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Lo que debió ser por Angelfiregot

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Notas del fanfic:

Los personajes y la historia original de Harry Potter tristemente no me pertenece sino a J. K. Rowling, porque si fueran mios, Ginny, Pansy y Cho jamás habrían existido y sería una historia 100% Slash!

Notas del capitulo:

Holaaa!

Éste es mi primer fic de Harry Potter gracias a mi amiga Alexayaoi que me metió en éste mundo y terminé enamorándome perdidamente del drarry.

Bueno espero lo disfruten tanto como yo al escribirlo!

Lo que debió ser

 

Capítulo 1

Deseo

 

Se encontraba completamente paralizado, sin comprender lo que en ese momento sucedía. Se suponía que le había enviado un Avada a Voldemort y que él se la había devuelto al mismo tiempo. Entonces ¿por qué Voldemort había caído muerto de inmediato y él no? Levantó la mirada para ver cómo un chico de cabellos rubios platinos caía hacia él y aunque todo sucedía como en cámara lenta, no dudó un solo instante en estirar sus brazos para atraparlo antes de que cayera al suelo.

Su mirada verde esmeralda se dilató al máximo cuando descubrió que aquél chico se encontraba totalmente frio, sin un rastro de vida… había muerto… por él.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Despertó sobresaltado y sudando a mares, totalmente agitado mientras su mente revivía una y otra vez esa escena que simplemente no podía borrar de su mente. Volvió a recostarse en la cama. Sabía de antemano que no podría volver a dormir, pero aun no amanecía, por lo que tampoco le apetecía levantarse.

Llevaba un mes así, un mes en el que todos lo alababan como el Gran Salvador del mundo mágico, un mes en el que todos querían estar a su lado, ya nadie lo trataba de mentiroso o como el pobre niño con complejos de héroe, no, ahora era el Salvador con todas las letras y no podía hacer nada más que odiar el título, porque simplemente no creía que lo mereciera.

¿Cómo podía creerse ese cuento cuando durante 6 años no fue capaz de darse cuenta de sus sentimientos hacía ese chico rubio, sino hasta el momento en que lo tuvo entre sus brazos sin vida?

Era realmente un chico estúpido, cabeza dura y demasiado inocente o demasiado idiota para no darse cuenta de las cosas hasta que es demasiado tarde. Lo mismo que sucedió con su adorado padrino, lo mismo que pasó con Cedric, lo mismo que con Dumbledore… y así podía seguir con la lista, pero igualmente ya no podía hacer nada, absolutamente nada.

En esos momento abrió un poco la cortina de su cama para ver a los demás chicos que compartían la habitación con él y se sintió aun peor, porque siempre los consideró sus amigos, aquellos que siempre estarían en las buenas y en las malas, aquellos con los que siempre contaría, pero como raro, había sido un completo iluso.

Aun recordaba el día en que todo acabó y a la vez comenzó.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Flash Back *-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Miraba el cuerpo entre sus brazos sin poder creer aun lo que sucedía. Draco Malfoy se había puesto delante suyo cuando aquel rayo verde iba dirigido hacía sí mismo, evitando que lo tocara, entregando su vida a cambio de la de su peor enemigo… ¿por qué? No lo entendía, o quizás no quería hacerlo, sin embargo, lo que más le agobiaba eran esos sentimientos que estaban oprimiendo su pecho en ese instante, asfixiándolo, destrozándolo, pensando que debió ser él y no aquel rubio al cual estrechaba con fuerza sin darse cuenta, sin percibir las lágrimas que bajaban como cascadas por sus ojos y caían sobre esa piel perfecta que en ese momento se sentía fría como el mármol.

No escucho los gritos de alegría y el festejo de aquellos que se encontraban a su alrededor, no sintió el abrazo de “su mejor amigo”, ni las manos de su “mejor amiga” que en esos instantes trataba de quitarle el cuerpo del rubio para dejarlo tirado a un lado y poder abrazarlo brindándole todo “su cariño y comprensión”.

Si tanto lo comprendían y querían, entonces ¿por qué no se daban cuenta de que en esos momentos estaba destrozado por aquel que fue el único capaz de dar su vida literalmente por él? ¿Cómo era posible que en ese momento no entendieran su angustia y desazón? ¿Por qué fue él en vez de alguno de sus “amigos” que estaban a su lado? ¿por qué el rubio había corrido una gran distancia para lograr interceptarlo? ¿Por qué en esos momentos solo escuchaba frases como “suelta a ese sucio mortífago”? ¿Por qué…?

