"NO TODO ES ODIO Parte1"
-si no fuera tan cobarde... -susurro Snape poniéndose de pie y acercándose a la ventana, la abrió de par en par, apoyo los pies en el marco de esta y miro hacia el abismo- si fuera capaz de... - su voz se calló al sentir unos cálidos brazos rodearle y alejar su cuerpo de la puerta hacia la muerte, su corazón acelerado era lo que testificaba que ocurría en su mente
- no lo hagas, por favor... Severus... - James sin sentir que el pelinegro no ofrecía resistencia sin soltarlo lo dejo en el suelo y se aparto lento justo a tiempo al ver que este se volteaba de forma rápida sin darse cuenta que la capa invisible se le había caído, ahora miraba esas orbes negras llenas de odio y resentimiento, la única evidencia del estado en el que estaba el menor era el camino de las lágrimas habían dejado en las mejillas de Severus, tal como había dicho Sirius, nadie le había visto llorar nunca... Hasta ahora.
-¿Que haces aquí? -exclamo este enojado- ¿te vienes a reír de mi? Vamos! Dile al pulgoso de Black que salga! Vamos! Vengan a reírse del desdichado y grasoso Snivellus! -decía este con palabras cargadas de veneno, daba igual, por el que fuera una broma y que al fin los golpes lo maten de una vez.
Por otro lado James no sabia que hacer, hace solo unos segundos había visto a Severus lamentarse de su vida y a punto de un suicidio. Se mordió el labio por esas palabras y tubo que apartar la mirada de los ojos negras ya que sentía que estos quemaban hasta su alma, metió la mano al bolsillo de forma lenta al ver que el menor se ponía a la defensiva, termino por sacar la varita del contrario y se la extendió. Severus le miro de forma extraña y con cuidado tomo la varita y la acerco a su pecho como si la abrazara, por su mente habían pasado muchas cosas y entre estas estaban que ellos hallan roto su varita, en verdad aquello era un alivio, pero la calma del Slytherin acabo al ver la sonrisa leve del Gryffindor, fruncio el ceño, era sonrisa siempre le molesto "Te molesta su sonrisa porque nunca son dedicadas a ti" hablo una voz traicionera en su mente, esa voz aveces era detestable, a el le gustaba Lily, no James...
-¿Porque?
- ¿eh?
-¿Porque estas aquí? ¿Porque me devolviste mi varita? ¿Porque no te estas burlando?
-yo...- "Vamos James! Piensa algo! Eres un Potter, no te puedes quedar como un idiota mirando el cabello de este que brillaba a causa de la luz de la luna que se colaba por la ventana abierta y como este se revolvía por la brisa que entraba" se quedo el de lentes embobado por unos minutos hasta que sus ojos chocaron con los de Snape donde pudo ver un leve sonrojo, respiro profundo- me quería disculpar, yo... En verdad no me había dado cuenta de lo que te decíamos o haciamos...bueno, te afecte tanto... Eran, solo bromas...
-¿Solo bromas?- exclamo la serpientes con hironia- oh claro! Tus bromitas Potter no las olvide! Claro, no olvidare esa vez que me dejaron en ropa interior en el gran comedor! O cuando hicieron explotar mi pocion! O cuando me rompieron un brazo y una pierna, y para ponerle la fresa al pastel! Cuando me dejaron a merced de este maldito hombre-lobo que tienen por amigo! -le saco en cara este con palabras cargadas de resentimientos sin darse cuenta de que estas se enterraban como dagas en el pecho del contrario- ¿Que es lo que quieres de mi Potter?
James se mordió el labio, ¿Que quería de Snape? "Pues tenerlo en su cama y hacerlo suyo hasta el amanecer, besar sus lágrimas e impedir que mas caigan, ver sus sonrisas y escuchar sus risas" pensaba ¿en verdad... Me estoy enamorando de Snape? Es decir...esta Lily, es linda, inteligente, buen fisico, lo tenia todo...pero no, su mente y sus hormonas le ordenaba a tener en sus pensamientos a siempre la serpiente de Slytherin.
- Me gustas- dijo sin pensar solo para luego golpearse mentalmente, escucho la risa del pelinegro, pero no era la risa que quería escuchar, se estaba burlando de el.
- oh Merlín! Esta no me la creo! En verdad! Te felicito Potter, es la mejor de tus bromas! -volvió a su semblante serio, se acerco a la puerta- me voy!
-espera! -el buscador fue mas rápido y tomándolo del brazo lo estrecho contra la pared de piedra, lo miro fijo a los ojos solo para darse cuenta que este lo miraba con miedo...le tenia miedo- es verdad... Me gustas Se...Severus- el otro chico no respondió, sus ojos bajaron hasta los labios de este, era delgados, pero con una tonalidad rosada, seria malo si...? No se dio cuenta cuando sus labios se tocaron, un beso suave, Snape solo se quedo helado y con los ojos bien abiertos, cabía decir que ese era el primer beso de la serpiente, eran dulces los labios del León, no podía negarlo. James se separo de esos labios y miro a la temerosa y sorprendida serpiente, sonrió leve, ese pelinegro de orbes negras era su obsesión- ¿como te demuestro que me gustas? Dadme una oportunidad.
