Capítulo 1: “Vamos a Trabajar juntos!”
Está Santiago, bastante nervioso porque al fin irá a trabajar con Gabriel, su novio.
Al fin llega al lugar, Gabriel se encuentra ahí, esperándolo, Santiago entra, y para Gabriel todo desaparece. Se quedo tan embobado viendo al rubio, que los vasos llenos de bebida que estaba sirviendo se le caen encima de un cliente.
Santiago al notar esto, no puede evitar reírse.
- “Eres un tonto”- piensa
- Lo siento, señor.- le dice Gabriel al cliente, tratando de secarle la bebida derramada.- "Maldito rubio, sabe cómo me pongo al verlo y tiene que hacer una entrada triunfal como si fuera un Dios - bueno lo es-, pero no tiene por qué hacer sus entradas tan espectaculares".- piensa Gabriel
Santiago lo saluda con la mirada, fingiendo que no había visto nada.- Hola, vine a ver al gerente para mi cita de trabajo.- se dirige Santiago a una mesera que se encuentra cerca – me podrías informar donde se encuentra? -.
- Está en su oficina, detrás de esa puerta- le responde señalándole una puerta que se encuentra al fondo del pasillo. – Gracias - le dice, dándole una sonrisa que hizo que las piernas de la mesera se conviertan en gelatina. – D-de na-nada.-
Gabriel al notar eso, no puede evitar poner una cara de molesto, pero entendiendo bastante bien a la chica, ya que él se pone de igual forma cuando su rubio le habla.
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- Bueno hijo, tienes las aptitudes, será 1 semana de prueba para que veas cómo está tu puesto y te vayas acostumbrando a tu horario – le dice el gerente con aspecto serio.
- Muchas gracias. ¿Cuándo comienzo? - pregunta Santiago un poco emocionado, pero aún nervioso, no quiere causar una mala impresión.
- Ahora, ¿te parece? Ve con Gabriel, él te dará tu uniforme - el hombre le regala una pequeña sonrisa, la cual Santiago ignora, está demasiado emocionado al oír el nombre de Gabriel, que no se percata de lo demás.
- De acuerdo- responde Santiago - Con su permiso señor, espero no decepcionarlo y gracias por esta oportunidad. ” Ahora puedo pasar más tiempo con Gabriel”- piensa - Hasta luego – le da la mano en un gesto de saludo y hace su retirada.
- Hola!- Gabriel respingó al sentir el aliento en su oído – Óyeme idiota, ¿qué te pasa? ¿Estás loco? Casi me da un infarto– le dice con el ceño fruncido y mirando para todos lados.
- Cálmate, estamos solos - respondió Santiago con una sonrisa pícara tratando de abrazarlo.
El morocho lo empuja un poco. - ¿Qué es lo que quieres aquí? ¿No se supone que estarías con mi jefe? - dice acercándose peligrosamente al rubio.
- De allá vengo, NUESTRO jefe me mandó contigo para que…
- Espera, espera, ¿nuestro? ¿Si lo conseguiste? - lo interrumpe
- Claro, ¿Con quién crees que estás hablando?- le responde con una sonrisa de oreja a oreja. - y te decía, el jefe me mandó contigo para que me dieras mi nuevo uniforme-.
- Eres un egocéntrico. Ven, vamos por tu uniforme - Gabriel le sonríe amablemente y camina adelante de Santiago, llegando a una bodega donde se encuentran todo tipo de utensilios del Hotel, ahí Gabriel se dirige a una gaveta tomando un uniforme nuevo.
- Toma, es este -.le dice extendiéndole el brazo donde se encuentra el uniforme negro en una bolsa transparente.
Gabriel se acerca a Santiago de una manera bastante insinuante, con el pretexto de entregarle el uniforme, agarra la muñeca del rubio y lo jala hacia él.
- ¿No merezco ni siquiera un besito por haberte dicho sobre el trabajo?- le pide el peli-negro con cara de cachorrito y rodeando la cintura de Santi con sus brazos, dejando caer el uniforme al piso.
