Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Date under de rain por BlackHime13

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pues... como me pidieron aquí está la continuación de mi anterior oneshot n.n

Los personajes no me pertenecen a mi sino a Masashi Kishimoto-sama (excepto Satoru que es mío XD)

Notas del capitulo:

Etto.. pues como me pidieron aquí está la segunda parte n.n

Espero que os guste y nos leemos en las notas finales (=^w^=)

Date under the rain


 


Nunca pensó que ese día podía empezar tan bien, pero empeorar de forma tan garrafal. Sentía unas enormes ganas de matar a alguien en aquel momento y sabía que la persona a su lado sentía exactamente lo mismo que él. Lo único es que todo mejoraría para ellos.


Cuando se levantó aquella mañana estaba tan emocionado que apenas y había podido dormir la noche anterior. Por fin tendría su tan esperada cita con el moreno de ojos negros con quien había comenzado una relación hace unas semanas. Se habían estado viendo para cenar pues su hijo seguía quedándose por las tardes en su apartamento y cuando el azabache iba a buscarle se quedaba a cenar y algunas veces a dormir. Sobretodo esto sucedía los fines de semana y aunque amara al pequeño tenía ganas de estar un rato a solas sin estar pendiente si el menor se levantaría o voltearía a verles. No podía casi ni besarse con tranquilidad pues este parecía estar al acecho. En realidad presentía que a este no le importaba para nada toda aquella situación sino que más bien lo esperaba con ansias y por ello los espiaba. Es por ello que se sintió muy emocionado cuando el mayor le propuso salir ese viernes tarde aprovechando que el menor estaría en casa de un amigo todo el fin de semana.


Bueno, volvía a ser un día nublado que pronosticaba lluvias fuertes, pero al rubio no le importaba para nada pues había conocido a dos personas muy especiales en un día con un clima parecido. Se levantó e hizo todo lo siempre hacía. Fue a la universidad y volvió a casa para comer algo al mediodía. Después miró el reloj y decidió hacer algo de limpieza. Para cuando volvió a mirar la hora se percató que solo tenía una hora antes de que el mayor llegara para recogerle. Lo más rápido que pudo se duchó y vistió algo no muy elegante, pero tampoco muy de deporte. Como la ocasión lo ameritaba se puso unos pantalones de mezclilla negros rasgados juntos a unas bambas azules oscuro. La camiseta era sencilla del mismo color que su calzado solo que tenía algunas líneas sin patrón de color blanco junto a una chaqueta negra de abrigo. No llevaba mucho accesorio solo un collar que le regaló su abuela antes de morir, un reloj de pulsera negro y en la muñeca derecha una pulsera negro con blanco que su novio le había regalado. Era de un diseño simple, pero aquello le gustaba porque podía llevarla a cualquier sitio.


Se preguntó a si mismo si debería maquillarse ya que muchos donceles lo hacían en aquella época, pero recordó que su querido azabache siempre decía que le gustaba su rostro sin este. Así que decidió no hacerlo pues sinceramente tampoco quería perder tiempo en algo que seguramente no acabará de gustar al contrario. Eso y que justo acabó de ponerse los zapatos el timbre sonó anunciando a un invitado. Sabía que el moreno no era porque a este le había dado una llave la semana pasada. A él pareció emocionarle aquella acción pues le abrazó y besó con cariño y emoción.


Soltando un suspiro se miró al espejo y revisó que no le faltara nada ni estuviese algo en mal sitio. Luego caminó hacia la entrada y miró por la mirilla, cosa que había comenzado a hacer hace poco por insistencia del mayor que no quería que le pasara algo malo solo por no revisar a la persona al otro lado de la puerta. Primero se enojó porque este no confiara en su persona, ya que él sabía defenderse y nunca le había sucedido nada desde que vivía allí, pero el mayor argumentó que para algo la pusieron los fabricantes y que uno nunca sabía si alguien se había colado mientras el portero no estaba. Así pues no le quedó de otra que dejar de discutir y acceder a hacerlo, pues no quería que por una tontería como aquella pelearan.


Vio entonces a una mujer de cabello rojo, pálida de piel, con gafas y muy maquillada a quien no reconoció en absoluto. Al notar que ella volvió a llamar con impaciencia y un rostro enojado decidió abrir y dejar su confusión para más tarde.