Snape carraspeo y lo aparto de un empujón totalmente sonrojado. ?Como se atrevía Potter a besarle de esa manera y confesarle tal atrocidad?
-Las oportunidades se ganan, no se piden.
-Entonces me ganare esa oportunidad! Me ganare tu cariño! - ¿"cariño"? ¿Eso era lo que deseaba del Slytherin? Si!
-¿Que?
-lo que has oído Severus Snape! Luchare por esa oportunidad! -exclamo decidido sacando a relucir todo su orgullo de Gryffindor.
- tu... Perdiste la razón...- susurro el Mestizo mientras salia de la sala camino a las mazmorras, en su mente no podía entender aquello que ocurría, en verdad era una locura, ¿James? ¿le gustaba a James Potter? ¿a su enemigo?
-tu me hiciste perder la razón Severus Snape -sonrió, no se iba a dar por vencido, no entendía su obsesión por el chico que ya no le parecía tan grasiento, aunque ordenando sus pensamientos, se le hacia incluso lindo el contrario, esa actitud tan indomable que tiene, nunca dando el brazo a torcer... En ese momento James Potter no supo que en verdad se estaba enamorando de un Slytherin.
**
Una nueva mañana en el gran comedor, cierto Slytherin desayunaba de forma tranquila sin tomar atención a las conversaciones de sus compañeros de casa, a su lado estaba el rubio de sexto año, Lucius Malfoy, el rubio platinado de ojos grises hace mucho tiempo que se había apegado como una lapa a el cuando descubrió su "Potencial". A pesar de todo podía sentir la mirada de alguien sobre el desde que había puesto pie en el gran comedor, no se quería arriesgar a levantar la vista de su plato donde no habría mas que una tostada con mantequilla, aun estaba fresco en su mente lo que ocurrió hace solo tres noches y en esos días los Merodeadores ni siquiera han cruzado palabra con el. Hizo un esfuerzo y alzo la mirada solo para toparse con los marrones de Potter, se sonrojo levemente cosa que Lucius.
- ¿Sev? ¿que ocurre? -la voz del rubio hizo reaccionar al pelinegro, negó con la cabeza
- nada Malfoy, y no me vuelvas a decir Sev, no me gusta - fruncio el ceño cuando este le tomo del mentón y le obligo a mirarle
- Sabes que puedes decirme cualquier cosa
Mientras tanto en la mesa de Gryffindor, la alegría de James se fue a nada con el calamar gigante al ver como el rubio teñido de Malfoy trataba de esa forma a Severus y este no hacia nada al respecto.
- Cornamenta estas doblando el tenedor -la voz de Remus le saco de su furia asesina, este sin despegar los ojos de su libro sabia lo que ocurría a su alrededor, un "sexto sentido Licántropo, tal vez"? James miro el servicio doblado en su mano, ni siquiera se había dado cuenta de ello, no había pensado, suspiro y lo dejo aun lado, "¿en verdad me estoy enamorando de el?" miro la mesa de las serpientes y su sangre hirvió de rabia cuando Malfoy le dio un beso a Severus en la mejilla, pero cerca, muy cerca de sus labios "bueno...si al parecer" James reacciono al escuchar el uhular de las lechuizas que llegaban con el correo de la mañana.
-es hora de jugar mis cartas -dijo en un susurro y sonrió cual felino.
Mientras tanto.
-No vuelvas hacer eso Luc! -miro a otro lado avergonzado cuando este le beso- tienes una prometida y no soy juguete tuyo.
- Lo del matrimonio arreglado es solo un contratiempo Sev, lo sabes bien.
Severus miros a las aves entrar en el comedor con la correspondencia, tomo su vaso con zumo de naranja, el nunca resivia nada, nisiquiera se podia suscribir a "El Profeta" porque pedian un aporte, dinero que el no tenia. Pero grande fue su sorpresa cuando una hermosa lechuza blanca se paro frente a el, miro con recelo al animal quien le tendio en frente un paquete envuelto en un papel color carmesi con un liston dorado, El Slytherin tomo el paquete bajo la atenta mirada de Lucius.
- Yo nunca resivo nada -susurro para si tratando de ocultar su felicidad, dudaba que fuera de su padre o de algun familiar que le dio la espalda, entonces... De quien? Suspiro talvez esta mal, talvez nisiquiera era para el aquel lindo presente pero al darle la vuelta podo ver una nota atada a la cinta dorada.
"Para Severus Tobias Snape, espero te guste mi presente.
J.P."
Al pelinegro se le heló la sangre, en verdad era para el! Pero... ¿"J.P."? Sin esperar mas lo abrió y con lo primero que dio fue con un libro de tapa negra con letras escritas como en oro, era un libro de pociones, uno de los últimos de los mas prestigiosos pocionistas del mundo mágico, se atrevería a decir que costaba una fortuna ya que habían pocos ejemplares, lo tomo entre sus manos como si tuviera miedo de ensuciarlo, pero bajo el libro había otra sorpresa, una caja de chocolates suizos de los mas finos, Severus apenas podía comprar algunos dulces en las salidas al pueblo, los cuales guardaba celosamente con miedo a que se le acaben, en verdad, todo aquello era el mejor regalo de la vida!
