situación. Su puño al estrellarse contra la mesa asustó, nuevamente, a los presentes.

-Veamos, quién eres y qué piensas realmente- esta vez optó por un mensaje privado.- Interesante afirmación, querría discutirlo contigo, más tranquila y extensamente, te mando mi dirección de e-mail por si te apetece hablar. silver_dragon@hogwarts.com

 

A los pocos minutos en su bandeja de contactos de su cuenta de e-mail un usuario pidió permiso para entrar en la lista y hablar. El Slytherin sonrió, sabría quién era ese hijo de la noche como se hacía llamar, le dio a aceptar y una ventana se le abrió en una conversa instantánea.

 

Night’s Son dice:

Hola Silver Dragon.

Silver Dragon dice:

Hola

Night’s Son dice:

¿Y bien? ¿Qué querías discutir sobre mi afirmación?

Silver Dragon dice:

No me parece acertada, Malfoy y Potter siempre son un espectáculo, nunca aburren.

Night’s Son dice:

No estoy de acuerdo contigo, siempre es lo mismo, mismo insultos, mismos hechizos, además no tienen realmente razones para pelearse, ¿sabes qué sí sería interesante de ver? El que intenten llevarse bien, tendría más emoción, yo apostaría a que el primero en intentar matar al otro el Malfoy.

Silver Dragon dice:

No, en tal caso sería Potter, demasiado pasional.

Night’s Son:

¿Puede que no conozcas a Potter como tú crees Malfoy? XD

 

¡¿Cómo?! ¿Cómo había sabido que era él? Fue a preguntarle pero Night’s Son ya se había desconectado. Enfurecido le escribió un mensaje para la próxima vez que se conectara: ¿Quién eres? ¿Y por qué piensas que soy Malfoy? Luego cerró sesión y volvió a su sala común bastante curioso e irascible. En su habitación Harry Potter sonrió cerrando su pequeño notebook y guardándolo en su baúl.

 

Malfoy volvió por la mañana temprano para intentar descubrir a su nuevo contacto, no había nadie allí ya que siendo sábado la mayoría aprovechaba para dormir. Un mensaje apareció en la pantalla nada más conectarse:

 

Night`s Son dice:

¿Quién crees tú que soy? Y además es evidente, Malfoy, que eres tú, ¿quieres que te diga cómo lo he sabido?

Silver Dragon dice:

En el hipotético caso de que lo fuera, sí, quiero que me lo digas.

 

Una ventanita se desplegó unos momentos en una esquina de la pantalla diciendo que el usuario Nigth’s Son se había conectado.

 

Night’s Son dice:

Buenos días Silver, como ya te he dicho antes es evidente, tú mismo lo dices, Silver es de es Slytherin o de tus ojos y Dragon es tu nombre traducido del latín. Además tu soberbia traspasa palabras, aunque no arrastres las palabras el tono orgulloso sigue ahí. ¿Y bien? ¿Quién crees que soy?

Silver Dragon dice:

Por tu forma de hablar pareces Slytherin pero no siempre es garantía de ello.

Night’s Son dice:

No tienes ni idea de quien soy ¿verdad?

No contestó, no era afirmarlo pero tampoco negarlo y no podía probar que era alguien porque no tenía pistas de quién era. Tal vez haciéndolo hablar consiguiera saber más.

Silver Dragon dice:

¿Te conozco?

Night’s Son dice:

Umm, no, no creo, puede que de vista pero no creo que me hayas visto, no realmente al menos.

Silver Dragon dice:

¿Qué quieres decir con eso?

Night’s Son dice:

Que puede que me hayas mirado alguna vez al cruzarnos en los pasillos o cuando recorres las mesas del comedor con la mirada pero que siempre hay más gente delante y no te fijas.

Silver Dragon dice:

¿Cómo sabes lo del comedor? Nadie se da cuenta.

Night’s Son dice:

Casi nadie, yo me he dado cuenta, es interesante observar a la gente, Potter, por ejemplo, es adictivo ¿no lo crees?

Silver Dragon dice:

No lo sé, no me paso el día mirándolo.

Night’s Son dice:

XD OMG, me ofendes Malfoy, no le quitas la vista de encima, pareces un cazador tras su presa, estás obsesionado con él.

Silver Dragon dice:

No es cierto, no estoy obsesionado con él.

Night’s Son dice:

Voilé, me acabas de confirmar quién eres, Malfoy.

Silver Dragon dice:

Eres un manipulador, empiezas a caerme bien.

Night’sSon  dice:

Tuve buenos maestros, ¿y bien? Todavía no me has respondido, ¿verdad que observar a Potter es adictivo?

Silver Dragon dice:

Para nada, me parece un tío muy aburrido.

Night’s Son dice:

Ya, no sabes nada de él en realidad, tal vez deberías intentar ser su amigo.

Silver Dragon dice:

¿Amigo? ¡JA! Ni en broma, ¿qué ganaría yo con eso?

Night’s Son dice:

Popularidad, emoción, mejor imagen… ¿sigo? Es un buen partido.

Silver Dragon dice:

Viéndolo así no me parece tan mala idea eso de ser amigos, pero eso último ha sonado como si fueras a casarte con él XD

Night’s Son:

Si te lo piensas bien no es tan descabellado, esta buenísimo, queda muy rentable y provechoso.

Silver Dragon dice:

Ugh, no creo aguantarlo tanto

Night’s Son dice:

Otro error, acabas de darme la razón en nuestra discusión de ayer, dije que tú serías el primero en caer si intentabais ser amigos y tú que apostarías en contra.

Silver Dragon dice:

Eso habría que ponerlo a prueba para que se demostrara quien tiene razón.

Night’s Son dice:

¿Me estás retando? ¿Quieres apostar?

Silver Dragon dice:

¿Qué me darías si gano?

Night’s Son dice:

Mi identidad.

Silver Dragon dice:

¿Y eso de qué me sirve?

Night’s Son dice:

¿No tienes curiosidad por saber el nombre de la persona con quien hablas un sábado a las once de la mañana en una biblioteca vacía y sentado en el tercer ordenador de la izquierda? A propósito el azul celeste te conjunta muy bien.

 

Se quedó helado, todo era cierto pero con él no había nadie más, nadie que pudiera estar viéndolo en ese momento. Era imposible que a su alrededor hubiera nadie que no pudiera verlo si podía verlo a él, sentado, efectivamente, en el tercer ordenador de la izquierda con su camisa celeste favorita puesta.

Night’s Son dice:

No te asustes Silver, y tampoco mires a tu alrededor, de todas formas en el hipotético caso de que estuviera en la misma habitación que tú no podrías verme, sé conservar mi anonimato. ¿Qué? ¿Aceptas la apuesta?

Silver Dragon dice:

¿Qué ganas tú a cambio?

Night’s Son dice:

¿Yo? Interesante pregunta, no se me ocurre nada, a parte de un buen rato viendo como intentáis soportaros, cuando se me ocurra ya te pediré, si es que gano la apuesta.

Silver Dragon dice:

¿Sabes? Eres muy retorcido Night’s Son.

Night’s Son dice:

Lo sé, pero sólo llámame Son queda más corto. Espero que pongas tu plan de amistad en marcha cuanto antes, si no daré la apuesta por perdida por falta de tiempo.

 

Y después de esto Son se desconectó, el Slytherin miró la pantalla pensando, era una persona realmente intrigante, sería interesante saber quién estaba tras esa retorcida y brillante mente. Unos pasos le indicaron que alguien se acercaba, conocía esa forma de andar, con un extraño ritmo regular que parecía seguir una música que nadie podía oír, casi enseguida un pelo absolutamente revuelto, una piel dorada y unos ojos de un verde que quita el hipo, operados para no tener que llevar gafas, aparecieron en su campo de visión. Los pasos se pararon en seco al verlo allí sentado, llevaba unos vaqueros desgastados y ajustados con una camisa negra que le sentaba como un guante, pasó un par de minutos decidiendo qué hacer sin apartar la mirada de los ojos grises que lo miraban y se volvió dispuesto a irse.