-¿Eres Naruto?-preguntó ella nada más vio la puerta abrirse. El rubio la miró confundido y asintió con la cabeza sin decir nada.-Verás… soy la mujer del hombre con el que te acuestas. No se si lo sabrás, pero tenemos un hijo y lo que estás haciendo no es bueno para él. Me gustaría que dejaras a mi marido tranquilo.-dijo sin darle tiempo a decir nada al menor. Ante las palabras de esa mujer su ceño se frunció.


-Para que sepas Sasuke y yo todavía no nos hemos acostado. Segundo, Satoru sabe de nuestra relación y parece realmente contento con ella. Tercero, no me vengas a decir que eres su mujer porque Sasuke me dijo que no estabais casados y, por último, no tienes ningún derecho de demandar nada de mi parte cuando tu hijo se escapó de casa un día de tormenta y tu ni siquiera te habías dado cuenta.-respondió de mal humor. ¿Con qué derecho venía esa a reclamarle algo cuando ella era una mujer horrible que no se preocupaba por su hijo en lo más mínimo?


-Parece que no lo has comprendido… aunque no estemos casados formalmente el sigue estando conmigo. Si no supe que MI hijo se escapó fue porque estaba destrozada después de discutir con Sasuke y me fui a casa de mis padres para hablar con ellos y tranquilizarme. Además todavía es un niño que no sabe lo que está pasando y eso es que un extraño se está metiendo entre sus padres destrozando la vida feliz que llevaban los tres.-espetó ella enojada pero con fingida voz dolida.


Algunos de los otros vecinos estaban de curiosos mirando y escuchando lo que ocurría y miraban al rubio mal, pues no podían aceptar que realmente se hubiera metido entre un matrimonio con un niño pequeño.


-Mira...no me vengas a fingir inocencia. No soy idiota y se muy bien que TU hijo te describe como una bruja que no le cocina ni le cuida cuando se siente mal o está enfermo. Además que tu supuesta pareja no deja de decir que eres una mala madre que solo se preocupa por las compras, el maquillaje y coquetear con cuanto hombre se le cruce por delante. Por todo ello yo no me metí en un matrimonio, porque no estáis casados, y mucho menos feliz, porque ninguno de los dos sienten nada de aprecio por ti.-dijo en claro tono enfadado.


-¿Qué pruebas tienes de que lo que dices es verdad? Podrías estar inventando todo eso para hacerme quedar mal y no como la víctima, que es lo que realmente soy.-se defendió y sonrió para sus adentros cuando algunos de los demás inquilinos respaldaron su afirmación. Incluso si el rubio no accedía a su demanda seguramente lograría que este se mudara a causa de la mala impresión que dará a sus vecinos los que seguramente a partir de ahora no le tratarán con mucha simpatía.


-¿Pruebas? Solo hace falta mirar lo tan arreglada que vas. Si solo fueses a tratar con el “amante” de tu “marido” no te hubieses maquillado como una puerta y venido con tus mejores ropas. Solo querías presumir de dinero. Además si tanto dices que miento sobre tu relación con tu hijo… ¿donde está este? Si tu estás aquí y Sasuke en el trabajo lo tendrías que haber dejado con alguien ¿o no? Además que tendrías que saber dónde pasa las tardes el pequeño ¿verdad?-comentó acusador. Resaltó las palabras amante y marido haciendo comillas con sus manos para enfatizar que era ironía.


-Pues… idiota. Evidentemente que está con la canguro en casa. Tanto yo como su padre estamos muy ocupados por eso tenemos empleada del hogar. Todas las tardes esta lo va a buscar y lo cuida en casa.-respondió socarrona.


-Mentira. Se muy bien que no trabajas y para que los sepas Satoru está en casa de un amigo donde pasará todo el fin de semana. Sasuke nunca me propondría salir sabiendo que deja a su hijo solo en casa con la niñera. Además que ha estado pasando aquí todas las tardes de las últimas tres semanas porque soy yo quien lo cuida, por supuesto que gratis porque no cobraría por ello.


