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DONDE HUBO FUEGO... por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo me gusta tomar sus nombres para hacerles sufrir

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un nuevo fic, se suponía que iba a ser comedia pero tiene mas drama que comedia, espero que les guste

Capítulo 1.- Mis dos papás

 

Era temprano en la tarde cuando un jovencito llegó a uno de los hospitales mas grandes de Tokio, el muchacho tenía catorce años, era alto para su edad, delgado, vestía ropa sumamente floja, sus azules cabellos estaban cubiertos por una gorra que le cubría casi toda la cabeza, tenía los ojos azules y movía la cabeza al ritmo de la música que estaba escuchando, su nombre era Takeshi y en esos momentos iba caminando de la mano de un niño mas pequeño, su hermano Ryu era muy parecido a él y tenía cinco años e iba hablando ausentemente contándole a su hermano mayor sobre su práctica de futbol, aunque el muchacho no le estaba prestando atención la verdad

- Papiiiiiiiiiiiiiiiiii – el pequeño soltó la mano de su hermano cuando vio a su padre al final del pasillo, el padre de los muchachos era un hombre castaño que lucía bastante joven para su edad, tenía los ojos cafés y en ese momento una sincera sonrisa apareció en su rostro al ver llegar a sus hijos, su nombre era Seiya y era uno de los especialistas en fertilidad de aquel hospital, estaba vistiendo completamente de azul porque acababa de salir del quirófano y había estado en el pasillo mirando las historias clínicas de sus pacientes de post operatorio

- Hey… cómo te fue en el futbol? – dijo el médico al acunclillarse para abrazar apropiadamente a su retoño menor

- Bien papi, ganamos pero yo no metí ningún gol

- No hay problema, eres parte del equipo y eso es lo que cuenta, además no todos pueden ser los goleadores, y a ti que te pasa?, no tienes calor o algo? – el médico miró a su hijo mayor y frunció el ceño, de cuando acá Takeshi usaba gorras?, además Seiya dio un paso para abrazar a su hijo mayor pero el muchacho se hizo el quite, de cuándo acá Takeshi le esquivaba un abrazo?

- No me peiné hoy papá – dijo el muchacho encogiéndose de hombros y haciendo una mueca de fastidio

- Ajá… y eso cuando ha sido antes un impedimento para que vayas despeinado por la vida?, qué pasó? – el castaño miró inquisidoramente a su hijo pero el muchacho meneó la cabeza y dijo:

- Nada papá

- Ajá… quieren comer algo?, yo aún no almuerzo, me quieren acompañar a la cafetería?

- Yo no puedo, tengo una cita, solo vine a dejarte al bicho y ya me voy – respondió Takeshi mirando su reloj

- No no no, no te he visto desde ayer, y si tu no me extrañas pues yo si te extraño a ti, vamos… ven a comer con nosotros – el médico tomó a su hijo del brazo y empezó a caminar, Ryu tomaba su otra mano y el muchacho ya no pudo decir nada, no se podía negar a su papá, además necesitaba dinero, si no lo complacía lo mas probable era que no le diera nada

- Es que siempre estás aquí papá – reclamó el muchacho aunque no lo hizo en un tono agresivo

- Lo siento hijo, pero si quieres hoy mismo renuncio, he escuchado que el vivir bajo un puente tiene sus beneficios

- No seas dramático papá – respondió el muchacho con una divertida sonrisa

- Yo solo decía – dijo Seiya apretando un poco mas el brazo de su hijo, que meneó la cabeza otra vez y siguió caminando

 

En la cafetería, Ryu estaba mirando el mostrador y señalando una gelatina roja, la cual Seiya compró, Takeshi se había quedado sentado en una de las mesas, él dijo que no tenía hambre, Seiya compró una ensalada y un sánduche, él si tenía hambre.  Cuando padre e hijo volvían a la mesa, Seiya llevaba su bandeja con una mano, y con la otra le quitó de la cabeza la gorra a su hijo y suspiró al decir:

- Dónde diablos te fuiste a poner ese arete? – la oreja de Takeshi estaba enrojecida, claramente infectada

- Devuélveme mi gorrito, no pasa nada papá, no seas dramático – dijo el muchacho quitándole de las manos la gorra a su padre y volviéndosela a poner en la cabeza, ahí entendió Seiya por qué su hijo no lo había abrazado antes, no quería que notara su oreja

- Ok., ok., no te hago drama, creo que quedarás muy sexy con una sola oreja

- Papá…

- Es cierto hijo, eso necesita antibióticos y desinfección de urgencia, o… cuando ya se ponga verde tu oreja, te la cortamos, es cuestión tuya, yo le doy… 2 días mas a lo mucho – dijo Seiya muy fríamente y mordió su sánduche, el muchacho se llevó una mano a su oreja infectada y la sintió muy caliente

- Dos días?

- Dos días, y mira que soy médico – el castaño le dio un bocado a su soda y ladeó la cabeza como para ver mejor la tapada oreja de su hijo, el que se quedó en silencio unos minutos y luego preguntó en contra de su mejor criterio:

- Tu me la puedes arreglar?

- Claro… pero tengo un amigo que es el médico de emergencias y lo puede hacer mejor que yo, lo puedo llamar si quieres, me debe un favor

- Ok., ok., pero come tu comida, si no has almorzado debes tener hambre

- Pues si, y cuéntame, con quién es la cita hoy?

 

Seiya comió con sus hijos mientras hablaban de todo un poco, de cómo les había ido en la escuela, del partido de futbol de Ryu, de la chica con la que Tak salía, la cual Seiya no conocía pero se sentía bastante intrigado, pero por mas que quiso sonsacar mas datos, su hijo mayor era demasiado discreto para el gusto del castaño, cuando acabaron de comer los llevó a la sala de emergencias, ahí habían muchos médicos y enfermeras que corrían por todos lados, habían muchas personas que estaban en las camillas, otras en los pasillos, era una locura pero al parecer todo era normal a los ojos de Seiya que caminó hasta una pared en la que estaba una pizarra, ahí miró por un par de segundos hasta que encontró lo que buscó y llevó a sus hijos hasta el cubículo 27, dentro estaba un muchacho de la edad de Takeshi y tenía una expresión de dolor única en el rostro mientras un médico le estaba suturando un corte bastante feo en el brazo

- Ocupadísimo? – preguntó el castaño a un médico de cabellos azules largos y tez blanca

- Me traes una emergencia?, en serio?, debí haber salido hace mas de media hora y no he podido, estoy muerto y no te estoy exagerando

- Te invito un café mas luego, pero necesito que veas la oreja de mi hijo, por favor

- Uyyy… rayos… ok., quiero un café expreso bien cargado, a este tipo de pedidos no me puedo negar porque los hijos de los colegas son sagrados, déjame ver su oreja – el doctor de cabellos azules levantó la mirada y sonrió divertido cuando Seiya le quitó la gorra a su hijo y señaló su enrojecida oreja

- No voy a perder la oreja, verdad?

- Hoy no… dos días mas y pues… quien sabe – respondió el médico volviendo su atención a su paciente el que frunció el ceño y se mordió los labios del dolor, Takeshi miró a su padre con ojos aprensivos pero Seiya le hizo una seña con la mano para indicar que no se preocupara

- Viste que tenía razón?, repite después de mi, “Debo hacer caso a mi papá en lo que sea que me diga” – dijo Seiya mirando a su hijo mayor que se volvió a poner la gorra y miró al techo

- Seiya, hazme un favor y pásame una de las jeringas que está en esa mesita – dijo el médico de cabellos azules sin levantar la mirada del brazo que estaba suturando, ya mismo acababa

- Ok., pero Kanon… dónde está tu enfermera? – Seiya hizo lo que su colega le pidió y luego preparó la jeringa con uno de los frasquitos que estaban en la mesita junto a la cama, el muchacho al ver la aguja casi se desmaya

