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El ladrón de canciones por jessisaya

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Notas del capitulo:

este fic se me ocurrio... de la nada de verdad, hice la primera parte del primer capitulo (solamente la parte del pianista) durante el regreso de un viaje que hice a francia... a principios de este año, cuando todavia no iniciaba mi escuela

la semana pasada vi una pelicula que no tenia nada que ver realmente con el fic, pero por alguna razon se me hizo parecida y ahora que la vuelvo a ver, me dieron muchas ganas de escribir

espero que disfruten realmente este fic, una advertencia, torturare un... muchito al pobrecillo de bill. sean buenas conmigo, es mi primer fic de Tokio Hotel, aceptro tomatazos, de verdad, pero intenten no ser muy dur@s con las criticas

lamento su hay algun error ortografico, escribo en la tablet... es que perdi mi laptop...

reviews? acepto todo, criticas, aclaraciones, tomatazos, lo que sea pero pido views

que lo disfruten

El ladrón de canciones

1. la canción perdida y la locura del pianista

No podía ser cierto, vaya que no, el pianista se quedo helado, hace una semana, había perdido su hermosa composición, su obra de arte, que ahora extrañamente sonaba en la radio. Abrió los ojos aterrado, que estaba pasando? Esa canción era suya, solo suya, y… estaba en la radio…

-… y como esta es la nueva canción de Tokio Hotel…- comento una joven con una amiga pasando junto al pianista

“Tokio Hotel?” se pregunto el pianista comenzando a seguir a las jóvenes

-… ayer me la pase cantándola toda la noche, pero no me queda!!! Te juro que he intentado cantarla por toda la madrugada y no me ha salido, me da una pena terrible- continuo diciendo la joven cuando ella y su amiga entraron por un callejón

El pianista sonrió, su mano llego a la navaja que siempre traía con el, entro al callejón con las jóvenes

-pero ahora que la oigo, creo que a Bill de verdad le queda esa canción, esta realmente hermosa- dijo la amiga de la joven

Ahí fue cuando el pianista reparo en que la canción que escuchaba la joven tenia letra, una voz melodiosa y hermosa se escuchaba en su canción a pesar de que el mismo había adaptado la canción para contarle la letra cuando… cuando sucedió la muerte, pero eso no importaba, lo que importaba era que alguien había robado su canción, la estaba cantando y lo mas importante, no le habían mencionado

-de seguro que la ha compuesto Bill- dijo una de las chicas

-lo que he oído es que la ha compuesto ton, va que es una sorpresa la verdad, nunca creí que el, siendo un guitarrista, pudiera componer algo en un piano. Además con lo bien que suena en la voz de Bill

-ni se compara con la voz de su cantante real- dijo el pianista

Las dos chicas se dieron la vuelta, le miraron entre asustadas y confusas

-disculpa?- pregunto una

-que el cantante que interpreta la canción, no se compara para nada con el verdadero compositor de la canción- volvió a repetir el pianista

-disculpa, pero sabes quien es el que canta? Es Bill Kaulitz!!! Si, es un dios cantando!! No se quinete crees que eres, pero…- dijo una de las chicas

-no, vámonos- dijo la otra amiga previniendo el peligro

-no, déjame terminar…- dijo la otra amiga

El pianista sonrió

 

-un brindis por la nueva canción de Tom!!!- dijo Bill levantando su copa con un liquido dorado dentro

Su hermano mayor forzó una sonrisa y levanto su copa también, estaban en un hotel en Europa. París para ser más exactos, se irían mañana de vuelta a Alemania. Georg miro confundido a  Tom

-te sientes bien?- pregunto el pelirrojo mirándole extrañado

-si- dijo Tom bebiendo de su copa

-si… yo también te noto extraño…- le dijo Bill

-que estoy bien!!! Rayos!!!- dijo Tom poniéndose de pie de la mesa en la que cenaban y abandonando la habitación

Todos se quedaron en silencio, después de una semana de el estreno mundial de “Zoom insto Me”, la obra maestra de Tom, el guitarrista había estado muy extraño, mucho mas de lo aceptable y todos lo habían notado, a pesar de que el intentaba negarlo

