-¿Cómo me veo, Vincent?-pregunto un joven, de cabellos rubios y ojos azules.
-perfecto Cloud, al parecer tu padre si tiene gusto para la ropa-dijo con una pequeña sonrisa.
-sí, bueno, con la forma en la que se viste es normal tener dudas-dijo mirándose al espejo- dios, parezco quinceañera-soltó un suspiro.
-es tu cumpleaños número 20, legalmente ya eres un adulto, además de que en esta fiesta no solo estarán tus amigos y conocidos, sí no que también empresarios y alguno que otro político estarán presentes-se acercó a él con una pequeña sonrisa, tomo un cepillo y empezó a arreglar su cabello.
-eso no me gusta... no solo tendré que fingir que comparto sus ideas sí no que también tendré que aguantarme cuando los traten a ustedes como basura…-por el espejo se fijó en el collar que estaba alrededor del pelinegro.
-no necesitas preocuparte demasiado por eso-termino de peinarle y puso una mano en su hombro- será solo por una noche y tu padre nunca dejaría que nos hicieran daño… además, en las fiestas de gala es lo mismo, sabemos cómo tenemos que actuar.
-es que no es justo…solo porque no sean humanos no entiendo porque los tratan como animales.
-Cloud, mírame-le dio la vuelta y le tomo el rostro con ambas manos para mirarle a los ojos-es cierto que no es justo pero estoy seguro que algún día las cosas cambiaran pero por el momento me siento feliz de llevar este collar. Desde que llegue a esta casa nada me ha faltado y me he vuelto un miembro de tu familia… todos te dirán lo mismo, incluso Nanaki te lo dirá y sabes lo orgulloso que es-le sonrió de nuevo- alégrate, como ya dije tus amigos también estarán aquí además, parece que tu padre piensa darte algo especial.
Los ojos del rubio se iluminaron al oír eso, vamos que cuando Cid Highwind decía que regalaría algo especial cualquiera que lo dudara sería un tonto, al fin y al cabo, la última vez que dio un regalo especial fue a su hermana Quistis (FF8) ¿y qué mejor que una isla? Puede que los hermanos se la pasen peleando cuando se ven, pero que de que se quieren no hay duda alguna.
-no puedo imaginarme que será-dijo entre nervioso y ansioso- ¿no puedes darme una pista?-pregunto haciendo ojos de cachorro.
-tu padre no me ha dicho nada-se alejó de él y camino a la puerta- faltan unos minutos para la fiesta, así que tendrás que esperar.
-conociendo a mi padre lo dejara hasta el final solo para verme sufrir-bufó molesto y se volvió al espejo de nueva cuenta para darse los últimos toques.
Vincent le miro sin borrar su sonrisa y salió del cuarto para ir al de su Cid y asegurarse de que el rubio estuviera presentable, y es que a veces se comportaba peor que un niño de cinco años y hacia de todo para “no tener que soportar a esa bola de chusma con el ego tan grande como sus carteras y tan desagradables como la mierda”, y esas son sus palabras exactas.
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Aunque al principio Cloud había estado tenso con forme la noche fue avanzando empezó a relajarse y a disfrutar de la fiesta. Charlaba con sus amigos en casi todo momento y de vez en cuando bailaba una que otra pieza con su prometida.
Terra Brandford (FF6) era una chica tímida pero con un gran corazón. Desde niños sus padres se habían asegurado de que compartieran cuanto tiempo fuera posible juntos, desarrollando una gran amistad en la cual si matrimonio estaría basado. Ni Terra ni Cloud tenían la ilusión de amarse o algo parecido, sabían que la sociedad les pediría un heredero y que actuaran como pareja pero para ellos aquello no parecía difícil, prueba de que era posible eran sus padres.
Cid Highwind y Stella Nox Fleuret (FF13V) se conocieron de toda la vida, comprometidos desde su nacimiento, y se casaron a los 25. Cada uno tenía su habitación y después de tener a Cloud no volvieron a tener un contacto sexual entre ellos pero en todo momento se mantuvieron como amigos, se apoyaban en cualquier situación e incluso hablaban de sus conquistas, aún más curioso es que Stella y Vincent desarrollaron una gran amistad poco después de que este fuera comprado e incluso la relación entre el pelinegro y Cid empezó gracias a ella. Por desgracia Stella murió cuando Cloud tenía 15 años debido a una enfermedad.