- No sé… la verdad ni pregunté, no te digo que tenía que irme hace mas de media hora, yo creo que June si se fue, me dijo que tenía que ir a una boda o algo de eso, la verdad no le presté mucha atención, gracias – el peliazul tomó la jeringa de manos de Seiya y sin mayores contemplaciones inyectó a su paciente en el brazo, el muchacho suprimió un grito solo de la vergüenza

- Ok., ya no te digo nada más, quieres el café ahora o mas tarde? – Kanon había acabado de suturar a su paciente, le entregó su historia clínica y le señaló la estación de enfermería, allí le darían el alta

- Mas tarde, bueno… ven muchacho déjame ver tu oreja – el doctor Kanon lucía cansado y un poco mal genio, pero respiró profundamente antes de mirar la oreja del hijo de Seiya, la miró sin tocarla primero, luego se levantó de su taburete, se estiró, se cambió de guantes y se volvió a sentar en donde estaba, al tocar la oreja de Takeshi la sintió arder, el muchacho tenía un poco de fiebre, habían hecho bien en venir pronto a verlo

- Papá…  - Takeshi miró a su padre que le sonrió y tomó su mano

- No pasa nada, respira hijo… eso es… - Seiya respiró e hizo respirar a su retoño que estaba algo asustado, y logró calmarlo cuando juntó sus frentes y le acarició los cabellos, Ryu que también estaba allí, abrazó la pierna de Seiya, a él le daban miedo los médicos, eso era irónico, pero los niños… son niños…

- Ok., no te va a doler mucho pero sigue respirando y cuéntame en dónde te pusiste este arete? – preguntó el médico, el objetivo era tener al muchacho distraído y hablando mientras desinfectaba su oreja

- Me lo puso la hermana de mi amigo Hikiro

- Ella tiene un local de piercings o algo?

- No…me lo puso… en su casa… - respondió el muchacho todo avergonzado y cerrando los ojos con fuerza, el doctor le estaba aplastando la oreja, para sacar el pus seguramente, además le ardía por el alcohol que le estaban aplicando, Seiya acarició su mejilla y sopló su oreja, lo que le tranquilizó e hizo que no se quejara más, que vergüenza para él mismo y para su papá con su amigo, no no no… el glamour ante todo, pensó Takeshi

- Ohhh vaya, bueno…, para ser un arete casero que seguramente hicieron con una aguja calentada en una vela pues no está tan mal, ayer vino un muchacho con un caso terrible de infección por un tatuaje que se hizo en el trasero, pobre… no va a poder sentarse bien en una semana o dos, hay que tener cuidado con esto, por eso si te vas a hacer un tatuaje yo se donde te lo puedes hacer

- En serio?

- Si, mi hermano tiene un local en el centro que se especializa en tatuajes pero hace todo tipo de piercings y esas cosas, Saga es super hábil y su local es uno de los mejores, los chicos que trabajan con él son muy profesionales, debes tener cuidado con estas cosas, puedes contraer varias enfermedades por agujas contaminadas o simplemente se te puede infectar como se infectó tu oreja, pero tranquilo que todo va a estar bien… ya casi acabamos – dijo Kanon haciéndole una seña a Seiya para que le pase otra jeringa

- Me puedo hacer un tatuaje papá?

- Claro, puedes tatuarte el cuerpo entero si quieres, sabes que lo hacen con agujas, verdad? – dijo Seiya mostrándole la jeringa que estaba preparando, Takeshi la vio y tragó saliva, él le tenía miedo a las agujas

- Pero no te ponen anestesia o algo? – preguntó el muchacho

- Creo que no, la verdad nunca se lo he preguntado a Saga – dijo Kanon ausentemente, la oreja del muchacho sanaría en un par de días, ya la había limpiado y la parchó, los antibióticos harían el resto