-¡Potter, espera!- lo llamó Draco. El moreno paró y se volvió sorprendido por la carencia de burla en la voz de su némesis.

-¿Sí Malfoy?

-Eh… ¿cómo te va la vida? ¿Llevas bien las clases?- hubo un momento de profundo y tenso silencio, luego Harry se echó a reír tirándose por los suelos y sujetándose las costillas.- ¿Qué te parece tan gracioso cara rajada?

-Tú- consiguió articular entre carcajadas. El rubio se encaminó ofendido hacia la salida.- ¡Eh, eh! ¡Malfoy! ¡Tranquilo hombre! ¡Espera!

-¿Para que te rías más de mí?

-Qué rápido te ofendes, lo siento, es que, no sé, me ha hecho muchísima gracia la situación, de verdad, es tan inusual. Me va todo bien, ¿y a ti?- le preguntó con una sonrisa deslumbrante.

-Bien, aunque las cosas siguen un poco tensas en Slytherin, ya sabes- explicó algo avergonzado de repente, vio entristecerse los ojos del Gryffindor.

-Oh, ya veo, ¿no habéis conseguido solucionar todo?

-No completamente, todavía hay gente que se culpa la una a la otra.

-¿Nada contra ti expresamente?

-No, ¿acaso lo esperabas?- preguntó a la defensiva.

-No, no es eso, sólo quería ofrecerte mi ayuda.

-¿Ofrecerme tu ayuda? ¿Por qué?

-Quiero terminar con nuestras peleas tontas, y pensé que ofreciéndome a echarte una manita en algo podría conseguirlo.

-No creo que hayas pensado bien en eso Potter, ¿por qué crees que aceptaría tu ayuda en vez de cruciarte?

-Ah, en realidad el ofrecerte ayuda era una táctica de distracción, eres demasiado orgulloso para aceptarlo así que pensé en dejarte en shock el suficiente tiempo como para intentar hacerte razonar de que sería bueno para todos, y sobre todo para nosotros, que nos lleváramos medianamente bien.

-Buena táctica.

-Hay que cubrirse las espaldas, ¿qué me dices? ¿Te apetece que intentemos llevarnos bien?- preguntó extendiéndole una mano.

-Está bien, será un alivio para todos aquí- estrechó la mano morena y de pronto algo hizo clic en él y le pareció que algo dentro se le ponía en marcha. Una sonrisa genuina se extendió en sus labios al soltarse.- ¿Te apetece que te acompañe un rato? ¿A qué venías?

-Venía a ver mi correo, se me ha estropeado el notebook y estaba esperando a que me avisaran por si tenían la pieza que tengo que cambiar.

-¿Un notebook? ¿Qué es eso?

-Un laptop pero en mini, son más fáciles de llevar que los portátiles corrientes, pero tienen menos potencia también, de todas formas a mí me parecen muy cómodos y para lo que lo utilizo me basta.

-¿Y sólo tienes tú uno de esos?- preguntó sospechando por un segundo.

-No, en Gryffindor recomendé que se compraran y creo que en las demás casas se ha seguido el ejemplo, es mejor que los de aquí, y como el castillo tiene wifi pues es fácil conectarse a Internet, además siempre tendrás sitio- bromeó.

-Tal vez debería comprarme uno.

-Sin querer ofender ni nada por el estilo Malfoy pero no creo que te haga falta, tengo uno que estoy arreglando con piezas de otros estropeados y que no encuentro a quien dárselo, si lo quieres, te ahorro tiempo, esfuerzo y dinero.

-Déjame pensármelo ¿vale?

-Vale- se sentó en el ordenador donde antes había estado Draco y entró en su cuenta revisando los mensajes.- Nada, todavía no ha llegado- ya de paso aprovechó para mirar el foro de opinión de Quidditch.

-¿También estás en ese foro?

-Sí, me gusta leer qué opina la gente de nuestros partidos, Son tiene razón, el último nuestro fue lento.

-¿Son? ¿Night’s Son?

-El mismo, ¿has hablado con él?

-Sí, ¿sabes quién es?

-No, pero es un tío muy observador, el cabrón de él es tan retorcido como uno de vosotros, apostaría por alguno de los de tu casa.

-¿Alguna idea?

-Ninguna más, sólo que debe de sentarse en tu lado de la mesa, sólo así puede verme en la mía.

-Eso no reduce mucho el número de personas.

-Lo sé, pero es lo único que consigo, por su forma de burlarse apostaría por Zabini pero no estoy seguro.

-Probaré a ver quién es.

-Una buena idea, tengo que irme, me estarán buscando, no me dejan un momento tranquilo- suspiró rodando los ojos exasperado. Cogió la mano de Malfoy pasó la punta de la varita por el dorso y la soltó.- Te dejo mi dirección de e-mail para cuando quieras hablar, se te borrará con agua y jabón, no deja marca, no te preocupes.

-Más te vale, o te patearé el culo hasta el calamar gigante.

-Lo tendré en cuenta, hasta luego- cerró todas las ventanas y se fue.

 

El rubio también decidió que era hora de irse y se dirigió hacia los terrenos donde debían estar los demás, habiendo sido arrastrados por Pansy para tomar un poco el sol. Intentó sonsacarle a Blaise si realmente él era Son pero por las respuestas de éste no parecía serlo de ningún modo, además, pensó el Slytherin, está frente a mí en la mesa y no a mi lado, imposible que vea a Potter. A la hora de comer recorrió las mesas con la mirada buscando posibles candidatos, sintió una mirada sobre él pero sólo se trataba de Potter buscando también. Se quedó en shock cuando recibió una dulce sonrisa, no se acostumbraba a su reciente amistad, aún así sonrió en respuesta.

-No me digas que ahora os lleváis bien- le susurró Pansy al oído.

-Lo intentamos, hemos hecho las paces esta mañana.

-Es un buen partido, una pena que batee al lado contrario.

-¿En serio? No lo sabía.

-Él tampoco lo sabe.

-Eso carece de lógica.

-Para nada cielo, yo estoy acostumbrada a saber quién es qué, están todos los indicios: guapo, inocente, dulce, inteligente, divertido, sano… pero sin chica, está cantado.

-Será que le gusta ir de una en otra.

-No, Potter es de piñón fijo y lo sabes, ¿qué intentas negar Draco?

-Nada, sólo intentaba ser razonable.

-Tú también cumples los requisitos, ¿te has dado cuenta? Bueno, eso quitando lo de dulce e inocente.

-Ya, pues tengo que decirte que te equivocas, lo siento Pan.

-Bueno, lo que tú digas, aunque aquí no todos piensan lo mismo.

-¿Qué quieres decir?

-Nada, no te preocupes- le guiñó un ojo y se levantó.- Voy al baño, ahora vuelvo.

 

Se metió en el cuarto de baño y se miró al espejo de los lavabos, se mojó las manos e intentó colocarse bien un pelo fuera de lugar. La puerta se abrió y se cerró tras ella y sonaron los cerrojos al cerrarse para que nadie más pasara, mientras se miraba al espejo Pansy habló al recién llegado.

-Aún sin estar con serpientes actúas como nosotras, algún día tendrás que decirme quién te enseñó.

-Mucha gente, tú, Draco, Dumbledore, la vida… aunque también puede ser instinto- respondió Potter apoyado en el marco de la puerta de uno de los cubículos.- ¿Qué te ha dicho?

-Que intentáis ser amigos desde esta mañana, y se niega a pensar que ninguno de los dos seáis gays- se rió dándose la vuelta para mirarlo.

-Yo ya sé que sí, pero ¿qué hay de él, reina del yaoi?

-No lo acepta pero lo hará, y luego habrá que hacerle entender que esa obsesión que sentís el uno por el otro no es más que amor y pasión contenida, que os peleáis como excusa para estar un tiempo juntos.

-¿Crees, de verdad, que me quiere?

-¿Crees, de verdad, que te ayudaría si así no fuera?

-De acuerdo- sonrió.- Gracias por todo Pansy- le dio un beso en la mejilla y se dispuso a salir.

-Vas a tener que darme más que un beso en la mejilla cuando consiga que estéis juntos y más te vale cuidarlo bien.

