Capitulo 6: Sorpresas
-Detrás de esta puerta esta...
-Voldemort, si.
-¿Porqué me has traído hasta acá?
-Porque es necesario...-la gran puerta hizo un estruendo y se comenzó a abrir, de pronto se pudo ver una silueta encapuchada pero no era Voldemort, aun así por alguna razón la cicatriz no dejaba de dolerle, de esta silueta salió una vos femenina que a Harry le pareció muy familiar.
-Muy buen trabajo, Ted será mejor que lo hagas entrar, no queremos que el señor Potter se pierda de la atracción principal...
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No podía ver nada, no había nadie, solo estaban los límites del colegio, no entendía porque la chica lo había hecho venir a buscar a Harry, no lo pudo encontrar, lo había buscado por todo el colegio y ahora lo estaba buscando aquí afuera pero nada, no habían señales de él o de la otra persona que estaba bajo el maleficio Imperius...
-Maldición, ¿Por qué me habrá hecho venir?
-Para atraparte, Severus, creo que la chica tenía razón.
La persona quien le estaba hablando no era otro que Lucius Malfoy, quien estaba de espaldas a él y con su varita apuntándole la cabeza.
-Ella sabía que tu vendrías corriendo si era necesario para salvar al chico, tenía razón en desconfiar de ti, creo que mi señor ha sido muy piadoso en dejarte con vida, él también desconfía de ti, cuando te mate y le cuente lo que habías hecho me recompensara, no sabes como...
-Y ¿Por qué has venido tu y no ella?
-Porque ella está ocupada con Potter...si ella tiene en su poder al chico y tu estas muy lejos para ayudarlo, es más si das un movimiento en falso te matare sin dudarlo.
-No creo que quieras hacerlo, no eres tonto o ¿sí?
-¿Porqué lo dices?
-Sé que nuestro señor no está al tanto de esto y que si se enterara los mataría a todos ustedes, a él no le gusta que tomen decisiones sin su consentimiento, y tu Lucius lo sabes mejor que nadie, si no fuera por eso tu mujer aun estaría con vida; si tu no hubieses intervenido durante el torneo de los tres magos tu mujer y tu hijo seguirían con vida...
-¡Maldito, como te atreves... Avada Ke...!
-¡Desmaius!- el inconsciente cuerpo de Malfoy caía hacia un costado y un muy osado Dumbledore apareció desde los arbustos con la varita en mano.
-Dumbledore, ¿Qué está haciendo aquí?
-Solo sigo indicaciones, solo sigo indicaciones, ven vamos Harry nos debe estar esperando en mi oficina.
Ambos caminaron hacia el despacho del director, Snape no entendía lo que estaba pasando, no entendía porque la chica le había pedido eso, no podía entender absolutamente nada, solo quería llegar lo más pronto a la oficina del Dumbledore y que le explicaran todo. Al interior se encontraban 3 jóvenes, rápidamente pudo ver a quien tanto buscaba, el chico lo miraba con los ojos llorosos pero muy feliz, ahora estaba más tranquilo, por fin pudo encontrar a su Harry, por fin pudo abrasarlo...
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-Muy buen trabajo, Ted será mejor que lo hagas entrar, no queremos que el señor Potter se pierda de la atracción principal
-¿¡Que vas hacer, porque me has traído hasta aquí, dime quien eres!?
-Todo a su tiempo, antes necesito que veas una cosa-la misteriosa mujer saco su varita y dijo ¡speculum-! Un espejo apareció frente a ellos.
-¡Muéstrame lo que te ordene, muéstrame a Severus Snape!-en el espejo se empezó a ver una imagen, al principio la imagen era borrosa pero poco a poco se pudo visualizar la escena. Una vez que Dumbledore apareciera la chica le ordeno al espejo que parara.
-¡Detente, espejo ya has cumplido tu misión, deja de mostrar lo que se te ha ordenado!- al decir esto el espejo se esfumo y la mujer misteriosa se quito la capa de la cara para que el niño-que-vivió pudiese ver quién era.
-¡Elizabeth! ¿Porqué, dime porque has hecho esto?-quería ir hacia donde se encontraba la chica pero Ted seguía sujetándolo, ni siquiera podía sacar su varita.
-Era necesario, tenía que deshacerme de Lucius.
-¡Pero porque me secuestraste!
-Ya te dije era necesario, además este no es el lugar para discutir, tenemos que irnos, nos estarán esperando en el despacho de Dumbledore- camino hacia donde estaba Harry y su novio, toco el hombro de ambos y desaparecieron de la mansión Riddle.
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El chico corrió hacia Severus y lo abrazo, comenzó a derramar algunas lagrimas pero el profesor de pociones lo tranquilizo al frotar su mano en su cabeza.
-Me alegro que todo haya salido bien y tu Elizabeth ¿Estas contenta?-le dijo el viejo Director.
