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I Remember por Gaara_Uchiha

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Notas del capitulo:

¡Hola! He vuelto con el segundo capítulo de este fic, espero que sea de su agrado.

PD: ¡MIKAN! ¡Te amo!

Capítulo 2

 

Sacó su teléfono celular de uno de los bolsillos de su pantalón holgado, presionó unos cuantos números para después apretar el botón de "llamar", se acercó el móvil al oído y esperó por unos segundos a que su llamada fuese atendida.

 

—Vamos, contesta—Musitó mientras caminaba lejos de la residencia de su progenitor.

 

— ¿Qué sucede? —Preguntaron del otro lado de la línea.

 

— ¿En dónde estás? —Respondió con otra pregunta.

 

—De camino a tu departamento—Dijo el chico con quien Yong Guk estaba hablando.

 

—Zelo, llama a Young Jae—Susurró al mismo tiempo que hacía una seña con su mano libre para detener a algún taxista.

 

—Bien—Musitó el chico sin rechistar. Después de pronunciar aquella palabra, ambos colgaron el teléfono. Un taxi se detuvo frente al de cabellos violetas y éste, sin pensárselo mucho, ingresó al vehículo.

 

El silencio reinaba en aquella habitación en la cual estaban presentes tres chicos; uno de cabellos rosados y otro de cabellos morados, los cuales se encontraban sentados en el amplio sofá de cuero negro que había allí, y el tercero, un joven rubio, quien se hallaba sentado en un pequeño mueble igual que el más grande, frente a los otros muchachos.

 

— ¿Me estás hablando en serio? —Dicho silencio, el cual se había vuelto algo incómodo, fue interrumpido por el blondo, quien respondía por el nombre de Yoo Young Jae— ¿A caso se han vuelto locos? —Preguntó frunciendo levemente el entrecejo, lo que le había dicho ese par le parecía lo más absurdo que había escuchado en su corta vida. Un gruñido salió de la boca de Yong Guk al escuchar la forma en la que el menor le hablaba.

 

— ¿Tienes miedo? —Miedo, decir esa palabra en esas circunstancias se le hacía irónico ¿Miedo? ¡Ja! Eso era lo que sentía él en ese mismo instante.

 

—No es eso, es sólo que no creo que haya forma de que...—La frase que estaba a punto de terminar se vio interrumpida por el menor entre los tres, el chico de cabellos teñidos de rosa que no había pronunciado más de diez palabras en todo el tiempo que tenían ahí.

 

—Vamos, hyung, debe haber una manera—La voz del pequeño se escuchó suplicante, cosa que logró sobresaltar a los mayores, pero supieron disimularlo bien, manteniendo sus serias posturas.

 

—No creo que...—Calló al ver directamente los oscuros ojos de Yong Guk, los cuales les parecieron estar cristalinos ¿Era su imaginación la que le estaba jugando una broma? Negó suavemente con la cabeza y entonces lo supo, el heredero de la mafia de la cual su familia era socia, estaba afligido, preocupado, y tenía la ligera sospecha de que en cualquier momento no tendría la fuerza para retener todos esos sentimientos y sensaciones que hacían mella en su corazón y dejaría escapar su frustración por medio de lágrimas, saladas, cristalinas, que resbalarían por su rostro igual que un par de cascadas—Está bien—Musitó creyendo que en algún momento el cielo se caería sobre él, puesto que había visto como una leve, muy leve y casi imperceptible sonrisa se había dibujado en los labios de Bang Yong Guk, aquel chico frío y un tanto despiadado. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y optó por engañarse a sí mismo, obligándose a creer que lo que acababa de ver era producto de su retorcida y perturbada imaginación.

 

Eran alrededor de las nueve de la noche, la tenue luz de la habitación de Yong Guk era lo único que alumbraba el lugar, el clima era fresco y sólo se escuchaban las respiraciones de los tres chicos que se encontraban ahí.

 

—Dae Hyun acaba de mandarme un mensaje, ya tienen listo el cadáver—Anunció Young Jae rompiendo el silencio que se había formado en el cuarto—Sacarán las fotos y luego se desharán de él, luego vendrán—Dijo el rubio guardando su teléfono dentro de uno de los bolsillos de su pantalón.

 

— ¿Estás seguro de que se parece a Him Chan? —Cuestionó el mayor dubitativamente, Yoo asintió con la cabeza.

 

—Eso dijo Jong Up—Comentó.

 

Pasaron unas cuatro horas, la impaciencia de Yong Guk era muy notoria, a tal punto de que Young Jae e incluso Zelo comenzaban a impacientarse también.

 

El timbre sonó y el primero en levantarse de la cama en la que se encontraba fue el de cabellos violetas, quien salió rápidamente de la habitación y se dirigió a la puerta de la entrada, seguido de los otros dos muchachos. Al abrir dicha puerta, se encontró con un par de jóvenes aparentemente menores que él, uno castaño y el otro de cabellos dorados. Se movió un poco dándoles espacio para que se adentraran al departamento y después cerró la puerta tras de sí.