-Como si fuera mi propia vida- abrió los cerrojos y se fue.

 

Por la tarde Draco aprovechó para agregar a Harry a su lista de contactos, se encontró con un mensaje de Son que decía así:

 

No pusimos tiempo límite para la apuesta, te doy dos semanas para estar con Potter de amigos, a propósito, he oído rumores, y ni se te ocurra preguntarme si no lo sabía ya o chorradas de esas, tú no eres el centro de mi mundo Silver hay más cosas a las que dedicarse a parte de observarte. Que tengas suerte, no creo que ganes, lo siento pero no puedo hacer nada para que la verdad no duela.

 

Malfoy suspiró, ese tío empezaba a tocarle las narices, le recordaba un poco a Pansy con ese tono… ¡un momento! ¡Pansy! Ella está en su lado de la mesa y además es Slytherin, lo de Son es el truco más barato y fácil que hay para despistar a todos, y ambos han dicho que Potter sería un buen partido. ¿Podría ser ella? Cerró todo y fue a buscarla, la volvió a encontrar en los terrenos tumbada tomando el sol pero sola esta vez. Se puso frente a ella tapándole el sol, lo que la hizo abrir los ojos molesta y mirarlo.

-¿Qué pasa Drakey? Traes cara de mala uva, ¿peleaste con alguien?

-No, todavía no, ¿Pan, tienes un laptop?

-Sí, cielo, ya lo has usado más de una vez.

-¿Y una cuenta de e-mail?

-Claro cariño, me tienes en tu lista de contacto.

-¿Y alguna otra que también esté en mi lista de contactos?

-Las cosas claras Draco, ¿qué pasa?

-¿Eres Night’s Son?

-¿Quién? No sé de quien me hablas.

-Pues tiene la misma forma de hablar que tú, y además nos observa mucho a Potter y a mí, y para observar a Potter hay que estar a mi lado.

-No soy yo, no sé cómo puedes desconfiar de mí Draco, pero si quieres pruebas te las daré, siempre que ese tío se conecte yo estaré contigo, ¿está bien?

-Está bien, lo probaremos esta noche, puede que se conecte, y me dejarás tu laptop para hablar con él.

-Lo que quieras, ¿pero qué te ha hecho ése para que estés así?

-Me conoce demasiado, y creo que también me vigila, he hecho una apuesta con él y no sé que puede ganar si pierdo.

-¿Qué apuesta?

-Ser amigo de Potter durante dos semanas y que no lo mate en el intento, yo aposté en contra.

-¿Qué apostó él?

-Su identidad.

-¿Su identidad? Draco, si pierdes él apenas pierde nada.

-Pansy, ese tío supo dónde me encontraba exactamente esta mañana y qué ropa llevaba, y no había nadie más en toda la biblioteca que yo.

-De acuerdo, tienes razones.

 

Por la noche todo el circulo de Slytherin estaba en la sala común después de cenar, para que si Pansy no era se descartara también a los demás. La rubia trajo su laptop y se lo puso a su amigo sobre la mesa, se sentó a su lado y dejó que Draco entrara en su cuenta. Son estaba conectado y en cuanto se conectó la ventanita se abrió saludando.

Son dice:

Hola Silver, Hola Parkinson.

 

Ambos se miraron un momento sorprendidos, ¿cómo era posible? Nadie a su alrededor estaba con un laptop y desde la biblioteca no sabrían que Pansy estaba ahí, era físicamente imposible saberlo.

Son dice:

¿Qué pasa? ¿No saludáis?

Silver dice:

Hola, estaba ocupado.

Son dice:

¿Recuperándote del shock? XD, no te enfades, es broma.

¿Cómo va lo de Potter? ¿Ya te has dado cuenta que no es tan aburrido como crees? ¿O te has dado cuenta de que sí que es adictivo observarlo?

Silver dice:

Ninguna de las dos, no he estado tanto tiempo con él como para saber si me equivoco con lo de aburrido y tampoco lo miro tanto.

Son dice:

Pues le has prestado más atención al él que a tu cena, ¿has tocado la carne o se ha quedado tal y como la has pasado a tu plato?

Silver dice:

¿Por qué no me respondes tú si eres tan listo?

Son dice:

Es más divertido hacerte de rabiar, además me gusta darme cuenta de que sigo sabiendo más de Potter que tú.

Silver dice:

¿Qué sabes tú de Potter?

Son dice:

Muchas cosas, ¿por donde quieres que empiece? ¿Por sus dotes artísticas? ¿Por sus calificaciones? ¿Por su cuerpo?

Silver dice:

¿Su cuerpo?

Son dice:

¿Así que no sabes qué tiene en el cuerpo? Punto para mí, si consigues aguantar una semana te lo diré.

Silver dice:

Sólo quiero que me demuestres cuánto sabes de él, yo ya sé qué tiene en el cuerpo Potter, no necesito que me lo digas.

Son dice:

¿En serio? Vaya Malfoy, no sabía yo que habías conseguido llegar tan lejos en tu relación con él, ¿cuando lo viste? ¿En las duchas después de un partido? ¿O en un encuentro nocturno inesperado? Qué suerte tenemos los dos de que sea de la otra acera, y qué suerte tiene él también de tener a dos como nosotros en su mismo lado.

Silver dice:

¡YO NO SOY GAY!

Son dice:

¿Seguro? Una cosa es serlo y otra no aceptarlo, a los que no lo aceptan se les ve enseguida, y a ti ya te han pillado, igual que a Potter.

Silver dice:

¿Qué quieres decir con eso?

Son dice:

Hay porno de todo, sólo busca.

 

Son se desconectó enseguida sin dar opción a preguntar nada más, ambos Slytherins se quedaron un rato en silencio, la rubia consiguió apartar su laptop antes de que Draco estrellara sus puños sobre él.

-Tengo que reconocerle que es bueno, muy Slytherin.

-Pura esencia viperina, por desgracia, ¿entiendes ahora por qué quiero saber quién es este tío?

-Sí, ahora sí, pero en algo tiene razón.

-¿En qué?

-En que te niegas lo que eres, si sigues así puede que te des cuenta demasiado tarde de que has perdido lo único que de verdad has querido durante todo tu vida.

-¿De qué me hablas?

-Tienes que darte cuenta tú solo, hazle caso a Son y búscate.

 

Es comprensible que el rubio no entendiera nada, estuvo dándole vueltas al tema durante un rato, curioseando por las imágenes de Pansy hasta que no pudo entrar en una de las carpetas y se decidió a dar una vuelta. Salió a los terrenos y se dirigió al lago, en un rincón oculto por matorrales vio a alguien y se acercó a mirar quién era. Sentado sobre un tronco, mirando al lago como si fuera lo más interesante del mundo, estaba Potter con un aire irresistiblemente interesante.

-Pareces triste- le dijo sin darse cuenta de lo que realmente decía. El moreno se giró para mirarlo y sonrió demostrándole hasta dónde estaba en lo cierto.

-¿Quieres hacerme compañía? ¿O prefieres que vuelva al castillo para que no me meta en líos?

-No, me encantaría quedarme contigo- se sentó a su lado y miró también al lago durante un largo y cómodo momento de silencio.- No sé si es porque necesito despistarme un poco de lo que me ha pasado, porque ahora que intento llevarme bien contigo y me jode verte así o porque me he vuelto tonto, pero si necesitas contarle a alguien lo que te ha pasado esta noche puedes contar conmigo.

-Gracias Malfoy- intentó sonreír más alegremente pero no le salió bien.- Verás, hace un tiempo que llevo teniendo una decisión sin tomar en la mente y creí que ya era hora de tomarla. Creí que mis amigos me apoyarían pero…

-¿No lo han hecho?- el Gryffindor negó con la cabeza intentando ocultar sus lágrimas.- ¿Cómo han podido? ¿Cómo han sido capaces de hacerte algo así?

-¿Te enfadas?- preguntó algo divertido.

