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Desde el principio por Cucuxumusu

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Notas del fanfic:

Los personajes no me perteneces son de Echiro Oda

Notas del capitulo:

Bueno a esta la historia que les prometi a las lectoras de "Marionetas" es una historia que me vino a la cabeza un dia y tenia que escribirla asique esperó que la disfruiteis.

Pensad que en este Cap Doffy tiene 16 años y Law solo 1

Un beso

 

 

 

 

El joven adolescente fulminó al pequeño niño que gateaba alegremente por su cubierta en un intento de que se desvaneciese en el aire. Pero para su desgracia sus habilidades no llegaban tan lejos y el niño siguió explorando la cubierta felizmente, a duras penas coordinando sus manos y piernas y acercándose peligrosamente a la barandilla.

 

Él simplemente le miró expectante mientras el niño introducía su pequeña cabecilla entre los barrotes y miraba asombrado el mar azul bajo él, totalmente ignorante del peligro que el océano presentaba a alguien tan pequeño como él.

 

Unos pasos se acercaron y un muchacho atrapó al niño antes de que cállese por la borda. El niño se paralizó asustado ante el brusco movimiento y luego volviéndose temeroso vió la cara del hombre que lo cogía. Lo reconoció al instante y entonces rió feliz levantando sus pequeñas manitas hacia su cara.

 

—Señor— le llamó el muchacho volviéndose hacia él con el niño en brazos—… Creo que deberíamos quedárnoslo—

 

El joven capitán se recostó en la silla suspirando y frotándose fuertemente el puente de la nariz por debajo de las gafas.

 

—Ya lo sé Vergo, ya lo sé—

 

Joder que si lo sabía, aquella había sido la última opción de todas. Había encontrado al infante riendo tranquilamente  en su camarote jugando alegremente con su ropa esparcida desordenadamente por el suelo. El niño al verle se había acercado a él gateando torpemente, le había agarrado del pantalón y se le había quedado mirando serio, como esperando algo.

 

¿Qué hacia un niño en su barco? Ni puñetera idea ¿Cómo había llegado a su camarote? Solo dios sabia. Pero su primer instinto había sido asesinar al graciosillo que le había gastado la broma y lanzar al enano por la borda.

 

Había fulminado al niño en el suelo con la mirada más cabreada que supo poner, pero el niño simplemente le había mirado intensamente con sus penetrantes ojos grises y vuelto a tirar del pantalón sin siquiera inmutarse ante él.

 

Luego había llegado Vergo seguramente captando las vibraciones asesinas que debía desprender su cuerpo, y dedicándole al niño una mirada curiosa intentó tranquilizarle.

 

Luego intentaron buscar una solución..

 

Habían intentado encontrar al padre o la madre del niño con la única pista que pudieron encontrar: el nombre del niño cosido con esmero en su bodi.

 

Trafalgar Law

 

Lo habían intentado todo la verdad. Habían registrado la isla a la que habían llegado aquella mañana de arriba a abajo. La gente huía nada más verles después de todo, la masacre que había ocurrido en la isla anterior a aquella había surcado los periódicos con el nombre de Joker en la portada. Era mencionar a piratas y la gente lloraba y suplicaba por su vida. Aunque la mitad de ellos no sabían que él era el tal Joker, solo le veían como Doflamingo, el nuevo novato del nuevo mundo,pero aun asi seguia habiendo llantos y gimoteos.

 

A pesar de la dificultad de aquello, habían preguntado a la gente si conocían al niño o les sonaba de algo. Al no encontrar a nadie habían buscado entonces a alguien quien pudiese quedarse con el chaval.Habían sobornado, amenazado, suplicado, pero nada de nada. Solo había quedado la última opción:

 

Quedárselo.

 

Volvió a mirar al par enfrente suyo. Vergo sujetaba al niño en el aire lo más lejos posible de su cuerpo mientras el niño intentaba frustrado agarrar su gafas y pataleaba furioso al no conseguirlo.

 

Aquello iba a ser un desastre.

 

Una panda de adolescentes tarados cuidando de un inocente bebe no podía salir bien lo mirases desde donde lo mirases. Además ellos acababan de cruzar Grand Line e iban a adentrarse por fin en el nuevo mundo. No tenían tiempo para andar cuidando a críos estúpidos.

 

Vergo volvió a dejar al pequeño Law en el suelo y este le dedico un puchero enfadado al no haber podido agarrar sus gafas. El chaval se recompuso en un instante cuando Vergo se alejó y fue entonces cuando su atención se fijó en rubio sentado en la silla suspirando y frotándose los ojos.

 

Gateando se acercó y se sentó enfrente del chico mirándole fijamente.

 

¿Qué narices le pasaba a ese niño? Pensó el rubio fijándose a su vez en el chaval. Su mirada parecía demasiado intensa y somnolienta incluso para un niño de su edad. Esperó a que el niño hiciese algo mientras seguía parado mirándole con curiosidad. No lo reconocería, pero se estaba empezando a sentir incomodo con aquella penetrante mirada sobre él.

