Era de noche Orfeo se encontraba despierto no podía dejar de pensar en los ojos que había visto en esa casucha, necesitaba volver y verificar que no estaba loco, que alguien estaba viviendo ahí
-hey que pasa que no dormís- Dita entro con su cabeza llena de mayonesa
-la pregunta es, que te pusiste en el cabello- Orfeo miro a su hermano tapándose la boca para no reírse
-mira ni se te ocurra burlarte de mí, porque esto es para que mi cabello brille ya que tengo que estar lindo mañana- el peli turquesa prendió la radio y se puso a bailar en el balcón de la habitación, estaba hecho un adolecente
-que pasa que estas tan feliz, no eres así- el peli celeste lo miro sorprendido por la actitud de su hermano
-pasa que mañana viene mi nuevo entrenador y es hermoso, prohibido míralo entendiste-
-soy chico para pensar en esas cosas, así que quédate tranquilo-
-era broma, sería incapaz de pelear contigo por un hombre, antes muerto-el mayor se tiro encima de Orfeo llenándole la cama de mayonesa
-oigan dejen de tontear, creo que ya están bastante grandes los dos para jueguito de niños- Julián entro mirando con irritación esa situación
-papa perdona, no va volver a pasar- Dita se levanto para ir a lavarse el cabello, en eso su padre lo toma del brazo y lo trae hacia el
-deja de portarte como una niña, no ves que eres hombre, suficiente tengo con aguantar tu trabajo de modelo, ahora quítate eso que me da asco- Julián era un hombre demasiado correcto y no soportaba que su hijo sea así de delicado
-lo siento papa, no volveré a decepcionarte- el joven entro al baño privado que tenía su habitación, estaba a punto de llorar pero no quería doblegarse antes ese hombre, que a veces lograba que lo odie
-papa no debes ser tan malo Afrodita es un chico muy lindo e inteligente deberías valorarlo más- Orfeo abrazo a su padre intentando calmarlo, sabía que era tan estricto que era capaz de pegarle sin importarle que ya sea un hombre
-eres igual a tu madre un ángel, Esmeralda siempre me calmaba con solo abrazarme-
-papa amaste a la madre de mis hermanos, porque nunca hablas de ella- el joven lo tomo de la mano y lo sentó en su cama para poder hablar
-Azuka fue mi primer amor, con ella me case tuve tres hermosos hijos, lamentablemente la vida me la arrebato y allí apareció tu madre quien curo mi tristeza-
-padre perdón por a hacerte recordar cosas triste- el más joven de sus hijos lo abrazo tan fuerte mientras le decía lo mucho que lo amaba
-bueno, basta de lamentos y bajemos a cenar quiero hablar con todo mis hijos, tengo una gran noticia-
-yo no tenía ganas de cenar, pero si es importante debo estar ahí-
-bien los espero abajo, dile a dita que no se demore- el peli azul salió de la habitación con la conciencia pesada, tenia tanto que llevarse a la tumba que a veces no podía ni dormir
Freno un auto afuera de la hacienda, Radamanthys por fin estaba parado frente a esa casa que tanto deseaba destruir, Saga le dio un beso que lo saco de sus pensamientos
-gracias por traerme, hoy la pase hermoso, espero volver a verte, si tú quieres- el gemelo estaba totalmente enamorado, y ese sentimiento crecía mas, necesitaba estar con ese hombre que le robo todo, en eso un golpe la ventana lo asusta a los dos, Saga se baja topándose con el hombre que estaba siempre con su padre
-Indio, que haces acá afuera-
-joven perdón que interrumpa pero su padre está esperando por usted, para dar una noticia-
-tranquilo Indio, unos minutos mas no me van a matar- Julián apareció ahí frente a los ojos ambarinos del juez, este se bajo del auto para verlo frente a frente
-papa, te presento un amigo de la facultad, el está en la carrera de medicina- Saga tomo la mano del rubio sin percatarse que todos lo estaban viendo