-Por supuesto, tú siempre has estado a su lado en las buenas y en las malas, tú has tenido que aguantarlos cuando se enfadaban contigo y entre ellos. Y por una vez, una única vez que necesitas su apoyo para hacer algo beneficioso para ti te dan la espalda, me parece muy egoísta, ni siquiera los Slytherin hacemos cosas así, pensé que los Gryffindor no seríais capaces de algo así, por eso de la nobleza, el honor y la fidelidad.

-Yo también lo creí, pero parece que me confundí del todo- no pudo evitar que una lágrima se le escapara, lo que hizo al rubio no resistirse a abrazarlo, Harry se abrazó a él y lloró durante un rato en el hombro de Draco.- No lo entiendo, ¿tan malo he sido?

-No, no lo has sido, sé lo suficiente de ti como para saber que no pediste nada imposible o nada que pudiera hacer daño a nadie, no te preocupes, todo se arreglará.

-No estoy seguro de eso.

-Yo sí, no te preocupes, para mañana todo estará arreglado.

-Gracias, Malfoy.

-De nada- se quedaron un rato en silencio, con el Slytherin todavía abrazando a Harry intentando tranquilizarlo.- ¿Puedo contarte qué me ha pasado a mí?

-Sí, por supuesto.

-He vuelto a hablar con Son, sospeché de Pansy y me conecté con ella delante para comprobar si era o no.

-¿Y? ¿Lo es?

-No sólo no es ella sino que encima siempre sabe perfectamente dónde y con quien estoy, sabe incluso qué ropa llevo y sin estar en el mismo sitio que yo, es frustrante, e irritablemente Slytherin.

-¿Y no te cae bien?

-No cuando va en mi contra.

-¿En tu contra?

-Sí, le encanta meterse conmigo, y al parecer es fan tuyo.

-Sí, lo sé, ya me ha comentado algo cuando he hablado con él, ¿crees que puede ser un Gryffindor?

-¿Seríais capaces de ser así de Slytherin?

-No lo sé, han demostrado ser algo muchísimo peor que ser arrogantes y elitistas, no me extrañaría que Son fuera otra excepción.

-Eh, vamos a dejar el tema, te estás volviendo a poner triste.

-¿Sabes Malfoy? Acabo de descubrir que puedes ser tan dulce como la miel.

-Pero no se lo digas a nadie, tengo una reputación que mantener- bromeó.- Creo que va siendo hora de que volvamos, te acompañaré hasta tu sala común.

-Gracias, me has ayudado mucho.

-No te preocupes más, mañana todo estará solucionado.

 

Se equivocó, y tuvo que reconocerse que le dolió que hubiera sido así, ver cómo al ir Potter a sentarse en su sitio de siempre sus amigos se iban dejándolo solo le dolió y lo enfureció. Se levantó decidido y se acercó a él, le tocó el hombro para llamarle la atención y sonrió cuando el Gryffindor se giró para mirarlo.

-Ven a desayunar con nosotros, estarás mejor acompañado, y no te niegues, no me apetece quedar en ridículo- le dijo en voz baja haciéndolo sonreír.

-De acuerdo, gracias- se levantó y se fue con él a la mesa de las serpientes. Se empezaron a oír murmullos y a los pocos minutos unos cubiertos soltados sin miramiento alguno sobre un plato. Neville se sentó al lado de Harry con su plato de cereales con leche en las manos.- ¿Qué haces Neville?

-Desayunar con un amigo- respondió seguro de sí mismo.- Lo siento, he sido estúpido, tienes derecho a ser feliz como tú quieras.

-Gracias Nev- lo besó en la sien y empezó a comer, Draco le sonrió apoyándolo y una sonrisa apareció también en los suyos.

 

Los dos Gryffindor pasaron el día con los Slytherin, descubrieron que eran realmente divertidos, Harry y Pansy se llevaron bien al instante, la rubia le preguntaba cómo conseguía tener el bronceado todo el año, Potter no sabía qué responder a eso. Los días pasaron con tranquilidad entre Slytherins, Nev encajó muy bien también entre ellos, sobretodo con Theo que le explicaba las lecciones de pociones aprovechando el interés del león por las plantas. Draco mientras tanto no tenía apenas tiempo para hablar con Son, ya que volvía tarde de estar con Harry y se dedicaba después a buscarse, sin entender todavía qué querían decir él y Pansy con ello.

 

Una noche, con el notebook que Harry había conseguido que aceptara, estaba aburrido de pensar en el posible significado de lo que le pedían y optó por hacerlo literalmente, entró en Internet y se buscó. Un montón de páginas se le abrieron, pero hubo algunas que le llamaron más la atención, empezó a mirar encontrándose con un millón de artículos, todos inservibles, hasta que dio con la más extraña de todas, una que tenía su nombre y el de Harry a la vez. Le dio clic y la página apareció, parecía una historia, sobre él ¿y Harry? Extraño, muy extraño. La página pertenecía al colegio, a algún club de los que se había montado con todo el rollo de Internet.

 

Se puso a leer la historia, los primeros capítulos eran todos normales, sus peleas con Harry, y luego un pacto que los hacía amigos, pero a partir de ahí todo se empezó a torcer. Cada vez tenía tintes más románticos, entre Harry y él, hasta que ya llegó la peor parte, el primer beso, las dudas de después y la primera vez. Ahí el rubio casi se desmaya de la impresión, era imposible, ellos dos… Harry y él… haciendo ¡eso! ¿Quién cojones había tenido la retorcida mente de escribir algo así? Fue al inicio de la página y descubrió que había unas diez mil historias de ése tipo sólo de él y Harry y que luego había otras tropecientas mil de otras series muggles o artistas magos.

 

Al día siguiente decidió hablar con Pansy sobre el tema, pero al no encontrarla por ninguna parte se sentó en la sala común a esperarla. Se conectó y dos ventanitas se le abrieron a la vez saludando, uno era Son, el otro, Potter.

 

Son dice:

Hola Silver

Silver dice:

Hola Son

Son dice:

Ya ha pasado una semana, y parece que todo te va estupendamente con Potter.

Fire Angel dice:

Hey Malfoy

Silver dice:

Hola Potter, no te he visto hoy en clases, ¿cómo va todo?

Angel dice:

Han estado entretenidas.

 

Silver dice:

Sí, todo nos va estupendamente, además he descubierto qué quieres decir.

Son dice:

¿En serio? ¿Y? ¿Qué te parece?

Silver dice:

Demente, ¿cómo la gente puede escribir algo así?

Son dice:

Lo has leído entonces, a mi me parecen divertidos, ¿seguro que no te han gustado?

Silver dice:

Seguro.

Son dice:

Lo veremos con el tiempo, son tan adictivos como Potter y su tatuaje en las caderas, es realmente erótico.

Silver dice:

¿Tiene un tatuaje en las caderas?

Son dice:

Ves cómo no sabías más que yo de él, algún día lo verás y se te quedará grabado en la mente. A propósito, si sigues buscando a Parkinson estará por entrar a la sala común.

(Night’s Son está desconectado)

Silver dice:

No pareces muy animado, ¿siguen los problemas por ahí?

Angel dice:

Sí, Dean y Seamus han aceptado que Nev tiene razón pero Hermione y Ron siguen en sus trece, hoy hemos tenido bronca porque los gemelos han venido de visita y al enterarse se han puesto de mi lado.

Silver dice:

Como debe ser, ya sabía yo que de esa familia los más inteligentes eran esos dos, las calificaciones no lo son todo.

Angel dice:

XD Lo sé, ellos son los que más éxito han tenido con su tienda, me han dado recuerdos para ti y las gracias por cuidarme.

Silver dice:

No sabía que les caía bien.

Angel dice:

Yo tampoco, pero es mejor así ¿no? Oye tengo que irme, Nev me llama, ¿nos vemos luego en nuestro hueco?

Silver dice:

De acuerdo

 

 

Pansy entró en ese preciso momento a la sala común, Malfoy le hizo gestos para que se acercara y ella se sentó a su lado, mientras, el rubio cerraba las conversaciones y abría las páginas de Yaoi que había encontrado con su nombre y el de Harry.

-¿Cómo está Harry?

