Desde que nací siempre he sabido que soy de sangre pura, así como tal tengo que ser todo un caballero y así poder obtener mi comida, eso fue lo que me enseñaron mis padres, pero desde que ellos murieron he estado solo huyendo de los cazadores y viviendo en las sombras, por suerte gracias a esas enseñanzas pude crecer obteniendo siempre mi comida, también he podido descubrir mis poderes, eso si siempre evitando que me descubrieran, cuando lo hacían solo hacía que su corazón dejara de latir, o simplemente me escapaba antes de que multitudes me persiguieran y clavaran una estaca en mi pecho, hoy solo vivo en un bosque en una pequeña mansión, he aprendido que el mejor lugar para esconderme es el bosque, aquí paso desapercibido. Me he visto forzado a cambiar mi alimento por animales silvestres; claro como lo que necesito cuando algún humano desprevenido viene a mis dominios… pero últimamente no ha venido nadie, aunque coma la sangre de animales no me siento satisfecho y … tengo hambre~
Arthur: -Suspirando -¡que aburrido!, ya nada me divierte… como desearía que pasara algún mortal cerca…
también tengo hambre y nadie pasa por aquí, si esto sigue así tendré que ir en busca de humanos para poder saciarme… supongo que con uno ayudaría o dos? –Pensé para después suspirar- talvez no pasa nadie por la época en la que estamos… -me dije-
Después de una semana decidí ir a algún pueblo, algo lejos, pero Asi no encontrarían mi mansión, así que inicie mi viaje de noche, al amanecer buscaba un refugio obscuro para poderme proteger de la luz del sol y seguir mi camino al anochecer, cuando menos me percate ya estaba en el pueblo, así que me arregle lo suficiente para disimular, claro como siempre procure de tener cuidado con los ajos, plata y mucho más con los espejos y como siempre, mi aspecto y mi seriedad hacían que pareciera como alguien de clase alta, rente un pequeño lugar para hospedarme ahí, claro para disimular escogí el mejor lugar en todo el pueblo y según yo ahí pasaría la noche por lo mientras ahí.
Arthur: disculpe caballero he tenido un viaje muy largo y me gustaría hospedarme en este lugar-le dije al mesonero-
Mesonero: claro, ¿Qué habitación desea señor?
Arthur: la mejor que tenga –dando una pose de elegancia y refinamiento-
Mesonero: muy bien señor… ¿a nombre de quién?
Arthur: conde Arthur señor
Mesonero: muy bien sígame por favor-toma las pertenencias de Arthur-
Le seguí hasta llegar a mi habitación, no se veía mal y tuve que pagar 2000 euros, ningún problema para mí ya que de verdad tenía mucha fortuna, le pedí al mesonero que como tuve un viaje muy largo dormiría parte del día así que prefería que no me molestara y que después comería, y así fue, pude dormir cómodamente en el closet ya que era el único lugar donde no entraba la luz. Una vez empezando el anochecer tuve que salir, me arregle y Salí, como era de costumbre espere un poco para poder elegir mi comida, así que entre a la biblioteca del pueblo y me distraje un poco, al llegar la hora correcta Salí, ya era de noche así que me fui y me escondí en donde sobresalían las penumbras y vi a la gente pasar, pero no mucha me intereso, y no se veía apetecible así que me retire, por desgracia estuve así durante más tiempo, hasta que por falta de comida ya no pude más, necesitaba comer sangre o si no sería mi fin, estaba tan débil que ya no me pude mover y para acabarla la penumbra me escondía de cualquier alimento hasta que…
Niño: -rie jugando con su pelota-
Madre: hijo ya entra es hora de dormir!
Niño: -patea la pelota- ya voy mama iré por mi pelota!
Madre: no trades –entra a la cabaña-
Niño: -va por su pelota ( la cual entro a un callejón solitario y obscuro) mi pelota se fue para alla… solo haber si no me sale un fantasma –pensó para si mismo-
Pov. Niño:
Me acerque al callejón y pude ver mi pelota alado de alguien… parecía ser un señor que se había desmayado, me acerque y le pregunte si estaba bien, el no me contesto, asi que me acerque mas y este me jalo, intente gritar pero no pude ya que sentí que me clavaban algo en el cuello; de allí todo se me nublo, no me podía mover y asi paso un buen rao hasta que a no sentí ni dolor no frio… simplemente… deje de sentir.
Pov. Arthur:
Por fin!, algo de comida, había comido sangre mucho antes pero… esta sabia diferente, era demasiado buena que no pare de comer hasta que se acabo por completo, me separe de mi victima ya saciada mi sed, era rica esa sangre… ¿o lo sabia porque tenia hambre?, no me importo me limpie la sangre y mire a mi victima, me sorprendí al ver que era un niño. . . UN NIÑO!, había matado a un niño, algo que por primera vez no me agrado, siempre comí la sangre de adultos o adolecentes y que me llenaba mas, también porque pensaba que los niños merecían vivir por lo menos un poco mas. No podía dejar de culparme por haberle matado, este niño tenia maso menos entre 5 y 6 años, no sabia que hacer, solo pude ver el cuerpo pequeño sin vida, tenia que hacer algo. Recordé que mis padre me habían enseñado a convertir a las personas en vampiros, claro ellos no serian de sangre pura, pero solo lo hice porque no podía ver a ese pequeño asi por mi culpa.
Arthur: oye! Despierta…oye!
Niño: -tose un poco y empieza a llorar- mama!!
Arthur: -se eriza- no grites, no grites o si no nos descubrirán