-No hasta que Rodolphus Lestrange haya cumplido su parte.
-¿Porqué deberías preocuparte? Eli, sabes muy bien que él está bajo tu control y lo hará sin dudar.
-Lo sé profesor pero a veces pienso que mi magia no es lo suficientemente poderosa.
-No digas tonterías, mi niña sabes perfectamente lo poderosa que eres, nunca debes dudar de tus potenciales.
-¿Me podrían decir que fue todo eso?-pregunto el joven mago que se encontraba ya libre de los brazos de Severus
-Lamento que tuviera que involucrarlos en esto, pero necesitaba liberarme de Lucius, me estaba vigilando muy de cerca, desconfiaba de mi y si lo hubiese seguido con vida estoy segura que...
-¿A qué te refieres con “si siguiera con vida”?-le preguntó Severus
-A eso, en estos momentos Rodolphus debe estar cumpliendo su parte de su trabajo, este pequeño percance me ha costado un mes de investigaciones, pero al menos él ya no molestara más.
A Harry no le gustaba que su hija fuera tan fría, pensaba que eso lo habría heredado de Severus pero ni siquiera él era tan frio como para hacer algo así, solo había una persona que él conocía que fuese lo suficientemente maldito como para hacer algo así pero como sería posible aquello, ¿Porqué habían ocasiones en las cuales estaba cerca de su hija y le molestaba la cicatriz? ¿Acaso, Voldemort estaba influyendo mucho en el carácter de la chica? O ¿Quizás algo pasaría que haría...?
-Me podrían decir ¿quién diablos es él?-pregunto Severus
-Él, es solo el espejismo de alguien muy querido para mí-dijo con una sonrisa nostálgica.
-¿Como que un espejismo?-dijo algo confundido Harry
-¿Te acuerdas del hechizo que te enseñe en la mansión Riddle? Ese hechizo no solo sirve para espiar a alguien también si se lo ordenas puede tomar la apariencia de una persona y controlarla, si el mago es poderoso este espejismo puede hablar y tener las mismas habilidades que la persona real.
-¿Donde aprendiste ese hechizo?
-No, no te lo puedo decir...
-Bueno será mejor si lo haces desaparecer, si lo mantienes “vivo” por mucho tiempo terminaras en la enfermería, mi querida niña
-Si tiene razón profesor-sacando su varita y apuntándola al reflejo de su novio dijo-¡Espejo que cumples mis mandatos, te ordeno volver a tu verdadera forma y desaparecer!-la figura del joven mago se evaporo con una dulce sonrisa en su rostro.
-Harry, espero que no allá dicho nada imprudente.
-Bueno solo me dijo padrino pero no supe quien era.
-Maldito...bueno si ya no me necesitan más, yo me retirare, necesito descansar-la chica despareció detrás de la puerta, todos necesitaban dormir, había sido una noche muy larga, demasiado pero Harry sabía que tenía un asunto pendiente con Severus y haría todo lo posible para retomarlo.
Acompaño a su profesor todo el camino hasta la escalera para ir hacia las mazmorras, en ese punto Severus le pidió que se fuera a su habitación pero el chico desistió
-Sabes que no me puedes acompañar hasta mi cuarto, además mañana tienes clases, será mejor que vayas a dormir
-Y tu sabes que solo quiero estar contigo.
-...-beso al chico con un cariño y delicadeza, hacía que el joven mago sintiera deseos de quedarse dormido en ese momento.
-Sera mejor que se vaya a dormir, señor Potter.
-Solo por esta vez te dejare ganar- el joven mago se separo de Severus y se marcho a su sala común, cuando entro sus 2 mejores amigos lo estaban esperando.
-¡Harry!
-¡Hey, hermano! ¿Estás bien?
-¿Qué hacen despiertos a esta hora?
-Te estábamos esperando, ya que no te vimos mas desde la cena nos preocupamos mucho, nadie sabía dónde estabas.
-Bueno, estaba con el profesor Snape...
-¡No nos mientas! Fuimos a ver a Snape y no estaba en su despacho, dinos Harry ¿Donde te habías metido?-casi gritando le dijo Hermione.
-No les puedo decir, no es que no quiera es solo que no puedo, realmente no puedo.
-Es que nos preocupa, Eli subió hace poco y se le veía cansada y preocupada, creímos que...
-Creímos que te había pasado algo-le interrumpió Ron que ya se estaba poniendo igual de histérico que Hermione.
-No se preocupen, además mientras Dumbledore este en el castillo...
-Ese es el punto, Dumbledore pasa menos tiempo en el castillo de lo que crees, esta tarde fuimos a hablar con él y la profesora McGonagall nos dijo que ya llevaba más de una semana sin que nadie lo viera.
-¿De qué están hablando? Recién estaba yo en su despacho, junto a él.