-hola señor Aizawa, que honor tenerlo frente a mí, un hombre tan importante- Rada le estrecho la mano intentando retenerse para no pegarle y decirle todas sus verdades
-gracias por el halago, mi ego se hace más grande- Julián se reía mientras el rubio fingía estar contento por ese encuentro
-bueno dejo que te despidas de tu amigo, y apúrate que Alberich está un poco dolorido, un gusto conocerte- el mayor se retiro junto con el indio
-viste, le agradaste a mi padre eso no suele pasar-
-me alegro, ahora te dejo, debo estar temprano en casa- el juez le dio un beso en la mejilla, luego se subió al auto, estaba como enojado por la situación, sus sentimientos estaban confusos, en eso el gemelo se sube al auto y lo besa
-estuvimos juntos hoy, por lo menos despídeme con un beso en los labios-
-perdona, estaba pensando en otra cosa- el rubio lo abrazo besándolo con toda la pasión, sentía que le gustaba enserio ese joven pero era su enemigo tenía que hacerle pagar
-bueno nos separemos no vaya ser que alguien nos vea-
-igual estamos con suerte que estos dos árboles tapan el auto-
-tienes razón, bueno mañana te espero en el parque central - el peli azul bajo muy feliz, estaba que ardía, deseaba estar de nuevo en esos brazos, sentía que estaba en el paraíso, entro a la casa notando que toda la familia estaba sentada incluyendo a su prometido
-mi amor gracias por preocuparte por mi- el peli rosa le dio vuelta la cara cuando este quiso besarlo
-perdón estaba re ocupado, y papa dijo que estabas bien, que no era grave-
-ah, asique por eso te tomaste toda la tarde, sin llamarme, porque no me estaba muriendo, sabes me hiciste perder el apetito- Alberich se levanto para irse a su recamara pero fue retenido por su suegro que lo sentó de nuevo
-por favor perdona a mi hijo a veces se porta como un inmaduro, pero él te quiere, yo te lo aseguro- Alberich miro a su amante, quien al escuchar a su padre decir eso solo pudo dar su aprobación de que así era
-si papa tiene razón, a veces me porto como un tonto, perdón-
-mi amor estas perdonado- el peli rosa lo abrazo depositándole un dulce beso
-bueno ya está, no quiero tener pesadillas- Dita miro a su hermano quien dejo de besar a su prometido
-sabes, sos un envidiosos porque alguien como tu hermano nunca te va a mirar, porque sos hueco - el otro se reía mientras Julián dio un solo golpe en la mesa para terminar con el sarcasmo
-basta, ya son grandes, dejen estas peleas para los niños que no saben comportarse- el peli azul puso fin logrando enojar a los dos acusados
-bueno ya que todos se callaron, papa podrías decirnos cuál es la noticia- kanon se puso serio mirando a su padre
-bueno vino su abuelo, y me dio una gran noticia-
-ese hombre no es mi abuelo, solo de Orfeo así que no subestimes mi inteligencia- kanon se levanto disculpándose con los presentes y subió a su recamara
-no le hagan caso, porque ese hombre a quien su hermano rechaza los quiere de verdad como si fueran su sangre, y merece respeto-
-no te preocupes papa algún día nuestro hermano lo aceptara- Orfeo sonrió logrando cambiar la situación en la mesa
-bueno, el señor kanji vino a ofrecerle al que se case primero unas tierras, de plantación de vino, es una inversión que va dar mucho dinero-
-dios! Que buen hombre nunca voy a dejar de agradecerle todo lo que hizo por nosotros- Dita estaba feliz por la noticia, a diferencia de kanon el tenia otra perspectiva sobre ese señor
-entonces Saga heredara esas tierras- Alberich miro a su suegro con una sonrisa cómplice, mientras que Saga estaba mal ya que quería a otro hombre, y sentía que la vida le estaba poniendo muchas trabas
-bien brindemos por el futuro casamiento y todo lo que vendrá después de eso- todos levantaron las copas, hasta Saga que a pesar de estar triste tuvo que mostrar su mejor cara a su padre ya que no quería decepcionarlo
