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Inexistente por Drakarfox

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Notas del fanfic:

¡Hola! Pues heme aquí de nuevo en esta bonita sección de amor-yaoi. Se supone que estaba trabajando en un fic de eyeshield 21 y en uno de kuroko no basket, pero puesto que mis betas correspospondientes de cada fic no han dado señales de vida; la inspiración llegó de golpe para otro fic de Kingdom hearts. 

Espero de verdad que espero que no sea parecido a Luna diurna, habrá algunos datos que sean parecidos pero bueno eso es con lo que trabajo. En fin espero les agrade este nuevo trabajo.

Me atrevo a citar a Delgadillo:

"Mira que es caprichosa la inspiración".  

Notas del capitulo:

Y aquí comenzamos con el nuevo fic de kingdom hearts, Inexistente. 

Aclaro que mi hijo favorito es "Luna diurna" pero ahora, este trabajo promete mucho, siento que he mejorado (supongo que es normal) así que espero grandes frutos de la historia. De cualquier forma ustedes lo saben estoy abierta a cualquier opinión que quieran hacer o sugerencia. 

Por cierto, al final del capítulo pondré cada cuando voy a actualizar, esta vez llevaré un mejor ritmo en cuanto a la publicación, espero ser más organizada. Sin más espero les agrade. 

Capítulo I

Su nombre es…

Roxas era un chico alegre. Cualquiera que lo conociera sabía eso a la perfección y siempre que había oportunidad se lo recordaban hasta la muerte. Eso lo sabía, lo sabía desde los cinco años cuando sus profesores del kínder le decían que era bueno que siempre mantuviera esa sonrisa, lo sabía a los ocho por sus padres que se empeñaban en hacerlo feliz, lo sabía a los trece por sus amigos que siempre le recordaban su gran virtud, también lo sabía a los quince por sus hermanos y primo que siempre decían el comentario de pasárselo bien con él porque era un chico alegre. Si. Roxas era un chico alegre o al menos eso le hicieron creer a lo largo de su vida. Porque no había razón alguna con la cual se explicaba por qué se sentía como se sentía. Porque en sus dieciocho años se sentía tan vació, tan solitario, tan abandonado, si él era una persona alegre.

Una vez más se levantó con pesadez de la cama, no quería dejar el suave colchón ni las calientes cobijas que le habían soportado por toda la noche, pero debía hacerlo si no quería que su hermano y su “queridísimo” primo llegaran a despertarlo. Todavía no lograba comprender como sus padres se había ido de vacaciones dejándolos a ellos tres solos, siendo que juntos a veces eran un gran desastre. Más Sora y él, porque tenía que admitir que Ventus era algo así como el gemelo bueno. -¡Roxas!- escuchó que gritaron  fuera de la habitación lo cual le obligo a levantarse a mayor velocidad. -¡¿Ya estás despierto?!

-Con tus gritos, créeme que sí.- contestó mientras salía de la habitación. –Dime Ventus, ¿qué es lo que tienes en contra de la pereza?- preguntaba al momento que se dejaba caer en el sillón a un lado del otro chico.

-Muchas cosas, más por el hecho de que si seguías en cama yo terminaría limpiando todo sin ayuda de nadie.- se defendió el menor.

-¿Y por qué no despertaste a Sora?

-¿Bromeas cierto?- le preguntó con un tono divertido. –Sabes perfectamente que ese chico no duerme, él cae en coma.

-Vale, vale, ya lo entiendo. ¿Sabes qué yo podría quedarme igual que él?

-Sé perfectamente que tu vida perfecta sería comer y dormir. – decía mientras se ponía de pie para dirigirse a la cocina. –Deja de quejarte y ve a despertar a Sora para que podamos desayunar.

-Eres cruel Ventus, hasta tú puedes ser cruel.