Sin darse cuenta Cloud empezó a perderse entre sus recuerdo hasta que fue traído a la realidad cuando la autoritaria voz de su padre llamo la atención de todos los presentes.
-quiero agradecer a todos por haber venido a la fiesta de mi hijo, como sabrán hoy deja atrás todo rastro de niñez y se convierte en un adulto-algunos de los amigos de Cloud (Zack) se cubrieron la boca para no reír- y como cualquier adulto tendrá varias responsabilidades, así que, como clausura, me gustaría entregar mi regalo-con una sonrisa y un gesto de manos hizo que todos en la sala hacia una de las puertas secundarias.
Dos de los sirvientes se acercaron a la puerta y la abrieron a la par, dejando ver a una criatura de singular belleza. Cabello platinado caía como cascada, ojos de un verde imposible con pupilas alargadas y piel pálida con algunas escamas de verde plateado. A primera vista era obvio que aquel ser era un guerrero, los músculos en su cuerpo estaban delineados de una manera exquisita y una falda, que se cortaba a mitad de sus muslos, le cubría junto con varios juegos de joyas de oro y piedras preciosas. Todo en su apariencia solo resaltaba el par de alas negras de ángel, aun que se encontraban retraídas.
La sala esta en completo silencio ante aquello, todos estaban sorprendido ante aquel ser, solo la sonrisa de Cid o la cara neutra del ser contrarrestaban con la demás.
-les presento al primer y único seragón que ha sido capturado en la historia. Hasta ahora su existencia solo eran murmullos y se tomaba como mito, pero aquí tenemos a un ser mitad ángel y mitad dragón-susurros se hicieron presentes en la sala al instante- Él es tuyo por completo, tú serás su amo y tus ordenes estarán incluso sobre las mías-coloco su mano sobre el hombro de Cloud para hacerle volver a la realidad- ¿Qué deseas hacer ahora?
-yo….-su mente aún estaba procesando el shock de todo aquello. Se relamió los labios al sentirlos extremadamente secos y solo una idea, una frase, se le ocurrió- mi habitación…
Cid comprendió el shock de su hijo y, sin darse la vuelta para dirigirse al pelinegro, le ordeno a Vincent, que estaba en un estado un tanto similar- llévalo al cuarto de mi hijo y explícale las reglas básicas, ya luego Cloud podrá poner las suyas propias.
El pelinegro asintió en silencio y se dirigió hacia el seragón, cuando entro en la otra habitación las puertas fueron cerradas detrás de él.
-ya es hora de terminar la fiesta-comunico el rubio mayor a su hijos, recibiendo un asentimiento como toda respuesta ambos rubios se dirigieron a la puerta principal para despedirse de los invitados.
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Cuando las puertas se cerraron detrás de Vincent y le otorgaron la privacidad necesaria no pudo evitar hacer una pequeña reverencia al peli plateado, al fin y al cabo, los seragón era prácticamente la realeza de las criaturas sobrenaturales.
-nunca creí ver a uno de su clase en la misma situación que yo-dijo con respeto- espero que entienda que en que circunstancias se encuentra…
-tsk, no tienes que decírmelo-respondió el otro con fastidio, rompiendo su máscara de neutralidad y dejando ver el enojo que sentía en ese momento- aún que admito que, con las historias que he oído, esperaba un trato peor, pero parece que el idiota que me compro quiere que sea el juguete de su hijo.
-le aseguro que en cualquier otro lugar estaría cubierto de moretones y dudo que le fuera fácil caminar-no pudo evitar aquellas palabras o dejar a la vista su enojo- Cid es un ser humano generoso, el nunca dañaría a alguien sin un motivo. En esta casa todos somos tratados con respeto.
Su tono te voz enojo un poco más al otro- bueno, por lo que vi ni siquiera te miro al ordenarte que me llevaras al cuarto del niño, además de que me han…vestido como si fuera una muñeca para presumir, si es que a esto le puedes llamar vestir…
Con un suspiro cerro los ojos y se calmó un poco- las reglas entre los propios humanos son muy severas, si alguien tuviera alguna prueba de la igualdad con la que somos tratados en esta casa entonces es posible que Cid fuese enviado a prisión…
-… ¿Por qué le llamas por su nombre?... no, no es solo eso… tu tono de voz… ¿Qué eres para el?-le miro con precaución.