-Ha recuperado dos más, y los gemelos Weasley se han puesto de su parte.

-Bien, me alegro por él.

-Yo también, ahora quiero que me expliques qué es esto- le dijo enseñándole la pantalla del notebook con la historia.

-Así que ya te has encontrado.

-Sí, y casi me cuesta un paro cardíaco.

-A mí me gustan, son entretenidas.

-¿Tú lees esto?

-También escribo, a ver si adivinas cuál es mía.

-¿Escribes sobre Harry y yo liándonos?

-Sí, y te lo digo desde ya, no resistirás las ganas de leer más.

 

Estuvo mucho tiempo dándole vueltas a su situación, tal vez fuera hora de ser sincero, apreciaba demasiado a Harry como para mantenerlo engañado. Se sentó en el tronco, en ese hueco entre matorrales a la orilla del lago, y miró al lago pensando qué decisión tomar. No oyó llegar a Harry hasta que le habló desde la entrada.

-Pareces preocupado, ¿pasa algo? ¿Más problemas en Slytherin?

-No, eso ya se ha arreglado, simplemente pensaba.

-¿Sobre qué?

-Estoy intentando tomar una decisión.

-Tal vez pueda ayudarte.

-No, tú precisamente no, esto depende sólo de mí.

-¿Qué pasa?- preguntó serio.

-Hice una apuesta con Son, Harry, aposté a que conseguiría ser amigo tuyo durante dos semanas y él que no. Yo ganaba su identidad, pero no puedo seguir así, sólo ha pasado una semana y ya me da la sensación de que te estoy traicionando más que tus “colegas”. Me importas demasiado como para tenerte engañado, da igual todo mientras tú sepas la verdad.

-Pues vaya consuelo- respondió irónico.- No sé cómo pude creerte, adiós.

 

Lo dejó irse, sin detenerlo, sin llamarlo, sabía que se lo merecía, merecía que no volviera a hablarle en la vida, por rastrero. Se quedó un rato más allí y luego volvió a Slytherin para encerrarse en su habitación. Se conectó con su notebook y encontró a Son conectado.

Silver dice:

Tenemos que hablar.

Son dice:

Ya me he enterado de que has perdido, bueno, perdido técnicamente no, se llamaría empate.

Silver dice:

Déjalo ¿quieres? No quiero hablar más contigo, tú eres el culpable de todo.

Son dice:

No de todo, tú aceptaste la apuesta y tú se lo has confesado a Potter.

Silver dice:

Tú me propusiste la apuesta y tú me hiciste aceptarla, tú me has hecho amigo de Harry.

Son dice:

¿Te arrepientes?

Silver dice:

De lo único que me arrepiento es de no haber buscado otra forma de ser su amigo, no vuelvas a hablar conmigo, no quiero saber más de ti.

 

Se desconectó y se quedó tirado en la cama, sentía que ya nada iba a tener sentido sin Harry con él. Pasaron un par de días en los que se deprimió como nunca antes, veía a Granger y Weasley decirle una y otra vez a Harry “te lo dije” torturándolo sin miramientos mientras los demás intentaban ayudarlo. Empezó a leer las historias yaoi, le gustaba leer que todo les iba bien, que él y Harry podían estar juntos, aunque luego llegara la realidad y lo golpeara donde más duele. La idea de soñar por un tiempo acabó volviéndose en su contra al darse cuenta de que no sólo quería a Harry como amigo sino también como algo más, alguien con quien compartir su vida.

 

Al terminar aquella segunda semana que debía de finalizar la apuesta Draco pensó que si muriera en ese mismo instante estaría mejor que entonces, pero para su sorpresa y alegría se hizo el milagro. Mientras buscaba libros para un trabajo de Historia de la Magia en la biblioteca Harry apareció y despejó el lugar para hablar con él. Estaba serio y tenía una mejilla hinchada pero sus ojos verdes decían a todas luces que estaba arrepentido.

-Potter.

-Malfoy…- estuvo a punto de decir algo más, pero simplemente lo abrazo con fuerza durante un momento.- Lo siento, me he comportado como un completo gilipollas, te molestaste en decirme la verdad, creíste que era más importante que supiera la verdad que saber quién era ése que tantas ganas tenías de conocer y yo lo único que he hecho ha sido darte de lado. No has sido tú quien me ha traicionado, sino yo quien te ha traicionado a ti, lo siento tanto, me encantaría que llegaras a perdonarme algún día, lo siento Draco- era la primera vez que lo llamaba por su nombre.

-Harry, yo también lo siento, debí haber buscado otra manera- respondió abrazándolo de vuelta.

-Hablé con Son, él me contó todo, me dijo que todo fue culpa suya, que te hizo aceptar la apuesta liándote pero que le dijiste que de lo único que te arrepentías era de no haber encontrado otro modo para que fuéramos amigos- contó separándose pero sin soltar sus manos.

-Tal vez no sea tan mal tipo- sonrió, se soltó de una mano para acariciar la mejilla hinchada del Gryffindor que se estremeció por el contacto.- ¿Quién ha sido?

-Pansy, me ha cogido por banda antes y me ha preguntado que a ver cuándo pensaba venir a hablar contigo y le he dicho que no sabía porque creía que ahora ibas a odiarme me ha soltado algo que ella llama un mano-abierta-no-yutsu, lo que me ha hecho decidirme a venir.

-Mira que es bestia ¿te duele?- preguntó volviendo a pasar la mano con delicadeza. El moreno negó suspirando quedamente.- ¿Vamos a nuestro hueco?

-Todavía no, quiero que me acompañes, tengo algo que darte.

 

El Slytherin se dejó guiar por Harry hasta Gryffindor, lo siguió por la sala común despertando murmullos de sorpresa pero lejos de ser malintencionados, Neville, Seamus y Dean los saludaron desde una esquina y siguieron jugando a los naipes explosivos. La habitación del moreno lo sorprendió, era privada por las condecoraciones que había recibido tras la guerra, con dorado, verde, rojo y plata por todas partes. Todo perfectamente ordenado en los estantes y armarios, una puerta cerca de la enorme cama con doseles debía de dar al baño y otra al otro lado al vestidor. El Gryffindor se acercó directo a su escritorio y cogió algo de una carpeta, se lo entregó con una sonrisa, eran invitaciones coloridas para una fiesta.

-Es mañana, quería que vinieras, hay también para Pansy y Blaise, Theo ya tiene la suya por Nev.

-Vaya, gracias.

-Va casi todo el colegio y estará bien, las instrucciones de dónde y como llegar están en la invitación- indicó señalándoselo con el dedo.

-De acuerdo, allí estaremos.

-Eso espero, si no me quedo sin excusa para ir.

-Gracias.

 

La puerta se abrió de golpe y por ella entró una pelirroja muy alterada, ambos la miraron sorprendidos mientras que ella los fulminaba con la mirada.

-Te hiciste su amigo, y te dejó plantado, tal y como te dijimos que haría. Y recién llego me dicen que está aquí contigo, pero yo pienso: no, no será capaz de subírselo a la habitación. ¡¿Mierda Harry, en qué coño estás pensando?!

-En que lo quiero a mi lado mientras él quiera y que los demás no tenéis ni voz ni voto en mis decisiones, Ginny, dejadme vivir en paz ahora que ya he salvado vuestro futuro.

-¡¿Pero qué coño quieres de él?! ¡Eres mío, Harry! ¡Sólo mío!

-¡Lo que soy es Gay, Ginny! ¡G-A-Y! Me gusta chupar y que me la chupen, y también joder y ser jodido ¡y tú putón verbenero lo único que haces es joder con todo lo que tenga dos piernas y algo colgando entre ellas! Así que ya te puedes ir buscando a alguien más con quien joder porque yo me quedo con la carne, no me gusta el pescado.

-Eres… eres…

-Largo- siseó el moreno en tono realmente venenoso. La pelirroja los volvió a fulminar con la mirada y se fue de allí muy ofendida. Harry suspiró y miró a Draco.- Lo siento, no pensé que podría pasar algo así.

-No es tu culpa, no te preocupes, ¿nos vamos?