- Auch… - Takeshi se quejó al sentir el pinchazo en su brazo, Kanon lo había inyectado sin previo aviso

- Si eso te dolió imagínate lo que te dolerá un tatuaje, pero si te lo quieres hacer, yo te acompaño – dijo Seiya con una sonrisa

- En serio me acompañarás papá? – el muchacho no lo podía creer

- Claro, crees que me perdería tu cara de dolor mientras te tatúan???, te voy a filmar y lo subo en youtube, apuesto a que el video se vuelve viral – dijo Seiya con una divertida sonrisa

- Ay papá…  - Tak suspiró y meneó cuando dijo eso, a Seiya le encantaba avergonzarlo

- Mándame el link si lo publicas – dijo Kanon sonriendo también

- Gracias Kanon, te debo un café

- Dos cafés, tienes turno mañana en la noche verdad?

- Si…

- Ahí me pagas el café, cuida esa oreja, no te la mojes, no te estoy diciendo que no te bañes, solo cubre tu oreja con plástico cuando lo hagas, y puedes venir mañana para ver cómo va, pregunta por mí en la recepción o haz que tu padre me llame

- Gracias doctor

- Llámame Kanon, cuídate mucho y no te hagas mas piercings o tatuajes ni nada de esas cosas sin supervisión adulta, si vas al local de mi hermano te consigo un descuento

- Muchas gracias Kanon, adiós…

- Bye…

 

Al salir Takeshi se puso su gorra otra vez, ni muerto iba a dejar que su cita lo viera con un parche en la oreja, no no no, primero muerto, aunque pensándolo bien mejor cancelaba la cita, si las cosas iban bien tendría que sacarse la gorra y no… no podía dejarse ver así, mejor se unía a su papá y a su hermanito e iba al cine, una noche de dibujitos no le caería mal, además era mejor parecer ocupado y hacerse desear, si… eso estaba mejor

 

Seiya estuvo encantado con ese prospecto, de esa forma podía pasar la noche con sus dos hijos, así que los llevó a su consultorio, eran casi las siete de la noche en ese punto, Seiya solo iba a cambiarse de ropa y ya salía de su turno, este par de días habían sido pesados para él, quería darse un baño y dormir, no pedía mas, pero claro… el destino no nos da siempre lo que pedimos, y una noche en el cine sonaba bien, se le antojaban palomitas y demás  golosinas

 

Ryu estaba sentado tras el escritorio de su papá y se estaba dando vueltas en su sillón giratorio, Takeshi estaba mirando los libros del librero y se detuvo al mirar una fotografía, allí estaban ellos tres en el parque, habían volado cometas ese día y habían comido muchas chucherías, la habían pasado genial, en esos pensamientos estaba el muchacho cuando escuchó que la puerta se abrió y el grito de su hermano menor que lo llenó todo:

- Papá!!!!!!!!!!!

- Hola campeón, cómo estás?, wow… cómo has crecido – un hombre alto, musculoso, de cabellos y ojos azules había entrado al consultorio, Takeshi arqueó una ceja e hizo una mueca al verlo, Ryu saltó a sus brazos y lo abrazó con fuerza

- Es que estoy jugando fútbol papá, nos viniste a buscar?, vamos a ir al cine a ver los minions – dijo el pequeño cuando su padre lo puso en el suelo

- La verdad vine a ver a Seiya, en dónde está?, hola hijo, que gusto verte – dijo el peliazul mirando a su hijo mayor que no hizo el menor movimiento para acercarse a él, sus relaciones no eran necesariamente buenas

- Se está cambiando, ya sale

- Ok., y cómo vas en la escuela?

- Bien

- Y en el equipo de básquet?

- Me salí

- Por qué?

- Porque si

- Hijo…

- Por favor papá, no quiero discutir contigo hoy, todo está bien, yo estoy bien, nada ha cambiado en estos últimos seis meses que no te hemos visto, ven Ryu, esperemos a papá Seiya afuera, vi una máquina de dulces en el pasillo, quieres un dulce?

