Capitulo 4: Secretos
-Bienvenida, mi querida niña.
-...-la chica solo se limito hacer una reverencia.
-Ya pronto empezaremos las presentaciones, todavía falta que llegue Severus- justo al terminar la frase el mencionado mago hizo su entrada y tomo su lugar en el circulo que los rodeaba.
-Muy bien, ya que todos estamos aquí, les presento a nuestra nueva integrante, ella es Elizabeth Burke, no se confundan, aunque es una Gryffindor, es mas útil que todos ustedes - Snape y Malfoy soltaron un bufido - Como ya sabrán ella estudia en Hogwarts, así que ayudara a Severus para traerme información... Muy bien si nadie tiene nada que decir, ya se pueden retirar, excepto tu Severus, quiero decirte unas cosas.
-¿Qué es lo que quería preguntarme, mi señor?- pregunto Severus una vez estuvieron solos.
-Dime, Severus, ¿tú sabías de la existencia del mapa del merodeador?
-No, mi señor, yo no sabía nada al respecto.
-Mientes...¡Crucio!- Severus cayó al suelo quedando arrodillado.
-Elizabeth me conto que tu si sabias de la existencia de ese mapa y que en una ocasión se lo habías confiscado al muchacho, Severus... ¿dime porque no me lo entregaste...?
-Es mentira mi señor, la chica lo engaña, el muchacho no tiene ningún mapa- dijo Severus totalmente serio.
-Así, entonces ¿esto qué es?- Voldemort levanto un pedazo de pergamino
-Severus, tal vez crea que ya no me sirves y tendré que matarte...
-No creo que quiera hacer eso mi señor-dijo Eli que observaba la escena.
-Y ¿porqué no debería deshacerme de él?- cuestiono el lord volteando hacia donde estaba la chica.
-Porque Severus es una pieza clave para algo que tengo en mente...
-Si es así, creo que te consentiré, mi niña...muy bien ya pueden irse los dos.- Eli al escuchar al lord desapareció de forma instantánea dejando a Snape sorprendido
-¡¿Acaso el Señor Tenebroso no ha podido ver que la chica a desaparecido?!- el profesor de pociones observo como Voldemort se marchaba de aquel sitio sin darle importación alguna el acto que la chica acababa de hacer -¿Pero como no ha visto eso?- la cabeza le daba vueltas por tantas cosas que tenía que analizar con detalle así que sin más rodeo tomo su “traslador de bolsillo” y se marcho.
Cuando Snape llego a la oficina de Dumbledore pudo ver a la chica que estaba acariciando a Fawkes y al anciano sentado en su silla con esa típica mirada de “bienvenido”
-Albus, ¿me podrías explicar lo que está pasando aquí?
-Lamentablemente no del todo Severus, solo te puedo decir que la señorita Burke será nuestra nueva espía e integrante de la orden, ella tiene una misión secreta, algo que solo ella y yo sabemos en qué consiste.
-Bueno ¿y eso tiene que ver que la chica le haya dicho al Señor Tenebroso sobre el mapa del señor Potter?
-Porque era necesario, la señorita Burke necesita que Tom confié en ella lo más pronto posible- respondió Dumbledore -No te enojes Severus, Elizabeth no haría nada para dañar a Harry, eso te lo aseguro, te puedes retirar.
-Profesor Snape... ¿me podría prometer que no le dirá a nadie que soy parte de la orden o que soy una mortifaga?-le pregunto la joven bruja sin dejar de acariciar al fénix.
-...Claro señorita Burke, no tengo ningún problema-dicho esto Severus se retiro del despacho del director hacia su oficina donde lo estaba esperando Harry para las clases de Oclumancia.
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Ya hacían dos semanas desde que Elizabeth había llegado después de su misteriosa desaparición, las cosas se habían puesto más misteriosas por decir algo, Hermione le contaba a Harry de las pesadillas que solía tener la chica, que siempre se quedaba hasta altas horas de la madrugada y que a veces no llegaba a dormir o lo hacía muy tarde, por lo general solo unas horas antes de que todos se despertaran.
Por otra parte Harry ya no podía aguantar las clases de Oclumancia con Snape, aunque solo llevaba tres clases no lo sabía soportar, las pesadillas eran más frecuentes y últimamente Voldemort estaba más contento de lo usual...