- Alguien nos puede ver- responde Santi tratando de alejarse de él. - “por Dios adoro su olor y Diablos claro que quiero besarlo, pero alguien puede vernos”.- piensa al momento conteniéndose y mordiéndose el labio inferior.- Suéltame, alguien puede entrar.
- Un besito chiquito y ya.- le dice besándole el cuello y poniendo más fuerza en sus brazos para tener más contacto con el cuerpo de Santiago.
- Hm... Gabo... – dice tratando se separarse - espera... no
Santiago está a punto de caer en el juego del moreno.
- Hm... Aah... basta, Gabriel... Para...
- Gabriel!- se escucha un grito desde afuera.- Gabriel, ¿dónde estás?
Rápidamente se separan. Ambos con una semi-erección en sus pantalones.
- ¿Quien es esa que nos arruina el momento?- pregunta Santiago indignado y con el ceño fruncido
- Ella es…
Al momento se escucha el ruido de la puerta abriéndose.
- Uff, Gabriel llevo horas buscándote, he tenido que atender tus mesas porque desapareciste.- le dice la misma mesera a la que Santiago anteriormente le había preguntado por la oficina del gerente.
- Estaba con Santiago, es mi mejor amigo y acaba de conseguir el trabajo así que el gerente me pidió que le entregara su uniforme.
Santiago se agacha a recoger el uniforme y con él se cubre su entrepierna, mientras Gabriel se pone detrás de él para disimular la propia.
La chica ve a Santiago y le dedica una sonrisa.
Gabriel ve esto y se pone un poco nervioso.
- B-bueno, si quieres, puedo darle un tour a tu amigo para que vea las instalaciones del hotel - le dice a Gabriel viendo a Santiago de reojo.
Gabriel quiere decirle que no, pero, Santiago lo interrumpe:
- No es necesario. El jefe me dijo que Gabriel me ayudaría. De todos modos gracias –.
El rubio le sonrió, dejando ver su dentadura, lo cual lo hacía ver bastante seguro y confiable.
La chica se va un poco molesta, de verdad quería estar con ese muchacho que le ponía las piernas a temblar.
- Eres un tonto – le dice Gabriel molesto
- Mirá, que hace un ratito no pensabas lo mismo - le susurra al oído con una voz roncamente sexy.
- Para - le dice Gabriel con voz autoritaria.- mejor vamos a mostrarte las instalaciones del Hotel.
- Amor, tengo una erección, no pensarás que voy a salir así
- Pues que quieres que haga? Yo también tengo una, pero si nos quedamos más tiempo aquí van a sospechar.
- Eres un idiota, mira que dejarme así y con tremendo calentón.- le dice Santiago tratando de ocultar su erección entre los pantalones.
- Ya no seas quejica y vamos- le dice Gabriel agarrando a Santiago de la muñeca y dándole tremendo beso apasionado.
Santiago se aferra a Gabriel y lo empuja contra la pared.
- No pensaras que me voy a quedar así, ¿Verdad?- Dijo Santiago paseando sus manos por la cintura de su azabache, y levantándole un poco su playera.
- Santiago!! Y-ya... Basta!! - lo empuja
Santiago se sorprende ante la reacción de Gabriel.
- Iré a arreglar esto al baño, será mejor que hagas lo mismo - Gabriel de verdad quiere seguir, pero están en el trabajo, además de que Santiago acaba de entrar, se vería muy mal si seguían.
Gabriel se encamina al baño y Santiago lo sigue.
- “Dios tengo unas ganas infinitas de hacer el amor con Gabriel. Pero tiene razón, es mi primer día y debo causar una buena impresión” – piensa - “lo mejor será echarme agua fría en la cara para bajarme el calentón”
Gabriel dejó que Santiago entrara primero al Sanitario para desahogarse.