-Además que todos los fines de semana nos quedamos lo dos a dormir con Naruto. Pero claro que tu no lo sabes porque acabas de volver de un crucero por el mediterráneo al cual te fuiste hace dos semanas sin decirle nada a nadie.-le interrumpió una voz profunda. Ambos se giraron para observar al azabache que miraba a la mujer con algo semejante al desprecio y rencor.


-Vamos… necesitaba relajarme un poco y estabas tan ocupado que seguro no recuerdas que te lo dije.-dijo ella forzando una sonrisa coqueta y linda en el rostro que parecía más bien una mueca extraña.


-Deja de fingir Karin… no eres una buena madre. Además que no tienes ningún derecho a recriminarle nada a Naruto cuando fui yo quien le pidió que saliera conmigo y por supuesto no puedes recriminarme nada a mi tampoco porque tengo pruebas más que suficientes de todos los hombres con los cuales te has acostado durante los últimos años.-la encaró al tiempo que le lanzaba unas cuantas fotos a la cara. En todas ellas se podía observar a la mujer con distintos hombres en restaurantes y hoteles diferentes.- Así que dejanos en paz a ambos o les enseñaré eso a tus padres a ver que opinan ellos de tu fidelidad porque se muy bien lo religiosos que son ambos.-amenazó y ella se marchó indignada del lugar, apretando los dientes con frustración al ver que su plan no funcionó pues cuando el rubio mencionó al niño quedándose con él muchos de los espectadores parecieron testificar a su favor.


Una vez el pasillo quedó desierto, solo rubio y moreno seguían allí, mirándose a los ojos. El menor apartó la mirada hacia el suelo donde quedaban algunas fotografías esparcidas y suspiró cansado.


-Siento todo esto…-murmuró el mayor al tiempo en el cual se acercaba al contrario.


-Está bien… en algún momento tendría que enfrentarla ¿no?-dijo sonriéndole levemente al ojinegro. Este le abrazó por la cintura y apoyó su barbilla en el cuello ajeno donde aspiró el dulce aroma que este emanaba.


-Te ves realmente bien ¿sabías?-murmuró contra su oído y notó como el contrario se tensó. Con una sonrisa de lado se apartó y observó para su completo placer el sonrojo que cubría las mejillas ajenas.


-Idiota… tu no te ves mal tampoco…-susurró en voz queda mirando hacia el suelo. Después de tantos días y seguía poniéndose de todos los colores cuando el mayor le dedicaba un cumplido. Además que este ya parecía saber que sus orejas eran su punto más sensible y, por tanto, el más débil de su cuerpo. La sonrisa contraria se amplió y soltando una floja y profunda risita le tendió la mano para que la cogiera.


-¿Listo para irnos a nuestra cita?-preguntó y el de ojos zafiro solo asintió con una gran sonrisa en el rostro al tiempo en que agarraba la mano contraria con confianza.


Por si acaso revisó una última vez y una vez notó que tanto las llaves como la cartera y móvil las llevaba consigo comenzó a caminar junto al contrario en dirección al aparcamiento subterráneo. Una vez llegaron frente al auto del mayor el rubio empalideció.


-¿Este es tu coche?-preguntó impactado y preocupado.


-Si...¿pasa algo malo con él?-cuestionó confundido al ver la reacción contraria.


-No… es solo que… se ve muy caro… ¿seguro que está bien que me suba en él?-respondió preocupado y mirando nervioso ese vehículo.


No sabía mucho de coches pero si podía decir que ese no era muy barato que digamos. Como siempre que salían era al parque con el pequeño moreno pues iban andando. De allí comían en algún restaurante que quedase cerca y luego volvían caminando otra vez. Así que nunca había visto el coche del mayor, pero ahora realmente se preguntaba si el contrario tenía tanto dinero como para comprarse algo tan lujoso como aquello. Él solo sabía que este trabajaba en una empresa, pero nunca preguntó exactamente a cual se refería ni de qué trataban sus obligaciones en la misma.


-Tranquilo… para eso lo fabricaron para que alguien pudiera usarlo. Lo compré porque me gustó el diseño y sus características así que no me preocupé mucho por el precio.-respondió con tranquilidad y le instó a entrar. Sus palabras no convencieron del todo al ojiazul así que tardó más de diez minutos en lograr que este se sentara en el asiento del copiloto.


