Las vacaciones habían comenzado para todos en la academia, excepto para aquellas personas que no habían aprobado alguna materia, pero los profesores eran muy flexibles con los alumnos, por lo que la única persona que debía una materia era Zero, el chico de ojos amatistas y cabellos como la luna, que se saltaba sus clases a cualquier provocación, era el único que debía una materia, pero a él no le importaba quedarse ahí, pues el de todas formas no iría a ningún lado, se quedaría con el director Cross ya que Yuki se había ido a pasar unos días con su amiga Sayori y aunque no le gustaba la idea de tener que soportar aun en vacaciones a esos chupasangre que preferían quedarse a pasar las vacaciones en la academia, no tenía remedio y peor aun entre ellos se encontraba Kuran Kaname, su némesis.
- ¡¡NO!! Ya dije que no quiero y no lo voy a hacer director- decía el cazador muy enojado mientras cruzaba sus brazos y dirigía la vista hacia el techo con indiferencia ignorando al director que se encontraba aferrado a su pierna.
- Hijo mío entiende que me importan tus estudios - volteo a ver a su hijo llorando en modo chibi - además solo es una materia, los demás profesores lo entendieron.
-Sí, pero….arg…suelta mi pierna - el menor se libero del agarre del rubio - pero da la casualidad de que es literatura, y sabes que odio esa materia, es tan aburrida, y mucho menos creas que aceptare que Kuran me dé tutorías, antes muerto.
Sin pensarlo dos veces salió de la oficina del director y se fue en dirección al bosque, cuando estaba en su sitio favorito, vio un árbol y se sentó en el, recargo su cabeza en el tronco y cerró los ojos, estaba cansado de la lucha interna que se llevaba a cabo diariamente en su interior.
No sabía desde cuando, pero Kuran causaba varias emociones en él, no se explicaba porque pero siempre trataba de encontrar algún pretexto para pelear, deseaba que Yuki fuera con él, para luego ir a buscarla y poder ver esos ojos color carmín, ese pelo ligeramente alborotado color castaño, pero ¿Por qué pensaba así de él? ¿A caso le quería? No eso no podía ser, o ¿Si?, para que seguir engañándose, tenía que aceptarlo de una vez por todas, si, lo amaba con todo su corazón, a pesar de ser un vampiro, a pesar de eso lo quería, lo amaba como a nadie en el universo, lo amaba, pero aun así en el fondo sabia que eso estaba mal, era su enemigo, formaba parte del grupo de los seres a los que más odiaba, era parte de esos chupasangre que habían acabado con su familia, que se habían llevado a su hermano, que había prometido acabar con ellos, exterminarlos, ellos jamás podrían ser nada, no podrían ser más que némesis y si es que llegaban a algo más, serian cruelmente juzgados, sobre todo él, pues a pasar de todo seguía siendo un cazador.
De labios del peli plata salió un suspiro.
Y por si no fuera suficiente la vergüenza de querer a su peor enemigo, de caer en sus redes, ahora querían que fuera su tutor, eso sería como crear una nueva razón para ser la burla del mayor y no lo permitiría.
Al poco rato de estar descansando, escucho unos pasos, no eran tan estrepitosos como los de los humanos, así que sin duda alguna eran de algún vampiro, los pasos se dejaron de escuchar y aun con los ojos cerrados sentía la mirada de ese ser, pudo oler el aroma de las rosas que provenía de aquel chupasangre, y de inmediato supo quién era, así que instintivamente saco su Bloody Rose de su pantalón y apunto hacia donde se habían escuchado los pasos y ahora se encontraba su enemigo observando en silencio.
- ¿Que es lo que quieres Kuran? - decía mientras le dirigía una mirada asesina - largo o te matare.
- ¿Y así como aprobaras tu materia? - en su boca se había formado una media sonrisa.
-Eso no te incumbe - dejo de apuntar -Además, solo es una estúpida materia, puedo reponerla después, cuando yo quiera.
