Contrario a lo que muchas de sus fans podían pensar, pasar tiempo fuera de Corea no le entusiasmaba en lo absoluto, al comienzo cuando recién debutaba en el grupo, viajar por el mundo se había convertido en una ilusión, pero ahora como famoso había descubierto que viajar podía ser verdaderamente incómodo con tantas personas pendientes de su paradero. Disfrutar de un nuevo lugar era casi imposible cuando intrépidas y desvergonzadas fans (que se hacían llamar Sasaengs) te perseguían por doquier sin dar tregua a que disfrutaras del paisaje. Por esa razón Siwon había recibido la noticia de que se quedaría todo el fin de semana en Beijing con el ceño fruncido y la boca torcida en una expresión de clara inconformidad.
Beijing era una ciudad grande, concurrida y sobre todo poluta. Por más que él intentara sonreír en las entrevistas y responder a las preguntas con educadas respuestas en las que hablaba maravillas de China, la verdad era que, añoraba la comida Coreana y no disfrutaba del sabor dulzón agridulce tan típico de esa región China. Ver el cielo de color gris oscuro y el horizonte generalmente cubierto de una triste neblina amarillenta no era su idea de belleza, mucho menos de 'saludable'. Quedarse en China por tres días no le entusiasmaba, pero como profesional sabía que era necesario incursionar en el mercado Chino y evitar hacer comentarios sobre las cosas que el consideraba inapropiadas y desagradables en la cultura China.
Colgó el teléfono móvil con un largo suspiro. Los demás miembros regresarían a Corea para continuar con sus horarios individuales, pero él debía quedarse para asistir a una entrevista para CCTV sobre su nueva película y sobre la conmoción que las fotografías donde salía de manera muy amigable abrazando a Jacky Chan había causado en el público. Siwon no quería ser desagradecido y mucho menos maleducado, de hecho se sentía infinitamente emocionado y feliz por las atenciones de Jacky Chan durante el estreno, pero realmente deseaba regresar a casa, había pasado casi un mes en China gracias a las actividades de Super Junior M y moría por comer Kimbap* de pescado y torta picante de Kimchi*.
Se quedó mirando la habitación del hotel, las paredes estaban pintadas de un color crema claro que contrastaba con los muebles de madera y la decoración de año nuevo en un encendido rojo y amarillo. Era una buena habitación, con su tina propia y una enorme televisor de plasma suspendido en la pared. Se dejó caer en la cama perezosamente, la entrevista sería al día siguiente, apenas si eran las 5 de la tarde, esa noche se le haría eterna encerrado en su habitación, pues irse a trasegar por las calles de Beijing no era una opción, no quería ser perseguido por fans ni tener que usar ridículos lentes de sol para camuflar su imagen.
Estaba allí tumbado mirando el diseño del techo de madera, cuando su móvil vibró anunciando un nuevo mensaje. Perezosamente checo la pantalla y se encontró con un simple mensaje de HeeChul.
“Vamos a divertirnos. - HeeChul”
“Estoy en Beijing” Le respondió tipeándo con suavidad “No volveré a Corea hasta el martes”
“Yo también estoy en Beijing” Fue la respuesta de HeeChul y Siwon se levantó de un golpe para quedar sentado en la cama ¿HeeChul en China? Se preguntó sorprendido, no sabía que tuviera ninguna actividad en dicho país. Decidió marcar el teléfono de su compañero y este timbró un par de veces sin recibir respuesta, entonces alguien tocó la puerta y cuando Siwon abrió la puerta se encontró con el rostro pícaro de HeeChul frente a él sosteniendo su móvil con la mano. Siwon arqueó las cejas perplejo con la sorpresa.
-¿Qué haces aquí? - Exclamó con una sonrisa.
-Escapemos y divirtámonos como en los viejos tiempos – Le contestó HeeChul halándole del brazo.
***
Se encontró dentro un taxi sin tener como oponerse a los deseos de su Hyung. Cuando Kim HeeChul tenía una idea en la cabeza, no había poder humano que pudiera evitar la realización de la misma, Siwon lo sabía, conocía a HeeChul desde hacía casi 10 años y contradecirlo era como hablarle a un árbol o a la luna. Siwon seguía pensando que ir a un KTV* no era una buena idea, los lugares públicos eran los más peligrosos, alguien podría reconocerles y sus fotos aparecerían en minutos por todo Weibo y quien sabe que más redes sociales. Las fans se enterarían que estaban en ese lugar y acudirían allí para intentar verles, por consiguiente, no podrían disfrutar del KTV y se verían obligados a salir por la puerta de atrás, escoltados por la seguridad del sitio. A veces se sentía como una especie de agente encubierto del FBI que tenía que usar disfraces en público para no echar a perder la misión.