-Sí, mejor.

 

Se pasaron toda la tarde poniéndose al tanto sobre la semana pasada y todos sus acontecimientos, Harry le confesó al rubio que lo había echado mucho de menos y que le dolía muchísimo verlo tan cabizbajo pero que no se atrevía a arreglar las cosas, porque no sabía muy bien cómo. También le contó que, al final, harto de sus “amigos”, mandó a la mierda a Ron y Hermione y sus “ya te lo dije”, lo que hizo reír muchísimo al Slytherin. Se despidieron después de cenar allí fuera gracias a la colaboración de los elfos de las cocinas, Draco lo acompañó hasta Gryffindor y luego volvió a Slytherin. En la sala común lo esperaba Pansy sedienta de buenas noticias, cuando se sentó en el sofá a su lado la fulminó con la mirada.

-Lo golpeaste- le recriminó.

-Tenía motivos.

-No debiste hacerlo, marcaste su preciosa piel- murmuró enfadado.

-Oh, oh, no me digas que…

-¿De dónde os sacáis las pruebas para daros cuenta de algo así?

-Simplemente es instinto femenino, vemos dos personas y si hacen buena pareja nos parecen perfectas el uno para el otro, vosotros sois complementarios, despertáis en el otro emociones con mucha mayor intensidad que cualquier otro. ¿Encontraste los míos?

-Sí, pero me gustó más el de otra persona, era más realista.

-Me imagino cuál era, ¿entonces aceptas de una vez que eres gay y estás hasta los huesos por él?

-Sí, pero… no sé qué hacer ahora- suspiró rendido.

-Eso es fácil, y me tienes a mí para echarte una mano, sólo tienes que seducirlo.

-¿Cómo?

-¿No hay una fiesta mañana? ¿No te ha invitado?

-¡Ah, es verdad!- sacó las invitaciones y le dio dos a ella.- La otra es para Blaise.

-Bien, iremos todos entonces.

-Sí, pero qué hago en la fiesta.

-Tienes que ser la sensación del momento.

-Ya lo soy.

-No estés tan seguro, tienes que ser el más deseado, tiene que tener su mirada fija en ti toda la noche, sabes cómo vestirte para esas ocasiones, aprovecha todo tu potencial al máximo, Potter es duro de pelar en cuanto a conquistar se trata.

-¿Cómo sabes tú tanto?

-Llevo meses planeándolo, siempre he pensado que sois la pareja yaoi más erótica que se puede encontrar, sois los dos Sex-symbol de Hogwarts.

-De acuerdo, yo me dejo guiar por ti.

-Es lo que debes hacer.

-¿Crees que me querrá como yo a él?

-No lo creo, estoy absolutamente segura de eso.

-Gracias Pansy, no sé que haría sin ti.

El día de la fiesta llegó, era sábado y los organizadores iban de un lado a otro terminando con los últimos retoques, Draco también aprovechó para ultimar detalles. Se pasó la mañana metido en su habitación hablando con Harry por un programa que servía para llamar de un ordenador a otro. Se juntaron a la hora de comer y volvieron a separase para terminar con todo, el rubio todavía le faltaban por elegir los zapatos que iba a llevar, después de una hora de difícil elección se decidió por unas cómodas deportivas a juego con una camisa azul celeste que era de seda casi transparente y los pantalones negros pegados. Cuando fue a engominarse el pelo apareció Pansy para impedírselo.

-¿Qué crees que estás haciendo?

-¿Engominarme el pelo?

-¡Mal! ¡Muy mal! Tienes que dejártelo suelto y natural, le gusta más.

-¿Cómo lo sabes?

-Tú estás ciego por él y no ves cómo babea cada vez que no te da tiempo a echarte la gomina, hazme caso, no lo estropees ahora.

-¿Todo irá bien?

-Seguro, no te preocupes, además estás perfecto, no podrá quitarte la vista de encima- el Slytherin sonrió confiado.

 

Bajaron a la sala común donde ya los esperaba Blaise y se encaminaron hacia la sala donde se celebraría la fiesta. Iban a paso lento poniendo nervioso a Draco que no pudo aguantar por mucho tiempo y explotó.

-Vamos a llegar tarde, ¿queréis ir más rápido?

-No, vamos a llegar elegantemente tarde, es lo que necesitas, así que deja de impacientarte y hazme caso de una buena vez- la voz de su amiga no aceptaba réplica alguna, así que tuvo que aguantar sin decir nada más. El cuadro de entrada los llevaba por un largo pasillo poco iluminado al final del cual los esperaba el Gryffindor.

-Elegantemente tarde- comentó con una sonrisa.

-Exacto- les abrió una puerta que daba a una estancia mayor que el gran comedor.

-Bienvenidos a la fiesta.

 

El Dj en el fondo de la estancia, la gente bailando en el centro, acompasados, las mesas desperdigadas por los bordes y Harry andando hacia todo ello siguiendo el ritmo del reggeton con las caderas. Draco no sabía si era ese hipnotizante balanceo, esa camiseta de red pegada que sólo llegaba hasta un par de milímetros más abajo que el ombligo, esos perfectos pantalones negros de cuero o el intrincado tribal tatuado alrededor de esas caderas morenas asemejándose a una víbora dispuesta a morder, pero algo en Harry lo atraía como un imán y lo ponía caliente. Fue a sentarse en una mesa pero el moreno negó cogiéndolo de la mano.

-¿Dónde crees que vas?

-A sentarme, hay mucha gente en la pista.

-No cuando entro yo, no por nada soy el niño-que-vivió- sonrió y lo fue llevando hasta el centro de todo. La gente se fue apartando para dejarlos pasar, Harry sonreía mientras empezaba a bailar pegado a él.- Esta noche te quiero a mi lado, apenas te he visto en todo el día.

-Estoy de acuerdo contigo, ¿sabes? La ropa te sienta como un guante.

-A ti también, me encanta la camisa, es preciosa- comentó pasando una mano por el cuello de tejido azul y rozando la piel pálida en el proceso.- Quiero hacer tantas cosas esta noche.

-¿Qué te lo impide?

-Pensar que puedo perderte si lo hago, ¿tienes hambre?

-Un poco.

 

Volvieron a la mesa en la que Pansy y Blaise se habían sentado y dejando al Slytherin allí Harry fue en busca de la comida. Aunque Draco estaba algo descolocado prefirió no tocar el tema y seguir disfrutando de la noche, Pan le guiñó un ojo en señal de que todo iba a la perfección y él sonrió. Hablaron tranquilamente mientras comían algo, se les unieron al rato Theo y Nev, junto con Dean, Seamus y los gemelos Weasley y el ambiente se fue animando aún más. Consiguieron que Harry saliera a cantar después de mucho insistir, lo que puede que no fuera muy buena idea, según Draco y su colega del sur. Se disculpó un momento para ir al baño y se levantó habiendo disimulado su error con un hechizo. Entró al baño y se apoyó en los lavamanos, alguien entró tras él y cerró todos los cerrojos, asustado se dio la vuelta.

-¿Harry, qué haces? Los demás no podrán entrar.

-Hay otro baño, pero ahora los demás no me importan en absoluto, sólo me importas tú y lo que te pueda pasar conmigo.

-¿Qué quieres decir?

-Hace tiempo que quería esto, que quería poder acercarme a ti, y por fin te tengo aquí, todo para mí- respondió acercándose como un gato a él.- Sé que los dos lo queremos, no puedo esperar más- terminó de acortar la distancia entre ambos para besarlo con una mano en su nuca y la otra en la cintura.

 

Pidió permiso para entrar con la lengua en cuanto sintió que Draco respondía, permiso que le fue concedido enseguida dándole entrada al cielo. Estuvieron enzarzados en una lucha de lenguas hasta que el oxigeno fue absolutamente necesario y se tuvieron que separar. Se miraron intensamente durante varios minutos, apenas separados un par de centímetros con las respiraciones chocando, hasta que Harry habló.

-¿Te ayudo con lo que aprieta?

-Es tu culpa, sería lo mínimo.

-¿Tanto te pone mi voz?- preguntó en su oído, bajito y sensual.