Sin pensarlo, se levantó reteniendo aun el cuerpo sin vida entre sus brazos, alejándolo de aquellos cuervos que intentaban alejarlo de él, aquellos que se encontraban felices de su muerte, aquellos que habían sacado las garras y se mostraban ante él como lo que realmente eran.

-        ¿Qué haces Harry? Suelta eso y vamos a ver a los demás que nos esperan para felicitarte y agradecerte por haber acabado con el oscuro – dice Hermione de manera despectiva y con total asco señalando el cuerpo de Draco.

-        Ella tiene razón hermano, vamos ya que todos nos esperan y deja ese cuerpo ahí con todos los de su clase, no merece siquiera que lo toques – dice Ron en el mismo tono de Hermione, mirándolo con repulsión. ¿Es que acaso no se daban cuenta que gracias a él estaba vivo?

-        Ya Harry no llores, debes estar feliz de que al fin terminó – dice la castaña con ese tono maternal que por lo general lo enternece, pero que en ese mismo momento despierta en él una rabia incontenible ¿Cómo podían ser tan ciegos? ¿cómo podían ser tan fríos? ¿Acaso no podían notar lo que estaba sufriendo en ese momento, sosteniendo a ese chico que se había entregado a la muerte en su lugar, a aquel que en ese momento estaba despertando tantas emociones en su maltrecho corazón? ¿Cómo podían celebrar y estar felices en medio de toda esa sangre derramada de ambos bandos? En medio de ese campo de muerte y destrucción… no los entendía, no podía comprenderlos.

-        Déjenme solo – fue lo único que pudo articular en medio de su llanto incontenible.

-        ¿Qué dices? Claro que no te dejaremos solo, somos tus amigos Harry - ¿amigos? ¿en serio lo eran?

-        DÉJENME SOLO!! – gritó con todas sus fuerzas, descargando un poco toda la frustración y dolor que se anidaban en su alma. Ron y Hermione quedaron paralizados ante el hecho, pero decidieron atribuirlo al estrés contenido, más tarde se le pasaría.

-        Está bien hermano, cuando quieras ven con nosotros y celebraremos a lo grande – dice el pelirrojo tomando la mano de su novia y dirigiéndose al gran comedor sin siquiera voltear a mirar atrás.

Harry no podía creer lo que veía, notar cómo sus amigos eran recibidos como dioses entre toda la multitud y mostraban esa sonrisa de superioridad ante los demás. Era increíble que hasta ahora se diera cuenta, que hasta ahora se percatara de la realidad, sus “amigos” nunca lo habían apreciado realmente por lo que era, solo habían estado a su lado para encargarse de que derrotara a Voldemort, para estar en el bando ganador y quedar como héroes, solo se habían aprovechado de la bondad del niño-que-vivió, solo eso.

No quería mirar más esa escena que solo le causaba repulsión, así que como pudo con su cuerpo totalmente maltrecho, cargó a Draco hasta el borde del lago junto a un gran árbol, aquel en que había visto al rubio dormir en las tardes o leer un libro. Si, era el mejor lugar para él, por lo que sin dar más vueltas lo colocó con total cuidado sobre el pasto, como si de una porcelana muy fina se tratara. Rompió un pedazo de la tela de su túnica que curiosamente estaba intacta y con un poco de agua del lago, se dedicó a limpiar minuciosamente la piel del rubio que se encontraba bastante sucia en ese momento.

Con delicadeza, casi hasta con miedo de llegar a dañar su perfecta piel, limpió hasta donde las ropas oscuras que ostentaba el mayor le permitía. Después con un hechizo limpió y arregló lo mejor que pudo su ropa, dejándolo impecable, tal y como siempre lo había visto.

Cuando terminó de arreglarlo, con un hechizo de transformación tomó algunos troncos pequeños de arboles y los convirtió en un hermoso ataúd, quizás no tan ostentoso como merecía un Malfoy pero al menos sería lo suficientemente digno para él. Con total cuidado lo alzó nuevamente entre sus brazos y lo metió dentro del ataúd colocando sus brazos cruzados sobre su pecho; después arrancó varias flores de diversos colores que se encontraban cerca y lo cubrió totalmente con ellas. Luego transformó otro tronco en una pala; haría las cosas como debía, no utilizaría hechizos para cavar el hueco, lo haría con sus propias manos.

