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El Cuartel del Metal por HitchNoDanna

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Notas del capitulo:

Holi!!!

Han pasado poco más de cinco años desde la última vez que actualicé este fanfic. En esos cinco años pasaron muchas cosas que no detallaré mucho (crisis depresivas, escuela y matrimonio fallidos, trabajo y una preciosa niña que demandan todo mi tiempo), y me he perdido de los avances del manga. Supongo que quienes me leen ahora no son los mismos lectores para los que escribí esta historia, y está bien. Yo tampoco soy la misma persona que inició este fanfic un nueve de abril de 2013, pero el cariño que le tengo a esta historia sí es el mismo, tanto que he aprovechado un tiempo de soledad (mi hija está fuera, con sus abuelos :v) para traerles este capítulo.

 

De antemano una disculpa por la demora.

 

Notas iniciales del fanfic: Por las razones mencionadas arriba, esta historia seguirá sin apegarse a los avances del manga de los últimos cinco años :v, y obviamente tendrá los mismos headcanon que he ido estableciendo. Sigue teniendo OoC’s, discordancias en tiempos (que posteriormente corregiré :v), algunos cambios en la narrativa pero no en la esencia de la trama, temas musicales fuera de tiempo, el lector puede morir de aburrimiento

 

Disclaymer: Ni Junjou Romantica, ni las canciones o agrupaciones mencionadas, marcas, etc., son de mi propiedad (salvo los de mi invención). Pertenecen a sus respectivos autores.

52.- Ratones arañando los muros de mi cabeza - Parte I

 

She was straight from hell
But you never could tell
'Cause you were blinded by her light

She could crack your brain
With magic pain
And turn a paler shade of white

(Ella venía directamente del infierno
Pero nunca lo pudiste decir
Porque estabas cegado por su luz

Ella podría romper tu cerebro
Con dolor mágico
Y ponerlo un tono más pálido de blanco) (1)

 

Viernes por la tarde. El Caballero Esmeralda ya se encontraba en la facultad, esperando a su 'novia', quien aún no salía de clases. Llevaba entre sus manos una bolsa de esos dulces de Osaka que su hermano le envió por correspondencia hace poco, y que tanto le gustaban a ella. Al mismo tiempo escuchaba esta canción mientras hacía el 'headbanging' bien disimulado.

 

—¡Hey, Misaki-kun! —Una chica conocida interrumpió su momento de tranquilidad.

—¡Hola, Danielle-san (2)! —le respondió, retirándose los auriculares— ¿Todavía no te vas a casa?

—Debo ir a la biblioteca por unos materiales para mi exposición ¿Y tú?

—Mi tutor vendrá más tarde porque tiene una reunión, así que decidí aprovechar para pasar un rato con Hotaru-san antes de irme.

—¿Tiempo de calidad? —inquirió ella, a lo que él asintió— ¡Qué bien! Ella es muy afortunada de tenerte como novio.

 

Misaki se tensó y soltó una risita, fingiendo demencia. A pesar de haber aceptado la proposición de Hotaru de hace algunos días, todavía no se acostumbraba a nombrarse su novio abiertamente. Sin embargo, apreciaba mucho a su amiga de la infancia y no le iba a fallar… al menos hasta que sus admiradores la dejaran en paz.

 

—Me hubiera gustado ser yo —Misaki casi se ahoga al escuchar esas palabras, pero Danielle le dio unas palmaditas para ayudarlo— ¡Tranquilo, no te espantes! Sí me gustas y todo, pero tu corazoncito ya es de ella, y además sé perder. Con que sigamos siendo amigos es suficiente para mí.

—¿Hablas en serio? ¿No estás enojada conmigo?

—¿Por qué habría de estarlo? Te quiero mucho.

—Danielle-san… yo…

 

Un carraspeo tras ellos y un aura pesada rompió con la atmósfera previamente formada. Al voltear, al Caballero Esmeralda casi se le cayó la armadura, en el sentido figurado: la 'princesa' Rubí parecía más bien un dragón negro de ojos rojos a punto de lanzarle fuego.

 

—T-Taru-san… yo… —balbuceó, evidentemente aterrado.

—Yo… debo irme —Danielle se alejó cual alma que lleva el diablo.

—Nosotros también nos vamos —ella tomó la mano del joven guitarrista y lo llevó a rastras hacia la salida. Luego, haciendo un puchero infantil, audible apenas para ellos dos, alegó: —Mi-chan, si vas a ayudarme, al menos hazlo bien. Se vería muy poco creíble nuestra 'relación' si dejas que todo mundo se te declare con facilidad sabiendo que 'salimos' ¿no crees?