- “Dios un poco más y no me importa el puto trabajo y le hago el amor a Santiago en plena bodega, ahí donde cualquiera puede entrar. Pero no puedo perder mi trabajo, así que mejor me relajo y no pienso más en el rubio sexy”.
- ¿Gabriel? - escucha una voz detrás de él, al voltearse vuelve a ver a la misma mesera que los interrumpió.
- Am ¿Que paso Ali?-
- Nada.- se queda un momento callada mirando para todos lados, menos a la cara de Gabriel.- ¿Hace mucho que conoces a Santiago? - le suelta de sopetón.
- Algo. Desde hace unos años ¿por qué?- pregunta con tono desconfiado y viéndola con el ceño fruncido.
- Es que es taaaan sexy, ¿me lo presentarías? – le responde con ojos soñadores
Gabriel aprieta los puños y la mira con fuego en los ojos. Si las miradas mataran ella estaría 3 metros bajo tierra.
Entonces Gabriel le contesta con tono amable y un poco enojado
- Si lo conozco desde hace unos años, pero creo que ya tiene una novia y es muy celosa, así que no creo que te le debas acercar.
- No importa que tenga novia, si me acerco a él poco a poco caerá a mis pies o ¿Tu qué crees?
- Como te lo digo? No creo que sea conveniente "Aléjate zorra!!" - piensa Gabriel.
:::Mientras tanto en el baño:::
Santiago no dejaba de pensar en Gabriel mientras resolvía su "problemita".
- “¡Torpe Gabriel!. ¿Porque es tan sexy!?? Por él estoy así. Hm… - Piensa Santiago encerrándose en un cubículo en el sanitario.- “Creo que Gabriel tiene razón hay que tener seriedad en esto, pero, ¿Como voy a tener seriedad con él a un lado? y con las ganas que tengo de… de ... Besarlo.- su mano desciende un poco acariciándose por encima de la ropa… - acariciarlo –desciende otro poco - llenarlo de besos-. Su mano sigue descendiendo hasta que se introduce dentro de sus pantalones.
- Hm... Gab... Aaah...
Recuerdos de lo que hicieron en la bodega vinieron a él, qué pasaría si seguían?
Santiago no dejaba de imaginarlo.
Su Gabriel, con ese uniforme negro entallado que le hacía ver su figura.
- Ay... Papi... –dice entrecortadamente.
Las imágenes de ellos dos comenzando a hacerlo pasaron rápidamente por su cabeza:
1) Santiago masajeando el miembro de Gabriel
2) Esos gemidos que lo volvían loco
3) Ese instante en el que su azabache arqueaba la espalda al sentir el tacto de sus dedos
Todo él lo volvía loco, Joder!!
- Dios Gabriel!!! Ve...ven haz…házmelo papi.- la mano de Santiago sigue un movimiento de arriba abajo sobre su falo. Cada vez va más rápido, imaginando que es Gabriel quien lo masturbaba.- Que rico, más.. Más... más...- justo cuando Santiago se imagino que Gabriel se mete su miembro en la boca, le llega el orgasmo, manchando su mano de su esencia.
Respira agitadamente después de haber llegado al climax. Se limpia con papel de baño, se acomoda los pantalones y sale del cubículo.
Al salir se encuentra a Gabriel hablando con la chica que interrumpió tan excitante escena en la bodega... Pero ve a Gabriel un poco molesto. Santiago decide ir a ver qué es lo que pasa.
- ¿Que paso Gabriel? Ya estoy listo para comenzar el tour - de nuevo sonreía
Santiago ve a la chica y la saluda con la mirada, notando que Gabriel hace una expresión de incomodidad.
- Si claro, comencemos ya!!!- se le nota el enojo, jalando a Santiago se lo lleva con rumbo a las habitaciones que se encuentran en el segundo piso.
La chica al ver como se comporta Gabriel, se molesta con él. Es lindo, pero eso no le da derecho a llevarse a una persona a la que estaba a punto de hablarle.
Iban caminando por el pasillo con paso apresurado.
- Gabriel!! ¿Estás bien? A dónde vamos?
