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Triste realidad por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola lectores, quería escribir un one shot, y casi sin ideas surgió esto. No sé si les guste por el final, pero anímense a leerlo y decirme sus opiniones.

(Personajes de Masashi)

 

 

—Ser gay es un asco-suspiró el joven estudiante en la azotea. Recostado contra la pared viendo fijamente el firmamento celeste.

—¿Cuándo se los dirás a tus padres?-preguntó su mejor amigo sentado a su lado.

—¿Estás loco?-comenzó a reír-Mi padre se volvería loco, mi madre lloraría. Definitivamente mi vida se convertiría en un infierno.

—Eres su único hijo, seguramente lo entenderán.-El blondo de ojos azules se puso de pie dando un suspiro.

—Ojala tuvieras razón, Sasuke. Ojala me aceptaran tal cual, como tú lo haces ahora-le miró serio-Eres al único a quien se lo he dicho hasta ahora.

El moreno de tez pálida y ojos tan negros como sus cabellos se levantó y se acercó a él poniendo una mano en su hombro.

—Tarde o temprano tendrás que decirles. Al menos que, seas cauteloso con tus gustos-sonrió.

—¿A qué te refieres?-frunció el seño.

—Nada, Naruto. Vamos, entremos, el timbre pronto va a tocar.

—Tks… Sasuke, idiota.

—Lo que digas-le siguió la corriente despreocupadamente.

Naruto y Sasuke eran amigos desde el jardín de niños. Una amistad muy duradera, algo que habían logrado forjar cada vez más con el tiempo, sus padres eran amigos. Y ellos también lo eran. Por lo que, el rubio le tenía una gran confianza a su amigo al confesarle que le gustaban los hombres, que había dejado de sentirse atraído por el sexo opuesto. Sasuke no pudo evitar sorprenderse de sobremanera, tan solo unos instantes para luego poner su cara de siempre, inexpresiva. No importando que fuera homosexual, él seguía siendo su amigo, sin embargo con el tiempo, las cosas serían sumamente complicadas.

Eso lo descubrió en los días siguientes. Cuando el recreo empezaba, Naruto le dejaba de lado para correr a la salida del aula y perderse por ahí. Se quedó solo con el grupito fastidioso de mujeres locas por su atención. Costó deshacerse de ellas, una vez logrado su cometido de huir, caminó por los pasillos al patio trasero del instituto. Buscándole. Y le encontró, pero no solo. Claro que no. Se quedó ahí en esa esquina de la pared, y miró a unos pasos, como Naruto, su mejor amigo, besaba a un hombre. Un chico pelirrojo. Y se besaban muy apasionadamente, podía ver sus lenguas enredándose una con la otra. Y sintió algo, algo amargo dentro de él. No supo describirlo, pero era triste. Ignoró esa patética sensación y abandonó el lugar dejándole con su amante.

Durante las horas de clase, no cruzó palabra con él ni una mirada. Lamentablemente, se sentaban juntos. No podía, por más que quisiese, no podía eliminar esa escena de su mente. Ver a su mejor amigo besar a otro chico. A otro hombre con tanta pasión. ¿Por qué? No le molestaba que fuera gay, no, era su amigo y lo apoyaba. Entonces ¿Por qué? ¿Porque se sentía tan… tan extraño?

—¡Sasuke! ¡Sasuke, espera!

Y le dejó solo, tal como él le había hecho. Le dio la espalda y se fue de la escuela solo, solo con sus pensamientos e ignorando su voz chillona. Él no se molestó en perseguirle, seguramente se iría con su amante a otro lugar donde pudiesen hacer sus cochinadas. De repente se detuvo, la boca le quedó entreabierta, ¿En qué mierda estaba pensando? ¿Qué le estaba sucediendo? Se tapó la boca, y corrió a su hogar con prisa. Todo le estaba cayendo tan pesado ese día. No quería saber nada de él, de Naruto, no esta noche. Quería paz.