—Tienes razón —espetó él, rodeado de un aura deprimente— Te prometo que me esforzaré más.

—Aww… eres tan dulce…

 

Hotaru se detuvo y, volteando rápidamente, le plantó un beso en los labios que dejó anonadado al joven y a más de uno.

 

—¡Oh, por amor a Jashin-sama! —era el Caballero Plateado— ¡La maldita harpía lo logró!

—Yo le apostaba más a Usami-san, pero bueno —Shinnosuke se encogía de hombros—, supongo que en el corazón no se manda.

—Lo siento tanto por el pobre 'poser'… ya como amiga es bastante posesiva; como novia se pondrá peor.

 

El sonido del timbre marcando las cuatro de la tarde obligó a todo mundo a dispersarse, excepto al Caballero Esmeralda, que apenas procesaba lo sucedido.

 

"¿Qué es esta sensación? ¿Así se siente besar a una chica?... Es tan… tan… agradable y cálida…"

 

Wise do search as fools emerge
Don't fear the ones that judge you
All you find they will deny

Trust your heart as it's the way
Refine the finest diamond
Look inside you are divine.

(Los sabios buscan como emergen los tontos
No temas a los que te juzgan
Todo lo que encuentres lo negarán

Confía en tu corazón ya que es el camino
Refina el diamante más fino
Mira dentro de ti, eres divina) (3)

 

Más tarde, en un lugar cercano, cierta abogada revisaba unos documentos, específicamente certificados de nacimiento y defunción de un infante. Algo en su interior le decía que había inconsistencias en ellos, pero por más que buscaba y revisaba, no lograba encontrarlas. Bufó pesadamente y, luego de hacer otra revisión, decidió que era hora de tomarse un descanso.

 

—¡Mamá! —la voz de su 'hijo', que ya se desempeñaba como asistente del bufete, la sobresaltó un poco, por lo que soltó un suspiro audible— ¿En qué tanto piensas? Desde hace rato que te veo revisando los mismos documentos ¿todo bien?

—No es nada, hijito. Sólo es una corazonada.

—No pensé que fueras de seguir corazonadas.

—Fue una corazonada lo que me llevó a encontrarte aquella vez en Nagoya ¿lo recuerdas?

—Lo sé, pero estamos hablando de leyes. Las leyes son implacables y no tienen corazón ni compasión…

—Pero los humanos que las han creado sí lo tienen, hijo mío.

 

Yuzuki no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa al notar la expresión un poco turbada del Caballero Dorado. A decir verdad, le recordaba bastante a su hermano Hiruko, a quien no veía desde hace años: la misma estatura a la misma edad, los mismos gestos, el mismo color y tipo de cabello, el mismo tono de voz y hasta la misma postura sobre las leyes a la misma edad… todo era idéntico a él, excepto los ojos. Esas ventanas de su alma no se parecían en nada a las de su hermano, ni su cuñada Kasumi, sino a las suyas, pero con rasgos más juveniles y masculinos.

 

—Entiendo… —murmuró el muchacho, trayéndola de vuelta a la realidad. Luego, elevando un poco la voz, él agregó: —Etto… iré al Cuartel a beber algo ¿vienes?

—Por supuesto. Sólo déjame guardar esto ¿sí?

—Está bien. Te espero en el lobby.

 

Una vez que el muchacho salió, ella empezó a guardar sus cosas. En el proceso, en uno de los cajones se dejó ver una bolsa resellable con unas mediecillas de bebé manchadas de sangre. Una lágrima fluyó por su mejilla.

 

"De haber sido tú aquel hijo que perdí hace tanto, te hubiera amado mucho más de lo que ya hago… Shinno-chan"

 

Forever her soul will be a swan
Until
She feels
The love of nobleman

My princess's tears fall in the moonglade
The lake is afraid
The night shows the spell
Then I can feel my heart run into my chest

Now I know my quest...

(Por siempre su alma será un cisne
Hasta que
Ella sienta
El amor de un caballero.

Las lágrimas de mi princesa caen en el claro de la luna
El lago tiene miedo
La noche muestra el hechizo
Entonces puedo sentir mi corazón correr hacia mi pecho

Ahora conozco mi búsqueda...) (4)

 

En algún departamento de algún lugar cercano a la Facultad de Medicina, un gallardo Caballero Zafiro entonaba a capela una canción de cuna para calmar el llanto de la 'princesa' que yacía en sus brazos. Si bien las circunstancias por las que terminó cuidando de la pequeña criatura no eran precisamente las mejores, y el precio a pagar había sido alto, no se arrepentía del todo. A decir verdad, muy, muy, muy en el fondo, este había sido uno de sus sueños de la infancia y adolescencia temprana, y ahora se hacía realidad.

