La cuenta regresiva a comenzado. Tres días son el comienzo; 6 meses, el límite.

-No puedo amarte, Jones. A pesar de que este sea mi destino, nunca te podré perdonar.

-No seas tan arrogante, Kirkland. Jamás me podría enamorar de un hombre y mucho menos alguien tan patético como tú. Nunca pediré perdón, no me arrepiento.

Sus días como estudiantes llegan a su fin, Arthur deseaba huir de aquel abusador que lo perseguía desde su primer año de preparatoria, pero siempre tuvo un destino cruel. Alfred F.Jones no soportaba la simple existencia de aquel chico, y ni tan siquiera la tortura por la que le hacía pasar a diario le era suficiente. Ambos deseaban perderse de vista cuanto antes mejor.

-El rey esta gravemente enfermo así que dentro de tres días, el rey y la reina junto a su Jack, devolverán sus marcas al Reloj y ese mismo día, a medianoche, la marca reaparecerá en nuestros futuros soberanos y su fiel consejero.

Aquel fue el inicio de su maldito destino.