Claro que, esta misión era mucho más sencilla. No habrían francotiradores o Narcotraficantes esperando por ellos en un desdeñoso bar.
-Realmente es una mala idea – Suspiró desviando la mirada por la ventana del taxi – No le avisamos al manager, se molestará si se entera que me he ido del hotel sin informarle -
-Siempre termina por enojarse de todas formas – Exclamó Heechul moviendo su mano derecha en un gesto de desinterés
– Además ¿Donde quedó el Siwon que gusta de la aventura? -
Siwon dejó escapar una corta risa y también se preguntó donde habría quedado ese Siwon que disfrutaba de la aventura. HeeChul iba vestido con un pantalón negro de cuero y un abrigo azul oscuro, su cabello se encontraba casi oculto bajo un gorro de lana, afuera la temperatura llegaba a menos diez grados y diminutos copos de nieve volaban perezosamente perdiéndose en la oscuridad.
-Ya no somos adolescentes – Explicó Siwon volviéndose ante su interlocutor – Y ya no es tan fácil escaparse -
-Si, pero no por eso deja de ser divertido – Le respondió HeeChul, de nuevo tenía esa sonrisa confiada que le hacía ver tan invencible.
-Al menos conoces el lugar a donde vamos – Agregó Siwon observando como el taxista dejaba la avenida principal para entrar en una calle más angosta pero con bastante tráfico lo que le obligó a reducir la velocidad, pocos transeúntes parecían querer aguantar ese inclemente clima y las calles se veían particularmente desoladas.
-No tengo idea en realidad – Continuó HeeChul con una risita y le mostró un pedazo de papel donde había varios caracteres en Chino, seguramente la dirección del sitio. Siwon arqueó las cejas por segunda vez, observando la caligrafía en el papel, algo en ella se le hacía familiar, pero no sabía muy bien porqué, de cualquier forma sentía la curiosidad resolviéndose en su estómago como si tuviera un par de serpientes vivas ahí dentro.
***
El KTV en cuestión no llamaba mucho la atención, Siwon ya había visitado KTVs mucho más llamativos y que lucían bastante costosos, este por el contrario parecía muy asequible para el público en general, pero lo que realmente llamó su atención era que estaba bastante solitario. Luego de salir del taxi, subieron al segundo piso del edificio donde se encontraba el área de recibimiento y taquilla. La chica vestida con un uniforme naranja oscuro no les pidió identificación como tampoco les pidió dinero por la renta del cuarto, era como si alguien hubiese hecho la reserva de antemano. Observó a HeeChul de reojo, al parecer lo tenía todo bajo control.
Decidió que era mejor dejarse llevar, ya que estaba en ese lugar, lo único que le quedaba era disfrutar de la velada. Caminaron por varios pasillos hasta entrar en una sala VIP, el cuarto estaba oscuro, pero se alcanzaba a divisar que tenía un baño al fondo. Varias pantallas de televisores se encontraban distribuidas por las paredes y sendos asientos de cuero estaban dispuestos frente a ellas, en la mesa un par de botellas de cerveza descansaban al lado de una cubeta con hielos.
Entonces vino la tercer sorpresa de la noche, una para la cual Siwon no estaba en lo absoluto preparado. Allí en medio de la oscuridad, estaba nada más ni nada menos que Hangeng.
Hangeng sonreía mientras emergía del baño y hacía un gesto para darles la bienvenida al sitio, Siwon se quedó pasmado como si hubiesen disparado un rayo congelador sobre su cuerpo y todos los recuerdos de momentos compartidos con el Chino en años anteriores le llenaron de golpe, acompañados por ese viejo sentimiento que creyó muerto y que alguna vez había considerado como amor.
-Bienvenidos – Exclamó Hangeng con una sonrisa, llevaba el cabello más corto, haciéndolo ver increíblemente más maduro de lo normal, pero su cristalina sonrisa seguía siendo la misma, su mirada oscura se posó sobre él y Siwon sintió que las piernas se le habían vuelto de gelatina.