 

—Eso es, princesa —musitó con una inusitada ternura, mientras acomodaba a la pequeñita en su cuna—, duerme, todo estará bien.

—¡Wow! Eso fue muy rápido —espetó una pelirrojita un poco más grande— Nee-chan tarda mucho y además se desespera. A veces incluso llora cuando no la veo, aunque diga que no lo hace, pero así la quiero y la admiro mucho… ella sola nos cuida a mí y a la bebita.

 

Una punzada le atravesó el corazón al Caballero Zafiro.

 

A él, siendo quien era y habiendo recibido tanto apoyo de sus seres queridos, a pesar de haber crecido sin sus verdaderos padres, se le había derrumbado el mundo cuando fue expulsado de la universidad, pero no le había costado tanto reponerse. La vida le estaba dando una segunda oportunidad para volver a estudiar y realizarse. Sin embargo, Mikoto Yamashita no había corrido con la misma suerte. Hasta donde la pequeña Haruka y la misma Mikoto mencionaron, sus propios padres la echaron de casa en cuanto supieron de su embarazo, y unos meses después fallecieron en un accidente automovilístico, dejando a Haruka a su cargo. No siendo suficiente con eso, ninguna universidad la aceptó a sabiendas de su participación en 'esa fiesta', y casi ningún trabajo la aceptaba como madre soltera y mucho menos embarazada.

 

Y él la había abandonado, cuando ella más lo necesitaba. Igual o peor que sus verdaderos padres hicieron con él.

 

If you like to gamble
I tell you I'm your man
You win some, lose some,
all the same to me

The pleasure is to play,
makes no difference what you say
I don't share your greed,
the only card I need is the Ace of Spades
The Ace of Spades

(Si te gusta apostar
te digo que soy tu hombre
A veces se gana, otras se pierde,
a mí me da lo mismo

El placer es jugar,
no importa lo que digas
No comparto tu codicia,
la única carta que necesito es el As de espadas
El as de espadas) (5)

 

Por otro lado, el Caballero Plateado se encontraba en un arcade con cierto ex guitarrista. Ambos devoraban una enorme pizza.

 

—¡Vaya! Sí que me aplastaste en esa última ronda —decía el mayor— ¿Nunca pensaste en volverte 'gamer'?

—Francamente no —espetó el rubio. —Pero tú también eres muy bueno ¿Lo fuiste anteriormente?

—Lo era, pero no tanto comparado con Hiruko o Miyagi

—¿Cómo?

—Así de estirado como lo ves ahora, antes era todo un 'friki'… bueno, a escondidas de sus padres, pero lo era.

 

Instantáneamente, Shinobu recordó la noche de un mes después de su debut en el Cuartel, cuando el catedrático y él se desafiaron a una reta de Guitar Hero, se embriagaron y terminaron teniendo intimidad. Por obvias razones se le subieron los colores al rostro, y el castaño lo notó.

 

—Te pusiste rojo —Aramis le tocó la frente, haciéndolo enrojecer un poco más—, pero no pareces tener fiebre ¿Está todo bien?

—Sí, sólo fue el picante de la pizza —titubeó el chico.

—Te dije que no le pusieras demasiado.

—No es para tanto. Sólo pido otro helado y ya.

 

Unos minutos y dos helados más tarde, los dos hombres se enfrentaban en el futbolito. Ninguno de los dos lograba hacerle una anotación al otro, pero el juego estaba bastante reñido. Incluso algunos clientes del arcade se aglomeraron para observar.

 

—Yo le apuesto más al tipo más grande —espetó una chica— Su generación creció con eso.

—Yo le voy al niño —respondió un chico—. Lo he visto jugar en El Cuartel del Metal y se la 'rifa'

—¿Ah, sí?

—Sí. Es el hijo del Decano Takatsuki…

—¡¿Shinobu Takatsuki?! —ella sonaba sorprendida, él asintió— Vaya. Tan seriecito que se ve en la escuela…

 

—Igualito a Miyagi —espetó el castaño burlonamente.

—¿De qué estás hablando? —inquirió el Caballero Plateado, más interesado.

—Ya lo dije antes, él también hacía cosas a escondidas…

—¡Yo no hago cosas a escondidas! El que no me interese que todos las sepan, o que ellos no muestren interés en saberlas, es distinto.