-Tengo para pintar de blanco todas las paredes del castillo y empieza dolerme, si fueras tan amable.

-Por supuesto- lo volvió a besar, para luego ir bajando desatando la camisa y dejando marcas.- Eres mío.

-Los Gryffindor sois posesivos.

-Es cosa de leones- le dio la vuelta para que se viera en el espejo.- Mírate en el espejo, te va a gustar- desató el cinturón y los pantalones para meter la mano y rodear la erección.- Intenta no cerrar los ojos- susurró contra la oreja del rubio mientras empezaba a mover la mano.

-¡Ah! ¡Dios Harry, sí!

 

Harry desató con la mano libre sus propios pantalones para complacerse también a sí mismo al mismo ritmo que a Draco. Después de muchos gemidos y gritos de placer ambos llegaron al final totalmente agotados.

-Ha estado genial.

-Sí, ¿crees que nos habrán oído?

-No, puse un silenciador antes de que empezara la fiesta- movió la varita y todo quedó limpio de nuevo. Se terminó de arreglar frente al espejo y besó a Draco por última vez.- Tenemos que volver, nos estarán esperando.

-De acuerdo, vamos- respondió una vez arreglado.- Pero tenemos un asunto pendiente cuando salgamos de la fiesta.

-Lo que tú quieras, Dragón.

 

La velada fue pasando igual de entretenida, no pasó desapercibida la nueva cercanía de los sex-symbols de Hogwarts pero no se discutió más. Cuando acabó la fiesta y todos empezaron a volver Harry se quedó despidiendo a todo el mundo mientras Draco lo esperaba en un pasillo cercano. Un papelito voló hasta sus manos y lo cogió extrañado, sólo había una frase escrita: sé quién es Son, torre de astronomía. Curioso y viendo que lo de Harry podía durar se fue a la torre de astronomía, abrió la puerta con cuidado y miró dentro. No vio a nadie hasta que entró por completo, y ahí estaba la mini comadreja con le notebook de Harry en la mano.

-¿Qué quieres?

-Darte las respuestas que buscas, ¿quieres saber quién es Son? Míralo tú mismo- le entregó el pequeño laptop, había una ventana abierta con dos carpetas, en una ponía Fire Angel y en la otra Night’s Son, ambas eran historiales de todas las conversaciones que había tenido Harry, con la de Night’s Son sólo había conversaciones con él.- ¿Qué? ¿Contento?

-¿Qué significa esto?

-Que todo estaba planeado desde un principio, te ha estado engañando, siempre.

-No puede ser, no es posible.

-La prueba está ahí, la tienes en las manos, no necesitas más, ¿qué harás ahora? ¿Qué harás ahora que sabes que tu gran amor es una farsa? ¿Qué todo estaba planeado para que pasara? Todas las discusiones, todo ese tiempo deprimido, todo era fingido.

-¡NO!

-Sí, lo es, todo ha sido una trampa, un montaje, ¿creías que te quería? ¿De verdad lo creías? Y encima quién y Harry Potter, Malfoy, tu locura ha llegado lejos. ¿Qué harás ahora? No te queda nada, porque quien lo ayudó fue ni más ni menos que tu querida amiga Parkinson, ¿qué harás ahora sin nada por lo que vivir?

-No, no, no- repetía el rubio en estado de shock andando hacia atrás por cada paso que daba la pelirroja hacia él.- ¡NO! ¡No puede ser!

-Lo es, hasta nunca Malfoy.

-¡Ginny no!- gritó el moreno en la puerta corriendo hacia ellos al ver que Draco era empujado e iba a caer por la almena. Pero fue demasiado tarde, el Slytherin tropezó con sus pies y cayó.

 

Harry fue enseguida tras él y lo sujetó a tiempo para agarrarse a la piedra con una mano y quedar ambos colgando de la alta torre. El notebook cayó rompiéndose en mil pedazos contra el suelo, el rubio lo miró asustado saliendo de su shock y miró a quien lo sujetaba.

-¡Suéltame! ¡Déjame! ¡Ya no quiero estar más aquí! ¡No me queda nada!

-¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Lo tienes todo! ¡Nos tienes a todos para ti!

-¡Es mentira! ¡Todo fue mentira! ¡Tú eras Son!

-¡Sí! ¡Lo era! ¡Yo era Son! ¡Pero sólo quería una oportunidad! ¡Sólo quería acercarme a ti!

-¡¿Para qué?! ¡¿Para humillarme?! ¡¿Hacerme sentir mal?!

-¡NO! ¡Yo sólo quería que me vieras! ¡Te lo dije, no me conoces, porque siempre que me mirabas veías a otros, veías al Harry Potter famoso que todos pintan, a sus pesados amigos, pero nunca a mí! ¡Yo sólo quería que me vieras como de verdad soy, porque sólo tú me hiciste sentir como uno más y no el puto niño-que-vivió-para-quedarse-huérfano-y-luego-le-quitaran-todo-cuanto-quería! ¡¿No ves que sólo quería quererte y que me quisieras?!

-¡¿Y qué pasa con Pansy?!

-¡Le pedí ayuda porque sabía que ella era la única que podría! ¡Ella lo hizo porque sabía que te quería de verdad y que tú también lo hacías aunque no lo supieras! ¡Me pegó más de una vez por hacerte sentir mal! ¡Todo lo hicimos por ti! ¡Para que supieras que te queremos!

-¡¿Me quieres?! ¡¿De verdad me quieres?!

-¡Sólo por ti soy capaz de morir!- tiró de Draco con fuerza y lo subió a la almena mientras que los dedos se le soltaban de la piedra y él empezaba a caer.- ¡Lo siento! ¡Sólo quería una oportunidad!

-¡HARRY!

 

Draco paseaba de un lado a otro delante de la entrada esperando ansioso a que la enfermera apareciera por la puerta de la enfermería, Pansy, Blaise y Theo lo acompañaban en silencio, junto con Lombottom. La puerta se abrió y Draco se acercó a la enfermera totalmente ansioso.

-¿Cómo está? ¿Se recuperará?

-Sí, ha sido algo peculiar pero estará bien, ¿qué ocurrió?

-Empezó a caer, sonreía, cerró los ojos y de repente todo pareció a ir a cámara lenta, brilló en dorado y planeó como una pluma hasta llegar al suelo intacto, no puedo explicarlo de otra forma.

-Ya veo, está bien pero necesita descansar, tiene un gran desgaste de magia, creo que no le hará daño que alguien se quede con él, mientras no lo moleste.

-De acuerdo, gracias- la enfermera sonrió dulcemente y luego volvió dentro. Se miraron entre los cuatro.- ¿Lombottom, puedo quedarme yo con él?

-Está bien, dile que lo estaremos esperando en Gryffindor, pero no le armes mucho jaleo, de verdad te quiere.

-De acuerdo, no lo haré, aunque se lo merezca un poco, ¿chicos, qué haréis vosotros?

-Volveremos a Slytherin, cuando haya cambios avísanos.

-Lo haré, descansad un poco por favor.

-Tú también inténtalo.

 

El rubio entró a la enfermería y se sentó al lado de la cama de Harry, que dormía placidamente. Le acarició el pelo con cuidado para apartarle algunos mechones de la cara, suspiró y se le quedó mirando durante largo rato, hasta que al final cayó dormido. Lo despertó la señora Pomfrey con un chocolate caliente y unas tostadas para desayunar, él lo agradeció con una sonrisa y se las fue comiendo sin dejar de vigilar a Harry mientras ella lo examinaba. Lo informó de que todo estaba perfectamente y que sólo le faltaba algo de descanso, luego se fue de nuevo a su despacho. Pansy y Blaise fueron a verlo a media mañana con Lombottom y Theo, se sentaron con él preocupados y preguntaron por el estado del moreno.

-Dice que está bien, sólo necesita descanso.

-Menos mal, ¿has pensado qué vas a hacer?

-Hablaré con él cuando despierte, con tranquilidad, quiero oír cuanto tiene que decirme, y tú también Pansy, quiero explicaciones.

-Las que tú quieras cielo.

