“Say it”
By: Kaze-pon.
“Dilo.
Explícate. Sigue.
Estoy escuchando, ¿qué está mal?
Trata de decirme que estaba ciego, que era tonto. Que tú nunca estabas lejos.
Ooh, j…er, te equivocas.
Sólo dilo. Defiéndete. Te caes.
Trata de mencionar lo que has hecho
Para hacerme sentir que eres real, que estás cerca…
¿PARA QUÉ…?”
Me acosté en el piso. Este es el único lugar en el que puedo sentir tu presencia. Aún así…
Esos momentos en los que ambos éramos jóvenes. Fuimos valientes y fuertes. Pensé…
Pero estaba equivocado.
Nunca has estado conmigo. Mi amigo…
Te odio. Totalmente.
“Dilo.
Es tiempo de admitir tus fallas.
Estoy cansado de vivir con esperanza
De que un día vienes aquí y dices…”
“Te amo. ¿Lo sabías?”, apenas susurrando.
Dejé a un lado la hoja. Miré el techo.
Nunca fui bueno en las letras de las canciones. Cada vez que traté de escribir algo sólo salió mierda sensible. Ese es el por qué nadie antes ha visto mis canciones. Prefiero hacer música en vez de escribir palabras egoístas.
Pero hoy es un día especial.
“Dilo.
Dime que el dolor es todo.
No hay nadie a quien mostrarle
Que tú eres el único que puede romperme
Y traerme de vuelta. Hola,
El olor del golpe mortal”.
Abrí el sobre y puse la hoja de la computadora dentro. Sabes, está es la peor cosa de ser un amigo de la persona a la que amas. Así que por muchos años he tratado de mantener tus ojos en mí, pero tus ojos estaban cerrados. Todavía lo están.
Pero eso ya no importa.
“Cúlpame.
No puedo creer que tú estés bien.
Estoy harto de esta pelea.
De corazón sangriento y mente miserable…
Envenena toda mi vida”.
Con el sobre sellado, miré el pequeño corazón en la esquina del papel duro. “¡Feliz día de San Valentín!”
Por supuesto, sé feliz, mi jodido amor. Este día especial te presento la verdad con este asqueroso bulto muerto que tengo por corazón, que huele como whiskey caro concentrado.
Tomé un trago del vaso. El brandy sabe a mierda.
“Para mí Akira”, escrito por arriba de la imagen.
La llamada. De pronto…
Contesté. “¿Qué mierda necesitas de mí ahora?”
“Buenos días, belleza”.
“Cállate”.
“Estoy camino a tu casa”.
“¿Ah? Jódete. No quiero ver tu cara”.
“¿A quién le importa? Yo quiero ver la tuya”.
“Tú…”
“Cierra los ojos y déjame demostrarte que tan fuerte te quiero esta noche”.
Espera un minuto… no es gracioso.
“Akira, estás ebrio”.
“Yep”.
“¿Alguna razón?”
“Día San Valentín, bastardo”.
“¿Y qué? No eres una colegiala chillona. ¿O es que yo no sé nada sobre tus desaparecidas tetas?”
Te ríes. Mi corazón va a detenerse.
“Tengo que ser valiente” dijiste.
“¿Para qué? ¿Acaso soy como un pato salvaje mordiendo tu culo?”
“¡Pero podrías ser!” No quiero, pero no puedo dejar de sonreír.
“Tómalo.
Abre los ojos. Me he ido.
Te dejé, ¿quién está equivocado?
No puedo estar aquí porque tú no escuchas.
Porque no quieres saber.
Sólo dilo.
Dime que yo estaba bien.
Que estaba en tu mente.
Que había un agujero dentro de tu alma
Cuando mi pulso se detuvo, ¿correcto?”
“Acabo de decir una tontería. Estoy tan… oh, no…”
“Akira, ¿qué demonios? No me hagas perder mi tiempo y dinero. Sólo dilo” Sonreí con nostalgia.
La llamada se cortó.
“¿Ah? ¿Hola? ¿HOLA? …Vete a la mierda, perra”.
Apreté los dientes e intenté respirar sin preocuparme, pero el repentino golpeteo de la puerta casi me mata. Mi corazón se detuvo por un par de segundos, lo juro. Y estaba dispuesto a matar a todo aquel que estuviera detrás de la puerta ahora. Pero cuando abrí, vi los ojos abiertos…
“Te amo. ¿Lo sabías?” dijiste…
-FIN-