-soy su amante… sígueme, le llevare a la habitación de Cloud y le explicare las reglas-se dirigió a una puerta opuesta a la que había entrado y, siendo seguido por el peli plateado, se dirigió a la habitación del rubio- lo primero que debe de saber es que será tratado como los demás… tal vez nosotros le trataremos con respeto pero Cloud y Cid te trataran de la misma manera de a los demás y no dejaran que tú nos faltes el respeto. Cuando lleguemos al cuarto habrá que ponerle un collar, estoy seguro que las joyas le están restringiendo pero no creo que quiera portarlas en todo momento, además, los collares no incomodan, de hecho rara vez lo llegara a sentir, el collar evitara que hagas daño a otros o a ti mismo y también evita que huyas. Tendrá su propia habitación… nadie le obligara a hacer algo que no quiera y… tendrá que comportarse cuando haya invitados…-suspiro al escuchar al otro bufar con enojo.
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Cuando ya todos se habían marchado, y después de despedirse de desearle buenas noches a su padre, Cloud se dirigió a su cuarto con nerviosismo. No era el hecho de “tener una mascota” lo que le molestaba… vamos que desde niño había convivido con los seres sobrenaturales, para el todos eran iguales, sin importar su raza… no, el problema es que este era jodidamente guapo y parece ser que sus hormonas decidieron que debían de comportarse igual a cuando tenía 15 años.
Inhalando profundamente decidió entrar en su cuarto, pero en vez de encontrarse con aquel adonis solo Vincent estaba en el cuarto- he… ¿Dónde está…-oh mierda, ¿Cuál era su nombre?-…. El seragón?
-me ha dicho que necesitaba tomar un baño-dijo con una pequeña sonrisa, vamos que era un poco gracioso ver a Cloud tan nervioso, la última vez que lo vio así fue cuando las medusa fueron traídas, esas mujeres no conocían la palabra “ropa”-… Cloud, necesito decirte algunas cosas sobre su raza.
-claro, de echo te iba a preguntar sobre eso, como no hay nada en libros…
-bueno… primero sentémonos-señalo la cama al rubio mientras él tomaba la silla del escritorio y se sentaba cerca- incluso nosotros no sabemos mucho de los seragónes, más que nada tenemos nuestros mitos, pero si te puedo decir que ellos son nuestra realeza… y por lo que vi este chico es de la realeza.
-¿a qué te refieres?
-veras, los seragónes están divididos igual que los dragones, por el elemento que controlan, y por las alas de este chico puedo decirte que él es de la realeza, las alas de la realeza son negras-espero un poco a que la sorpresa del otro disminuyera- no sé cómo le capturaron pero debió de estar herido o algo por el estilo y teniendo en cuenta que él solo ha oído cosas malas de los seres humanos es posible que te ataque verbalmente a sí que se paciente.
-…está bien, entiendo que es difícil para él, y tratare de ayudarle en todo lo me sea posible.
-… bien, pero tampoco dejes que te trate como basura-se levantó de la silla y se acercó a darle un abrazo- buenas noches.
-buenas noches- le correspondió el abrazo.
- su habitación es la continua a la tuya, así que cuando quiera dormir llévalo al cuarto-se separó y salió del cuarto.
Al quedar solo se dirigió a su ropero y se puso su pijama mientras pensaba en como actuaria con el otro, recordando que debía preguntarle su nombre. Perdido en sus pensamientos no se dio cuenta de que se había detenido, llevando solo él pantalón del pijama mientras que la camiseta colgaba en sus brazos, ni escucho la puerta del baño abrirse o los pasos que se tuvieron cerca de él.
-a decir verdad no estás tan mal-comento el peli plateado mientras le evaluaba con la mirada, haciendo que el otro se sobresaltara y, avergonzado, se diera la vuelta para mirarle a la cara.
-¡no hagas eso! No es educado asustar a la gente así-le recrimino y se apresuró a terminar de ponerse el pijama, cuando termino estuvo a punto de seguir regañándole cuando se dio cuenta de algo- ¿y… tu ropa? – al verle completamente desnudo y con algunas gotas de agua recorriendo su cuerpo, de repente sintió que la temperatura de la habitación había subido varios grados y que su rostro estaba más rojo que el color rojo y es que el tipo era bastante grande, más que la gente común, tanto de estatura como allá abajo.
-me gusta dormir desnudo-dijo como si nada, pero disfrutando internamente de lo nervioso que ponía al otro- ¿te molesta?- por respuesta Cloud solo pudo abrir y cerrar su boca varias veces, imitando a un pez fuera del agua, sin saber que decir- bien, si no tienes problemas entonces vamos a la cama-y así, como si nada se acercó a al rubio, le tomo en brazos y le llevo a la cama.
