Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cárcel de Amor por TokiitaNaruLoveBK

[Reviews - 211]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los títulos de los capitulos no tienen nada que ver con los días que pasan en la cárcel, por ejemplo, día uno: odio fraternal, día dos: lalalala, eso no quiere decir que ese sea el segundo día de Naru en la carcel. Si no que en vez de poner 1.- Odio Fraternal, yo pongo Día uno: Odio fraternal. 

 

Aparte de eso, no hay ninguna aclaración :3 

 

Después de un buen tiempo por fin me presento con un nuevo fic! Este fic iba a ser públicado desde hace mucho pero por algunos problemas no se pudo, espero que los disfruten, pues a mi me gusta por donde van las cosas con el, sin más, les dejo leer y cualquier duda sera respondido sin contratiempos. 

Los RW los contesto todos, el día en que se vuelve a actualizar. 

Los capitulos son largos, y los días en que actualizare son Lunes, Miércoles y Viernes. 

Si gustan preguntar algo, aquí: 
https://www.facebook.com/UchihaNaruYaoi
O bien, en mi messenger también son bienvenidos, o skype. 
saliet_sasoni-van_dofier@hotmail.com 

Cárcel de amor
UchihaNaru

 

No importa si afuera esta por acabar el mundo, yo solo quiero estar a tu lado

 

Día uno “Odio fraternal”

 

La misma cama, las mismas personas, la misma comida asquerosa día a día… ¿Qué era lo que esperaba? Era obvio que nada iba cambiar. Habían pasado 6 años desde que lo habían encerrado en ese lugar, desde entonces, no había pasado la gran cosa dentro de aquella penitenciaria, ahora con 24 años aun tenía una vana esperanza de encontrar algo emocionante que pudiese entrar en su vida, pero seamos sinceros, estaba acabado, nunca saldría de ese lugar y nada iba a cambiarlo, esperar algo emocionante… era una pérdida de tiempo.

 

En fin, era mejor que saliera de la cama, una vez que se paró se dispuso a ponerse su pantalón naranja, una sport blanca y la camisa de manga larga naranja que tenía que vestir en ese asqueroso lugar, al final, decidió ponerse esta última prenda sin llegar a abrocharla por el calor; sacudió sus cabellos negros, fue al baño y se mojó la cara para terminar de despertar,  una vez hecho esto, aquel chico de ojos negros con el nombre de Uchiha Sasuke se encaminó hasta la cafetería, en donde fue recibido con un buenos días de parte de otro de los reos.

 

Nombre: Kakashi Hatake, un hombre curioso que tenía un parche en el ojo izquierdo y escondía cierta parte especifica de su rostro con un cubre boca, preguntarle el por qué lo usaba era una pérdida de tiempo, si no lo había intento saber durante seis años, no lo iba a intentar esa mañana, así que simplemente se dispuso a desayunar.

 

Su vida era monótona, ese día había estado distraído por alguna razón desconocida por él y cuando se dio cuenta, la luna ya estaba por salir, aun así, supo que no se había perdido de nada, después de todo, todos los días era lo mismo, desayunaba, iba al pateo para encontrarse con sus compañeros, hacían ejercicio, comían y jugaban algún deporte, entiéndase básquet, futbol o voleibol, después de eso se iban a bañar a las duchas, cenaban y cada quien a su cama, esa rutina se repetía día a día, los reos más peligrosos no daban problemas mientras no fueran provocados y nadie peleaba si realmente no era necesario, en conclusión: Su vida era aburrida.

 

Pero como sea, quejándose no iba a cambiar nada, así que se concentró en lo que haría en ese momento, ir a las duchas, él y los chicos habían tenido un partido de básquetbol realmente bueno y los demás iban criticando sus jugadas, y aunque él no participaba en la plática, ponía atención a lo que los demás decían, y es que la verdad no es como si se llevara bien con ellos, eran simple diversión, después de todo no se puede jugar ese tipo de deportes solo.