-Sí, sí, soy cruel, eso ya lo sé. Anda ve ya, que tengo hambre- decía mientras empujaba al chico hacía la habitación del castaño. – Y no tardes- terminó de decir con una sonrisa que lo exiliaba de toda culpa.

Se quedó observando a su hermano, quien se perdía camino a la cocina. Él era el hermano mayor de eso era consciente, pero Ventus tenía una actitud que le hacía dudar a veces. Sabía que por el hecho de tener rostros bastante similares, por no decir idénticos, no significaba que en carácter fueran iguales. Ambos eran tranquilos, eso lo admitía, pero en su hermano menor había un algo que no lograba distinguir, un algo que los hacía totalmente diferentes. Decidió dejar los pensamientos para después y entrar de una vez en la habitación del otro chico. –Sora- comenzó a llamar conforme entraba. –Es hora de desayunar- decía mientras se acercaba al bulto que se encontraba debajo de las cobijas.

-….hhm…- se removió un poco ante el llamado, pero se negaba a abrir los ojos.

-Anda Sora, despierta de una vez- insistió esta vez moviéndolo un poco.

-…no quiero…- contestó con voz adormilada.- cinco minutos…. Más.

-Sora, si no te levantas Ventus te dejará sin desayuno- dijo cansado al tener que recurrir a su última opción.

Se movió otro poco, esta vez con claras intenciones de levantarse. Se quedó hincado en la cama con las cobijas cubriéndole parte de la cabeza.- Ya voy… ya voy…- dijo entre bostezos. - ¿Por qué tienen que ser tan malditamente madrugadores?

-Ve y pregúntale a Ventus, él es el que se levanta temprano- dijo al momento de salir de la habitación. –No te vuelvas a acostar o te quedarás en ayunas y lo sabes.

- Que ya voy- grito desde la cama. Le costaba levantarse y eso lo sabía ese par, por eso esperaba a que, al menos por una vez en lo que llevaba de vida; dejarán que se levantará solo, sabía que sería cerca de las once o doce del día, pero era mejor que a las nueve de la mañana. –Diablos, a veces son demasiado molestos.- maldijo una vez estuvo dentro de la cocina con los otros dos.

-Sólo a veces- contestaron a coro los aludidos. Provocándole un aumento en su mal humor.

-¡No hagan eso!-reclamó- ¡Saben que lo detesto! ¡Gemelos tenían que ser!- decía en tono dramático mientras se dejaba caer en una de las sillas del comedor.

Los dos rubios soltaron una carcajada, esa era una buena forma de comenzar el día. –Sora, hacerte enojar es divertido ¿sabías?- dijo Roxas.

-Sólo para ustedes…

-También para otros y lo sabes.- secundo Ventus.

-Bueno, quisiera seguir siendo su burla,- dijo sarcástico- pero tengo hambre.

-Pero no querías levantarte ¿verdad?

-Cállate Roxas.- contestó molesto. Todavía recordaba la primera vez que se quedó con los gemelos por una temporada, al menos la primera semana había sido horrible, no lograba distinguir quien era quien, siempre tenía que preguntarle a alguno de los chicos ¿Roxas o Ventus? Sabiendo que tendría que soportar sus risas antes de que le dieran una respuesta y eso si corría con la suerte de que se la dieran porque bien sabía que a los rubios les encantaba fastidiarlo.

-Bien, bien. Nada de discusiones en la mesa Sora.- decía el chico mientras ponía un plato con un huevo estrellado y algo de pan frente a los otros dos.

-Ventus, ¿te he dicho que pareces una madre cuando haces eso?- preguntó antes de comenzar con el desayuno.

El chico soltó un suspiro antes de contestar.- Todas las mañanas Sora.

-Es que Ven tiene a alguien con quien practicar la paciencia aparte de ti Sora- comentó el mayor provocando un pequeño sobresalto en el rubio.

-¡Cállate Roxas!

-Oh, es verdad. Y… dime Ven, ¿hoy verás a Terra?-preguntó con una sonrisa pícara.