Todos se encontraban descansando, todos excepto Lina la perra de Orfeo quien se encontraba afuera de la casucha lamiendo la mano misteriosa que salía de ese lugar
Ya amanecía, todos en la hacienda empezaron a trabajar, Saga y kanon se fueron a la universidad, Orfeo estaba con su maestro particular, y Dita solo esperaba que apareciera ese hombre que le quitaba el sueño
-que haces acá afuera- Julián salió de la casa mirando a su hijo quien estaba muy bien vestido, como si fuera a una cita
-nada papa solo estaba mirando que los empleados no estén de holgazanes- el peli turquesa sonrió, agarrándose del brazo de su padre, en eso ve entrar a Minos con un jean al cuerpo, marcando todos sus dotes, su camisa estaba con dos botones desprendidos, mostrando un poco de es pecho varonil y bien trabajado
-hola Minos, te estaba esperando- el joven soltó a su padre y corrió hasta donde estaba el juez
-hola joven, espero no haberlo hecho esperar- Minos miro a Julián quien estiro su mano para saludarlo
-bienvenido yo soy Julián el dueño de esta casa y quien te va a contratar-
-que gusto conocerlo, soy Minos y estoy para servirle- el plateado estaba muy tranquilo, a diferencia de su hermano el tenia control sobre su carácter, podía compartir todo el día con su enemigo y no demostrar ira
-que joven más educado, me agradas, veni vamos a mi despacho así hablamos sobre tu paga-
Los dos hombres estuvieron conversando un largo rato, Julián estaba satisfecho con ese chico, mientras que el plateado solo pensaba en como destruirlo
-bien, me encanto hablar con vos, ahora anda que mi hijo te debe estar esperando, voy a llamar a la empleada para que te guie hasta la salida-
-no se preocupe tengo muy buena memoria- el joven salió de ahí satisfecho por su actuación, había logrado agradarle y eso era un punto a favor
Estaba por salir, cuando sintió un grito en la cocina, sin pensarlo dos veces entro a ver qué pasaba, allí estaba un joven hermoso levantando unos vidrios de una jarra que al parecer se le había caído
-estas bien, permíteme que te ayude- el plateado lo alzo para prevenir que se corte ya que estaba descalzo, el otro se abrazo de el haciendo que le agarrara un escalofrió, Minos lo miro quedando atrapado en esos ojos color esmeralda que parpadeaban haciendo lucir esas largas pestañas
-gracias por ayudarme, ahora ya podes bajarme- Alberich quien era muy sensual había logrado seducir al plateado
-disculpe, soy Minos-
-qué lindo nombre, yo soy Alberich-
-quiere que llame a alguien-
-no te preocupes, vuelve a tu trabajo, porque si te ven en la cocina te van a despedir-
-bueno, permiso- Minos salió de ahí, estaba sorprendido por lo sensual que se veía ese joven, mientras que el peli rosa quedo con ganas de conocerlo, nunca había sido tocado por alguien vulgar y pobre, pero ese hombre le provocaba algo en su interior
-como te demoraste ya me estaba adurmiendo- Dita le sonrió mientras intentaba subir al caballo, en eso pierde el equilibrio, Minos lo toma de la cintura para impedir que caiga al suelo, notando que los cachetes del peli turquesa estaban rojos
-estas bien, de golpe te pusiste colorado- el plateado sabía que era por el que estaba así, noto desde el primer día que a ese joven gustaba de el
-es que cuando me asusto me pongo así- Dita trato de disimular lo mas que pudo para pasar desapercibido, entonces las manos de Minos le apretaron la cintura haciendo a dita dar un pequeño gemido
-disculpen, me preguntaba si también podría enseñarme a montar- Alberich le hizo una invitación atrás de esas palabras, que Minos entendió a la perfección, el kyoto solo sonrió, logrando poner celoso a Dita