El menor guardo su arma y se recargo nuevamente en el árbol, mientras el mayor de los dos se acercaba lentamente hacia él con la intención de lograr que aceptara ser su tutorado, pero él conocía muy bien al oji amatista, sabia que solo lo lograría hiriendo un poco su orgullo, la verdad a él no le importaba mucho que pasara sus materias, lo único que quería era pasar el tiempo con él, y así decirle de una vez por todas lo que sentía.
Quedando a tan solo un metro de distancia, pero aun parado frente a él le dijo:
-Así que…. el gran caza vampiros Kiryuu – sempai no puede con una materia tan sencilla - dijo en tono de burla sin evitar reír.
El cazador abrió los ojos completamente enojado, como se atrevía a burlarse así de él, ¿solo por ser un sangre pura creía que tenía el derecho de tratar así a las personas? Se paro rápidamente del piso con un ágil movimiento, acorto un poco la distancia entre los dos y dijo muy enojado:
- Puedo pasar esa materia hasta con los ojos cerrados y aun mucho mejor que tu.
El vampiro sabía que estaba a punto de lograr su objetivo y continuo con su juego, metió sus manos a los bolsillos de su pantalón y acerco su rostro al oído de Zero y susurro en él:
-Demuéstralo - dio dos pasos hacia atrás notando el gran sonrojo del de ojos amatistas, dio la vuelta con miedo a no poder ocultar su sonrisa y dijo -tu profesora me dio los detalles de tu evaluación para revisar tus progresos, te espero en los dormitorios de la luna mañana a las 7 para comenzar.
Se fue aun con la sonrisa en sus labios, pues sabía que mañana seria el día en que el peli plata ya no podría escapar de sus manos.
Por otro lado el menor se encontraba en shock, ¿que había hecho? Había caído en la trampa, si seguramente era eso, o no, ahora él se sentía… ¿nervioso?, pero ¿Por qué?, solo tenía que concentrarse y sería muy fácil, no, eso no era por lo que estaba nervioso, era el hecho de que tal vez estarían solos. No, ellos no estarían solos, los demás chupasangres también estarían ahí, bueno por lo menos estarían rodeados, lo que menos quería era estar a solas con él.
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Cuando llego la noche el cazador se dirigió a su habitación, era temprano pero estaba muy nervioso, ya que no dejaba de pensar en el día que le esperaba, así que decidió tomar una ducha, cuando salió, quiso dormirse temprano, era la primera vez que lo hacía, pero gracias a la ducha que había tomado se sentía bien, relajado, así que se dejo caer en la cama y se durmió poco a poco, no sin antes pensar que tal vez, solo tal vez el día siguiente no sería tan malo como él pensaba que seria, al fin y al cabo estaría con su verdadero amor.
Ya eran las 5:30 cuando se despertó, con el tiempo justo para arreglarse, se decidió a comenzar a vestirse, no usaría el uniforme, ya que eran vacaciones, podría usar lo que él quería, no tardo en encontrar algo apropiado y se vistió.
Unos pantalones de mezclilla cafés que caían sexymente desde sus caderas hasta el piso, uso unos convers blancos con negro, sus favoritos y decidió usar una camisa blanca, que dejo por fuera del pantalón, dejo sin abrochar los primeros y últimos dos botones de la camisa, también alzo un poco el cuello de está, al verse en el espejo se sonrojo un poco al ver que la camisa se transparentaba un poco, así que decidió usar también un chaleco negro por cierto muy elegante que le había regalado Yuki, no lo cerro, únicamente dejaría que callera a los lados y por ultimo pero no menos importante tomo su arma, y puso la cadena de cinturón.
- Listo - dijo al chico sexy que se hallaba frente suyo en el espejo mientras veía como una media sonrisa se dibujaba en su rostro.
