[...Ryunosuke...]
Sé que cuando nos conocimos todo fue tan extraño.
Tirado en un callejón sin salida. Aquel callejón que cayó en el olvido de la gente, con un olor tan pestilente y nauseabundo que hacia preguntarte si acaso ahí era un lugar donde los humanos pudiesen vivir.
Ahí estaba yo, tirado, cual basura inservible de la humanidad.
Ese lugar, era mi hogar, el único refugio para mí y una comunidad más.
Donde la muerte siempre visita los hogares y la sangre fría y los puños, es muy necesaria, la comida anhelo de todos y los sollozos y lamentos más grandes y desgarradores se podían oír ahí.
Todo esto me despedaza tanto, no solo por el hecho de estar aquí tirado y que otros hombres me estén golpeando por algo no he hecho, pero estoy pagando. Estoy rendido, quiero que estos hombres se apiaden de mí y me maten de una vez, pero sé que estos deseos no serán escuchados por nadie así que me aferro a la soga de la resignación y solo espero que se cansen y se marchen pronto para recuperarme y seguir tratando de tener una vida decente… aunque esa palabra en estas circunstancias carece de valor alguno. Porque seamos honestos, estamos aquí plantados, en el olvido y en este lugar, olvidado de dios, viviendo la vida sin ningún rasgo de decencia…
Pronto mi cuerpo se siente cansado… mis ojos pesan y justo en ese momento oigo una voz pero es muy lejana… y lo único que puedo hacer es ver unos ojos dorados. Tan dorados y brillantes como el mismo sol en aquellos días de verano. Y fue lo único que pude ver antes de que todo se volviera negro y perturbador.
Mi cuerpo se siente ligero y no hay dolor alguno. Siento paz y tranquilidad, algo que me abruma y hace querer despertarme pero por alguna razón no puedo… mi cuerpo no responde a mi cerebro o yo que se… lo único que sé, es que a mi cerebro surco una idea “he muerto”. Pero si lo he hecho... ¿por qué rayos siento algo que me duele? No es del cuerpo… es algo va más a ya de eso
[...normal...]
Pronto aquel chiquillo abrió los ojos con total pereza, sentándose en la cama, froto sus ojos, en un intento vano de quitarse el cansancio, y cuando estuvo completamente despierto trato de observar con detenimiento la habitación en la que se encontraba, pero no observo nada más que unas pequeñas luces titilantes, pero la oscuridad era más dominante, en aquel lugar y después de unos segundos se paró exaltado.
[...Ryunosuke...]
¿Dónde diablos estoy? ¿Cómo es que llegue aquí? ¿Y qué es lo que me paso? Fueron las primeras ideas que surcaron en mi mente al despertar y encontrarme en ese lugar que aun que no pudiese verlo con claridad, irradiaba un aire lujoso.
Me da curiosidad y me levanto, pero al poner mis pies en el frio piso y erguirme caigo de lleno. Y es ahí cuando me doy cuenta de lo doloroso que es moverme.
Luego de uno momento me volví a parar. Aunque me era casi imposible puesto que mi cuerpo no respondía a mi cerebro y aunado a esto la habitación estaba a oscuras. No era una situación que me agradara, y por consecuente esto hacia que mi cerebro no desistiera de ponerme en el peor de los escenarios, situando así a todo mi cuerpo en un estado de alerta. Pero pronto la curiosidad se apodero de mí y volví a intentar pararme.
Mis movimientos eran torpes y una vez que me puse de pie camine lento, y la falta de luz no ayudaba en nada, es más, hacía que mi desorientado ser chocara con todo lo que se encontraba en frente, algo que me estaba desesperando de sobremanera. Después de algún rato y de alguna manera llegue a lo que parecía ser una puerta, busque la perilla, y al encontrarla la gire, abrí lenta mente la puerta, temeroso de lo que pudiese encontrar, aterrorizado pero con la inquietud y la curiosidad rebosantes saque la cabeza para asomarme y me encontré con un pasillo, y gracias a la buena iluminación puede ver que, aquel lugar era jodidamente asombroso, con un poco más de la mitad de la pared blanca y el pedazo sobrante negra, el piso con un alfombrado beige, puertas de color blanco que se encontraban a lo largo de ese pasillo tan inmenso, además de unos cuantos muebles con fines decorativos y encima de estas unas plantas extrañas color morado.
Me quedé asombrado y aún más espantado ante el aspecto del lugar. Ya que se veía inmensamente diferente a los lugares donde siempre estaba (que son mi vieja y destartalada pocilga y la casa de doña petra) y hacia que una pregunta, que desde hace rato viene molestándome, saltara a mi mentes ¿en dónde chingados estoy?
Pero fui sacado de mi ensoñación por unas voces extrañamente turbulentas se extendían por el inmenso pasillo que tenía delante mío hasta llegar a mis oídos y con el correr de los segundos, estas cada vez se acercaban más. Lo que me asusto y por ende Salí corriendo de nuevo a la habitación (sorprendentemente lo hice sin ningún inconveniente) una vez dentro me acosté en la cama, esperando y deseando que esas voces se marcharan lejos. Pero las estas seguían hablando y acercándose más y más, dirigiéndose precisamente a la puerta de la habitación donde yo estoy.
Sin esperar más busque un buen escondite, cuando lo encontré no lo dude y me metí Abrumado, muerto del miedo, con el deseo de que esos hombres se marcharan. De pronto, por unos momentos deje de oír las voces, más sin embargo otro sonido se sumó, siendo este el de la perilla dando la vuelta, luego el sonido de la puerta abierta y lo que me alarmo más…