 

-¡Vamos mocoso, esta es tu nueva casa! -¿Un oficial? ¿Qué hacía un oficial dentro a esa hora de la noche? Además de eso ¿Por qué los reos estaban tan interesados en saber que pasaba? A juzgar por los gritos era claro que habían traído a un nuevo prisionero y lo llevaban a su celda, de seguro el idiota estaba alterado al ver su nuevo mundo, el de tez blanca se acercó a la multitud al igual que los demás, una fila de oficiales se extendía delante de ellos para evitar que alguno quisiera pasarse de listo, quiso mirar un poco más, pero todos estaban demasiado amontonados, solo podía escuchar al nuevo gritar.

 

-¡Suéltenme! ¡No pueden encerrarme aquí! ¡Quítame tus sucias manos! –Suspiró, podía ser nuevo, pero era un perdedor más, alguien que decía no merecer estar en ese lugar pero que al final seguía siendo un enfermo mental asesino que se creía la gran cosa, no iba a negar que él era así, pero por lo menos él estaba consciente de que merecía estar ahí y al final no le gustaba negar su pasado, el cual, gracias a sus decisiones, él solito arruinó.

 

-Para tener bonita cara y ser tan joven es una lástima que hayas terminado en este lugar –El pelinegro alzó una ceja en forma de duda, ¿Qué pretendía ese oficial? A su alrededor podía escuchar a los prisioneros murmuran sobre quien sería su nueva presa, ¿Tan deseable estaba entonces aquel chico? La verdad era que no creía que fuera para tanto, todos habían estado encerrados tanto tiempo que de seguro ya estaban alucinando.

 

-Púdrete-ttebayo – Aun así debía admitir que lo que escuchaba era una voz algo linda, no podía decirlo con seguridad porque al parecer el nuevo estaba ronco y enojado, pero bueno, el oficial   se retiró al igual que todos los demás, nadie perdió tiempo y rodearon la celda del nuevo, la cual era una… ¡¿Acaso estaban rodeando SU celda?! No, ¡Él no iba a compartir celda con un idiota! ¡Era su celda y de nadie más!

 

La celda que él tenía, era una celda especial; este tipo de celdas solo eran otorgadas a los delincuentes que eran dignos de ser llamados como tal y unos otros por haber pagado lo suficiente por ellas, aquella penitenciaría no era común, el fundador era un hombre que estuvo en su juventud en la cárcel, su actitud estafadora no había cambiado, pero había hecho aquella cárcel con la intención de que ciertos reos, disfrutaran algunas comodidades, aquella sección de celdas especiales era parecida a los cuartos que había en un manicomio para enfermos mentales que eran considerados peligrosos, solo que ellos no eran, de cierta manera, ese tipo de enfermos mentales, además de que cada cuarto era separado por pasillos, como si fueran pequeñas casas individuales de una sola sección, dentro habían dos camas, eran celdas compartidas, tenían un tamaño considerable y se podía disfrutar de privacidad.

 

Sasuke estaba molesto, pues en verdad no quería tener que compartir esa privacidad, se hizo paso entro los reos y los corrió a todos con gritos y puñetazos, nadie se negó a hacerlo, todos sabían que esa era su celda y que no era conveniente provocarlo, algunos solo murmuraron la suerte que tenía al quedar con el nuevo reo, otros lo maldijeron y él solo los ignoró.

 

 –Esto es un asco ¡Un asco-ttebayo! – Al entrar a la celda miró como su nuevo compañero pateaba lo que sería su cama, a pesar de que había ido con la intensión de correrlo no pudo evitar analizarlo al instante, el nuevo tenía un cuerpo aparentemente frágil y lascivo, tez morena como la canela, cabello rubio y brillante, además de revoltoso y aparentemente suaves, y para concluir tres curiosas cicatrices en forma de bigotitos en cada mejilla, parecía un zorrito y si que se veía deseable -¿Qué se supone que ves-ttebayo? – Sasuke salió de sus pensamientos, el azabache miró los ojos que hasta ahora no había podido ver y quedo deslumbrado, claro, no lo demostró, pero ver un azul tan intenso no era común y de un momento a otro pudo sentir una calidez extraña en él, pero en ese momento estas cosas eran desconocidas para él, pues al final, el chico frente a él seguía siendo un delincuente incapaz de llegarle a los talones.