-¡Ya no lo aguanto más!-dijo Harry
-Oh, vamos Harry, tienes que esforzarte más, no tienes que dejar que el Señor Tenebroso te manipule-dijo Hermione.
-Hablas como Snape, Hermione.
-No me digas eso, además sabes que es verdad-dijo un poco molesta la chica
-Además ¿hoy tienes clases de Oclumancia o no? deberías esforzarte más para que así no sea tan duro.
-No me lo recuerdes, Snape me dijo que si en esta clase no lograba aunque sea un pequeño avance tendría que utilizar métodos más drásticos- dijo Harry un poco angustiado- Además cada vez que ve un recuerdo donde me preocupo por Eli la clase dura 20 minutos más.
-Mira, hablando del rey de Roma - dijo Hermione señalando hacia la entrada del gran salón, por donde justo venia entrando Elizabeth, quien no tenía muy buena cara, se le veía cansada, la chica se sentó al lado de Hermione y empezó a comer.
-Buenos días, Hermione.
-Buenos días Eli.
-Y ¿acaso a nosotros no nos saludas, he?-le dijo Ron ofendido después de que la chica lo ignorara a él y a Harry desde que volvió de su “viaje a la casa de sus padres”
-Déjala Ron, estoy seguro que cuando tenga la oportunidad nos lanzara un maleficio y luego volverá a cambiar de nombre...
-Buenos días, Ronald-dijo la chica después que Harry la insultara.
-¿Y qué vas a hacer hoy?
-Creo que iré a descansar, esta semana ha sido muy dura y no...
-Claro que ha sido dura, nunca estas, te saltas las clases y te la pasas de lo lindo en la oficina del director-le interrumpió Harry, que ya no podía con los celos, la chica vivía de lo lindo, según lo que el muchacho sabia, mientras que el apenas podía con los exámenes, tenía que aguantar a Snape, sin contar el equipo de Quidditch.
Eli estaba realmente molesta, no solo tenía que seguir el plan de Remus y lidiar con Voldemort, ahora tenía que soportar que Severus le dijera como ser un “buen espía” cada vez que volvían de una reunión y Harry se estaba pasando, ya no podía más, esta vez no se limitaría a decirle que no se metiera donde no le importara, en un impulso saco su varita y apunto al chicos, quien se paró de inmediato al ver que la chica lo retaba.
-¡Me tienes harta Potter! eres un maldito infeliz, solo porque eres el elegido no significa que los demás no tengan problemas... ¡eres repugnante!-todos en el gran salón quedaron mudos, ni siquiera en la mesa de maestros se escuchaba un solo murmullo, incluso Peeves había dejado de molestar a unos chicos de primero. -¡Me tienes harta, Harry Potter...¡Desmaius!
-¡Protego!-dijo el joven que estaba muy pendiente a cualquier ataque
-¡Expeliarmus!- la chica se fue alejando cada vez más para no lastimar a sus compañeros, quienes se habían agachado para no recibir ellos los ataques, para la mala suerte de Eli, Harry fue lo suficientemente rápido para esquivarlo y enviarle un contra ataque, la profesora McGonagall se acerco rápidamente y fue ella quien detuvo la pelea.
-¡Ya basta!-grito la profesora -¡Potter, Burke, bajen sus varitas, quiero que me acompañen a la oficina del director en este instante!-los jóvenes hicieron caso a lo que decía su profesora y los tres salieron hacia el despacho de Dumbledore. La profesora no les dirigió la palabra en todo el camino y solo se limito a hacerlos pasar a la oficina donde estaban Dumbledore junto a Snape y Remus.
-Bueno, ustedes dos ya saben porque están aquí o ¿me equivoco?
-Si señor-dijeron al unisonó los jóvenes
-Que bueno-dijo el viejo hombre con su dulce sonrisa
-Creo que lo más prudente seria que se miraran y se estrecharan las manos, ambos son de la misma casa después de todo - la mirada que se lanzaban los chicos era de desprecio infinito, los chicos se limitaron a estrechar sus manos y separarlas de inmediato.
