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Contigo nunca se que esperar por dark kirito

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Notas del fanfic:

Bueno, en realidad estoy un poco nerviosa porque es el primer original que subo, espero que sea de su agrado.

 

Si bien con el principio parece comedia, tendrá un poco de todo, muchísimas gracias a todos los que le dieron la oportunidad, espero sea de su agrado.

 

Escrito en el móvil, errores son sin querer >< y una vez más ¡gracias!!!!!

Notas del capitulo:

Bueno, en realidad estoy un poco nerviosa porque es el primer original que subo, espero que sea de su agrado.


Si bien con el principio parece comedia, tendrá un poco de todo, muchísimas gracias a todos los que le dieron la oportunidad, espero sea de su agrado.


Escrito en el móvil, errores son sin querer >\< y una vez más ¡gracias!!!!!

Enek Andersen, un hombre que muchos clasificarían como la belleza en persona, a excepción de el mismo, pues en realidad el asunto no podría importarle menos, un chico de hermoso cabello negro, piel blanca y ojos violeta, si, un tono poco común, pero nada de eso importa, y menos cuando alguien menciona a su actor favorito, y entonces sí, puedes pasarte horas escuchandolo hablar hasta que prácticamente seas incapaz de recordar quién eres.


¿Pero quién no admira a Kouryuu Puns un hermoso joven de cabello rubio tan bello como el sol y ojos tan azules como el cielo, por si esto no fuera suficiente, es un actor prodigio, uno como no hay en el mundo, aún no ha nacido alguien con semejante talento, dicha bendición solo fue concedida a su persona.


Después de mucho rogar, o en otras palabras amenazar a sus amigos de manera muy amable, Enek ha conseguido un pase para ver la filmación de la nueva película en donde sale su ídolo, sentado en primera fila se limita a esperar pacientemente a que aparezca, sus manos sudan sin descanso, su corazón palpita como vil desquiciado preparando el escapé, su boca a punto de gritar como fanática loca, y sus ojos empañados de lágrimas por la emoción.


-¡Aaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!- el grito de la multitud enardecida.


Todos gritan a excepción de el, ha sufrido un colapso nervioso y se limita a temblar, suerte que su héroe y más no le mire, porque pasaría una vergüenza que preferiría estar muerto, así de melodramático es nuestro protagonista.


Al fin sus ojitos se posan el Ryuu apodo cariñoso que le ha dado al joven, le admira tanto que parece colegiala enamorada, pero es lo de menos, total si admiras a alguien, ¿qué de malo tiene que el mundo se entere? Es capaz de gritar lo que siente en cualquier lugar, ah no, eso ya lo hizo en más de una ocasión, la última vez se subió al techo de un autobús y grito a todo pulmón.


-¡Kouryuu es el mejor actor del mundo!!!


Algunos rieron pensando que se trataba de una broma, otros más algún truco publicitario del actor del momento, y los más llamaron a la policía para detener a ese loco que perturba masas, lo bueno es que alcanzó a escapar, y ahora le ve en vivo y a todo color, el oji-azul ha colocado un dedo en sus labios de manera sensual pidiendo al público silencio para continuar con la grabación al tiempo que guiña un ojo a nadie en particular.


<<¿Fue a mi cierto? ¿Me estaba viendo verdad? ¿Qué hago si me propone matrimonio?>>


Se sonroja y esconde su cara entre sus manos, las mariposas le vuelan en el estómago...o deberían, hasta ellas han colapsado de emoción.


Y ahora es momento de dejar sus debrayes internos y dar paso a la maestría de su ídolo.


Kouryuu tiene un hermoso traje azul con blanco y una larga capa blanca, es un príncipe, camina frente a una pantalla verde, pero eso no importa, Enek es capaz de ver el gran salón de su palacio, incluso percibe el aroma de un enorme florero en el lugar, claro que nadie habló jamás de uno, pero total, a nadie le hace daño que deje volar su imaginación, pone ambiente.


-¡Príncipe debe esconderse pronto! ¡Los traidores se infiltraron para asesinar a la familia real!