 

-Veo a un intruso –Dijo con sequedad –Esta es mi celda, largo –El nuevo lo miró como diciendo ¿Estás hablando en serio? Y obvio, Sasuke estaba hablando totalmente en serio, el rubio suspiró, preguntándose si debería quedarse callado o provocar al azabache para pasar el tiempo.

 

-¿A sí? No veo tu nombre por ningún lado, mejor resígnate a tenerme aquí o has un milagro y sácame de este lugar - El rubio se dio media vuelta y se sentó en la cama, mirar al suelo era lo único que podía hacer, Sasuke refunfuñó y por primera vez no supo que decir, algo dentro de él le hizo querer saber porque después de esa mirada retadora por parte del desconocido su estado de ánimo decayó tan rápido.

 

-El que debería resignarse eres tú, si te pusieron aquí es porque de seguro estas condenado, acepta tu destino –Sasuke estaba a punto de irse, después de todo aun tenía que ir a bañarse, pero una pequeña risa disimulada por parte de Naruto le hizo detener sus pasos para mirarlo de reojo, el rubio aun miraba el suelo pero a diferencia de hace unos segundos sonreía con burla.

 

-Me resigne desde el momento en que me atraparon y me condenaron, estaré de por vida aquí y no es como si me importara, lo único que no acepto es esto, estar encerrado precisamente en este lugar, habiendo en el mundo tantas penitenciarias tuvieron que meterme aquí –El enojo con lo que lo decía sorprendió al azabache, nunca creyó que ese fuera el motivo de su enojo y evidente dolor, pero aun no entendía bien que era lo que ese chico quería decir, después de todo ¿Cuál era la diferencia de esa cárcel con toda las demás?

 

-No es como si me interesara saberlo –La curiosidad mató al gato, Sasuke no quería meterse en esas cosas, de nuevo recordó que tenía que bañarse pero la voz del rubio lo detuvo una vez más.

 

-Oye, ¿Conoces a Deidara Namikaze? –El azabache miró algo confundido al rubio, se preguntaba cómo es que ese niño conocía a Deidara, a quien ciertamente conocía, pues no en vano era su cuñado -¿Sabes dónde puedo encontrarlo? -¿Debería decirle? Bueno, si debía o no ¿Era su problema? Por supuesto que no, así que ¿Qué importaba?

 

-Está a cuatro celdas de esta- Sasuke no quiso decir ni una palabra más, se estaba metiendo en un campo desconocido y debía evitar eso, preguntas como ¿Quién es este chico? ¿Qué hizo para estar en ese lugar? Y ¿Por qué conocía a alguien como Deidara? Estaban empezando a molestarle en la cabeza, tenía que buscar alguna distracción, después de todo y como ya había dicho, nada de eso tenía que ser de su incumbencia.

 

Por otro lado, el rubio caminó hasta donde se suponía le había dicho aquel azabache que sería la celda de Deidara Namikaze, un reo que había sido encarcelado por asesino y traficante hace 6 años, tal vez este ojiazul y aquel reo eran viejos amigos, enemigos o sabrá Kami-sama que, lo único que era entendible es que mantenían un tipo de conexión.

 

-“No lamento mis actos, pero me duele pensar que no podre decirle la verdad” –Los pensamientos del rubio eran su dolor de cabeza en ese momento, quería detener sus pensamientos y mandar todo por la borda y esperar a que ese a quien buscaba se enterara por su cuenta que él estaba ahí, pero no, la cosa sería peor entonces y prefería enfrentarlo en ese momento que después.

 

Había llegado a la celda especial que debía pertenecerle a Deidara y tocó dos veces, adelante fue la contestación que tuvo, al poder oír esa voz de nuevo, le hizo estremecer, su mano se alzó con lentitud y miró el picaporte con nerviosismo, había matado gente a sangre fría, las había hecho sufrir por días, pero cuando se trata de ese sujeto no podía evitar pensar a lo que se tendría que enfrentar.