El aludido tomo asiento con su respectivo plato antes de comenzar a hablar. –Sí, voy a verlo hoy… de hecho, también quiere ver a Roxas.

Al escuchar su nombre detuvo la cuchara que en ese momento iba camino a su boca. -¿A mí?, ¿Y para qué quiere verme?

-Sabes perfectamente para que…

-… ¿otra vez con eso?

-Pero Roxas, deberías al menos pensarlo.- exclamó Sora al entender de que iba el tema.- Piénsalo, estaríamos los tres juntos, además sabes que encajarías perfectamente.

-No lo haría y los dos lo saben.- decía observando al castaño para después pasar su atención al rubio- Ven, tú mejor que nadie sabes que no voy a aceptar, ya se los dije yo no pertenezco a los Key blade masters, así que no insistan con eso de que me una.

-Pero Roxas…- llamó Sora.

-Sabes que es mentira.

-No Ven, no lo es. Yo no pertenezco a ese lugar.- Se quedó un momento en silencio antes de continuar.- No iré.

No dijo nada por un rato, sólo veía como su hermano seguía comiendo con total tranquilidad. –Al menos acompáñame para que los saludes, ya sabes a Terra, Aqua, Kairi y Riku.

-Podrías quedarte un rato con nosotros, ya sabes para que no te quedes solo- apoyó el castaño.

“Solo”, era una palabra que no le gustaba escuchar por todo lo que significaba. No les contestó de forma rápida, se tomó su tiempo al menos en lo que terminaba con su desayuno. Cuando hubo dejado el plato limpio hablo.- Podría acompañarlos, pero será sólo un momento. No planeo quedarme lo suficiente como para que entre todos intenten convencerme.- terminó de decir mientras se ponía de pie para dejar los trastes sucios en el lavabo y caminar hacía el baño. –Me bañaré primero.

Los otros dos asintieron mientras sonreían, habían logrado que fuera con ellos, a ninguno le gustaba cuando Roxas se quedaba solo puesto que cuando regresaban lo encontraban sentado en el sillón perdido con la mirada al techo, de lo más tranquilo, de lo más callado. Y eso, aunque no fuese una gran llamada de ayuda, les preocupaba.

 

“Podría acompañarlos”. Sí, eso había dicho y ahora se arrepentía de haberlo hecho. Iba camino al enorme centro comercial que les encantaba a todo aquel grupo de excéntricos (a su parecer) y ya quería salir corriendo. No le gustaban los lugares atiborrados, fuera del ruido y alguna que otra manoseada al pasar por lugares pequeños atestados de gente, detestaba la sensación que se hacía presente. Se sentía demasiado solo.- Ven…- llamó intentado comenzar con lo que sabía que era un buen discurso para zafarse de la situación.

-Ni creas que te librarás de esta Roxas, accediste a venir con nosotros, así que te quedas con nosotros.- dijo serio, terminando con ello con cualquier excusa que planeara su hermano.

-Pero Ven… tú sabes que…

-Lo sé y no me importa, vienes con nosotros y te vas a quedar con nosotros, ¿verdad Sora?

-Sí, con nosotros no te pasará nada.- contestó con una sonrisa.

-Es de ustedes de los que quiero huir.- dijo en un susurro, esperando que ninguno lo escuchase. Tal vez lo hicieron, tal vez no, pero ninguno dijo nada. Siguieron su camino.

-Entonces… ¿dónde los íbamos a ver?- preguntó el castaño al llegar por fin a un lugar no tan lleno.

-Terra dijo que cerca de la fuente.

-Pues no están.

-Eso ya lo sé Sora.- dirigió su atención al rubio, esperando que no planeara salir corriendo, pero se quedó tranquilo al ver que se encontraba sentado en la orilla de la fuente sin ninguna intención de escapar. –Seguro que no tardan en llegar.