- ¡e—espera! ¡¿Qué crees que haces?!-pregunto alarmado mientras se movía alarmado en los brazos de otro.
-te llevo a la cama, aún qué si quieres podemos hacerlo contra la pared, yo no tengo problema con eso-le sonrió con picardía.
- ¡bájame!
-bueno-le dejo caer sin más.
En una fracción de segundo el rubio cerró los ojos con fuerza al creer que caería en el piso de piedra y experimentaría un gran dolor, pero, en vez de la dura piedra, sintió la suavidad de su colchón. Abrió los ojos con sorpresa pero en un momento miro al otro con enojo al oír su risa.
-¡no vuelvas a hacer algo así! ¡Ese tipo de bromas son de muy mal gusto!
¿Qué broma: cuando te deje caer o lo de que pienso follarte?-le dijo sin vergüenza alguna mientras se subía sobre él, asegurándose de quedar entre sus piernas y se aseguró de inmovilizar sus brazos sobre su cabeza, tomándole de las muñecas con una mano- porque te puedo asegurar que lo último no es una broma-lamio desde la base de su cuello hasta su oído- voy a hacerte temblar, acariciare, besare y lameré cada parte de tu cuerpo-sintió como pequeños espasmos recorrían el cuerpo del otro- te hare temblar de placer y cuando no puedas más… cuando me lo supliques, entrare en tu cuerpo lentamente-levanto la mano que tenía libre y dejo ver como sus uñas se convertían en garras antes de llevarla al pecho del rubio y rasgar la camiseta, dejando su pecho al descubierto.
Cloud se sentía embriagado entre el deseo y el miedo ante la situación, su parte lógica le decía que gritara, que llamara por ayuda, mientras que su parte hormonal solo pensaba en besar al otro, frotar su cuerpo contra el otro, llamar su nombre entre gemidos… pero- no… no se tu nombre-se sorprendió a si mismo al poder hablar-apenas te conocí hoy… y no se tu nombre… o tú el mío.
El peliblanco hizo un gesto de fastidio- tu nombre es Cloud, el otro no te llamo por tu nombre-lo último lo dijo al ver su cara de confusión- y el mío es Sephiroth, en cuanto a lo otro no hay mucho problema, a mi raza eso no le importa mucho-al ver que la boca del otro se abría, ya fuera para protestar o aceptar, unió sus labios en un beso apasionado, introduciendo su lengua en la boca del otro.
Con algo de dificultad Cloud dio un poco de pelea durante aquel beso, y aun mantuvo algo de cordura cuando el beso acabo para dejarles respirar-es---esto… no está….bien…
-claro que sí. Si te sientes bien, está bien. Como dije antes, a nosotros no nos importa cuánto conocemos a una persona, solo que seamos compatibles físicamente. Al fin y al cabo, al igual que los dragones, somos una raza muy sexual-se volvió a lanzar a besarle.
Aquel beso era uno aún más apasionado que el anterior. Al principio Sephiroth se aseguró de mover su lengua en manera de embestidas, mete y saca, como si se estuviera follando su boca, y se aseguraba de que sus caderas de movieran al mismo tiempo, después empezó a succionar su lengua de una manera nada santa, logrando así que Cloud dejara de pelear, sin embargo no logro que el rubio correspondiera sus caricias de manera física, solo algunos gemidos delataban el placer que el otro sentía.
Cuando el aire volvió a faltar Sephiroth decidió abandonar su boca y empezó a dejar marcas en su cuello a diestra y siniestra, deleitándose que el saber de su piel y los gemidos que salían de su boca. Cloud por fin reacciono a los toques, arqueando su cuerpo para conseguir un mayor contacto.
Cuando se aseguró haber dejado varias marcas sobre su cuello decidió continuar con su trabajo en su pecho. Le soltó las manos, era más que obvio que él otro no pensaba luchar más, y empezó a repartir pequeñas, pero sensuales, caricias por su vientre y sonrió al sentir los dedos del otro enredarse en su cabello, haciendo un poco de presión para que no se alejara de él, para que no detuviera sus labios o manos.
