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Un día llegaste por Lady Susaku Shunkurakai

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Notas del fanfic:

hi!! minna-san!! ojalá que anden bien. eme aquí después de casi años de no estar por aquí en fanfics yaoi (me extraña pero estoy aliviada de que aún no hayan cerrado mi cuenta ^^U) ahora estoy en la siguiente sección en la que publicaré mi siguientes fics. ya que inicié y fui bien recibida con mis fanfics en Saint Seiya quiero probar suerte en la sección de mi 2º anime favorito. tengo muchísimo tiempo que no escribo, y para ser honesta me siento algo "oxidada" pero espero que mis fics sean de su agrado, me esforzaré mucho. mientras les dejo mi 1º fanfic de Yu Yu Hakusho el cual espero que les guste.

oh! a propósito, por supuesto Yu Yu Hakusho no me pertenece, sino a su autor Yoshijiro Togashi, además de que mi fic se basa en un poema el cuál no me pertenece, la autora original es Marcela Camelo de Colombia. por ende ambos son prestados.  

 “Un día llegaste a mi vida y pude comprender la hermosura del cielo en la sinceridad de tu mirada, comprendí que sobran las palabras cuando se trata de expresar los sentimientos que aguardan en el corazón.

 

Era un día cualquiera en los alrededores del mundo espiritual, un demonio de oscuros cabellos descansaba en lo alto de las ramas de un árbol, su mente estaba enfocada en los colores de los cuales se pintaba el cielo, despreocupado y sin nada más que hacer.

A lo lejos se alcanzó a escuchar el sonido de un disparo el cuál despertó al demonio un tanto inquieto, se imaginó que algún cazador estaba tras alguien, pero ya que eso era algo común en el mundo espiritual le restó importancia y volvió a dormir. Más cuando los disparos se oyeron más de cerca ahí fue cuando reaccionó, y al asomarse un disparo fallido se dirigió hacia él, el cuál apenas y esquivó; consiguiendo enfurecerlo, saltó y observó frente a él en efecto que se trataba de un cazador más que frente a él yacía un kitsune malherido, Hiei estaba molesto con el cazador por molestarlo y este al observar a Hiei pensó que era un especie de demonio llamativo por lo que al igual que el kitsune también cazaría, más antes de que se diese cuenta Hiei ya se dirigía hacia él con espada en mano y con un movimiento de la misma partió en 2 al cazador, matándolo al instante.

Una vez muerto el estorbo notó que el kitsune aún estaba vivo, se acercó con cautela y sin creerlo notaba que aquella criatura era más hermosa de lo que parecía: su figura, aquellos plateados cabellos, sus bellas facciones, aun restándole que estos estuviesen bañados en sangre para Hiei era una figura divina, un demonio simplemente perfecto. Sin más no lo pensó y llevó al kitsune al hospital, y se quedó con él hasta que se recuperara. Pasaron unos días y después de unos difíciles días el demonio finalmente despertó, cuando Hiei se acercó a él y aprecio los ojos del kitsune no pudo evitar sonrojarse, este cuando vio a su contrario igualmente se sonrojo pero poco a poco recordaba que era perseguido por el cazador espiritual y reaccionó exaltado.

-¡¡cálmate!! ¿qué te pasa?

-¿en dónde estoy?- miraba perdido el albino demonio

-calma estás en el hospital, te encontré casi muerto y te traje al hospital, vaya que estuviste dormido por bastante tiempo, ¿Cómo te sientes?-

-¿en el hospital?, ¿y el cazador?-

-ya no te preocupes está muerto-

-¿muerto?... ya entiendo- mencionó con la mirada baja, -pues, me encuentro mejor gracias, estaría muerto de no ser por ti… estoy en deuda contigo-

-ahí por favor no exageres, solo sentí que debía ayudarte, es todo- dijo Hiei sin más, aunque por dentro sabía que un demonio tan hermoso como él no debía morir y que además por alguna razón en ese instante no quería perderlo, o mejor dicho: que ya no querría perderlo.

- no en serio te debo mi vida, aunque si dices que así está bien, así está bien-

-hmp., por cierto, como te llamas?- preguntó con curiosidad

-¿yo?, soy Kurama.. Youko Kurama-

-¿Kurama?- por alguna razón aquel nombre le resultaba muy familiar, más después de unos cuantos pensamientos dio con el nombre.. –ehhh!?, entonces.. tu eres el legendario bandido demonio Youko Kurama-

-amm… si- al ver la expresión de su contrario no pudo evitar soltar una risita y sonreír

Para Hiei era sorprendente ver que aquel a quien se le conocía como un ladrón de profesión y de reputación fuerte estuviese moribundo en una cama de hospital medio muerto, pero era lo de menos… antes de que se diera cuenta bastó con esa mirada y sonrisa para despertar en él algo que hasta la fecha desconocía, un sentimiento que más tarde conocería como amor.    