Después de 2 horas, logró terminar con el hoyo que era lo suficientemente profundo para enterrarlo, así que salió y se limpió un poco sus ropas y se acercó nuevamente al ataúd para contemplar por última vez las facciones del chico que reposaba ahí. Solo cuando vio la humedad sobre las pálidas mejillas del otro, fue que se dio cuenta de las lágrimas que desde que cayó el mago tenebroso más temido de todos los tiempos no había dejado de derramar. Sin embargo, lo que más le extrañó fue el hecho de que durante todo ese tiempo no había dejado de pensar en él. No lloraba por todos los caídos, no lloraba por descubrir la verdad sobre sus “mejores amigos”, no lloraba por el hecho de haberse convertido en un asesino, lloraba porque se había ido él.

Sin siquiera notarlo, acercó su rostro a escasos centímetros del otro, pero no se atrevió a tocarlos, no se atrevió a profanarlos, por lo que simplemente susurró un ¿por qué?

Se alejó de él y con un movimiento de su varita se encargó de bajar el ataúd hasta el lugar donde yacería por el resto de la eternidad, para continuar echando la tierra nuevamente en el hueco mientras veía como la madera era cubierta totalmente.

Cuando finalizó tomó algunas piedras que había cerca e hizo una estatua de un ángel con un hechizo de transformación y una lapida la cual él mismo se encargó de tallar y donde rezaba:

“Draco Malfoy. Un chico noble que dio todo convirtiéndose en un verdadero héroe”

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Flash Back *-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Desde ese día su relación con los demás se había ido al piso, a sus “amigos” ya no les importaba buscarlo, ya no hacían nada para estar con él, simplemente seguían en su cuento de novios y siempre que se lo encontraban decían que debían pasar tiempo como pareja, por lo que no podían estar con él y la verdad es que tampoco le importaba demasiado ese hecho, de por si creía que era lo mejor, porque después de conocer lo falsos que era, ya no se le antojaba en lo absoluto pasar tiempo su lado; por él que se desaparecieran de la faz de la tierra, ya ni le importaba.

Cuando terminó todo, le pidió a la directora McGonagall que lo dejara en una habitación diferente para su último curso, pero desafortunadamente al haber sido destruido casi todo el castillo durante la batalla final no pudo darle la habitación que quería ya que no habían disponibles, por lo que no tuvo más opción que aguantar y quedarse con los mismos compañeros, escuchando siempre las mismas estupideces de que gracias a él están vivos, que él era el mago más poderoso que quedaba y que gracias a él sus estúpidos traseros se habían librado de ser pateados por los motífagos. A veces se preguntaba quienes eran más estúpidos, ellos por no ver la realidad de su incompetencia, o él mismo por no mostrarles la verdad, esa en que él solo se había jugado el pellejo para librarlos y había sido finalmente salvado por quien consideraban su “enemigo”.

Cuando vio que el sol empezaba a salir se levantó y se metió al baño a darse una ducha rápida. No quería que los demás se levantaran y lo encontraran ya que lo bombardearían con preguntas ridículas como “¿por qué te levantas tan temprano?” claro como ellos no tenían pesadillas, ellos no sufrían con los fantasmas de sus pasados, ellos simplemente podían seguir sus absurdas vidas sin contratiempos…

Decidió dejar de pensar en aquellos que no lo merecían y simplemente se apresuró a salir. Tomó su ropa del baúl, se vistió rápidamente para luego salir con su capa de invisibilidad y su mapa del merodeador. Observó que no había nadie cerca según el mapa por lo que más tranquilo decidió salir del castillo al mismo lugar que visitaba desde hacía un mes.

Sin tardar demasiado llegó junto al árbol donde se encontraba descansando aquél quien debería estar ahí leyendo o durmiendo como solía hacer antes. Quitó la ilusión que había hecho en el lugar para que nadie más viera la estatua y la lápida; lo que menos deseaba era que alguien se atreviera a profanar esa tumba que para él se había vuelto sagrada.

Cuando fue visible nuevamente, se acercó a ella con unas flores que había cortado en el camino y cambió las anteriores, prácticamente su ritual diario. Después delineó las letras del nombre de su némesis sobre el frio mármol mientras murmuraba al viento nuevamente la misma pregunta que no podía dejar de repetirse ¿Por qué?