Al día siguiente, con unas notorias ojeras debajo de sus ojos, partió a su escuela caminando con lentitud y no deseando encontrárselo en el camino. Por suerte, así fue. Había llegado media hora antes, así que optó por ir a su lugar favorito, el lugar favorito de él y Naruto. La azotea donde podía respirarse aire puro. Subió los escalones, llegó a la puerta, la abrió y al salir al exterior vio a solo unos pasos, la pareja. Naruto y ese pelirrojo besándose. Estaban en su propio mundo, un mundo en el que él no existía para el blondo. Observó la mano de ese chico colarse por debajo de la camisa de su amigo, y como este no hacía nada por evitarlo. Solo le rodeaba con sus brazos el cuello.

Huyó de ahí, fuerte, rápido, mal. Dios, ¿Qué le estaba sucediendo? Bajó rápido las escaleras, con desesperación, la respiración se volvió irregular, hizo un mal movimiento. Y cayó desde varios escalones hasta tocar suelo liso. Gimió por el intenso dolor en su tobillo, la nuca, la rodilla derecha. No podía ser peor. Se incorporó, cojeó hasta terminar de bajar los escalones faltantes. Otros estudiantes le miraron preocupados, ignoró el bullicio y se largó de ahí. Se fue de la escuela.

No se presentó por tres días seguidos. Durante aquel sábado, Naruto le llamó cientos de veces, mensajes preguntando por su estado. Si había ocurrido algo.

—Vete al demonio-susurró recostado en su cama. Borró el mensaje y puso el móvil en la mesita de luz. Suspiró, cerró sus ojos y siguió durmiendo. Una larga siesta.

El domingo a la tarde, pasó lo mismo, no respondió sus llamadas. Parecía ya estar enojado con él, “Responde, bastardo” “¿Por qué me cortas?” dejó de lado sus insultos, solo buscaba paz consigo mismo. Aquel fin de semana se la pasó en casa y encerrado en su habitación, deseando que sus padres y hermano no le molestasen. Por suerte, todos tenían sus propios problemas que atender.

Empezó la nueva semana, y eso acontecía, tener problemas con Naruto. Estaba parado en la puerta del instituto. Se miraron intensamente, Sasuke pasó de él, pero la mano del rubio no le permitió avanzar más.

—Suéltame-ordenó de mala gana.

—No hasta que me digas que mierda te ocurre. No he sabido nada de ti desde días, me has evitado, no has contestado ninguno de mis mensajes ni llamadas, ¿Qué carajos te pasa, Sasuke?

—No te incumbe-se zafó bruscamente de su agarre y siguió adelante.

—¡Sasuke!-fue tras él pisándole los talones-¡Responde!

—No grites a altas horas de la mañana. Son las seis, déjame en paz, tu voz me irrita.

—¡Entonces explícame tu estúpido comportamiento!-alcanzó a tocarle uno de los hombros, algo que no debió de hacer. Era tarde para retroceder.

Sasuke se dio vuelta y le pegó un puñetazo en la mejilla izquierda. La acción fue rápida, repentina, un impulso que no pudo evitarse por parte del azabache. Naruto cayó al piso sentado, de sus labios no tardó en salir ese liquido rojo, su esencia de vivir. La mayoría del cuerpo estudiantil se quedó sin habla mirando espantados la escena, silenciosos, y el pelinegro reaccionó tarde en darse cuenta que, había lastimado, le había levantado la mano a su mejor amigo. A Naruto, quien le vio, estupefacto y casi con lágrimas en sus ojos azules. La mejilla roja que comenzaba a hincharse, y una vez más…

—¡Sasuke!

Salió huyendo del instituto.

Recapacitando… dándose cuenta de la maldita realidad. Su corazón, su corazón le pertenecía a él. A Naruto. Le amaba como a nadie. Le amaba profundamente, tanto que dolía respirar. Y de camino hasta casa, su único refugio, él pensó que debía tomar una triste decisión. Debía cambiarse de escuela.

Porque él… no quería convertirse en eso.

No quería ser gay.

 

Notas finales:

 

¿Gustó? ¿Quieren matarme por el final? Ja, ja, ja.

Díganme que piensan que podría ocurrir ahora con Naruto.  Como verán, para Sasuke, no es fácil admitir que le gusta Naruto, por eso toma la decisión de irse a otro instituto. En cambio, Naruto aceptó lo que era.  Para los que se preguntan del pelirrojo, era Gaara :D, UN BESO.


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