-el es mi entrenador, búscate a otro- el peli celeste se paro delante del plateado mirando con rabia a su cuñado
-tu padre es el que paga, así que él decide, ahora mismo voy hablar con él- Alberich así lo hizo logrando con su pedido ser un alumno más de Minos, los tres se encontraban montando, estaban recorriendo los alrededores de la hacienda, el peli celeste trataba de agradarle al juez mientras que a este se le iban los ojos por el peli rosa, era un enredo amoroso bastante peligroso,
Estaban de lo más tranquilo hasta que el caballo de Alberich perdió los estribo y salió corriendo metiéndose entre la los arboles, el plateado corrió tras de él para evitar un accidente, Dita quien no podía seguirle el ritmo, se bajo de su caballo para seguirlo a pie
Minos estaba buscándolo hasta que se topo con un manantial bastante hermoso, el agua era cristalina y tan transparente que se veía todo lo que había abajo, en eso siente una risa bastante sensual, cuando se gira el peli rosa estaba todo mojado parado sobre una roca que estaba en las orillas del lago
-te asuste, perdón es que era la única manera de poder estar solos- Minos se acerco a él sintiendo un fuego entre sus piernas, cuando sus respiraciones se chocaron entre sí el más chico se abrazo a su cuello y lo beso, el mayor lo alzo para poder apretarlo más contra su erecto miembro, los besos se tornaron hambrientos de deseo, Dita estaba cerca de ahí, de golpe vio al caballo que montaba Minos, se acerco a él notando el ruido de la cascada, cuando corrió algunas malezas vio lo que más le dolió en su vida, fue tan grande el shock que se quedo parado mirando esa escena, de sus ojos salieron unas lagrimasque no pudo retenerse, el plateado empezó a besar su cuello haciéndolo gemir, en eso ve a dita parado mirándolo, y como maldito que es por su deseo de vengarse siguió besando, y tocando al peli rosa, Dita salió corriendo de ahí llorando, se sentía morir, ahora que haría, si le contaba a su hermano seguramente se separarían y el se iría con Minos, en el fondo de su corazón deseaba no haber visto nada
Orfeo se paro en los límites de la hacienda estaba decidido a saber la verdad, llevaba en su mano un palo por si tenía que defenderse, paso el alambrado y se dirigió al lugar en eso ve a su perra durmiendo en la puerta de esa casucha
-Lina que haces acá, acaso dormiste todo la noche en este lugar- la perra se levanto lamiéndole la mano a su dueño, mientras que Orfeo sacaba un martillo para romper la cerradura, cuando tuvo en su mano esa arma empezó a golpear hasta lograr partir el candado, después tomo el palo y empujo la puerta, como vio que no salía nadie decidió entrar cautelosamente
-quien eres?- Orfeo al sentir esa vos empezó a alumbrar para todos lados, en eso ve la cara de un niño acostado en una cama llena de peluches
-quien eres tú, y por qué estás aquí escondido- el niño prende la luz de una lámpara que estaba alado de su cama
-soy Sorrento, y tú-
-Orfeo, soy de la hacienda vecina, porque estas encerrado aquí- la casucha a pesar de verse fea por fuera, era hermosa por dentro tenía todo para que ese joven este cómodo
-yo vivo aquí ya que mi padre me protege del mundo, dice que está todo mal afuera, y que alguien con mi discapacidad tiende a sufrir
-tu discapacidad?-
-si soy inválido, no puedo caminar-
-eso no te retiene, afuera hay cosas hermosas, creo que tu padre mintió-
-el nunca miente, no tenemos el uno al otro, el trabaja casi todo el día para darme de comer, por eso viene poco a verme pero indio siempre esta acá cuidándome- Orfeo al escuchar ese nombre sintió que su sangre se helaba, la duda empezó a rodar por su cabeza y si los rumores que habían en las haciendas vecinas era cierto, que su padre tenía un hijo extra matrimonial