Se sentó junto a la estatua empezando a contarle todo lo que había hecho el día anterior… era curioso pero aunque sabía que nadie lo estaba oyendo realmente, sentía como si sus palabras llegaran a alguien más… solo en esos momentos sentía que realmente era escuchado y comprendido.

Estuvo hablando durante más de una hora hasta que se dio cuenta que ya era la hora del desayuno, por lo que se levantó y después de despedirse puso nuevamente el hechizo para que nadie más lo viera y se retiró del lugar para dirigirse al castillo y continuar con la farsa de su vida.

En cuanto entró al gran comedor, pudo notar todas esas sonrisas falsas que antes no distinguía, que antes consideraba genuinas, pero que ahora solo le provocaban arcadas. ¿Es que no se cansaban de tener esa mueca de hipocresía tatuada en el rostro?

Sin mirar a nadie en realidad se fue a sentar al lugar más alejado de la mesa de su casa para poder comer en paz, pero lamentablemente hubo una que no entendió el mensaje.

-        Hola Harry, ven a sentarte con todos, no es bueno que te alejes tanto – dice Ginny con una sonrisa calcada de los demás en el rostro logrando fastidiarlo.

-        Mira Ginny si me hice aquí es porque es aquí donde quiero estar, así que por favor ve con los demás y déjame desayunar tranquilamente – dice mirándola totalmente fastidiado. En momentos como ese es que se preguntaba qué le había visto para aguantársela por un año como su novia. La verdad no lo entendía, especialmente en ese momento en que la veía hacer ese ridículo puchero que se notaba no podía fingirlo más. Miró a la chica con total despreció lo cual la hizo irse totalmente indignada, cosa que el pelinegro agradeció en el alma y se dedicó a tomar su desayuno ante la mirada incrédula de los demás que no creían que pudiera rechazarla de esa manera delante de todos.

Ron fue el primero en levantarse completamente molesto hacia Harry quien ya se lo esperaba. Soltó un suspiro al saber que no podría terminar su jugo con tranquilidad, así que prefirió esperar.

-        Se puede saber ¿por qué trataste así a mi hermana? – dice el pelirrojo bastante alterado y con un tono de voz demasiado alto que hace callar a todo el resto de los alumnos y hasta los profesores.

-        Porque me estaba fastidiando el desayuno – responde simplemente, logrando que los colores subieran al rostro de Ron.

-        Como te atreves… - dice a punto de golpearlo.

-        Señor Weasley deténgase de inmediato – gritó la directora logrando evitar el desastre, sin embargo, la mirada de furia total no se alejaba de las facciones del pelirrojo, así como la indiferente de Harry – a mi oficina ahora mismo señor Weasley – finaliza la directora encaminándose a la salida siendo seguida por Ron quien no cambia su expresión durante el recorrido.

Harry ya cansado de los murmullos y las miradas de desaprobación de todos decidió levantarse para dirigirse a la sala de adivinación que era donde tendría su primera clase.

Caminaba como un ente hacia el salón sin dejar de pensar en lo vacía e irrisoria que era su vida en esos momentos. Solo, sin verdaderos amigos, sin alguien con quien compartir y con el recuerdo constante del que fue su mayor enemigo en su mente.

Durante todas las clases se la pasó esperando a que ese día finalmente terminara. Odiaba dormir, pero odiaba aun más el hecho de tener que aguantar a toda esa gente.

Cuando cayó la noche sacó su capa de invisibilidad la cual siempre cargaba en su maleta y se dirigió a la torre de Astronomía. Al comprobar que se encontraba desocupada se encaminó al balcón para contemplar la luna que en ese momento se encontraba en todo su esplendor.

Estuvo unos 40 minutos ahí, cuando vio pasar una estrella fugaz. Sonrió ante eso y recordó que alguna vez su padrino le dijo que si le pedía un deseo desde el corazón, éste se cumpliría, así que pidió lo único que se vino a su mente.

-        Deseo regresar en el tiempo al día en que lo conocí –

 

Continuará…

Notas finales:

Muchas gracias por leer!!!

Espero les haya gustado y pues me comenten si vale la pena seguirlo o no :D todo depende de ustedes!!

Nos leemos!


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