- Vamos a terminar lo que no pudimos hace un momento - Gabriel se encuentra ansioso y molesto a la vez. Esa tipa, que se cree?!? Este es su rubio!!.
- ¿Terminar? ¿Qué cosa?. Gabriel estamos en tu trabajo, ahora el mío también!! No creo que sea conveniente - Le dice el rubio mientras Gabriel abre la puerta de la habitación con desesperación.
Ya dentro de la habitación…
- Cállate!! -atrapa a Santiago en un profundo beso, que poco a poco va volviéndose más voraz y placentero.
Sin dejar de besarlo, Santiago no pierde la oportunidad de pasar sus manos por toda la espalda de Gabriel, subiéndole un poco la playera del uniforme.
Santiago se acercaba más a Gabriel, mientras lo toma de sus caderas pasando sus manos por sus muslos.
El beso es voraz, pero tranquilo a la vez. Quieren hacerlo, pero con calma, no tienen prisa a pesar de que se encuentran en el trabajo, los dos se ven un poco tranquilos.
- Gab-Gabriel… no... No deberíamos, estamos en el…. En el trabajo. Nos pueden regañar... o incluso des-despedirnos- le dice Santiago, sin embargo no lo deja de besar.
Repite una palabra después de cada beso
(beso) Gabriel no…
(beso) no podemos…
(beso) pará…
(beso)nos pueden despedir…
- Tú eras el primero que quería esto en la bodega.- le dice Gabriel empujándolo hacia la cama.
Recuesta a Santiago en la cama matrimonial, sin dejar de provocar estremecimientos en el rubio.
La ropa de ambos vuela por la habitación y ahora se encuentran desnudos uno encima del otro. Gabriel reparte besos por todo el abdomen de Santi llenándose de los jadeos y gemidos.
Así que tan pronto como los dedos de Gabriel rozan la entrada del rubio, siente una oleada de puro placer.
Pasa la lengua por el apretado culo de Santiago y acaricia con vehemencia la piel. Poco a poco va introduciendo uno de sus dedos. El calor que siente es abrasador, está tan apretado y húmedo. Gabriel tiene que cerrar los ojos intentando sofocar la sensaciones que lo sobre pasaban. Otro de los dedos se une al calor, buscando abrigo en esa estrechez.
Santiago abre más las piernas para darle mejor acceso. El deseo es más fuerte que nada. El miembro de Gabriel duele y este solo escupe un poco sobre él. Retira los dedos del interior lentamente.
- Estas listo?.- pregunta Gabriel. Obteniendo solo un gemido como respuesta.
De un golpe duro, Gabriel se apodera del interior de Santiago. Lágrimas de dolor bañan el rostro del rubio y Gabriel se inclina para besarlo. Tal vez más tarde pedirá perdón pero por ahora lo que necesitaba era poseer ese cuerpo. Coloca ambas piernas del rubio alrededor de su cintura.
Gabriel lo embiste furiosa y rápidamente, acariciando toda la piel que encuentra a su paso. Deseo es lo que emana de cada parte del cuerpo del pelinegro y aumenta el ritmo de sus embestidas. Siente estar a punto, y ver a Santi masturbándose al ritmo que marcaba es más de lo que puede resistir. Con un gemido brutal, se deja invadir por el orgasmo llenando de su esencia todo a su paso.
Se derrumba en el pecho del rubio y alcanza a escuchar su gemido mientras algo caliente baña su abdomen…
Un momento después de que ambos se tranquilizan, Santiago toma a Gabriel del cuello atrayéndolo más a él, lo besa y aprovecha para cambiar de posición. Ahora Gabriel está debajo de él.
- Aaaah -gime Gabriel, no esperaba que Santiago hiciera eso.
Comienza a besar su abdomen, toma sus manos y las aprisiona por encima de la cabeza de Gabriel.
- Aaaaah, Sa... Aaaah, nmmhf...
Gabriel arquea su espalda queriendo más contacto.