-Oye Roxas, sé que no quieres tocar el tema, pero de verdad que quiero saber- comenzó a decir el castaño mientras se sentaba a un lado del chico- ¿por qué no quieres entrar a nuestro grupo?

El chico levantó la mirada, dejando su atención en el otro. No quería comentarlo, era un secreto que ni siquiera Ventus sabía y quería mantenerlo todavía así por un tiempo. –No te lo tomes a mal Sora, es sólo que no creo que pertenezca a su grupo.

-Pero Roxas, eres más que perfecto para estar con nosotros.

-Sora…- llamó Ventus

-No lo soy Sora, deberías de saberlo nada más vernos. Somos diferentes. Hasta eso que Ven y tú tienen un algo que los hace perfecto para estar con ellos.

-Tú también.

-Sora- volvió a llamar el menor al ver que el castaño no tenía intenciones de callarse.

-Nah- dijo mientras golpeaba al aire con la palma de la mano.- es algo que tengo en contra de los grupos, además estar con ustedes también en los ratos libres podría volverse cansado.- terminó a modo de broma dejándolo como seña de que no quería seguir hablando del tema.

-… ya veo

-Mentiroso- soltó Ventus cuando los dos se quedaron callados. – Sabes que nos amas, si por ti fuera pasarías todo el tiempo con nosotros.

Soltó una risa fuerte- Ya quisieras Ven, ya quisieras.

-Ven- llamaron un poco lejos de la fuente- perdona llegamos tarde. –se excusó la chica.

-No importa Aqua, no tiene mucho que llegamos.

-Hola Ven- saludó Terra al llegar con los chicos- Sora, Roxas, ¿cómo están?

-Hola Terra- regresó el saludo con una sonrisa. – Como ves, cumplí mi palabra y traje a Roxas.

-Sabía que podía confiar en ti- le dijo mientras lo despeinaba un poco.

Recibió por respuesta una sonrisa aún más grande. Para Sora y Roxas no era secreto el interés que Ventus tenía en el mayor, pero tal pareciese que para Terra sí lo era, por ello se sintieron un poco mal al ver como el castaño aunque mostraba cierta atención al rubio; no era del todo la esperada.

-Pues bien, aquí estoy, más en contra de mi voluntad que por iniciativa propia- dijo entre dientes- pero heme aquí.

-Vamos Roxas, no digas eso- decía el mayor mientras se acercaba al chico- es un gusto verte.

-De verdad que si Roxas, hace mucho que no te veía.- dijo Kairi. –Desde que estás con Hayner, Pence y Olette, nos has dejado olvidados.

-Y mira que eso es una completa tortura- dijo sarcástico Riku mientras se acercaba a Sora para rodearlo por los hombros.- No sé cómo soportamos estar sin ti.

Roxas esbozo una sonrisa falsa la cual ni se molestó en intentar mejorar un poco. –También te he extrañado Riku, aunque he de decir que se puede vivir más tranquilo y feliz sin tener a un amargado a tu lado.

-Lo mismo digo Roxas.

-Riku, deja de molestar.- le riño Sora.

-Es divertido Sora, además no le molesta ¿verdad Roxas?

-Para nada, me ayuda a pasar el tiempo.

-Nunca entenderé el tipo de amistad que tienen- dijo Kairi a Aqua.

-Bueno, no hay mucho que entender realmente. Sólo se molestan el uno al otro.- Opino Ventus

-Al menos se soportan- terció Terra. Obteniendo una afirmación por parte de los demás, cierto era que los dos chicos eran demasiado agresivos en sus comentarios pero por extraño que eso pareciera ambos tenían lo que podría llamarse como una amistad sólida, tal vez no tanto como la tenía Riku con Sora, pero se llevaban bastante bien después de tantos años.

-Pues bien Roxas, quisiera hablar contigo de un tema en específico.- comenzó a decir Terra obligándolos a dejar la conversación tan amena que tenían. –Y ellos también están interesados en hablar contigo- dijo señalando al resto de los Keyblade.