—¿Tan mal te llevas con tu familia?

—No realmente, pero siempre le tuvieron más preferencia a mi hermana mayor, así que perdí el interés en recibir su atención —Shinobu se encogió de hombros, como si fuera lo más insignificante del mundo.

—Así que por eso te escapaste de la escuela en ese entonces…

—¿De qué estás hablando ahora?

—¡¿En serio no te acuerdas?! —el mayor fingió sentirse ofendido.

—¿Acordarme de qué?

—¡Shinobu-chin! ¡Tú eras el niño al que subieron al escenario en una tocada, y yo era el baterista al que volteaste a ver esa vez!

—¡¿Qué?!

 

En ese momento el tiempo establecido por el cronómetro del juego terminaba, el público vitoreaba un gol, y el marcador contaba 1-0 a favor de Aramis. Las manos le temblaban al Caballero Plateado, así como el labio inferior. Unos días después de que fueron al cine y el ojiverde le contó que Miyagi fue baterista de una banda de heavy metal, en su cabeza se había formulado la teoría de que el destino los había unido debido a su afinidad por el metal y por ese preciado instrumento; pero ahora el destino le abofeteaba con guante blanco, refutando esa teoría, trayendo a su memoria esos días de infancia en que soñaba convertirse en el mejor baterista del mundo, y cuya inspiración siempre fue el sujeto de cabello oscuro con la playera de F*ck yeah! que vio en una tocada en Australia hace once años.

 

Every second of the day it is coming your way
Future unknown is here to stay
Got to open your mind or you will be led to astray

There's a time to live
There's a time to die
But no one can escape the Destiny

(Cada segundo del día viene a tu manera
El futuro desconocido está aquí para quedarse
Tienes que abrir tu mente o te llevarán por mal camino

Hay un tiempo para vivir
Hay un tiempo para morir
Pero nadie puede escapar del destino) (6)

 

Viernes por la noche. Cierto ex baterista daba vueltas en la cama, en un inútil intento de dormir. Recordaba que el Caballero Plateado tenía una 'cita' con su amigo de antaño, Aramis. No le había prohibido ni replicado nada, pues estaba consciente de que el ex guitarrista podría ser cualquier cosa, excepto un pervertido embaucador de menores. Más bien le intrigaba la confianza y la soltura con que ambos se trataban, como si los dos tuvieran la misma edad a pesar de los diecisiete años de distancia entre el uno y el otro. También recordaba que el chico nunca se portaba tan efusivo, ni con sus compañeros de banda, ni con su propia familia… ni siquiera con él mismo, dados los acontecimientos por los que terminaron juntos, tales como la primera vez que tuvieron intimidad, o la noche en Okinawa que le dejó una rendija abierta para entrar a su corazón…

 

"Shinobu-chin… te metiste por la fuerza a mi vida, y ahora de buenas a primeras te deslindas y te vas con el tipo cool que apenas conociste… ¿Cómo puedes decir que tu destino es quererme, si ni siquiera pasas tiempo conmigo?"

 

Unos segundos de silencio y un clic lo hicieron caer en cuenta del rumbo que tomaban sus pensamientos.

 

—¡Pero qué car*jos digo! ¡Soy un adulto! ¡¿Por qué me exaspera tanto?! —gritó contra la almohada— ¡Ya no tengo diecisiete años!

—Si ya lo sabe, entonces ya duérmase y deje dormir —un murmullo lo tomó por sorpresa—. Ya no está en edad para desvelarse.

—Está bien —musitó, con un tic nervioso—. Hasta mañana, Kamijou-kun.

  

Pero el nombrado ya no respondió. Se quedó despierto un rato más, pensando en otras cosas, como el día en que Hiroki llegó a su departamento hace unos días.

 

"¡Kamijou-kun! ¿Qué te trae a mi humilde morada?"

"Quiero vivir con usted… al menos por un tiempo"

"¡Vaya! Sabía que, un día de estos, caerías bajo mis encantos…"

"¡No estoy para bromas! ¡Esto es serio!"

"¿Qué sucedió? ¿Estás bien?"

"¡¿Cree que vendría aquí si lo estuviera?!"

"Está bien. Puedes entrar, pero debes contármelo todo"

 

A juzgar por el estado alterado y los minúsculos rastros de lágrimas reprimidas, supuso que el castaño tuvo una discusión muy fuerte con el Caballero Zafiro de la que ninguno salió ileso. Ese día no le hizo más preguntas, ni lo siguientes; sólo se limitó a contenerlo y ofrecerle un espacio en su apartamento para hacerlo sentir mejor. Empero, ya habían pasado varios días y Kamijou aún no se animaba a hablar.