 

Sin más preámbulos, el rubio abrió la puerta, del otro lado unos ojos azules opacos se abrieron en grande al reconocerlo en el instante en que se posaron en él, en ese momento ya no era como si le importara lo que le pasaría, sino el dolor que de seguro estaba naciendo en aquella persona que lo miraba con decepción.

 

-Tú no, tú… ¿Qué haces aquí? -  La voz de Deidara temblaba, no sabía si era por el enojo o por otra cosa, ahora ya no había vuelta atrás, por más que el rubio quisiera desaparecer sabía que era imposible –Te estoy preguntando algo Naruto Namikaze ¡Dime que no estás encerrado en este lugar! ¡DIMELO! – Deidara repentinamente se salió de control, caminó hasta Naruto y lo tomó por el cuello de su camisa, evidentemente enojado; Naruto escondió su vista ¿Por dónde empezar? ¿Sería mejor decir la verdad o mentirle para no dañar la imagen de aquel sujeto que Deidara tanto admiró y quien era la razón por la que Naruto estaba ahí?

 

El rubio menor estaba en un dilema, pero no por eso se iba a dejar intimidar por la situación, después de todo no le daba miedo enfrentar a su hermano, más bien tenía miedo a lastimarlo, así que la decisión fue simple, mentir era la única salida para esa situación.

 

-Estoy condenado a vivir y morir en este lugar, fui juzgado por robo y asesinato, no tenías porque saberlo, el juez me iba a mandar a una penitenciaria diferente si yo aceptaba haber cometido esos cargos, pero al final nada de eso se cumplió, quería evitar esto, pero sabía que tarde o temprano te ibas a enterar – Esconder la verdad era mejor que mentir, reducir la historia no era malo, Naruto solo simplifico su vida en unas cuantas palabras sencillas de comprender, no quería tener que decirle la verdad, el cargaba con su propia humillación y no necesita que nadie le tuviera lastima al saber su verdad, ni siquiera aun siendo su hermano.

 

-¿Cómo pudiste hacerle esto al tío Akashi? – Naruto solo bufó al escuchar ese nombre, Deidara tomó esto como una ofensa hacía la imagen del hombre que tanto respeto le había guardado aun a pesar de los años y estampó a su hermano menor contra la pared como penitencia, Naruto dejó salir un jadeo de dolor, se sintió aturdido puesto que su cabeza se dio un gran golpe contra el concreto, por otro lado Deidara lo miraba enojado aun –Prometiste nunca seguir mis pasos ¡Dijiste que vivirías por mi! ¡UN NAMIKAZE JAMAS ROMPE SUS PROMESAS! Nuestro tío- - ¡LAS COSAS ESTAN HECHAS DEIDARA! –Naruto se arto, empujó a Deidara con todas sus fuerzas para que así lo soltara y como consecuencia el rubio mayor lo miró sorprendido, Naruto no quería escuchar ni una sola palabra de aquel sujeto, de solo recordar su nombre se ponía enfermo.

 

-Lo siento Dei, pero ya no puedo hacer nada, si me perdonas o no es tu decisión, yo no vine a convencerte, solo vine para que te enteraras de que tu hermano esta aquí –Naruto se dio media vuelta dispuesto a irse, pero antes de dejar la habitación por completo miró de reojo a Deidara captando esa mirada de decepción. Su hermano era la única persona que apreciaba y amaba, era por quien había salido adelante, pensando cada momento de su vida que él tenía que vivir por Dei, aun si aquella vida que le había tocado era una porquería, y todo por una promesa entre hermanos.

 

Sin más que hacer, prefirió salir de aquel lugar antes de seguir aguantando esa pesada mirada, caminó a su celda nuevamente, aun no había nadie y tampoco esperaba que su nuevo compañero le mostrara la cara hasta más tarde, así que por el momento se dejó caer sobre su cama.

 

-Aquellos que murieron en mis manos, seguro están retorciéndose de alegría –Naruto sonrió ante lo que él mismo dijo, quien diría que el gran zorro sería atrapado algún día, esos malditos policías tardaron cinco años en atraparlo y no fue gracias a sus contactos, todo había sido culpa de su querido y traidor compañero, si no hubiera sido por las estupideces de ese sujeto, aun estaría a fuera, matando, robando y disfrutando de ello, pero claro, como todo en la vida, nada le salía bien al pequeño Naruto.