-Y ¿de qué estaban hablando? Claro, seguro no nos dirás, te enojaras con nosotros y después te aislaras con tu hija...
-¡¿Qué?! ¿¡Con quien?!
-No te hagas el tonto Harry, nos dimos cuenta de hace mucho, se parecen demasiado y cada vez que te habla lo hace con el mismo respeto que lo haría una hija hacia su padre, y también me di el lujo de revisar sus cosas, encontré un gira tiempo, una capa, el...
-¡Qué! ¡¿Porqué revisaste sus cosas?!
-¡Ves! si te preocupas como lo haría un padre, y lo hice porque ayer en la noche la escuche hablando con una serpiente, me asuste, y todo lo que alcance a ver fue que le pasaba una carta y la serpiente desaprecia, me aterre, pensé que podría estar en algo malo y cuando descubrí que era tu hija corrí a decirle a Ron...lo siento si estas molesto con migo, tienes todo el derecho a estarlo, nunca debí hacer lo que hice pero realmente me preocupaba...-la chica ya no podía con la presión y se puso a llorar de inmediato, Ron la abrazo para consolarla, Harry hizo lo mismo y con una vos que demostraba arrepentimiento dijo:
-Jamás me podría enojar con ustedes en esta situación, además yo también me preocupo por ustedes pero por todo lo que está pasando no me había atrevido a contárselos, no quiero que se preocupen por mí, desde ahora les contare todo lo que pueda...
-Y bien ¿cómo esta todo con Snape? ¿ya le dijiste lo que sientes por él?-le dijo Ron que se había separado del abrazo grupal.
-¡Qué!¿Cómo sabes eso?-le pregunto algo histérico Harry, que se había separado de Hermione y se había ruborizado
-Oh, vamos, Hermione me lo dijo, además no me molesta, como tu amigo solo quiero que seas feliz, no me importa con quien sea.
-Gracias... y bueno con respecto a Severus las cosas andan mejor.
-Me alegro por eso Harry-le dijo Hermione.
-Sí creo que si no meto la pata todo irá muy bien, saben ya estoy algo cansado y ¿si nos vamos a dormir?
-Sí creo que será lo mejor, ya es muy tarde y yo también quiero dormir.
Cuando Harry estaba acostado en su cama le costó un poco el quedarse dormido pero pensó que serian los nervios o todo lo que había pasado aquel día. No le fue difícil empezar a soñar, una vez dormido, en su sueño todo era normal pero cuando sintió que todo este relajo de ambiente era muy extraño sintió la presencia de la persona a quien menos quería ver o saber algo.
-Me alegra que todo lo de esta tarde haya salido de maravillas, tenía muchas ansias de verlo de forma directa pero fue ella quien me lo negó, ¿puedes creerlo? Una chica dándole ordenes al señor de las tinieblas... si yo también me cuestione eso en un principio pero una vez que ella me dijo la verdad lo entendí, ¿sabes Harry? creo que tu hija no se parase para nada a ti, en un principio jamás me hubiera enterado de que ella y tu eran parientes, ni siquiera se me hubiese pasado por mi mente su relación de padre-hija pero quien puede discutir lo que nos prepara el destino...
-¿Como sabes que ella es mi hija?
-Ya te lo dije, fue ella quien me lo conto, me lo dijo todo, incluso sé más que tú sobre ella, jajaja ¿no te parece gracioso? Yo tu enemigo, tu eterno rival sé más que tú sobre tu propia hija.
-No me parece gracioso, Tom, ella me dijo que me ocultaba la verdad para protegerme.
-¿Y tú le crees?, no me hagas reír; ella solo es una arpía, una sucia infeliz que busca poder y como yo el control absoluto.
-¡No dejare que hables así de ella Tom!
-¿No me dejaras? Y dime ¿qué harás para detenerme? Ahora estas bajo mi control, no tienes como defenderte, solo puedes escuchar y dejarte manipular, siempre has sido así muchacho, quieres hacerte el héroe pero ante mi presencia te doblegas con tanta facilidad...
-¡Yo jamás me dejaría doblegar ante ti!
-Dime, ¿Te gustaría saber porque tu hija y yo compartimos tantas cosas en común? Solo déjame decirte una cosa, pues yo también le tengo ¿cómo te digo para que me entiendas?... afecto a la chica.
-No me importa lo que digas yo nunca dejare de creerle.
-No importa si me crees o no, solo te diré una cosa; tú, tú eres la razón de nuestras similitudes, tu y nadie más Harry, si me atreviera podría llamar a Elizabeth hija y tu no podías negarlo...
-¡¿De que estás hablando?!¡No me digas estupideces! ¡Tom! !¿Tom donde estas, donde te escondes?!-pero nadie le respondió, ya no podía seguir escuchando al Señor Tenebroso.