-Podrías haber conseguido un lugar mejor ¿Eh?- Exclamó HeeChul desdeñosamente, acercándose a Hangeng para darle un abrazo amistoso.
-Tenía que disimular, no podía llamar mucho la atención – Respondió Hangeng dándole un par de palmadas en la espalda a HeeChul – Pero mira, te he comprado tu cerveza favorita -
Siwon seguía allí al lado de la puerta sin moverse, como si aún estuviera intentando procesar la información. Habían pasado ¿Cuantos años ya? ¿4 años? Desde la última vez que había hablado con Hangeng antes de que se fuera de Corea. Cuatro años en los que no habían cruzado palabra alguna, cuatro años en los que se había repetido así mismo que todos esos sentimientos habían sido en vano, pues nunca volvería hablarle. Y ahí estaba frente a él, hablando con una familiaridad inusual con HeeChul como si no hubiese pasado nada, como si todo hubiese ocurrido ayer.
-¿Que demonios significa esto? - Logró decir al fin, la confusión inicial convirtiéndose en ira.
Hangeng reservó la noche en este KTV y acordamos traerte aquí para divertirnos como en los viejos tiempos – Explicó HeeChul, pero Siwon seguía sin comprender.
-Lo siento Siwon – Dijo al fin Hangeng, su acento Coreano era el mismo que recordaba – Debí intentar comunicarme contigo primero pero... - Guardó silencio, su expresión se había ensombrecido y pareció no poder continuar.
-¿Pero porqué? - Chilló Siwon - ¿Porqué apenas ahora luego de cuatro años? ¿Porqué ahora? -
Se hizo un silencio bastante incómodo en el que sólo sonó en el fondo una canción en mandarín de una popular cantante Taiwanesa. Hangeng no parecía tener respuesta para eso y Siwon sentía como si un volcán en su interior hubiera hecho finalmente erupción luego de una dolorosa espera y la lava se estuviera desbordando por cada una de sus venas. Cerró las manos en puños y sin poder contenerse lanzó un puño a la cara del Chino que seguía en silencio.
Hangeng no esquivó el golpe aunque hubiese podido hacerlo, había practicado artes marciales durante mucho tiempo y tenía los reflejos para ello, sin embargo se quedó allí esperando el golpe que se encajó en su mejilla con fuerza y le hizo arquear la espalda perdiendo el equilibrio. Trastabilló unos momentos y logró sostenerse de la pared para no caer de lleno en el piso. Siwon resoplaba con ira, moviendo el pecho al respirar como un toro en plena faena, cientos de preguntas sin respuesta arremolinándose en su cabeza.
-Creo que necesitaremos algo más fuerte que cerveza – Comentó HeeChul en un largo suspiro interrumpiendo el momento
– ¿Vodka o Whiskey? - Preguntó como si no acabara de presenciar el golpe – Creo que vodka – Decidió y se dirigió hacía una pequeña nevera que había en una esquina del cuarto – Hey, ¡adiviné! Si tienen Vodka -
-No te preocupes por destapar la botella – Inquirió Siwon desviando la mirada hacía HeeChul con seriedad – Me voy de aquí -
Hangeng quien había estado callado todo el tiempo levantó el rostro llevándose el dorso de la mano al labio que se había hinchado y enrojecido por el golpe.
-Pensé que podríamos hablar – Dijo al fin y HeeChul haciendo caso omiso a todo, destapó la botella de Vodka y prosiguió a servir tres en tres vasos – Si te quedas esta noche... te prometo que será la única vez – Continuó con voz lastimera – No volveré a interrumpir en tu vida -
Ante esto Siwon se sintió desarmado, una parte de él quería salir de ese pequeño cuarto de KTV y coger el primer taxi que pasara de regreso al hotel, pero por otro lado deseaba escuchar lo que fuera que Hangeng quisiera decirle, después de todo, las cosas habían quedado inconclusas y ya había aguantado mucho tiempo con la incertidumbre.
El menor tomó uno de los vasos que había servido HeeChul y se lo llevó a la boca bebiendo grandes tragos.
- Muy bien – Finalizó arrugando la frente cuando el fuerte sabor a alcohol se deslizó por la garganta. HeeChul se apresuró a servirle un poco más, tenía la impresión de que esa noche sería inesperadamente larga.
C O N T I N U A R A ...
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