- Me vas a comprar un dulce? – el pequeñito no lo podía creer, su hermano estaba siendo generoso con él

- Claro, vamos…

 

El peliazul vio como sus hijos salían de la habitación y al verlos salir su pecho se comprimió, suspiró con cansancio y se llevó las manos a la cara en frustración, ya no sabía cómo hablar con su propio hijo y las cosas con él iban de mal en peor, en eso Seiya salió de su vestidor y se quedó de una pieza al ver a su ex esposo allí de pie

- Ikky?, qué haces aquí?, a dónde mandaste a los niños?

- Yo no los mandé a ninguna parte pero… Takeshi está todo agresivo conmigo, le has dicho algo?

- Yo?, no… yo no tengo que decirle nada a mi hijo, pero si algo te dijo no le hagas mucho caso, está en plena adolescencia, hay días en los que ni él mismo se soporta, y ese milagro?, qué haces aquí?

- Necesitaba hablar contigo

- Tu dirás – Seiya se sentó en su sillón y señaló la silla frente a él, Ikky se sentó y suspiró con pesadez una vez mas

- Tengo un problema

- Yo diría que más de uno, pero por todos los dioses… cuéntame…

- No seas sarcástico por favor que no sabes lo que me ha costado venir a hablar contigo – dijo Ikky algo molesto al ver el tono con el que su ex le hablaba, Seiya sonrió divertido, no había nada que le produjera más placer que exasperar a Ikky, así que se recostó en el espaldar de su asiento y preguntó en un tono un poco más normal:

- Ok., ok., qué puedo hacer por ti?

- Bueno… mi problema es Hyoga

- Es en serio Ikky?, me vienes a contar tus problemas maritales?, a mí?

- No, vine a contarte mis problemas de salud, bueno… los problemas de Hyoga

- Ok., qué le pasa a tu esposo? – Seiya frunció el ceño, de esto no habían hablado nunca, Hyoga era un hombre joven, vegetariano, que se cuidaba mucho por lo que en apariencia era el prototipo de la salud, Seiya no tenía idea de que Hyoga tuviera problemas, vaya…

- No logra quedar en estado, lo hemos estado intentando por varios meses y nada que lo logramos, nuestro médico ya no sabe qué hacer y… bueno… nos refirió a ti

- En serio?

- Si, como comprenderás Hyoga ni muerto quiso venir a ti desde el inicio pero… se nos están acabando las opciones y… ya no sé qué hacer, me tiene hinchado con esto, hemos probado tres médicos más, hemos hecho todos los tratamientos que nos han mandado, pero ya tanta pastilla, inyección y demás cosas, están empezando a afectar a Hyoga, y lo peor es que no hemos tenido éxito con nada, realmente tu eres nuestra última opción, nos ayudarás Seiya?

- Ok., déjame ver si lo entendí todo bien, tú quieres que yo le dé una consulta a tu esposo, tu esposo… aquel por el que mi matrimonio se fue al diablo, aquel con el que me engañaste, y además quieres que ayude a que el padre de mis hijos tenga otro hijo al que dedicará todo su tiempo y atención lo que ocasionará que descuide aún más a ese par de niños que te extrañan más que a su vida, y a los que has visto a los cuantos meses es Ikky?, cinco?, ocho?

- Seis… - respondió Ikky sintiéndose extremadamente culpable, él amaba a sus hijos pero… Hyoga era una persona complicada que exigía todo su tiempo y no le agradaba mucho que Ikky busque a sus hijos, Seiya no se lo peleaba ni le pedía manutención ni nada de eso, pero si resentía el hecho de que Ikky haya dejado de lado a sus hijos por su nuevo esposo

- Seis meses, exacto… eso es lo que quieres de mí?, es en serio Ikky?