El rubio soltó un suspiro antes de hablar.- Me lo supuse… escucha Terra- comenzó a hablar pero Aqua lo interrumpió.

-Roxas, antes de que digas algo, por favor deja que te planteemos nuestras ideas, de verdad queremos que estés con nosotros… ¿podrías darnos el tiempo para explicarnos?- preguntó esperanzada.

Se sintió atrapado, “ya decía yo que no debía venir” pensó, pero no podía negarle algo a la chica, menos si Kairi la secundaba y ponían esa cara. – De acuerdo…

-Bien, entonces ¿qué te parece si vamos a un lugar donde podamos sentarnos todos? – decía Terra rodeando al rubio por los hombros y llevándolo a otro sitio dentro del mismo centro comercial.

-C-claro… Ven- llamó a su hermano para que fuera a su lado, no quería irse solo junto al castaño, no le daba muy buena espina puesto que seguramente se centraría en intentar convencerlo desde antes de que llegaran a dicho sitio.

-Tranquilo, tranquilo, voy aquí contigo- dijo llegando a su lado, caminando a la par de la pareja.

Se sintió aliviado, pero sabía que en cualquier momento se sentiría totalmente presionado por el resto de los chicos. –No debí de haber venido.- dijo para sí. Ahora lamentaba no haber puesto más resistencia.

 

-Bien Roxas, la situación es la siguiente- comenzó a explicarse Aqua una vez todos se sentaron en un lugar cómodo. – Como bien sabes, nuestro grupo se llama Keyblade masters, todos los aquí presentes tienen un control excepcional en cuanto a la llave espada se refiere.

-Sí, eso lo entiendo. Después de todo el nombre tiene mucho que ver.

-Sí, bueno. El punto es Roxas que…

-Queremos que formes parte de nosotros- interrumpió Terra.- Eres una persona diferente y con una habilidad que casi no se posee.- Los demás chicos asintieron cuando el mayor dio su argumento, todos sabían de esa habilidad la cual, aunque Sora había intentado llevar a cabo no poseía la misma capacidad que su primo.

-De entre nosotros seis, él único que puede manejar dos llaves espadas es Sora y hay que admitirlo, le cuesta algo de trabajo,- comenzó a explicar Riku de forma calmada- tú eres el que mejor las maneja, tienes una gran habilidad con eso, un ¿cómo le llamarías Terra?

-Un don natural- contestó de repente Ventus arrebatándole la respuesta al mayor. –Te lo he dicho antes y te lo digo ahora. Quedas perfecto con nosotros.

Tomo todo el aire que podían sus pulmones y se recargo en el respaldo de la silla, dando un aspecto descuidado, no quería eso. Sabía que era algo que se le daba y también sabía por ende que pertenecía a ese grupo pero no quería formar parte de ellos.

-Piénsalo Roxas- pidió Kairi.

-Estarías bien con nosotros- secundo Sora.

-Te lo hemos pedido veces anteriores pero de verdad queremos que estés con nosotros.- terció Aqua.

El rubio despego la mirada del techo y la paso por cada uno de los presentes de forma lenta y cuidadosa, había algo que se le escapaba, lo sentía, escudriño hasta que por fin dio con él. Ahora lo entendía, entendía lo que le hacía falta, lo que Ventus y Sora tenían. Se fijó en Aqua, Terra y Ventus el trío que era conocido como las leyendas, los fundadores de los keyblade masters aquellos que eran respetados en todos los sentidos en cuanto al exterior se refería. Con la misma calma paso su mirada a Riku, Kairi y Sora, el otro trío del grupo, conocidos como los héroes, ellos habían salvado a las leyendas en el momento en que se unieron a ellos. Los territorios se perdían al igual que el respeto, así que esos tres fueron la salvación. Y después pensó en sí mismo, ¿él quien era? ¿Con quién pertenecía? No podía simplemente romper el equilibrio que en ese momento los dos tríos presentaban. Él no pertenecía a los keyblade, lo sabía y ahora lo confirmaba.