 

—¿Qué pasa enano?— murmuró apoyando sus codos en sus rodillas y escrutando al niño en el suelo con el ceño fruncido.

 

El menor también frunció el ceño.

 

—Aba…aa— balbuceó torpemente.

 

Doflamingo sonrió sarcástico, decidiendo burlarse de la incapacidad del menor de formular una palabra entendible.

 

—No te entiendo—

 

—Aaa…abaaa—balbuceó de nuevo alzando el tono y agitando sus manos por delante.

 

Doflamingo miró al chico patalear y luego acercarse a él para tirarle del pantalón con sus diminutas manitas. Sus enormes ojos seguían escrutándole fijamente.

 

 Suspiró.

 

Nunca le habían gustado los niños, lloraban, pataleaban y te hacían la vida imposible sin que tu supieses nunca que era lo que les pasaba.

 

Apartando de un suave empujón al chaval que intentaba ahora trepar a su regazo infructuosamente, le hizo un gesto a Vergo para que se acercase.

 

—Llévale a una habitación y quítalo de mi vista antes de que me lo cargue—

 

Vergo alzo al bebe que había vuelto a la carga intentando subirse encima suyo con ahincó.

 

Law miró curioso al moreno que le cargaba mientras este comenzaba a andar y luego girando su cabeza miro de nuevo al rubio tumbado en la silla. Comprendió entonces que se lo llevaban y empezó a balbucear mientas sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas.

 

—¿Pero qué cojones?—chillo el moreno parando en seco al escuchar el llanto del niño.

 

El niño pataleaba y miraba al rubio desesperado agitando sus pequeñas manos en su dirección mientras chillaba a pleno pulmón causando que la paciencia del rubio llegase a su límite.

 

—¿Qué cojones le pasa ahora?—chilló Doflamingo totalmente fuera de sí.

 

Acercándose al par miró con una mirada que asustaría al mismísimo demonio, al crio. Law se calló momentáneamente mientras seguía sorbiendo por la nariz y seguía sin apartar sus ojos del rubio iracundo mirándole desesperado.

 

Vergo dio un paso de nuevo hacia atrás alejándose de su capitán y Law volvió a estallar en llanto incontrolable. Deshizo el paso rápidamente y Law se volvió a callar al ver que se acercaban al rubio. Tímidamente el niño volvió a alzar sus manitas en dirección al capitán.

 

—Creo que…quiere que le cojas— dedujo finalmente Vergo. El rubio que le miró intensamente cabreado y él trago saliva ligeramente asustado.

 

El capitán miro al niño que le observaba aun con las lagrimas asomando de sus ojos. Sus manos seguían levantadas hacia él impacientes.

 

—Eso no va a pasar— anunció dándoles la espalda y dirigiéndose de nuevo a la hamaca en la parte trasera del barco a hacer lo que hacia todos los días a aquellas horas: Tumbarse bajo el sol a tocarse las narices.

 

El pequeñajo volvió a estallar en llanto.

 

—Está bien, está bien— anunció frustrado, ya hasta las narices de todo aquello.

 

Tomando al niño del babi lo arrebató de los brazos de su subordinado y se dirigió  a su querida hamaca balanceando al niño descuidadamente dentro de la debil ropa. El niño rio feliz, ya sin rastro de llanto en su cara.

 

Estúpido crió.

 

Recostándose en la hamaca acostó al niño sobre su abdomen sujetando su trasero con una de sus grandes manos para que no se cayese.

 

—Como vuelvas a molestarme te arrojo por la borda ¿entendido?—

 

El niño le miro sin comprender y luego le sonrió con una gran sonrisa totalmente feliz. Recostando su pequeña cabeza contra su pecho cerró los ojos y apretó su camisa hawaiana entre sus manitas.

 

Doflamingo observó al chaval dormitar sobre su estomago totalmente despreocupado y sin darse cuenta de que, en una tripulación pirata como la suya, sus posibilidades de llegar a la semana siguiente eran prácticamente nulas.

 

 En fin, aquello era Grand line, o aprendías rápido o la palmabas en segundos y el niño tendría que aprender a sobrevivir por su cuenta porque él no pensaba ayudarle.

 

Acomodándose entonces él también en la hamaca apretó el pequeño cuerpecillo del chaval contra su pecho y comenzó a quedarse dormido escuchando su pacifica respiración.

 

Vergo miró a su capitán en la hamaca durmiendo con el chico en una escena que muchos clasificarían de adorable.

 

Dios mío, ¿donde se habían metido?

 

 

 

 

Notas finales:

Jeje ¿a que Law es adorable? 

Me ha encantado escribir este cap aunque es bastante corto U.U

En el proximo empezara la convivencia entre estos dos y se desarrollara un poco más la situacion n.n

Asique diganme:

¿Merezco reviews?¿Tomates? 

 


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