Con la punta de su lengua delineo su clavícula, soltando una pequeña mordida de vez en cuando, y cada vez que oía un gemido más fuerte que los demás se aseguraba de succionarle con más fuerza el lugar en el que su boca de encontraba, dejando así una marca aún más llamativa que las demás. Lentamente llego hasta su pezón derecho y empezó a jugar con él: lamiéndolo, mordiéndolo y succionándolo hasta que estaba completamente erecto y entonces llevo su boca hacia el otro, para imitar sus acciones anteriores, y llevo su mano derecha hacia su pezón y jugo con él, causando que el rubio se abrazara a él con fuerza por las oleadas que placer que golpeaban su cuerpo sin piedad alguna.
Cuando estuvo seguro de que no podía torturar aquellos pezones aún más realizo un camino de besos bajando por su pecho hasta su ombligo, se tomó un tiempo para jugar con él antes de bajar aún más y llegar a su miembro. Con una mano tomo su miembro y le acaricio como el toque de una pluma, acomodándose entre sus piernas acerco su boca al miembro y paso su lengua solo por la punta, sonriendo al sentir a Cloud dar un pequeño salto ante esta caricia, y entonces empezó a lamer lentamente por toda la extensión del falo, asegurándose de ejercer un poco más de presión cada vez que llegaba a la punta. En poco tiempo ya tenía al otro suplicando y moviendo sus caderas por mas contacto, por lo que se apiado de él y termino por introducirlo lentamente en su boca, empezando con un vaivén lento, que gradualmente fue aumentando, mientras que con una mano le sujetaba la cadera y la otra repartía suaves caricias entre sus testículos y su entrada.
Cuando las sensaciones se volvieron muy agudas y sintió que terminaría en la boca del otro empezó a jalarle del cabello para alejarlo de el- b—basta…por…favor…ya…ya no…-suplico juntando todas su fuerzas y dejando salir un sollozo, entre aliviado y frustrado, al sentir al otro detenerse por completo y empezar a incorporarse lentamente. Cuando sintió una mano acariciar su mejilla le miro, con los ojos semi-abiertos, mientras el otro lamia sus dedos, en su estado normal y no como garras, por un momento antes se llevar su mano hacia el sur de Cloud, y solo entonces se dio cuenta de que la saliva del otro parecía ser más espesa que la suya. Aún qué no tuvo mucho tiempo para pensar sobre esto pues el otro acerco más a él e inicio otro apasionado beso y su otra mano acariciaba su cadera.
Mientras le distraía con aquel beso y caricias llevo sus dedos ensalivados a su entrada y le acaricio lentamente antes de empezar a ejercer presión muy suavemente, tanteando antes de introducir el primero muy lentamente, sintiendo un pequeño espasmo mientras el otro cuerpo se tensaba alrededor de su dedo. Cortando el beso se acercó a su oído y le susurro suavemente- shhh… tranquilo, no te hare daño…esto es nuevo para ti ¿no?-por toda respuesta el otro solo asintió- te prometo que no te lastimare, dolerá un poco, no te mentiré, pero si te relajas te aseguro que sentirás mas placer que nunca antes-sonrió cuando el otro volvió a asentir después de un momento de silencio y coloco su mano libre en su pecho- vamos, respira profundamente…eso es, relájate-volvió a besarle, pero esta vez más amorosamente que antes.
Cuando la presión en su dedo disminuyo empezó a adentrarlo más en su entrada y dejándolo quieto por un momento cuando entro por completo. Lentamente empezó un movimiento de vaivén, cuando ya no había resistencia alguna para aquel dedo introdujo uno más, tomándose su siempre de nueva cuenta, pero esta vez no solo buscaba abrirlo más, si no también encontrar su próstata y se felicitó internamente cuando la encontró. Rompiendo el beso se alejó un poco de él, solo lo suficiente para observar su rostro bañado en placer. No queriendo que el chico acabara rápido se aseguró de rozar su próstata cada con o tres embestidas de sus dedos, brindándole suficiente placer como para poder aguantar el ser abierto pero no suficiente como para llegar al clímax. Con el tercer dedo fue un poco más fácil al tener ya localizado su punto de placer, y al poco tiempo ya tenía al chico moviendo sus caderas al compás de sus dedos mientras su entrada los engullía con facilidad.
Muy lenta, y tortuosamente, saco sus dedos del cuerpo del otro y le contemplo por unos segundos, admirando la belleza de su trabajo. Tomo una almohada y levanto las caderas del otro para ponerla debajo de él, tomo su pierna izquierda y la poso sobre su hombro mientras aseguraba la otra alrededor de su cadera y, solo cuando estuvo seguro te estar en una posición que causara el menor dolor posible, tomo su miembro y lo llevo a la entrada del otro, presionando muy suavemente hasta que la punta entro y empezó a entrar en el de manera muy lenta, deteniéndose cada vez que el otro soltaba un sollozo y sus paredes se cerraban a su alrededor.
