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Forced Love por Maachaan

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Notas del fanfic:

Bueno claramente los personajes NO son nuestros (digo nuestros por que este fic está escrito por dos personas) si no de ellos mismos (creemos).

 

El fic esta inspirado en el hiatus de la banda, para las fan este fic esta escrito solo por diversión, cualquier tipo de coincidencia con la vida real es solo un gran FAIL de nuestra mente pervertida

 

Esperamos agradarles a todos JA NE! REPITO tiene MPREG no se quejen luego

Narra Masashi:

Si en verdad no le tuviera tal aprecio a You-sama, hace un buen tiempo hubiese echo callar al arrogante de Kamijo. Y es que estarle escuchando sin poder reclamar solo por es el rostro de la banda es algo totalmente frustrante.

-Supongo que me has escuchado ¿O acaso lo tengo que repetir?- Escucho su voz entre mis pensamientos y recuerdo que su ‘hermosa’ presencia sigue hablando frente a mí. Pero la ira no lleva a nada bueno, por lo menos eso creo.

-Sí, entiendo- Digo casi sin pensar, aunque seguramente eso no influiría en lo más mínimo-

-¿Qué acabo de decir?-¡mierda!... Y ahora qué respondo.

-Básicamente lo mismo que repites siempre- Digo con saña-

-¿Con quién crees que estás hablando?... Si lo repito es porque parece que no entiendes…-

-Con la persona más cansadoramente arrogante que conozco- Pronuncié sin pensarlo dos veces, pude notar como aquellas palabras habían golpeado justo en su ego, de inmediato su mirada se volvió intensa y antes de dar media vuelta pronunció.

-No pienso escuchar frases estúpidas de personas aún más estúpidas-.

-¿Tanto te duele la verdad?- sostengo su brazo, rotando su propio cuerpo en un eje, quedando nuevamente frente a frente.

 |||Narración normal|||

Kamijo forcejeó un poco pero el agarre del contrario era bastante más fuerte, se  mordió el labio inferior acallando un quejido casi lastimero que amenazaba  escapar  de entre sus labios.

-Si tanto te molesta mi actitud, te puedes ir, a lo mejor no eres suficiente para Versailles-

-Quien decide aquí no eres tú, fue You-sama, creo que alguien debería enseñarte a respetar y tal vez no de la mejor forma-. 

- ¿Y quién si? ¿Acaso tú?-dijo con prepotencia alzando un poco una ceja y empujando a Masashi con su mano libre.

- ¿Es un reto? Porque estaría encantado de hacerte callar-Kamijo le miró sin creer bien lo que ocurría, intentó zafarse nuevamente pero  lo único que consiguió fue que el moreno le acorralara aún más contra la pared del estudio de grabación.

-¡Aléjate de mí!-Exclamó con ira-

-¿Aún no te has dado cuenta de tu posición?-el mayor subió su mano a el mentón del vocalista, tomando fuerte, mirando sus ojos, con cuidado fue ascendiendo la mano mientras que Kamijo solo se dedicaba a dar una mirada de completo odio, acarició el cabello por unos segundos,  entrelazando sus dedos con el suave cabello rubio a su alcance y dando un tirón de la nada.

-¡Ha…! ¿Qué mierda haces?-

-¿No había dicho que te callaras?- Inquirió Masashi acercando su rostro poco a poco, a tal extremo que sus respiraciones chocaban y se mezclaban en el ambiente.

-¡Y yo te dije que me soltaras!-

-¡Te hare callar por las malas!-Advirtió apoyando su antebrazo con la pared, mientras que con el otro sostenía de forma brusca el brazo del contrario, dejándolo totalmente acorralado

-¡no te atrev…! -Kamijo no alcanzó a finalizar cuando los labios de Masashi capturaron los suyos de forma violenta, sin dar paso a alguna protesta del menor, apretó el brazo que sostenía, provocando que el rubio abriera un poco su boca, dando paso a la lengua del azabache a recorrer la pequeña cavidad húmeda del cantante, mordiendo su labio inferior.

-¿Que no me atrevería?-preguntó burlesco relamiendo los labios que tenía frente de si.

-¡Aléjate  de mí!-

-¿No sabes cuándo callarte? Qué odioso… pero no te preocupes sé cómo enseñarte a callar o por último que tu voz no se escuche tan odiosa –

-¡Eres un imbécil ya suéltame!-intentó dar una patada, Masashi entrecerró los ojos dejando lo que aún le quedaba de gentileza,  arrastró al menor contra la pared de estaba en la sala de ensayos, tumbándolo en esta de forma ágil, de inmediato se puso sobre él y le besó, manteniendo sus labios ocupados al tiempo que con su mano libre comenzaba a sacar la polera, acariciando su pecho, Kamijo abrió los ojos de forma desmesurada y ladeo el rostro-¡que me sueltes!-

-Joder me tienes harto-susurró Masashi contra el oído del rubio, tomando  ambas manos de este con una de las suyas y dejándolas sobre su cabeza, no sin antes haber quitado la polera, comenzó a besar el cuello terso y blanco del rubio, dando mordidas fuertes sacando gemidos un tanto obscenos-mucho mejor… tu voz no suena tan odiosa como de costumbre- al escuchar eso kamijo mordió su labio sin importar como este quedaría después, una sonrisa ladina se marcó en los labios de Masashi al ver la expresión del rubio-Mucho mejor  ¿no crees?-

-Te he dicho que me sueltes, maldito lento-dijo serio, mirando directamente a los ojos del moreno-.