 

En otro lugar, Sasuke caminaba de nuevo por los pasillos de aquella cárcel,  el chico ya se había dado un baño y ahora se dirigía a cenar, se preguntaba si tendría que ir a decirle al nuevo que ya era hora de comer, pero entonces recordó que no debían importarle esas cosas, cada quien se cuidaba como podía en ese lugar y para que a un niño, puesto que se veía realmente menor que él, lo hayan metido en un lugar como en el que estaban, debía tener su propio carácter, por lo cual no debía ni tenía por qué preocuparse por él, además, no tenía razones y ni lo conocía para que así fuera. 

 

-Deidara tranquilízate ya, no es como si fuera el fin del mundo –Sasuke, al entrar a la cafetería, miró a su alrededor, en realidad no había casi nadie, solo su hermano y amigos del susodicho, el Uchiha menor fue llamado por Kakashi, quien estaba junto a los que ya fueron mencionados; en cuanto se acercó, se dio cuenta que Deidara Namikaze estaba con una expresión de enojo y preocupación.

 

-Tal vez no para mí, pero si es el fin de su mundo ¡Jamás volverá a salir de esta porquería de lugar! Además de seguro nuestro tío ha de estar destrozado, Naruto era un niño bueno e inocente, yo… yo simplemente no me lo imagino cometiendo los mismos errores que yo –Sasuke al escuchar lo dicho por Deidara se quedo confundido, una vez que estuvo al lado de Kakashi, este lo saludo y comenzó a decirle un sinfín de cosas que realmente no le interesaban al Uchiha, este último, cansado de tratar de escuchar la plática que había entre su hermano y su cuñado, sacó a Kakashi de ahí para así interrumpir su plática y saciar su confusión.

 

-¿Qué pasa con Deidara, por qué tanto drama, eh? – Kakashi suspiró como si supiera que esa pregunta terminaría siendo inevitable.

 

-El hermano de Deidara fue condenado, su nombre es Naruto, al parecer lo trajeron hace unas horas, Deidara está enojado y decepcionado entre muchas otras cosas, algo sobre una promesa y un tío que cuidaba de Naruto -¿Hermano? Sasuke no sabía que Deidara tenía un hermano, intentó pensar sobre quien podría ser aquella persona que se hacía llamar hermano de aquel sujeto y fue entonces que todo en su cabeza se entrelazó, su compañero de celda… ¿Podría ser el famoso Naruto?  

 

A Sasuke esto le intrigó, Kakashi siguió hablando, pero Sasuke intentaba escuchar a Deidara quejarse con su hermano, cosas como, no puedo creerlo, esto no era lo que yo esperaba de él y más cosas de ese estilo eran las que decía el rubio de cabello largo, así sus ansias se incrementaron, el querer saber más de ese chico se estaba volviendo ya una necesidad y la verdad es que no sabía por qué, por lo mismo iba discutiendo mentalmente consigo mismo, así fue hasta llegar a su habitación, al abrir la puerta el Uchiha se encontró con el objeto de sus disgusto y confusiones, Naruto.

 

-¿Puedes apagar la luz? Necesito dormir –El chico le daba la espalda, estaba acostado de lado con la mirada hacía la pared, tapando su cuerpo con las sabanas, el Uchiha estuvo a punto de hacerle caso, pero a pesar de saber que luego se odiaría, no pudo reprimir más sus dudas.

 

-¿Eres Naruto, el hermano de Deidara Namikaze, verdad? –Como si el Uchiha hubiera preguntado algo malo, Naruto chasqueo los dientes, el mayor estaba a punto de decir que no había necesidad de que le dijera algo si no quería, pero la voz del rubio se le adelantó.