-Lo siento chicos, pero ya he dado una respuesta antes y sigo sin cambiarla. No me voy a unir a los keyblade.- contestó lo más calmado que podía, quería salir de ahí, necesitaba alejarse de ellos.

-¿Podrías darnos una razón Roxas?- preguntó Kairi. Todos querían que el rubio se les uniera, sabían que les ayudaría bastante en los posibles conflictos que se presentarían en contra suya.

-No hay razón en específico, sólo lo mismo que la vez pasada. No pertenezco a ustedes. – dijo de último antes de comenzar a levantarse.

-Siempre dices lo mismo Roxas, pero sinceramente no logró comprender tu punto de vista ¿por qué dices que no perteneces a nosotros?- preguntó Riku mientras el chico comenzaba a tomar sus cosas.

-Porque es cierto Riku. Es algo que simplemente sé y que estoy seguro ninguno de ustedes seis comprendería.-Se quedó un momento en silencio antes de añadir algo más.- Aunque puede que Terra y tú lo entiendan un poco- Tomo su celular para comenzar a ponerse los audífonos. – Los veo en casa chicos- se dirigió a Ventus y a Sora. –Fue bueno verlos chicos- se despidió del resto. –Nos vemos. – Les dio la espalda comenzando a caminar, intentando mantener la calma. Puso la música a todo volumen, se puso la capucha de la sudadera y empezó a aumentar el ritmo que llevaba poco a poco, cuando se sintió lo más lejos que podía del grupo sus pasos se volvieron zancadas, sentía que se asfixiaba, necesitaba salir de ese lugar, no quería estar rodeado de personas, le dolía la cabeza, el barullo a su alrededor no se disipaba, aun con los gritos del vocalista de suicide silence en su máximo volumen retumbando en sus oídos podía escucharlos; los gritos, las risas, los murmullos, las conversaciones ajenas. Hecho a correr, como si el alma se le fuera en el proceso, quería algo de aire fresco, quería algo de silencio, quería quedarse solo un rato.

 

Cuando el rubio se fue quiso ir detrás de él para seguir en su intento de convencerlo, pero se contuvo al ver cómo Ven sólo observaba a su gemelo marcharse.

-Lamento eso Terra.- se disculpó cuando el chico desapareció de su vista. –Creí que ahora tendrías más suerte al intentar convencerlo, pero parece que ni estando los seis juntos podemos hacerle cambiar de opinión.

-Está bien Ven- decía mientras ponía una de sus manos en la cabeza del chico. –Es igual de cabezota que tú, así que no esperaba mucho- soltó con mofa.

-Ja ja ja que gracioso que eres.

-Sabes que sí.

-Terra, es cierto que intentamos convencerlo, pero aún no nos han dicho porque tanta insistencia con él.- dijo Riku llamando la atención del par que comenzaba otra discusión.

-Es algo que todavía no se confirma Riku- comenzó a explicar Aqua. – Pero hay muchos rumores rondando.

-¿Qué tipo de rumores?

Aqua y Terra se miraron, había que explicarles al trío lo que sucedía. Ven ya estaba enterado, pero en cuanto a Riku, Sora y Kairi se refería, desconocía todo lo relacionado al tema.

-Parece ser que se está formando un grupo grande.- decía Terra.

-Demasiado grande- dijo Ventus.

-Sí, demasiado grande.- continuó el mayor.- No han hecho nada que llame la atención, tampoco han atacado, sólo se les ve rondando por distintos puntos.

- Puntos estratégicos.- aclaró Aqua.

-Exacto.

-¿Y qué tiene que ver Roxas en esto?- preguntó Sora.

-Que Roxas puede ayudarnos a saber más sobre ellos. Su habilidad es impresionante por no decir útil. Además de saber obtener información viable de todo lo que le interese.