- Hyoga me tiene podrido con el tema del hijo que quiere tener, mi vida se ha vuelto insoportable si eso te hace feliz

- No… no me hace feliz, yo no te deseo el mal Ikky, tú ya hiciste más que suficiente por tu propio mal al casarte con ese tipo, yo no tengo nada que ver con eso – era por demás obvio que Seiya aborrecía a Hyoga, y el sentimiento era mutuo

- Eres cruel Seiya

- No… no lo soy, solo soy realista, lo que me lleva a la siguiente pregunta, por qué me lo estás pidiendo?, no te veo muy emocionado con la idea

- Ayyyy… si quieres saber la verdad yo no quiero más hijos, pero ya me cansé de pelear todos los días por eso, lo he pensado mucho y me parece mejor que Hyoga tenga un bebé en el que ocuparse, a ver si así me deja a mi en paz por mas de cinco minutos seguidos, así que… tenía que venir a preguntártelo, nos dijeron que este hospital tiene la mejor tecnología para las terapias y cosas que Hyoga necesita y que… el mejor en esa área eres tu

- Ajá… y en serio crees que lo voy a hacer?

- Seiya…

- Sabes, me creo una persona evolucionada y moderna, no te guardo rencor porque a la final lo nuestro finalizó hace más de tres años, pero no me vengas a pedir que trate a tu esposo

- Seiya por favor, haré lo que tu quieras, lo que tu digas, pagaré con gusto la universidad de Takeshi, lo mandaré al extranjero si quieres, le compro un auto, te compro un auto a ti, lo que sea pero por lo que mas quieras, ayúdame con esto, eres mi última esperanza – Ikky estaba al borde de un ataque de nervios, o por lo menos eso le pareció a Seiya, pocas veces lo había visto así, la angustia se le notaba

- No deberías pagar la colegiatura de tus hijos como un favor hacia mi, deberías pagar la Universidad de Takeshi porque él es tu hijo, y es igualito a ti, esa es una realidad que ni siquiera él la puede negar y por eso creo que mi pobre hijo está tan malgenio últimamente si quieres que te diga la verdad, pero de eso hemos hablado mucho Ikky, yo no quiero ni necesito tu dinero, me va bien y a mis hijos no les falta nada

- Ok., si no quieres mi dinero, qué quieres de mi?

- Yo no quiero nada, la magia del divorcio funciona a las mil maravillas conmigo, aunque…

- Aunque qué?

- Ryu tiene partido de futbol el sábado en la mañana, le gustaría mucho que fueras

- El sábado? – Ikky frunció el ceño, Seiya sabía que su ex era un hombre muy ocupado, entre semana vivía atareado con sus negocios y cosas, además Ikky viajaba constantemente, pero los fines de semana si tenía tiempo, a veces por lo menos

- Tienes compromisos previos?

- Hyoga medita los sábados en la mañana y… hacemos yoga y esas cosas – dijo Ikky algo avergonzado

- Ok., los sábados en la noche la banda de Takeshi repasa en la casa de uno de sus compañeros, a mi me toca llevar la pizza y los refrescos y de paso los escucho, si quieres puedes ir a verlos tocar o algo, no son tan malos, tampoco son buenos, recién están empezando pero es divertido, además Tak ama a esa banda y se siente muy orgulloso de si mismo y le gusta que lo vea tocar

- Qué tipo de banda tiene un pianista?

- Tak toca la guitarra eléctrica en la banda, también le hace a la batería, empezó con el piano pero le gusta mucho la música en general y es bastante bueno, que dices?, el sábado en la noche?

- El sábado en la noche no puedo, yo… no puedo… - los sábados en la noche, Ikky usualmente iba con Hyoga a cenar o algo, era una noche en la que habían quedado de acuerdo de salir en una cita, supuestamente para devolver el romance a su matrimonio, al escuchar esa respuesta tan escueta de Ikky, Seiya se molestó porque le dio la impresión de que cualquier cosa era mas importante para Ikky que sus propios hijos

- Bueno… que tengas una buena vida Ikky, salúdame a Hyoga y te deseo la mejor de las suertes – Seiya se puso de pie y empezó a recoger sus cosas que estaban por el escritorio, sus llaves, su billetera y eso, Ikky pestañeó algunas veces y algo incómodo se puso de pie

- Entonces no me vas a ayudar?