-Cuando comiences a respetarme pueda que me detenga-susurró esto sobre el pecho de Kamijo, dando leves lamidas, con su diestra rodeó la espalda del cantante obligándole a doblar un poco más su espalda, dando espacio a dar nuevas mordidas en su pecho pasando a estimular uno de sus pezones, Kamijo mordía su labio con ira, hasta que de este descendió una brillante gota de sangre tiñendo parte de su nívea piel-si te gusta no deberías callar-

-No he dicho que me guste maldito idiota, pero tú has dicho que me calle, ahora suéltame-exigió mientras su labio inferior tiritaba un poco debido al pequeño corte producido por sus dientes

-Aunque has mejorado, tu actitud sigue siendo la misma-afirmó Masashi pasando su mano a la entrepierna del menor, toqueteando de forma suave, estimulando lentamente mientras lamía la pequeña gota de sangre hasta llegar a los labios de este mesclando el rojo líquido con su saliva, dando un sabor metálico.

Kamijo se negaba a si mismo ante los besos y caricias del contrario, aun así su cuerpo empezó a reaccionar ante los diversos estímulos, se removió inquieto con el único fin de escapar  pero lo único que lograba era que los movimientos de Masashi fueran mucho más rápidos y certeros.

Un escalofrió recorrió su cuerpo cuando la mano de Masashi se metió bajo su ropa interior, podía sentir la yema de los dedos ajenos pasear por su glande, se sentía usado, casi como un objeto de diversión, poco a poco la temperatura en su cuerpo aumentaba, sin consideración Masashi dió un apretón fuerte sacando un gemido de placer de los labios de Kamijo, al tiempo que este se corría en su mano. 

-Mucho mejor, que linda voz-dijo malintencionadamente Masashi, con una sonrisa marcada entre sus labios, el rubio solo le miraba con los ojos entrecerrados intentando regularizar su respiración, nuevamente el azabache le tomó del brazo, dando media vuelta, dejándolo de cara a la pared, bajando los pantalones junto a la ropa interior.

-¡¿Qué haces?!-grito intentando con las pocas fuerzas que tenía liberar sus manos.

- ¿No te había dejado callado? Pues cállate-demando con voz firme, llevando su mano libre que aún tenía un poco de la esencia del rubio a la entrada del mismo, estimulando solo con las yemas dando a saber lo que pasaría.

-¡Detente!-gritó desesperado, dejando gran parte de su orgullo de lado.

-¡Que te calles! De todos modos nadie te escuchara a excepción de mí, las paredes son aislantes y dudo que el gran Kamijo quiera pedir ayuda-metió dos dedos de golpe sin importar las quejas del contrario, de inmediato las acalló mordiendo su labio, un dolor agudo se centró en la parte inferior de su cuerpo al tiempo que Masashi movía los dedos obligando a su cuerpo a adaptarse a estos. No dejaría que Masashi escuchara sus lamentos aun tenia cierto grado de orgullo en pie como para ser un poco testarudo-Vamos comprendiendo…pero ahora quiero escuchar tu dolor-

-S…Suéltame-dijo intentando que su voz no fuera quebrada.

 -¿No sabes decir otra cosa?-añadió otro dígito, provocando espasmos en el frágil cuerpo frente a él, luego de unos segundos de jugar con sus dedos, bajo su pantalón hasta la mitad de sus muslos junto a su ropa interior frotando su miembro contra la dilatada entrada de Kamijo, este se quejó para sus adentros, sabiendo lo que pasaría, Masashi liberó sus manos y de inmediato las llevó contra la pared, resignado a que no podía contra la fuerza del azabache, solo sostuvo su cuerpo con sus antebrazos.

Masashi le tomo de la cadera, entrando  de una sola vez en el contrario,  un grito sordo se remarcó en la sala, mientras algunas lágrimas rebeldes corrían por las mejillas pálidas del menor, espasmos y escalofríos recorrían todo su cuerpo, mientras un dolor mucho más agudo que el anterior se apoderaba de su cuerpo.

-Relájate-musitó Masashi al oído del vocalista, sin esperar mucho más comenzó un movimiento casi rítmico, sentía como los reflejos involuntarios de Kamijo producían contracciones alrededor de su miembro, dando paso a que entre sus labios se formaran pequeños jadeos de placer.

El menor mantenía los ojos fuertemente cerrados, mientras sentía que de la comisura de su labio corría una espesa gota de sangre, su cuerpo no reaccionaba en lo más mínimo, solo podía sentir el dolor de su cuerpo y solo se podía concentrar en eso. Sintió como su interior de un momento a otro se sentía húmedo, caliente, una sensación completamente extraña y nueva para él.

-Parece que has aprendido a callar…¿He?-dijo burlescamente Masashi, retirando su miembro del cuerpo del rubio, al salir pudo observar como de entre las piernas de Kamijo escurría un poco de sangre mezclada con semen de ambos, soltó las caderas del contrario y este casi de inmediato cayó de rodillas al suelo. Masashi arregló su pantalón y le miró uno segundos, tomó sus cosas  y habló.

-¿Qué pasó? ¿Tan callado? Quién dirías que eres el mismo que antes solo podía joder con su voz –después de eso, el azabache de inmediato salió dando un portazo, dejando al rubio de rodillas en el suelo, como  pudo se afirmó de la pared, sentía sus piernas pesadas, camino con dificultad hasta un sofá de cuero que se encontraba cerca y se dejó caer sobre este cerrando los ojos, tapando parte de su cuerpo con su propia chaqueta para poder recuperar un poco de fuerzas.

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