-Es cierto que es muy curioso e indaga mucho, pero ¿no lo estarías usando solamente?- preguntó Kairi.

-Sí y no- comenzó a hablar Ven- sabes que entre nosotros nos usamos, así es Sora aunque no te parezca- le dijo al castaño- pero también nos apoyamos, a final de cuentas somos un grupo que se complementa, por eso si Roxas se nos uniera podríamos fortalecernos más  y de paso ayudarle.

-¿Ayudarle?- preguntó la pelirroja,- ¿está en problemas?

-No tanto así Kairi,- decía Sora- es sólo que, ha estado raro últimamente.

-¿Raro?- preguntó esta vez Aqua.

-Sí, ya desde hace un tiempo. No sé, lo veo más tranquilo que de costumbre.- Confirmo Ventus

-Pero si Roxas es un chico demasiado alegre. –Comentó Kairi.

-Tal vez ese es el problema- comentó Riku en tono bajo mientras cruzaba los brazos. Seguía pensando en las palabras dichas por el rubio y estaba seguro que Terra hacía lo mismo. – Es demasiado alegre.

-¿Cómo dices?- preguntó Ven bastante interesado.

-Es algo que no podemos explicar Ven- comenzó a decir Terra.- Pero, de alguna manera creo comprender a lo que se refiere.

-Es algo extraño pero… por una parte podría tener razón.

-¿Pero de qué hablan ustedes dos?- preguntó algo molesto Sora. –Primero Roxas diciendo que ustedes sí podrían comprender a lo que se refiere con lo de no pertenecer y ahora hablando de un tema que sólo ustedes comprenden.

-Es que no es algo tan fácil de explicar con palabras- comenzó a decir Riku-, lo comprendes una vez has pasado por una situación similar.

-¿Pero qué tipo de situación?- preguntó Kairi comenzando a desesperarse.

-Una que ustedes nunca van a experimentar- dijo Terra serio. – Es como cuando no logras encajar con nadie- comenzó a explicar.- Todo a tú alrededor te incomoda, es molesto.

-No importa lo que hagas, no logras acoplarte a las situaciones, es como si fingieses que eres bueno cuando en realidad eres malo.- continuó Riku.- Es una situación muy extraña porque de alguna forma te estás obligando a estar en un sitio en el cual sabes no vas a sacar nada bueno.

-Entonces… ¿Roxas se siente así?- preguntó Aqua.

-Es lo más probable,- contestó Terra- sino al menos algo parecido, porque se repite mucho a sí mismo que no pertenece con nosotros.

-La cuestión ahora es saber ¿por qué?- termino Riku.

-Chicos, ustedes son raros- dijo de pronto Kairi- ¿cómo pueden comprender eso tan bien?

-Porque nosotros ya pasamos por eso Kairi. Tanto Riku como yo tuvimos esa crisis.

-Aunque admito que no me esperaba que Roxas también la pasará.- comentó el peli plateado. –Es algo extraño viniendo de él.

-Bueno, Roxas siempre ha sido extraño- confirmo Ventus, dando por terminado el tema.

 

Cuando logró salir del centro comercial se sintió un poco más ligero, ya no tenía tan latente esa sensación de asfixia. Ya sabía que eso iba a pasar, sabía que existía la posibilidad de hablar de más, sabía que saldría huyendo y a pesar de saber todo eso había accedido a ir. No importaba cuantas veces se lo dijeran, la respuesta era siempre la misma. No.