-Tenemos que volver a clase, por la tarde vendremos a traerte los apuntes.

-De acuerdo, gracias.

Volvió a quedarse solo con el Gryffindor y le estuvo acariciando la mejilla con suavidad, apenas rozando su piel para no despertarlo antes de tiempo. Lo amaba tanto, no dudaba de lo que le había dicho en la torre, él estaba convencido de que iba a morir y lo había hecho aún así, estaba dispuesto a lo que fuera con tal de mantenerlo vivo. Harry suspiró y sonrió, poco a poco fue abriendo los ojos y sonrió aún más pero tristemente.

-Parece que me morí de verdad y o no te pude salvar o eres una copia muy buena del original.

-¿Qué tonterías estás diciendo Potter?

-Incluso la voz es igual, aún siendo tan parecido no puedo dejar de extrañar al original, gracias por el detalle pero no puedo aceptarlo.

-Potter, despierta, estás vivo, tu magia te protegió, estás en la enfermería y yo soy el real e incopiable Draco Malfoy por el que te arriesgaste anoche.

-¿Entonces por qué estás aquí? Deberías de odiarme, ¿por qué estas cuidándome?

-Porque te sigo queriendo idiota y porque me debes muchísimas explicaciones.

-¿Estás dispuesto a perdonarme?

-Sólo si me das buenas razones.

 

Por la tarde Harry ya estaba recuperado aunque la enfermera todavía se resistía a darle el alta. Los dejaron solos a él, Draco y Pansy para que hablaran con tranquilidad sobre lo que había pasado.

-¿Por qué? ¿Y desde cuando?

-Cada uno tiene su versión y sus motivos- explicó Pansy.

-Harry, tú primero.

-Fue hace tiempo, durante la guerra, cuando buscaba los horrocurxes, sólo estábamos Ron, Hermione y yo, se suponía no debería necesitar a nadie más pero te extrañaba, si dejaba a mi mente vagar y llegar a la idea de que no estabas a mi lado incordiándome, que cuando volviera podrías no vivir, me derrumbaba. Fue cuando llegamos a tu mansión que te vi, que cruzamos miradas cuando todo para mí encajó y me di cuenta de lo que de verdad pasaba. Intenté resistirme a la idea, no podía ser posible, era tan extraño e irreal, pero entonces estuviste a punto de morir ante mí y la idea me resultó tan aterradora, tan dolorosa que comprendí que no podía engañarme más, me había enamorado de ti. Mientras todos nos recuperábamos di por hecho que esto sería un amor platónico pero entonces ocurrió algo que me dio esperanzas.

-¿El qué?

-Fue una noche que paseaba por el castillo, fui a la antigua torre de astronomía y encontré a Pansy desahogándose con su lechuza.

-¿Qué tiene eso de relevante?

-Aquella noche le estaba diciendo a Agnes cuánto me gustaría volver a verte feliz, te veía siempre decaído y furibundo, nunca sonreías y lo único que hacías era seguir con la vista a Potter por inercia. Dije que si al menos él quisiera ser tu amigo podrías ser medianamente feliz, sabía que algo había en ti por él, que el haberte arriesgado a morir por salvarlo decía mucho sobre vosotros.

-Así que decidí que si alguien podía llegar a ti era ella y le pedí ayuda.

-Más bien me la suplicó.

-Me metí en su cuarto una noche y la esperé hasta que entró, puse hechizos de protección por toda ella para que no nos oyera nadie y no hubiera opción a molestarnos. Me tiró miles de cosas, algunas bastante peligrosas, hasta que conseguí calmarla produciéndole un shock momentáneo.

-¿Con la misma táctica que a mí?- asintió con una sonrisa divertida.- ¿Qué le dijiste?

-Le grite que era gay, no estoy seguro de si se rió de mi cara, de lo surrealista que era la situación o de alegría por haber encontrado lo que necesitaba para ti.

-De todas a la vez, Harry, siempre de todas a la vez.

-¿Qué pasó después?

-Le conté qué quería de ti, pero no me creyó.

-Me persiguió día y noche hablándome de ti, de cuánto te quería, de lo bien que cuidaría de ti, de lo atento que estaría de que jamás sufrieras, toda una parafernalia.

-¿Cómo consiguió convencerte?

-Volvió a presentarse en mi habitación, absolutamente desarmado, sólo con su capa para que no lo vieran entrar, no puso hechizos cuando entró, sólo se quedó de pie al lado de la cama, frente a mí esperando a que llamara a Snape y lo echara y se llevara un castigo o lo dejara hablar. Lo dejé hablar y sólo dijo dos palabras: lo amo. Siento decir esto Harry, porque es una patada al orgullo, pero estaba llorando, no hacía ruido, no dijo nada más, ni siquiera se secó las lágrimas, sólo se quedó esperando a una respuesta afirmativa o negativa, y al final me convenció. Era pesado, insistente, casi un imposible, pero de repente ahí estaba él esperando mi respuesta como si fuera la única esperanza de vida que tenía, mostrándose débil como jamás se había mostrado ante nadie.

-Quedamos en reunirnos la noche siguiente en la sala de los menesteres y empezamos a montar un plan. Yo me encargaría de poner un puente entre los dos, ella de que lo encontraras, el Internet fue una forma, hice las Web de foros, las de Quidditch y las de yaoi, por donde tú irías para descubrirlo todo. Una vez estuvo todo montado inventamos a Son como gancho para que entráramos en contacto.

-Una vez lo agregaste el resto fue pan comido, Harry tiene personalidad Slytherin y después de tantos años sabía cómo manejarte, sigo creyendo que estar tanto tiempo fingiendo estar enfadado no era necesario.

-Me quedó claro con la paliza que me diste, todo estaba montado para que te dieras cuenta por ti solo, pero sabíamos que siendo como eres un empujoncito era necesario.

-¿Y lo de aquella noche? ¿También era mentira?

-No, no lo era, aquella tarde Ginny me estaba espiando mientras hablábamos en la biblioteca y vino a pedirme explicaciones. Les dije la verdad a ella y a los demás, ninguno se lo tomó bien, tuvimos una enorme bronca en la sala común, lo niños se asustaron, al final tuve que irme antes de perder el control y poner a todos los presentes un silencius sin querer. Llevaba sentado allí dos horas cuando me encontraste, cuando te quedaste conmigo realmente me hizo feliz porque en ese momento eras tú la persona que más necesitaba.

-Draco, Harry te quiere de verdad, nunca he visto a nadie querer a otro como te quiere él, nunca he visto aceptar golpes por tu dolor como él ha estado dispuesto a aceptar de mí cuando estaba supuestamente enfadado contigo, os amáis, no hay forma de negarlo, al mundo sólo le queda aceptar que ha perdido a dos de sus hombres más atractivos y económicos del mundo mágico.

-Aceptaré lo que tengas que decirme Draco, pero no esperes que si estoy lejos de ti continúe viviendo, soy incapaz.

-No caerá esa breva, tú te quedas a mi lado y para siempre, no podrá separarnos ni la muerte diga lo que diga el ministro el mes que viene.

-Me he perdido.

-Tú y yo no casaremos el mes que viene quieras o no.

-Nada me gustaría más.

-Y de ahora en adelante viviremos los dos en la sala de los menesteres, en cuanto te den el alta irás al despacho de Dumbledore y no saldrás de allí sin esa habitación para nosotros solos o una mejor, ¿te quedó claro?

-Como el agua.

-Bien, y cuando salgas Pansy te tendrá preparada una selección de anillos entre los que deberás escoger el que más me gustaría sin su ayuda para pedirme por la noche que me case contigo.

-Absolutamente de acuerdo, ¿algo más?

-¿De verdad me quieres?

-Sólo por ti moriría.

-¿Si yo muriera vivirías por mí?

-Siempre y cuando me esperes y ése sea tu deseo.

-Lo es, siempre lo será.

Notas finales:

Siento que la conversación doble de son y harry con draco haya podido quedar confusa, he intentado arreglarlo y no he podido, mis más sinceras disculpas. De todas formas muchas gracias por leer. Un beso


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).