Salió directamente por su ventana, no quería perder el tiempo, camino a paso normal hacia el lugar del encuentro y cuando llego a la gran puerta que protegía a esos seres toco, rápidamente peino sus plateados cabellos hacia atrás y jalo hacia adelante su chaleco, ¿Por qué lo hacía?, ¿Por qué quería verse bien cuando lo viera Kuran?....
Un crujido lo saco de sus pensamientos y se encontró con el mismísimo sangre pura, que se recargo en el marco de la puerta y cruzo sus brazos, se detuvo ahí por unos segundos, comiéndose con la mirada al cazador, y viceversa, el castaño llevaba unos pantalones azul fuete ajustados y una camisa negra, usaba una corbata roja, pero no la usaba apretada, estaba un poco suelta, lo hacía ver seguro de sí mismo, autoritario como siempre, su cabello se encontraba un poco húmedo, parecía que acababa de salir de una ducha, su olor llego a la nariz del menor que sin pensar exhalo profundamente y dejo salir el aire en un suspiro nada discreto, al darse cuenta de eso se puso ligeramente rojo de vergüenza, ¿Como había hecho eso?
-Muy buen día Zero, adelante pasa, que bien te ves hoy - dijo sonriendo notando como el sonrojo del menor crecía mas y mas.
- Ya basta Kuran, dejemos a un lado las cortesías, solo vengo a mostrar que si puedo con esta estúpida materia - dijo fingiendo estar muy enojado, pero la verdad era que estaba más que feliz, a Kaname le había gustado su atuendo.
- Está bien, discúlpame -respondió mientras ponía una cara de falsa inocencia -pero hazme un favor -se acerco a Zero y junto sus frentes - llámame Kaname
En el rostro del mayor se dibujo una sonrisa picara y sus ojos denotaban deseo, pero fue hasta medio minuto después que el peli plata reacciono, se alejo y dijo:
-Estás loco Y por cierto tú no tienes ningún derecho a llamarme Zero ¿entendido? - el oji amatista cruzo sus brazos -lo único que haces es gastar mi nombre.
- Bueno a mi no me molesta en lo absoluto, y mucho menos si son tus labios los que besan mi nombre al pronunciarlo Kiryuu – kun.
No dejo que Zero dijera nada, a pesar de que este estaba a punto de gritarle, simplemente abrió completamente la puerta y lo invito a entrar haciendo una reverencia y extendiendo su mano mostrándole el camino, pero el chico aún enojado ni siquiera dirigió su mirada al castaño, entro y no vio a nadie más, percatándose al fin de la realidad.
-¡¡ Espera y los demás!! - pregunto algo exasperado.
- Les pedí que se retiraran por el fin de semana, así que han de estar en casa de Hanabusa – kun, así no tendremos interrupciones - el vampiro se sentó en el sillón individual, tomo su propia barbilla con el dedo pulgar y el dedo medio, mientras que con el índice remarcaba el contorno de sus labios.
El menor, ya no era consciente de todas las emociones que se llevaban a cabo en su interior, estaba contento por estar solo con él, nervioso por lo que pudiera pasar, también sentía miedo por ser rechazado por aquel ser, y más sentimientos pasaban en su interior acompañados por una ola de emociones.
- Pero….
-No hay pero que valga, toma asiento y te diré las diversas formas en que tu profesora piensa evaluarte.
Zero no dijo madamas, se sentó en el sillón más grande de la sala, que era el que estaba al lado del de Kaname y espero.
- Ok, tu profesora te dará una oportunidad, y puedes elegir la que más te guste de estas opciones que marco para ti.
Opción 1: Leer un libro de una lista que dejo, hacer un examen de comprensión lectora y un análisis literario.
Opción 2: Escribir una novela corta de 50 hojas mínimo a 100 máximo, de lo que desees, pero con las características de alguna corriente literaria.
U Opción 3: Aprender de memoria un poema de tu elección, interpretarlo y escribir un pequeño análisis en donde explicaras porque lo elegiste y que es lo que expresa.
¿Cuál es tu elección Kiryuu – kun?