Sabía que los keyblade no eran para él porque había mucha luz alrededor, no es que no se sintiera cómodo en un lugar tan lleno de luz, simple y sencillamente no pertenecía ahí. Eso lo había tenido claro desde hace mucho, mucho tiempo. Porque él no era una persona alegre, era alguien miserable, era un simple chico que estaba cansado de que le dijeran lo mismo una y otra vez, era un inexistente y no había más. Concentrado en sus pensamientos se metió entre callejones, buscando escapar del ruido, no prestaba mucha atención hacía donde se dirigía pero comenzó a hacerlo cuando las paredes comenzaron a mostrase pintarrajeadas con varios números en romano con nombres delante de los mismos. Siguió caminando esta vez con los sentidos en alerta, hasta que se detuvo al llegar a lo que parecía ser el punto neutro. –Organización XIII- leyó en voz alta. Sintió algo extraño cuando escuchó su propia voz diciendo aquello, apretó con fuerza el celular entre su mano izquierda y retomo su caminata buscando salir del lugar. Había algo extraño con ese nombre, lo intuía. Se apresuró a alejarse del sitio. Justo cuando logró salir a lo que era una avenida principal choco contra dos chicos. –Lo siento- se disculpó de forma rápida para seguir su camino.

-¿Quién era el chico?- preguntó a su acompañante.

-Ni idea- respondió sin interés alguno continuando con su camino.- Seguramente alguien extraviado.

-Seguramente- decía mientras entraban al callejón.  

-¡Xenmas!- gritó mientras pasaba por la pared que momentos antes el rubio había descubierto.- ¡Traemos información para ti!

-Axel, no es necesario que grites desde tres metros antes de entrar.

-Sí, sí, lo que digas. Hey, Demyx y yo te traemos muy buena información.

Se sorprendió al escuchar la noticia- ¿Y de qué se trata?

-Los keyblade.

El mayor sonrió al escuchar el nombre. Sabía quiénes eran al igual que sabía que los buscaban, más bien sólo buscaban a un grupo grande, no sabían su nombre, no sabían nada de ellos. Sólo que podía ser cualquiera. -¿Qué con ellos?

-Bueno pues…- comenzó a decir Demyx- parece que están interesados en cierto chico.

-¿Cierto chico?

-Un enano que puede manejar dos llaves espadas. ¿Te suena de algo?- preguntó divertido.

-Así que también están interesados en él.

-Un pequeño informante- decía el rubio- nos dijo que hace poco estaban reunidos con él en Villa Crepúsculo, en el centro comercial.

-Tal parece que querían convencerlo de que se les uniera- completó el pelirrojo.

Se cruzó de brazos mientras analizaba la situación, ellos también buscaban al chico, pero no habían logrado dar con su nombre, mucho menos con su apariencia. Pero el hecho de saber que los Keyblade también lo buscaban le hacía ponerse alerta. -¿Eso es todo lo que averiguaron?

-Bueno…- Demyx se agacho un poco llevando sus manos a los bolsillos de pantalón balanceándose hacia adelante y atrás. –Aparte de que los rechazo nos enteramos de otra cosa.

-¿De qué?

El pelirrojo sonrió con sorna dejando que el otro dijese lo que habían descubierto para ellos los sin corazón.

-Su nombre.

Eso provoco sorpresa en Xenmas, eso era información valiosa, una que les ayudaba a mantenerse en el juego por conseguir a aquel chico. Comprendió el porqué de la risa de Axel. –Y, ¿cuál es?

El rubio giro el rostro para ver al más alto invitándole a que fuera él quien dijese el dato. El pelirrojo lo capto, metió las manos en su sudadera y levantando los hombros dijo como si no fuera cosa de otro mundo. –Roxas.

Notas finales:

Pues bien, con eso firmo mi regreso XD, sinceramente espero haya sido de su agrado, planeo actualizar si no es cada semana tal vez cada dos semanas, por ahora seguiré escribiendo. He de admitir qe he tenido la ayuda del videojuego, hace poco comence a jugar kingdom hearts 358/2 days y vaya que me ha aclarado algunas cosas. Tengo varias ideas así que como dije al principio esto promete. 

 

Nos leemos a próxima semana, porsiblemente sea cada viernes a eso de las 6 o 7 de la noche. 

 

Drakarfox


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