-¡No voy a escapar!-dijo con su sensual voz y una expresión decidida-si me marcho, ¿quién protegerá el reino? ¡No dejare caer mi espada hasta que el último de los enemigos de mi pueblo haya caído!  Y tomo la espada de manera elegante e intimidante, nadie como él para lograr semejante movimiento.


  -¡He venido por tu cabeza maldito!!!-articulo el primer hombre.


Pero no tuvo tiempo ni de gritar, pues termino tirado en el suelo sin saber lo que paso, es más, muchos de los espectadores estaban en la misma situación, no lograron ver el movimiento de la espada, pero vaya que el actor que interpretaba a ese hombre era magnífico, en su rostro se apreciaba el dolor, uno casi podía jurar que le golpeó de verdad, pero es obvio que algo así es imposible entre profesionales.


Tras el entró un grupo bastante numeroso diciendo las mismas necedades, pero siempre era lo mismo, el rubio esquivó un golpe certero a su cuello, vaya, esa estocada fue tan genial, el odio casi podía sentirse hasta la primera fila, en ese momento el oji-azul acercó su puño y le saco volando por los aires hasta que se estrelló con una pared y quedó inconsciente...¿cómo habrán hecho tan real el crujir de sus costillas? La tecnología avanza a paso aterrador.


Por un momento le dio la impresión de que todos los actores de reparto se asustaron y miraron entre si, no cabe duda que eran tremendos genios, sin más se lanzaron en un ataque conjunto.


-¡Eso no está en el guión!-gritó el director de cámaras.


-¿Qué más da? Se ve genial-dijo de manera irresponsable el director de la película mientras no paraba de sonreír.


Una estocada le rozo un hombro, pero no alcanzó a tocarlo, pues la desvío con su espada, una patada iba directo a su estómago, pero la desvío con otra, dio un giro y golpeó con el pie al hombre directo en el pecho, eso seguro debió doler, salió volando por los aires llevándose a dos infelices más que al parecer se sentían bolos de boliche, un par más le atacó por los costados, pero el saltó hacía arriba y al caer le dio una barrida a uno y un puñetazo en pleno rostro a otro, el último que quedaba en pie temblaba aferrado con terror a su espada, al tiempo en que pensaba que mamá no le había advertido de estas cosas, y fue lo último que llegó a su mente, pues al igual que los otros fue vencido.


-¡He derrotado a los enemigos del pueblo! ¡Somos libres!-decía empuñando su espada al cielo con un rostro sublime.


Y nuestro oji-violeta no supo más, fue tanta la emoción que salió de ahí como en una nube, su ángel de la guarda debía amarlo mucho, pues de alguna manera llegó a su casa, no, la verdad es que su mejor amigo un chico de nombre Aginis que le iba acompañando, y del que pudimos apreciar era como si no existiera, le dejo en la puerta de su casa como común saco de papas.


Despertó o más bien reaccionó cuando estaba recostado en su cama, y lo primero que se le ocurrió hacer fue dar vueltas en ella hasta que terminó por estamparse en el piso, aunque por la euforia en su cuerpo ni siquiera lo sintió, la gente emocionada da miedo, ¿o es solo el? Se puso de pie y guardo el gafete que le dieron en el set como si fuera el más preciado tesoro, un día que no podrá olvidar por el resto de su vida.


...........................


Por la mañana y después de haber tranquilizado un poco su corazón, se dirigía a la universidad, estudia literatura, pues tiene el sueño de escribir una novela tan buena que sea capaz de llegar al cine, y lo hace por dos razones, la primera, ama con toda su alma escribir, le gusta mucho el poder dar vida a personajes y situaciones que siempre han habitado su mente, y que sean capaces de distraer a las personas de su estresante realidad, y la segunda y más importante, para que pueda pedir que su amado actor favorito actué en ella, sabe que a este paso basta con que le digan que se pública y el la actúa y muera, así como va, se irá al cielo antes del estreno, de todos modos correrá el riesgo.


-¡Enek!!!!-alguien le saluda efusivamente dando un fuerte manotazo en su espalda.  -¡Aaaaaaaaaaaaa!!!-como era de esperar le asustó-¡Aginis idiota!


Un joven de cabello castaño y ojos color miel le miraba muy divertido con una sonrisa un tanto perversa.