Con el pasar de los días Kurama finalmente fue dado de alta del hospital más comentó que no tenía a donde ir; se encontraba solo, cuando Hiei lo escucho y con el sentimiento en que lo decía sabía que aquel hermoso ser estaba tan solo como él y lo que deseaba en ese momento era decirle que él deseaba hacerle un espacio en su vida y que se quedara con él pero las palabras no podían salir de su boca... temía ser rechazado, más no fue necesario que dijera nada pues fue el kitsune quién hablo:

-amm.. oye Hiei… sé que suena tonto o incluso atrevido si quieres, pero ya que me has demostrado ser una compañía grata… y eres el único que cuidó de mi ahora que estuve internado, quería saber si… si… ¿podría quedarme contigo?, al menos hasta que encuentre un lugar donde quedarme- al kitsune le costó la voz y un notorio sonrojo mencionar esas palabras, las cuales sorprendieron al pelinegro enormemente pues no fue necesario que el hablara, pues ya habían hablado con él, al escuchar esas palabras no lo pensó y de inmediato aceptó.

Pasaron algunos meses y en ese transcurso de tiempo ambos demonios pasaban el tiempo juntos, se conocían más y más, compartieron de todo: su respectivo pasado, sus vivencias, aquellas batallas que tuvieron que librar por sobrevivencia, cosas buenas, cosas malas.

En una ocasión en la que ambos se habían enfrentado a un grupo de bandidos que buscaban sus cabezas y haberlos vencido ambos quedaban agotados pero satisfechos al saber que ambos hacían una formidable pareja luchando… más por dentro ambos deseaban que fuesen más que una pareja de batalla, sino una pareja de una relación formal.

Hiei había decidido que después de tanto tiempo había llegado el momento de ser honesto con Kurama y decirle lo que sentía por él, así que planeo una salida con el kitsune en el cuál lo llevaría a conocer su lugar favorito, (el cual estaba seguro que le encantaría al demonio puesto que una de sus confesiones era que era fanático y sus técnicas de ataque se basaban en el ataque a través de las plantas): un valle rodeado de vegetación el cuál su principal llamativo era la gran cantidad de colores de las flores que había. Cuando ambos estuvieron ahí en efecto a Kurama le encantó el ambiente y aquellas expresiones de felicidad cautivaron definitivamente al pelinegro, fue cuando ambos sentados cerca de un arroyo del valle Hiei le obsequió un gran ramo de rosas de diversos colores, Kurama agradeció el detalle y aprovechó para agradecerle a Hiei no solo eso sino por todo lo que habían compartido juntos, pues jamás se había sentido tan bien como cuando conoció a Hiei, y este confesó que todo era correspondido, fue cuando le dedicó unas palabras al kitsune para declararle sus sentimientos, más las dijo con la mirada baja y sonrojado pues no quería que el kitsune viese su cara al expresarse de una manera que el mismo consideraba como cursi:

 

….Si pudieras ver en mi alma entenderías que una vida no basta para explicarte cuanto te amo, quiero fundirme en tu vida, en tus sueños y en tu corazón para que juntos podamos mirar en la misma dirección, bajo el mismo cielo, respirando el mismo aire, dejando atrás el camino lleno de abrojos y espinas que ya nunca volverá y volar tan alto que el viento sea testigo de que nuestro amor nunca tendrá fin...”

 

Con aquellas palabras Kurama sintió una dicha indescriptible y cuando Hiei alzó la mirada Kurama sin más se lanzó hacia él y le regaló el más apasionado de los besos, ambos se perdieron en la dulzura de ambos labios y sin más con ese beso y aquellas palabras habían sellado un lazo que ya nada ni nadie podría quebrantar, uno que protegerían hasta el fin de sus días: el amor tan profundo que nació en ellos, algo invaluable para sus vidas.

Notas finales:

bueno este fue mi 1º fic aquí en Yu Yu Hakusho, que opinan? les gustó, no les gustó? la verdad mi cabeza y mis musas se esforzaron. ya saben los pedidos clásicos: felicitaciones, notas de muerte, reclamaciones, etc. dejen su opiniones, pues así me ayudan a recuperarme y pulir mi estilo y fics. los dejo esperando pronto volver con el siguiente fanfic. minna-san sayonara matta ne ;3

p.d.: sé que esta de más que lo mencione pero creo que para aquellas que aún no conocen la palabra (que lo dudo mucho). kitsune significa zorro demonio.

oh! a propósito, por supuesto Yu Yu Hakusho no me pertenece, sino a su autor Yoshijiro Togashi, además de que mi fic se basa en un poema el cuál no me pertenece, la autora original es Marcela Camelo de Colombia. por ende ambos son prestados.  

 


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