-tranquilo Cloud-le beso suavemente, susurrando su nombre por primera vez desde que le beso – recuerda, respira y todo irá bien, te doy mi palabra-le volvió a besar y llevo su mano derecha al miembro del otro, acariciándole para relajarlo aún más.
Cuando Cloud fue capaz de relajarse de nuevo sintió como el otro volvía a moverse para entrar aún más en él, dejándole sorprendido por su tamaño. Cuando el otro por fin se detuvo, y aparto su mano de su miembro, Cloud se sintió completamente llevo, una parte de si se preguntó cómo era posible que el otro cupiera en su cuerpo, que no le hubiera desgarrado en ningún momento pero después de unos momentos sus preguntas empezaron a desaparecer y una parte de él empezó sentir ansiedad cuando el otro seguía sin moverse, al final su ansiedad creció al grado en que el mismo empezó a moverse muy lentamente. Cuando escucho una pequeña risa miro al otro y trato de fulminarlo con los ojos, pero el hambre que había en aquellos ojos verdes le dejo sin palabras o pensamientos, y solo pudo soltar un sollozo de placer y dolor cuando poso sus manos en su cadera y empezó a moverle, perdiendo la suavidad de hacía unos momentos pues empezó a embestirle de tal manera que su cuerpo no parecía poder acostumbrarse a la intromisión sin embargo no era lo suficientemente fuerte o rápido como para causar daño, y claro que también se aseguraba de golpear su próstata en cada movimiento, dejando así al pobre rubio al borde de la locura.
Sephiroth se aseguró de mantener el mismo ritmo en todo momento, acelerando la velocidad de sus embestidas solo cuando el otro empezaba a acostumbrarse al anterior, y besando su cuello de vez en cuando, disfrutando de los gemidos que eran depositados en sus orejas y que el mismo acompañaba con los suyos propios. Cuando por fin sintió que el cuerpo le engullía sin problema alguno decidió que podía entregarse al placer por completo. Sin detener sus embestidas coloco las piernas del rubio alrededor de sus caderas y el sujeto las suyas con sus manos y sin más empezó a embestirle de manera salvaje y sobrehumana, sacando su miembro hasta que solo la punta quedaba dentro él se adentraba por completo otra vez con una velocidad que ningún humano era capaz de alcanzar y sus manos le sujetaban con fuerza, suficiente como para dejar marcas por varios días, para asegurarse de tener al otro a su merced.
Cloud grito al sentir aquel cambio, cierto que ante el otro le había embestido con una velocidad que no le permitía acostumbrarse del todo pero ahora sentía que le quería partir en dos, atravesar su cuerpo con cada embestida… y él no podía evitar abrazarle con fuerza y desear más, su próstata era golpeada sin compasión en cada segundo mientras su miembro se frotaba entre ambos cuerpos, causando que gritara de placer y su espalda se arqueara de manera imposible, buscando más contacto entre sus cuerpos.
Fue por esto que al final el rubio no duro mucho, siendo el placer que el otro le daba algo que él nunca había experimentado, termino por correrse entre ambos a los pocos minutos, aunque para el parecieron horas, quedando completamente exhausto y tal vez se habría dormido o desmayado al instante si no fuera porque el otro siguió penetrando su cuerpo por unos minutos más hasta que se corrió en su interior. Y, solo después de sentir como su cuerpo era llenado cálidamente, fue capaz de caer en el mundo de los sueños
La presión que se creó a su alrededor cuando Cloud se corrió casi le hizo correrse pero fue capaz de contenerse por unos minutos más antes de llenar al otro con su semilla. Abrazando al otro hizo girar sus cuerpos en la cama, quedando él acostado bocarriba y él rubio sobre su pecho, sin salir de su interior. Cuando se dio cuenta de que el otro estaba dormido no pudo evitar una sonrisa, “tal vez estar aquí por un tiempo no es mala idea” se dijo a si mismo antes de cubrir a ambos con la colcha de la cama y se permitió acompañar al otro al mundo de los sueños, al fin y al cabo, el chico necesitaría sus fuerzas para el día siguiente, aquella idea de hacerlo contra la pared aun rondaba por su cabeza y la tina del baños era lo suficientemente grande.