 

— ¿Y bien? —Su ronca voz sonó un poco entrecortada, sintiéndose estúpido por lo vulnerable que se estaba volviendo, se maldijo mil veces por aquello y aclaró su garganta tratando de disimular un poco.

 

—Aquí están—Murmuró Jung Dae Hyun, el de mechones dorados, sacando unas cuantas fotografías del bolsillo de su camiseta.

 

— También tomamos unas después de la incineración—Dijo Moon Jong Up, el castaño, mostrando un par de fotos que había sacado de un pequeño koala negro que traía consigo, Jun Hong no pudo evitar reír de forma siniestra ante aquello, pobre chico, fue sacrificado cruelmente para salvar la vida del hijo de un mafioso.

 

—Hyung... Una pregunta—Susurró Zelo con la curiosidad plasmada en su rostro, acercándose a Dae Hyun, éste se dedicó a mirarlo, dándole a entender al menor que tenía su atención— ¿Estaba vivo cuando lo quemaron? —No pudo evitar soltar una risita traviesa, desconcertando a los mayores, pero no había nada de qué sorprenderse, así era Jun Hong.

 

—No—Respondió Jung negando con la cabeza, el pelirrosa suspiró sonoramente con una expresión de desilusión en sus ojos.

 

—Chicos... ¿Quién era él? —Interrogó el mayor cuando tuvo entre sus manos las fotos tomadas por los recién llegados.

 

—Era sólo un tipo que nos debía un favor—Dijo Jong Up serenamente, Yong Guk suspiro con suavidad ¿Qué era esa sensación que comenzaba a invadirlo? ¿Era remordimiento? Y otra vez se recriminó por sentirse de esa forma en una situación como aquella.

 

—Era un asesino, hyung—Musitó el castaño, como si hubiese leído sus pensamientos.

 

—Vamos...—Guardó las fotografías dentro de su billetera y se dio la vuelta para salir de ahí, así mismo hicieron los otros chicos, siguiéndole el paso desde lejos, el menor de todos fue el encargado de cerrar la puerta con llave, su hyung tenía cosas más importantes que pensar como para preocuparse por la seguridad de su hogar.

 

Llegaron a su objetivo: La mansión de la familia Kim. Estacionaron el auto a unas cuantas casas de la del pelinegro y se dirigieron a gran velocidad, pero con sigilo, a la puerta trasera de la residencia, no sin antes haber logrado saltar la cerca eléctrica que cubría el contorno de aquel lugar. Lo habían planeado todo meticulosamente unos cuantos días atrás, burlaron las cámaras de seguridad, acabaron con un par de guardias y lograron entrar a la casa sin ser descubiertos, Yong Guk se dirigió a la que supuso que era la habitación de Him Chan, Zelo le seguía en silencio, Young Jae y Dae Hyun intentaban desactivar la cerca eléctrica mientras que Jong Up se aseguraba de colocar las fotos previamente entregadas por el de cabellos morados, en un lugar específico el cual pueda ser apreciado rápidamente por los habitantes de ese lugar en cuanto se despertaran.

 

—Him Chan—Susurró el mayor moviendo suavemente el hombro del aludido.

 

— ¿Yong Guk...? —Al abrir sus ojos y encontrarse con el de cabellos violetas, no pudo evitar confundirse de sobremanera ¿Qué carajo hacía él ahí? ¿Había enloquecido? ¿O se había vuelto un suicida? Yong Guk llevó uno de sus dedos índice a los rosados labios del pelinegro e hizo un sonido con su boca indicándole que guardara silencio.

 

—Tenemos que irnos, luego te explico—Lo tomó del brazo y lo jaló un poco, obligándolo a levantarse—Ven—Atrajo el cuerpo del menor hacia el suyo y comenzó a caminar, con Him Chan siguiéndole el paso sin reprochar nada en lo absoluto.

 

Fuera de la pieza estaba Jun Hong, su mirada gélida y su porte serio lograron estremecer al adormilado pelinegro, más cuando una sonrisa, o al menos un intento de ésta, se formó en sus labios.

 

Cuando estuvieron en la sala, los ojos de Him Chan se abrieron en desmesura puesto a que no podía creer lo que éstos veían, aquel chico era muy parecido a él, y estaba... Muerto. Se giró para ver al mayor, esperando una respuesta de su parte, no obstante, lo único que recibió fue un movimiento de cabeza que indicaba negación.

 

Al instante, Dae Hyun y Young Jae se hicieron presentes en aquel lugar, llamando la atención de los chicos que estaban allí.

 

—Conseguimos desactivar la cerca—Afirmó el de cabellos más claros, el pelinegro se sorprendió un poco ya que no entendía nada de lo que estaba sucediendo.

 

—Prometo que te lo explicaré todo cuando lleguemos a mi departamento...—Susurró Bang tomando firmemente la muñeca del heredero de la familia Kim, éste asintió levemente—Ahora vámonos—Todos hicieron caso a aquella orden y sin perder tiempo, se fueron de allí, no correrían el riesgo de que alguien despertara y el plan se arruinara.

Notas finales:

OwÓ Como ustedes son geniales, me dejaran rw, recuerdalo, por cada rw... ¡Nah! Sólo dejenme su comentario para saber que les pareció el capítulo :3


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