 

—Lo que sea que te esté atormentando, espero de todo corazón se resuelva…

 

Alma mía
La desesperanza
Me arranca la vida
En cada paso me clavo una espina
Cada momento enciende mi herida (7)

 

"Nowaki…" el otro catedrático seguía despierto, inmóvil como una roca "¿Qué clase de persona eres? ¿Por qué ocultaste algo tan grande y me enamoraste como si jamás hubiera ocurrido? De haberlo sabido antes, no me hubiera dejado arrastrar por ti…"

 

Dolorosas lágrimas mojaban su almohada y sus mejillas mientras los recuerdos de aquel lunes en la tarde-noche arañaban los muros de su cabeza cual ratones.

 

"¡Qué guapo está el papá de tu bebé!"

"¿Qué demonios significa esto?" Pensó aquella vez

 

En aquel momento todo alrededor quedó en silencio, mientras avanzaba como una película en cámara rápida. No escuchaba la voz preocupada de Nowaki, ni las explicaciones de Mikoto Yamashita, mucho menos la perorata infantil de la pelirroja más pequeña. Sólo podía ver al Caballero Zafiro recibir aquel bultito en cobijas, y, luego de observarlo con cierta incertidumbre, acunarlo contra su pecho, con un brillo de determinación en la mirada.

 

—Te prometo que no les fallaré…

 

Algo dentro de sí se rompió en ese momento, como una hoja seca ante la más mínima brisa, y una sensación de asfixia le recorrió desde la tráquea hasta el pecho y el diafragma. Sus ojos amenazaban con empañarse.

 

"¡No! ¡No debo! ¡No lo haré!"

 

Un clic lo despertó de su shock y así, sin más, salió como alma que lleva el diablo, mientras el Caballero Zafiro gritaba su nombre. Mientras huía, fragmentos de conversaciones pasadas arañaban los muros de su cabeza, haciendo el trayecto y el escozor en sus ojos más insoportable.

 

"Después de todo no me suspendieron por cualquier nimiedad"

"Supuse que seguirías resentido conmigo por lo de 'esa fiesta'"

"No fue sólo tu culpa, también yo tuve la responsabilidad"

 

We can live forever
We'll fight on together
Hold on. Hold on
We can live forever
If we never surrender
Hold on. Hold on

(Podemos vivir para siempre
Lucharemos juntos
¡Vamos! ¡Vamos!
Podemos vivir para siempre
Si nunca nos rendimos
¡Vamos! ¡Vamos!) (7)

 

"Nowaki… aunque en todo este tiempo te amé, estoy consciente que no puedo ni debo tenerte. Ahora tienes algo mucho más grande para quien vivir y ser mejor… así que vive y sé feliz… mi Caballero Zafiro"

 

Así, ahogándose en silencio en el mar de sus lágrimas, Hiroki Kamijou renunciaba a su amor, y se entregaba al mundo de los sueños, donde ya no existían ni Akio Kusama, ni 'Hiruko', ni Mikoto Yamashita, en un inútil intento de sacarse a Nowaki Kusama del corazón.

 

 

CONTINUARÁ...

 

Notas finales:

1.- Gypsy, de Dio, del álbum Holy diver (1983).

2.- Danielle es la amiga de Misaki que apareció en los primeros capítulos. Su última aparición fue en el corto En el metal no hay actos inocentes (capítulos 24 al 26), cuando los chicos intentan conseguir una vocalista femenina en la guerra de bandas, antes de la aparición de Hotaru. En el episodio Emerald Knight no Baai: El llamado de Ktulu - parte I, sólo se menciona que no pudo ayudarles debido a que se lastimó un tobillo y terminó hospitalizada. 

3.- Kingdom of Heaven - Part 3 - The Antediluvian Universe de Epica, del álbum Omega (2021). Les dije que habría este tipo de discordancias :v

4.- Swan Lake, de Dark Moor, del álbum Autumnal (2009). Cuando escribía esta escena, también escuchaba una versión tipo cajita musical para bebés.

5.- Ace of Spades de Motörhead, del álbum Ace of Spades (1980).

6.- Destiny de Stratovarius, del álbum Destiny (1998).

7.- Darker days de Stream of Passion, del álbum Darker Days (2011). La letra de la canción, en efecto, fue compuesta con partes en español e inglés, ya que la vocalista es mexicana.

 

Bueno, espero que haya sido de su agrado. Gracias por leer.

 

 


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