-Bueno a mi me gustaría saber porque usted, señorita Burke ha actuado de esa manera-le pregunto la jefa de la casa.
-Lo hice sin pensar...
-Y usted, señor Potter ¿porqué le ha contestado de esa forma a su compañera?
-Porque ella solo es una mentirosa...
-Ya basta, Potter-le dijo Eli que lo miraba a punto de sacar su varita.
-Paren los dos, no creo que este sea el mejor lugar para empezar una discusión-les dijo el director alzando la voz.
-Creo que es el momento, señorita Burke, que les cuente parte de la verdad a los presentes, no quiero que esto vuelva a suceder, además si no recuerdo mal usted los conoce muy bien ¿o no?- el director le dedico una sonrisa a la joven bruja para que esta se sintiera segura
-Sí, creo que esta en lo correcto profesor, pero me pregunto hasta que punto
-No entre en detalles, solo sea lo mas vaga posible, sobre todo con lo que actualmente está haciendo...
-Bueno...-dijo a los demás presentes- Actualmente yo soy parte de la orden del fénix, estoy trabajando en una misión secreta, por eso mis ausencias... también... he...bueno yo...yo no soy de esta época, yo vengo del futuro y es por eso que conozco a la mayoría tan bien...-la chica estaba roja y tenía la cabeza totalmente agachada, estaba muy nerviosa pero unos brazos la rodearon, no sabía de quien eran hasta que la dueña de eso brazos hablo.
-No te preocupes, mi niña, yo te creo, Dumbledore ha sido testigo de tu llegada o ¿me equivoco?
-Si él sabe toda la verdad... pero por...
-Por cosas naturales no lo puedes decir ya que eso afectara el futuro- le dijo Remus para que se sintiera más segura
-Me...me gustaría que nadie más supiera esto, así mi estancia y la misión que llevo serán más fácil.
-Claro de eso no te preocupes...
Ahora todo tenía sentido para Harry; el mapa y la capa pero aun había algo que no podía asimilar bien ¿que tenía que ver Snape en todo esto? porque después de todo es era el verdadero apellido de la bruja. Podría ser que después de todo… no eso era imposible... pero en el fondo, el quería a Snape, pero le costaba admitirlo... ¡¿pero que estaba pensando?! amar a Severus, eso era descabellado pero pensándolo bien el hombre no era feo, tenía su cierta belleza y el muchacho era uno de los pocos que conocía un poco del lado amable del hombre... si quizás podría llegar amar a ese viejo hombre tosco... una sonrisa se dibujo en su rostro ahora todo encajaba a la perfección, Elizabeth era su hija y también de Severus.
-¡Ja! por eso me resultaba tan familiar, se parecen mucho, pero estaría bien que les dijera a todos en ese momento que ella es hija mis y de Severus. - pensó Harry.-¡NO!-le dijo una voz en su interior-Si lo haces, podrías poner en peligro la existencia de tu hija...mi hija - esas palabras a Harry le gustaban, tal vez solo era prudente que supieran que ella era hija de él, si con eso bastaría, después de todo solo Dumbledore y el sabían el verdadero nombre de la bruja...
-Me parece que has sido muy descuidada conmigo Eli...-dijo el joven mago a la chica que se sorprendió y levantó su cabeza mirándolo muy fijamente
-¿Porqué?...
-Porque ya me dado cuenta que tu eres mi hija...-el mundo se le vino abajo, la chica estaba pálida, le faltaba el aire, no podía moverse, lo había arruinado todo, por su imprudencia había dejado que se supiera la verdad antes de tiempo, no podía hablar con coherencia, solo logro articular correctamente unas palabras
-¿P...pero..c...como lo.. has de..descubierto?
-Pues, has sido muy descuidada- la chica estaba a punto romper en llanto, todos en la habitación a excepción de la viejera del tiempo, el elegido y el anciano director, sabían lo que ocurría con claridad, la chica se separo de la profesora y corrió a los brazos de su “madre” para obtener lo que tanto quería, el afecto de sus preciados padres...
-Mamá...- y la chica se pego a Harry como una pequeña niña, todos intentaron negar que la chica le había dicho mamá a Harry, todos excepto Severus que no lo podía creer.