-no entiendo cual es el problema de ton, se supone que debería estar feliz después de… componer algo tan maravilloso como Zoom insto Me, pero no lo esta, esta mas… huraño y… enojón… e… irritable…- dijo Gustav

-sabes que le pasa?- le pregunto Bill a Georg sabiendo lo unidos que eran el y su hermano

-no, no me habla mucho desde que compuso esa canción, creo que esta estresado, eso es todo- respondió Georg

Todos volvieron a quedar en silencio

-ahora que lo recuerdo, un día antes de que tu hermano comenzara a componer la canción, estuvo en una rara biblioteca de libros antiguos y dijo que encontró algo rarísimo, me dijo que debía ir con el para verlo, le dije que no podía y fue solo. Cuando le preguntaba que era unos días después, me dijo que ya no importaba, deberías ir a ver esa biblioteca si tanto te importa que ton este… como lo dijiste Gustav?- pregunto Georg

-huraño, enojón e irritable- aclaro el rubio

-y sabes donde es esa dichosa biblioteca?- pregunto Bill

-mph… me dijo que era por las afueras de la ciudad en la parte norte, no lo se, yo no me manejo muy bien aquí- le respondió Georg

-ni yo- se lamento Bill

-yo conozco bastante de la ciudad por que ya he salido con guías antes, por que no intentamos encontrar la dichosa biblioteca ahora?- pregunto Gustaf

-ahora? Es de noche!!! Y hace frio!!! Me enfermare!!!- se quejo Bill

-ya no seas quejica- le regaño Georg

-además la ciudad es mas bella de noche- dijo Gustaf

-pero y mi voz…- replico Bill

-te pones 5 chaquetas y 20 bufandas, quejica- le dijo Georg

-no en gusta salir de noche sin guarda espaldas… es peligroso…- replico Bill

-no se si lo hablas notado, pero Gustav y yo no somos exactamente unos palitos de diente como cierto palito de dientes con cabello negro, estarás bien con nosotros, estará obscuro nadie va a reconocernos además- dijo Georg

-por eso mismo tengo miedo, tengo miedo de que no nos reconozcan y de que…

-ya Bill, te pasas de quejica, ahora o nunca- le dijo Gustav

El pelinegro suspiro, se puso de pie de la mesa tomo su chaqueta y seguido por sus amigos salió del hotel

Tom por su parte sentado frente al piano tocaba fa, sol sostenido y do repetidamente solo con una mano, mientras que en la otra tenía un libro obscuro y viejo el cual sostenía con firmeza. Tom suspiro, no sabia si decirle la verdad  a su hermano, pero la culpa le estaba matando, no sabia como ni por que, pero sentía una culpa horrible de tener aquel libro consigo, no eran las manchas de sangre ni las lagrimas de tristeza y dolor que tenían las hojas de ese libro, ese libro que era mas como el diario de un joven el cual contaba su historia manchada de sangre y dolor a través de unas paginas, y que al final, en las ultimas hojas y horas de vida que le quedaban, escribió una canción. Tom volvió a suspirar, él le había puesto nombre, había sido en lo único que había colaborado con aquel hermoso escrito

Se puso de pie y por un instante se siento alerta, como si algo peligroso se le acercara, negó rotundamente con la cabeza y camino de vuelta a la cocina donde había dejado a su hermano y sus compañeros, entro y se quedo sorprendido, no había nadie. Busco su celular y recordó que le haba dejado en la… chaqueta de su hermano la noche anterior cuando llego borracho al hotel

“pero donde se pudieron haber metido?” se pregunto mientras corría a su habitación y  tomaba una sudadera cualquiera para salir a buscarles. El único problema, no tenia ni la mas mínima idea de donde podían estar ni tampoco sabia como manejarse en parís

 

-estas seguro de que no estamos perdidos?- pregunto Georg molesto

-más o menos- respondió Gustav

-mas o menos? Como que mas o menos?- reprocho Georg

-estamos en la zona norte de la ciudad, el problema es que no se si estamos a las afueras de la ciudad todavía- le aclaro Gustav

-no que conocías “bien” Paris?- pregunto Georg

-claro que si!!! Pero es de noche!!! Y no veo en la obscuridad, sabes?

-y quien te dijo que salgamos a esta ora a buscar una maldita tienda de antigüedades en medio de la nada!!!???