Una vez dentro condujo hacia un pequeño, pero acogedor restaurante que el moreno sabía le gustaría al menor. No se equivocó cuando este dejó escapar un suspiro contento de sus labios al ver el sencillo lugar. Realmente no le gustaban mucho los establecimientos pomposos donde despilfarraban mucho dinero en las apariencias. Él prefería un sitio donde poder relajarse, que la comida estuviese buena y donde la etiqueta no fuese muy estricta.


Una vez dentro del local el de ojos zafiro notó un piano en una esquina y al preguntarle al mayor se sorprendió al saber que había veces en que algunos de los trabajadores o incluso comensales lo tocaban para deleite de los demás.


-¿Te gusta el sitio?-preguntó una vez ya sentados.


-Si… es muy agradable y tranquilo.-respondió con una sonrisa de felicidad enorme.- ¿Cómo lo encontraste?-preguntó con curiosidad. Si el azabache realmente era rico como esa mujer había dado a suponer, no lo imaginaba en un lugar como aquel. Pero después de conocerle sabía que el mayor prefería una atmósfera como aquella al igual que él.


-Mi hermano me arrastró aquí hace un par de meses porque le gustaba uno de los camareros y no quería venir solo pareciendo un acosador.-respondió con una leve sonrisa en los labios.


-Pero eso no quita que si le acosara.-comentó divertido el contrario.- ¿Así que hizo que le acompañaras a acosar a alguien? ¿Le dio resultado su método?-cuestionó curioso.


-Pues… llevan saliendo medio año ya así que diría que si. Además que yo también te conocí en la cafetería donde trabajas… y justo fue con él como mi acompañante así que… pensó que podría hacer lo mismo, solo que él si le habló mientras trabajaba.


-Pero tu no… nunca me dirigiste la palabra en mi lugar de trabajo… al menos no hasta después de empezar a salir. La verdad es que me sorprendió saber que eras un cliente regular y que yo nunca lo había notado antes.-murmuró con un sonrojo apenado en el rostro, el cual giró para que él no lo viera.


El moreno sonrió divertido y agarró la mano del rubio que se encontraba sobre la mesa haciendo que este volteara a verle de nuevo.


-Creo que recibí la ayuda de un pequeño diablo que no se le ocurrió otra cosa que huir de casa en plena tormenta.-susurró divertido y con cariño mirando al contrario.


-Cierto...pero es un diablillo muy adorable.-comentó también divertido.


La conversación se vio interrumpida cuando el camarero se acercó a ellos con su comida. El moreno reconoció al contrario y casi sonrió por ello.


-Aquí está su comida.-dijo este educadamente.


-Gracias… ¿no habías cogido la noche libre Deidara?-preguntó el azabache sorprendiendo a ambos rubios.


-Sasuke… si bueno… Itachi al final tuvo trabajo extra así que decidí venir a hacer mi turno.-contestó con una leve mueca de disconformidad en el rostro.


-¿Os conocéis?-cuestionó tímidamente el rubio pelicorto.


-Este es el novio de mi estúpido hermano mayor.-fue la respuesta que obtuvo de su pareja. La atención del ojiazul mayor se posó sobre el acompañante de su cuñado y sonrió divertido y contento.


-Veo que por fin encontraste a alguien… Itachi no dejaba de molestar con que no hacías nada por hablar con el joven que te gustaba.-molestó un poco al ojinegro.


-Hmp. Pues dile que se meta en sus asuntos. Mi vida amorosa no le concierne.-fue lo que dijo con el ceño fruncido.


-Que cruel eres hermanito… y yo que me preocupo por ti y mi sobrino…. No quiero que os quedéis con esa bruja para siempre.-se oyó una tercera voz en aquella conversación y el rubio de cabello largo soltó una exclamación de sorpresa al sentir unos brazos rodearle la cintura por detrás.


-Itachi… ¿no tenías trabajo?-preguntó confundido el doncel.


-Así es… pero hice lo imposible por acabarlo cuanto antes y así poder ir a nuestra cita… ¿porqué estás trabajando tu?-su respuesta fue simple y le reprochó haciendo una especie de puchero el cual parecía una mueca extraña y para nada linda.


-Porque dijiste que no podrías llegar… pero siempre podemos cenar aquí dentro de un rato…-propuso y recibió un asentimiento de cabeza por parte del mayor el cual le besó castamente los labios antes de alejarse de su cuerpo.