-Mi niña...-la escena de amor era por no decir menos, rara, no era algo a lo que estuvieran acostumbrados a ver, pero no dejaba de ser tierna, McGonagall y Remus estaba conmocionados al igual que el director pero Severus...
Para Severus era algo que no quería ver, los celos lo invadieron, lo comían desde su centro... no podía ver o imaginarse al muchacho con alguien, fuera mujer u hombre, no tenia las ganas de seguir viendo aquella escena paternal pero si se iba en ese momento levantaría sospechas, claro menos de Dumbledore que el ya sabía, a pocos rasgos, lo que el sentía por el chico.
-Muy bien creo que sería conveniente que se retiraran menos ustedes dos-dijo señalando a Harry y Eli-Necesito hablar a solas con ustedes-y dicho esto los profesores se retiraron del despacho del director dejándolos solos.
-Creo que sería prudente, Harry que nadie aparte de los que tuvieron en esta sala supieran sobre esto, ¿entiendes?
-Si profesor, lo entiendo...
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A la mañana siguiente todo el mundo se sorprendió al ver a Harry y Eli tan juntos, ya no se lanzaban miradas de odio ni nada por el estilo, incluso se sentaban juntos durante toda su estancia en el gran comedor y las clases, todos incluso los mejores amigos del niño-que-sobrevivió se miraban perplejos ante este cambio radical en sus conductas.
Esa misma mañana Harry estaba radiante, la noche anterior no había tenido las “clases particulares” con Snape ya que el mismo las había suspendido porque "no se sentía bien”, paso toda la mañana de ese día domingo junto a su hija, interrogándola lo mas que pudo y ella a él.
-Y dime, ¿cuándo naciste?
-No te lo puedo decir.
-Bueno... ¿entonces cuando me casare?
-No te puedo decir nada del futuro, mamá...-dijo con desdén
-Ya veo pero ¿me podías explicar por qué me dices mamá?
-He, esto bueno... porque fuiste tú, después de todo quien me dio a luz-dijo un poco avergonzada la chica.
-Ha, entonces mis sospechas si eran ciertas, después de todo él si será tu padre...
-Entonces, su relación ya empezó...
-No, aun no pero no me puedo imaginar a otro que no sea él...-dijo con una sonrisa en el rostro.
Mientras “madre” e hija conversaban, por los pasillos del colegio un Severus Snape los miraba no de muy lejos, con la intención de raptarse al chico y hacer cosas indebidas (nota: considero que un Severus pervertido no es algo propio del personaje, pero me gusta :D ) pero una vez más tenía que recordarse quién era él y quien era el chico, siguió su camino, para infórmale al muchacho sobre la clase que suspendió.
-Señor Potter...-los dos Gryffindor se voltearon para contemplar al profesor de pociones.
-Si profesor-dijo Harry con un tono burlesco que solo pudo entender la chica
-Es de mi agrado informarle que la clases de Oclumancia se retomara hoy a la misma hora.
-Ningún problema... ¿y dígame, profesor aun se siente mal?-mencionó el brujo con el mismo tono, haciendo que Eli soltara una pequeña risita.
-Eso no es de su inconveniencia-y al decir esto continuo su marcha por los pasillos del colegio.
-Jajajaja, mamá no podrías ser menos sutil, además si continuas así me dará un ataque de risa, nunca había visto a papá de esa forma, jajajaja.
-¿De qué forma?
-Esa, en la que nada parece importarle y solo quiere verte muerto, en mi época el no es así; es, como lo digo, es mas cariñoso-el rostro de Harry se sonrojo al pensar en un Severus Snape mas cariñoso y que no le enviara miradas asesinas cada dos segundos.
-Lo siento- dijo Harry de pronto
-¿Porqué?
-Por actuar como un tonto mientras tú solo intentabas ocultar tus secretos
-No te disculpes, mamá, después de todo yo también me he portado mal, jamás debí empezar la pelea en el gran comedor.
-No esa fue mi culpa, fui yo quien te hizo perder los estribos-el joven mago le dedicaba una dulce mirada a su hija, ella solo estaba feliz de poder estar con su madre, después de todo la extrañaba y en esos momentos la necesitaba más que nunca para poder llevar sin mayores problemas, los que eran sus secretos.