- No… si tu no tienes tiempo para tu hijos, pues yo no tengo tiempo para ti o tu esposo, es así de simple

- Seiya…

- Si quieres mi ayuda Ikky, ese es mi precio, Tak resiente mucho tu ausencia y eso lo ha vuelto algo retraído y agresivo, te puede parecer duro a simple vista pero no lo es, es sensible y le duele tu ausencia y abandono,  Ryu te extraña y habla de ti todo el tiempo, él se pone tan feliz cuando te ve, pero cuánto tiempo más crees que le va a durar eso?, cada vez está mas decepcionado de ti porque nunca cumples tus promesas, Ikky… los estás perdiendo, estás perdiendo a tus hijos y lo peor es que lo sabes, te das cuenta pero no te importa, si a ti ellos no te importan, pues a mi menos me puede importar tu esposo o tu

- Pero es que Seiya…

- Búscate otro médico, es mi última oferta Ikky, tu crees que es fácil para mi lo que me estás proponiendo?, pero créeme, lo haré si tu te preocupas y actúas como un real padre para tus hijos, como solías serlo, como yo se que puedes volver a ser – Seiya hablaba con vehemencia, él sabía que Ikky era mejor persona de lo que demostraba, por algo se enamoró de él y se casó con él, pero el Ikky que tenía frente suyo, era muy diferente del hombre con el que se casó, Ikky guardó silencio por algunos momentos, finalmente se llevó las manos al rostro y se lo frotó al decir:

- Tengo que hablarlo con Hyoga

- Haz lo que estimes conveniente, pero ahora me voy, tengo una cita

- Una cita?, a dónde vas?

- Con mis hijos al cine a ver los minions, esas son citas importantes Ikky, no lo puedo creer… yoga los sábados en la mañana, dioses… a dónde hemos llegado?

 

Seiya tomó sus llaves y abrió la puerta de su consultorio señalándosela a su ex para que saliera, Ikky lo hizo y vio a sus hijos reír en el pasillo, estaban comiendo unas papitas y reían, al verlo a él, la sonrisa se le borró a Takeshi del rostro, eso le pegó a Ikky como nada le había pegado últimamente, su primogénito en verdad era muy parecido a él, tenía su mirada y podía ver claramente el resentimiento en sus ojos

- Vienes con nosotros al cine papá? – preguntó Ryu que corrió a su encuentro, Ikky lo levantó en brazos y le besó la mejilla

- No puedo hoy, otro día tal vez

- Aish… siempre dices lo mismo

 

El niño se sintió decepcionado y tomó la mano de Seiya para jalarlo por el pasillo, Ryu se volteó y se despidió con la manito de su papá, Takeshi no regresó la mirada y simplemente caminó por el pasillo junto a Seiya que si se volteó y le hizo una seña a Ikky que se quedó de pie bajo la luz fluorescente, allí iban las personas más importantes de su vida, porque así ahora estén divorciados, así ahora él tuviera un nuevo esposo y una nueva vida, Seiya fue su primer amor, su primer novio en serio, su primera vez en todos los sentidos, Ikky siempre pensó que ellos eran almas gemelas y tal vez si lo eran, pero la vida los había llevado por caminos diferentes, al salir del hospital Ikky pensaba: por qué tuvo que arruinarlo todo?, por qué a Seiya en muy mala hora se le ocurrió hacer esa maldita especialización que fue lo que causó toda la debacle?, por qué Hyoga se cruzó en su camino?, por qué fue tan débil que  no pudo resistirse a él?, por qué?

 

Notas finales:

Y ese es el inicio, Ikky y Seiya son la pareja divorciada pero... al parecer no todos los sentimientos están tan muertos como ellos piensan

 

Nos vemos el miércoles en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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