- J.P. -susurro y algo la vista dando con la de James quien lo miraba con una sonrisa dibujada en esos suaves labios, ok, ya no lo iba a negar, si le había gustado un poco aquel beso, ¿pero esto? La verdad nunca creyó que el chico fuera en serio.
Por un momento se quedo volando en su mundo sin darse cuenta que sonreía de forma tonta.
-Ey Sev! Quien te envió eso!? - lo despertó un "algo" celoso Lucius Malfoy.
-yo.... No se -mintió, aunque una parte de el se sentía feliz de que alguien le quiera, la otra parte, la mas racional le decía que debía tener cuidado, que aquello no era posible, que era una broma solo para verle humillado y destruido. Guardo las las con cuidado en su bolso y le dio un sorbo a su vaso.
Así paso al día siguiente cuando Severus descubrió entre uno de sus libros de clases una nota para el, al desdoblar el pergamino descubrió un hermoso poema en el cual ahora firmaba "Con Amor. James Potter". Y así los días descubriendo pergaminos entre sus cosas, una semana y media completa donde encontraba una cada día o aveces dos, escondidas entre libros, entre su ropa en el baúl o antes de ir a la cama descubría una sobre su almohada, incluso una lechuza fue unas cuantas veces a dejarle dulces o regalitos.
Con cada palabra que leía se corazón comenzaba a latir de forma rápida sin poderlo evitar, se sonrojaba fuertemente ya que algunos poemas eran mas subidos de tono que otros, mas pasionales, mientras que otros eran terriblemente dulces y le hacían sentir bien, le hacían sentir amado, en ese tiempo a pesar de ser corto pensó en muchas cosas, que tal vez no estaba enamorado de Lily ¿la quería? Claro que si, fue la primera persona que vio algo bueno en el, pero ¿Que sentía por James? Bueno, muchas cosas, se sonrojaba cada vez que sus miradas se cruzaban, cada vez que se pasaban a rosar sus hombros cuando iban en el pasillo, llegaba a desear que alguno de esos poemas pasionales se hagan reales, quería... Besar de nuevo a James ¿desde cuando era "James" y no "Potter"? Muy sencillo, desde que comenzó a admitir que sentía algo por el, algo que no era odio ni resentimiento.
Pero su corazón latió mas rápido que nunca cuando al terminar la clase de transformaciones, la ultima del día, mientras arreglaba sus cosas, los merodeadores pasaron a su lado riendo sobre los comentarios de Black, pero grande fue su sorpresa al ver caer una pequeña nota en su mesa, algo la vista y dio con los ojos marrones de James quien le dedico una de sus sonrisas marca "Potter" que derriten al mundo, se sonrojo y tomo el papel, desdoblándolo leyó mentalmente.
"Ven a la torre de astronomía hoy al anochecer a las 10 en punto.
James Potter"
El de lentes sonrió antes de salir de aula siguiendo a sus amigos, esta noche iba a jugar la ultima de sus cartas, iba a pedirle a Snape que salieran, porque si, sabia que el chico ya lo quería, nadie lo iba a negar, le gustaba ver cada expresión nueva en ese rostro, era en verdad lo mejor del mundo aquellos son rojos cuando leía sus notas, cuando recibía sus regalos, no iba a dejar que nadie le quite a es pequeña serpiente.
-¿en que piensas James? - la voz de Sirius lo despertó de su planificación, se encogió de hombros.
-en muchas cosas la verdad...
- andas raro.
-yo?
- no, el troll que vive en el bosque! -ironizó Black- claro que tu!!
-no se porque lo dices Sirius, yo me siento de maravilla! -sonrió felizmente.
-eso es lo que nos parece raro- intervino el licántropo.
- ¿les parece raro que sea feliz?
-no, no es eso, es tu actitud de las ultimas semanas James, estas como en otro mundo, últimamente es como si no te importasen las cosas porque algo en especifico tiene tu atención, ni siquiera has planeado algo para molestar a Snivellus, aunque la verdad me alivia ya que no quiero que nos quiten puntos si los descubren, pero -
-estas raro y punto! -interrumpió el primogénito Black al de ojos color miel
- mmmmm no entiendo su punto de vista -finalizo James y cambio de tema rápidamente, Petter y Sirius se dejaron engañar, pero Remus le miro de forma inquisitiva, algo se traía entre manos su amigo y debía estar alerta.
**
Esa misma noche Severus subía los infinitos escalones hasta la torre mas alta del castillo, en verdad se sentía nervioso, tenia miedo y estaba entusiasmado, si aquello era real, le iba a dar una oportunidad a James, pero si era un juego de los Merodeadores, los iba a cruciar hasta que se vuelvan locos. Llego hasta el salón y abrió la puerta de forma lenta, sus ojos brillaron al ver el lugar y justo en el centro... estaba James esperandole...