-Como siempre andas en las nubes pensando en tu ídolo, un día te vas a estrellar con un poste.


-¡Cállate ni que fuera la primera vez!


-No creo que sea algo de lo que debas estar orgulloso.


-No puedo evitarlo, me gusta mucho su actuación, el es tan...


-¡Ya no me digas por favor! ¡A este paso me vas a matar! ¡Aún tengo una vida que disfrutar!-fingía llorar.


-¡Ah pues si no quieres oír no lo hagas y punto! ¡Eres un terrible amigo! ¡Ya no quiero saber de ti!


-¿Ah si? Que mal-se daba la vuelta para retirarse-y yo que conseguí un par de boletos para ver las grabaciones de Kouryuu, ¿quién querrá ir conmigo?-suspira- se van a desperdiciar.


El oji-violeta le miro de manera dulce.


-Oh querido amigo, te llevo la mochila, no quiero que te vayas a lastimar.


-Ahora si ¿verdad? Eres un convenenciero.


-Sí, pero me quieres.


-Y todavía me pregunto la razón, seguro que me drogas.


-¿Apenas te das cuenta?


-¿Enserio lo haces?


-¡Claro que no!


-Uy por un momento me lo creí, eres tan raro que no se que esperar.


-Y como me sigas diciendo eso te aviento debajo de una bicicleta para que te pase por encima.


-No creo que lo logres, eres tan torpe que seguro eres tu al que le pasan por encima.


-¿Quieres ver?


-Por simple curiosidad sí.


-Ah...mejor en otra ocasión.


-¡Ajá tenía razón!


-¡Jamás lo admitiré!


-Pero ya enserio, tengo boletos para hoy, ¿quieres ir?


-¡Sí!-dijo con una bella sonrisa.


Y por momentos así es que a pesar de su complicado carácter el oji-miel continuaba siendo su amigo.


Las clases pasaron sin pena ni gloria para el azabache que como siempre fue incapaz de concentrarse, escucho por ahí un "reprobado" pero ni idea de a qué se refería, seguro no era algo muy importante.


Tomaron un taxi porque Enek ya tenía prisa por llegar, y ya en el lugar, se dio cuenta de que estaba de nueva cuenta en primera fila.


Como ya es normal el público eufórico, el en una especie de alucine o realidad alterna, que para el caso es lo mismo.


Otra vez su hermoso rubio con un traje de príncipe, esta vez uno rojo con dorado de capa transparente, le tenía por completo embobado.  Una vez más la pantalla verde de fondo, pero el podía apreciar las ventanas de la habitación y el vaso de agua en el buró, que de nueva cuenta son de su cosecha, pues el director jamás hizo la sola mención.


El joven se acercaba a una dulce señorita de ojos azules y largo cabello rubio hasta el suelo, su amado se arrodillaba, era una escena de amor, en algún momento su mente viajó lejos, muy lejos, e intercambio papel con la protagonista siendo el al que tomaban de las manos, aunque claro, esto en realidad no pasaba con él.


-Por fin somos libres para declararnos nuestro amor, sufrimos demasiado y ahora es tiempo de ser felices- decía el oji-azul.


Los diálogos de la chica no llegaban a el, pero que importa, le responde en su interior.


-No quiero dejarte ir, estamos destinados el uno para el otro, por eso...quiero que aceptes casarte conmigo.


-¡Acepto!!!!-gritó a todo pulmón y esta vez en la vida real.


Se quedó perplejo pues había regresado de su ensoñación, sentía unas increíbles ganas de llorar, había arruinado una de las escenas de Kouryuu y no se lo iba a perdonar, el menor estaba en todo su derecho de golpearlo si así lo quería, y es seguro que era lo que planeaba si se acercaba a el tan serio.


Lo siguiente fue tan rápido que no entendió muy bien lo que paso, solo notó que su ídolo besaba con dulzura sus labios para separarse un momento y sonreírle.


-Me haces muy feliz mi amor.


-¡¿Eeeeeeeehhhh?!!!!!!!!


Definitivamente no entendía lo que estaba pasando.

Notas finales:

Gracias por leer¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ hasta la próxima >////<


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