-tu!!! Tú lo dijiste!!! “ahora o nunca!!!” y te jodes!!! Que esto no es mi culpa, yo te dije en el centro de la ciudad que tomáramos un taxi, que no vengamos caminando- le reprocho Gustav

Bill sentado en el puso con los ojos en blanco, tenia un poco de frio pero no iba a quejarse

-oh!!! Pero si son de Tokio Hotel!!! Que hacen aquí?!- grito alguien

Los tras chicos voltearon la mirada y vieron a una periodista sonriente con una cámara, a Bill se le helo el alma, odiaba realmente a los paparazis. Se puso de pie rápidamente y se metió dentro de unos de los tantos callejones que les rodeaban a él y a sus amigos, comenzó a caminar solamente con la idea a de volver al centro de parís y tomar un taxi para volver a hotel, después de un rato, se dio cuenta de que estaba perdido, le daba la impresión de que estaba dando vueltas y vueltas en los obscuros callejones en los cuales ni siquiera podía ver su propia sombra. Asustado tomo su teléfono celular topándose también con el de su hermano, ambos sin señal alguna, trago un poco de saliva y retomo su caminata

El pianista miraba su obra de arte, los cadáveres de las dos jóvenes tirados en le piso y sus rostros con muecas de horror le daban tanta gracia que por un momento creyó reír. Tomo el teléfono celular de una de las chicas y observo, habían muchas fotos de Tokio Hotel, muchas de aquellas fotografías tenían los nombres de los chicos, miro bien a Bill, las chicas dijeron que ese tipo con cara de mujer había copiado su canción, se puso de pie entre todo el charco de sangre que había hecho su asesinato y con el teléfono de la chica se puso a abandonar la escena del crimen

Bill siguio vagando por entre los callejones, frustrado pateo una roca y se dio cuanta de que había un pasaje mucho mas obscuro que los demás, trago saliva y se interno en este, con una mano contra la pared del callejón, caminaba a ciegas forzando los ojos para que así por lo menos no cayera de bruces contra el piso, pero poco a poco, la obscuridad se hacia mayor, logrando envolverlo en la nada literalmente. Refunfuño por lo bajo y siguio caminando cuando el piso se volvió resbaloso y cayo por fin , refunfuño mas y sintió que el piso estaba acuoso, lleno de agua. Furioso se puso de pie y siguio caminando, la sustancia acuosa estaba por todo el piso, volvió a caer, había algo en el piso volvió ponerse de pie y pateo el obstáculo que le había hecho caer antes

Suspiro cuando por fin salió del callejón, para volver a encontrarse con una encrucijada de caminos, con un poco más de luz proporcionada por la luna, miro su ropa y soltó un grito, estaba repleto de sangre y partículas de tejidos y órganos deshechos

-pero que es esto???!!!- grito con todas sus fuerzas, llevándose las manos a la cara  donde había mas sangre

Bill recordó con lo que había caído y sonto las horribles ganas de vomitar, con lagrimas de horror en sus ojos corrió de frente por los callejones gritando como el demonio hasta chocarse con alguien. El hombre le sostuvo y le abrazo mientras Bill seguía gritando aterrado

-shhhh… shhhh, tranquilo, niño, tranquilo, que paso?- pregunto el hombre

-hay sangre!!! Mucha sangre!!!- dijo Bill abrazando mas al hombre

El pianista sonrió, de no haber encontrado a ese chico, probablemente hubiera tenido un problema en las manos. Bill miro con más atención al hombre, en el hombro de su “salvador” había sangre, miro aterrado al rostro del hombre y se encontró con esa sonrisa. Grito y salió corriendo nuevamente, el pianista le alcanzo al instante, le tumbo en el piso y volvió a sacar su navaja aun llena por la sangre de las jóvenes

-no por favor!!! Se lo ruego!!!- grito Bill intentando defenderse, fue cuando la luz les dio de frente a los dos

Al pianista se quedo sin palabras, aquel chico era Bill, seguro que era Bill

-Bill?- pregunto el pianista inseguro

Bill no respondió solo grito con aterrado, se estaba quedando ronco por tanto gritos, pero no importaba, estaba aterrado

CONTINUARA…

Notas finales:

gracias por leer


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