- Tranquilo, que ya llegaremos a eso -le susurra Santi al oído mientras toma la pronunciada erección y comienza a hacer un vaivén un tanto tortuoso.
- Aaah!! Joder... Más!! -comienza a mover sus caderas para hacerlo más placentero
Santiago ríe con prepotencia, ya que Gabriel está completamente ansioso y eso lo vuelve loco.
- Aaaah, Santiago!!... Más rápido... Más... Aaaaah, aaaah, así... Aaaaah!!
Santiago va bajando repartiendo besos por todo el abdomen del moreno y sin pensarlo mucho engulle el miembro necesitado, dejándose llevar por los gemidos.
- Aaaaaah aaaaaaah!!!
Gabriel siente unos dedos pasearse por su entrada, hasta que uno logra ingresar. Esto hace que él se contraiga un poco, sin embargo quería más. No deja de ver como su rubio le da placer a su parte baja.
Santiago siente los dedos de Gabriel pasearse por su cabello, comienza a simular penetraciones con sus dedos lo cual vuelve loco a Gabriel.
- Ya esta... -dice Santiago mirando a Gabriel, quien esta esperando la siguiente parte con una pose bastante provocativa: brazos estirados hacia el lado de la cabecera, piernas abiertas y una cara que pone a Santiago a full.
Posiciona su miembro y comienza a ingresar dentro de Gabriel, este solo cierra los ojos y se deja llevar por la situación... Siente como su rubio ingresa un poco lento y como una de sus manos no deja su erección. Ya completamente dentro, Santiago le da a Gabriel un tierno beso, lo abraza y comienza a embestir, primero un poco lento, lo cual desespera a Gabriel.
- Muévete animal... M-as... Más, papi, dame más... Aaaaah, aaaaah!!
Santiago comienza a embestir más y más rápido.
- Ahí!! Aaaaah, aaaaaaah!! Siiii!! Y-ya!! No... Más!! Dame más de ti Santi!!
Ya están a punto de llegar al clímax.
Con la última estocada, Santiago se viene dentro de Gabriel, y éste de igual forma lo hace manchando su vientre y el de Santiago.
Gabriel, con la respiración aún acelerada se queda pensando en lo que han hecho, recordando que están en su trabajo, eso no se le olvida.
- Eres un idiota... No podías esperar ¿verdad? -Le reclama Gabriel a Santiago, el cual se encuentra sentado a un lado de él, tratando de relajarse ya que está muy agitado.
- ¿De qué hablas? -dice Santiago un poco extrañado
- No te hagas el que no sabe.- responde Gabriel levantándose de la cama comenzando a buscar su ropa.
- Pero Gabriel, es que de verdad no sé.
- Todo esto que pasó, si se enteran y me corren va a ser tu culpa.
- Pero… ¿que hice?- Santiago le pregunta cada vez más confundido, mientras se empieza a vestir también.
- Tu sabes muy bien que hiciste.- responde Gabriel pasando su mano derecha por el cabello, señal de nerviosismo.
- A ver Gabriel.- lo voltea hacia él y agarrándole la cara con las dos manos y le dice.- Cálmate y dime de qué va esto?
Gabriel está enojado, pero ama a Santiago, y, aunque sí, fue su culpa por provocarle, él sabía que también era su culpa por ceder y dejarse llevar.
Con un puchero Gabriel le contesta: - Fuiste tú el que me provocó en la bodega ¿lo olvidaste?
- Amor, ya me habías asustado.- le dice dándole apenas un roce en los labios.- creí que había hecho algo mal, de verdad te veías enojado.
- Lo siento amor.- lo abraza.- no volverá a pasar. Ándale mejor vámonos porque no hemos recorrido nada del Hotel. ¿Y si te preguntan? ¿Qué vamos a decir?-
- ¿Que nos perdimos?
- Ajá, sobre todo porque yo hace tiempo que trabajo aquí.-
Toma la mano de Santiago salen del cuarto rumbo al tour por el Hotel.