 

-Como era de esperarse, todo se sabe rápidamente en este tipo de lugar, y sí, soy Uzumaki Naruto el hermano menor de Deidara, aunque él debió decir que me apellido Namikaze aun –La respuesta fue simple, clara y rápida, el menor no dio ningún rodeo al tema, pero si se acomodó para poder mirar al Uchiha, sentándose al borde de la cama, el Uchiha, sin poder evitarlo, quiso saber más y dejó de lado la luz, para así sentarse en su propia cama frente al menor.

 

-No entiendo ¿Tienen diferentes apellidos? Además, eres un mocoso, se te ve en la cara que eres menor que yo ¿Qué hiciste para estar aquí?- Las preguntas realmente salieron solas, Sasuke era del tipo de persona fría, egoísta y calculadora que no gustaba de la compañía de las personas a menos que las necesitara, por lo mismo era una sorpresa para él que estuviera interesando en alguien que no tenía ni dos horas de conocer.

 

-¿Mocoso? Cumplí los 16 hace 6 meses, teme – Sasuke solo bufó ante el insulto, pero no dijo nada al querer saber la respuesta a las otras preguntas, Naruto al captar esto suspiró y, sin saber por qué, se dejó desahogar con su nuevo compañero - Deidara tiene el apellido de papá, desde que fue encarcelado nuestro tío cambio mi apellido al de mi madre por los problemas que ocasionaría si alguien reconocía el Namikaze, las razones por las que estoy aquí soy muchas y no tengo porque decírtelas –Sasuke no le reclamó, después de todo, Naruto estaba en todo su derecho.

 

-Una pregunta más ¿Por qué le afecta tanto a tu hermano que estés aquí? Él no es diferente a ti ¿No? –Naruto sonrió ante lo dicho, hubiera deseado que la cosa resultara así de simple, pero por desgracia no era así, muy a su pesar, su hermano lo odiaba y no había remedio alguno.  

 

-Deidara no me odia por haber hecho lo que hice, si no por haber roto la promesa que tuvimos, yo dije que nunca tomaría el mismo camino que él, que prometía vivir la vida que él no pudo disfrutar viviendo con el hombre que tanto admiraba, nuestro tío, sin embargo él fue la razón por la que mi vida se volvió una porquería, por obvias razones no puedo decirle eso a Deidara y cuando fui a verlo tuve que mentirle para dejar intacta la imagen de su querido ídolo –La tristeza en Naruto era visible a kilómetros, no poder decirle a su hermano la razón de su tormento era un fastidio.

 

-No entiendo, ¿No es mejor decirle la verdad, acaso no estás frustrándote con todo esto? –Naruto se quedo mirando el suelo, los recuerdos de lo que pasó cuando era un niño se revivieron en su mente como si de una película se tratara, el dolor y la asquerosidad que sintió en aquella época volvieron a él, pensar que su hermano, al saber la verdad, lo culpara de todo con tal de mantener la imagen de hombre respetable de aquel sujeto… Pensar que había la posibilidad de que su hermano prefiriera a ese tipo por sobre él, era un miedo que aun no estaba dispuesto a enfrentar, era por eso que prefería mentirle, aun si eso significaba que Deidara no lo considerara más su pequeño hermano menor.

 

-Detrás de una mentira se esconde la verdad, pero a veces es mejor engañarse a sí mismo y pretender que tu vida vale algo aun cuando tú sepas que no es así, si con mi desdicha Deidara puede conservar la poca felicidad que le queda, no veo cual es el problema – Naruto prefirió no seguir hablando, se acostó de nuevo en la cama y Sasuke entendió que la plática había terminado y se levantó para apagar la luz. Había sido un día confuso para él, aun no entendía porque sentía que algo iba a cambiar y todo por culpa de aquel chico, con fastidio, miró al susodicho y bufó.

 

Tenía que sacarse esa idea tonta de la cabeza, puesto que no quería que en su vida monopolizada un intruso hiciera acto de aparición, pero lo que Sasuke no sabía es que había algo llamado destino y algunas cosas nunca se iban a poder evitar, algo como… el amor.

 

Continuara…

Notas finales:

Espero que les haya gustado, subire unas fotos  donde se describen y se aclararn algunas cosas del fic, así que pasen por el face :3 

Nos vemos el viernes con la actualización ;D

UchihaNaru se despide! :3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).