-Muy bonito, pero yo estoy en una cena romántica y me gustaría que os retiraseis cuanto antes.-mencionó el azabache menor en claro tono molesto.


-No seas grosero Sasuke…-reprochó su rubia pareja mirándole mal.


-Hazle caso a tu novio. No es bueno ser tan antisocial sobretodo con la familia.-apoyó su insufrible hermano, o al menos a su parecer.


-Todo depende de la familia…-murmuró volteando el rostro a la ventana del establecimiento.


-Vale vale, ya no os molestamos más… A ver si tu lindo doncel rubio hace que cambies esa amarga actitud que tienes. Chao.-se despidió de ambos y arrastró a su novio hacia la sala de empleados para hablar con el dueño y que le dejase lo que resta de noche libre.


-Qué pesado es.-murmuró después de suspirar el ojinegro.


-Mmm… parece una buena persona.-comentó divertido el rubio en su lugar mirando por donde ambos se alejaban.


-Eso es porque no tienes que aguantarle todos los días. Llega a cansar bastante el tenerle de curioso siempre encima.-se quejó, pero sonrió levemente con algo de cariño. Le molestaba si, pero seguía siendo su hermano y por ello le quería igual.


-¿Porqué no comemos antes de que se enfríe?-instó el de ojos zafiro mirándole con una adorable sonrisa en los labios.


-De acuerdo.-accedió y ambos procedieron a probar sus alimentos. Al menor se le iluminaron los ojos nada más con el primer bocado. Definitivamente ese lugar le encantaba y procuraría ir más a menudo… o al menos el moreno le llevará cada vez que tenga la oportunidad de hacerlo.


La cena transcurrió amena y tranquilamente conversando de todo y nada. Fue poco antes de pagar la cuenta que alguien entró al local. Una pareja que el moreno reconoció de inmediato y soltó un par de palabras groseras por lo bajo.


-¿Pasa algo?-preguntó preocupado al ver el cambio de ánimo del contrario.


-No, nada. Vámonos ya si quieres.-dijo con algo de prisa en la voz. El doncel le miró y abrió la boca para decir algo cuando fue interrumpido por la voz de un hombre.


-Así que aquí estás…. Vuelve a casa con tu familia Sasuke.-fueron sus palabras y ambos fruncieron el ceño. Uno molesto y el otro confundido.


-Para tu información Satoru está en casa de un amigo y ella no tiene nada que ver con mi familia.-fue la respuesta más bien mordaz de este.


-Tenéis un hijo así que más te vale regresar a su lado ahora mismo.-ordenó con voz fuerte y clara.


-Perdone pero su hijo es lo suficientemente mayor como para elegir lo que quiere y no le puede obligar a nada… al menos no a estar con alguien a quien no quiere.-intervino el rubio enojado. El mayor le miró sorprendido a más no poder.


-Mira chico… no es nada en contra tuya, pero no eres adecuado para él.-fue lo que dijo molesto.


-Me importa poco su opinión. Es Sasuke quien debe decirme que desaparezca y mientras no lo haga entonces yo seguiré aquí junto a él.


-Hmp. Digas lo que digas mientras él siga trabajando para mi y dependiendo de nuestro negocio entonces hará lo que yo diga.


-Entonces está diciendo que los negocios son más importantes que la felicidad de su hijo… e incluso la de su propio nieto.-mencionó todavía más enojado si cabe.


-Así son las cosas en nuestra familia por lo que no tienes ningún derecho a meterte en nuestros asuntos.-sonrió con soberbia y se cruzó de brazos mirando al rubio casi con desprecio.


-Cierto…. Pero por la misma lógica no estoy relacionado con usted de ninguna forma y por lo tanto no tengo ninguna obligación a obedecer su mandados.-ante aquella respuesta un silencio profundo y frío se instaló entre los presentes. La mujer no había dicho nada y el azabache menor miraba a su novio entre sorprendido y encantado. Nunca había conocido a alguien capaz de discutir con su padre de aquella forma.


-Como dijo Naruto… ya no tienes poder sobre mi o mis decisiones y mucho menos dejaré que le arruines la vida a mi hijo. Él adora al rubio al igual que yo y por nada del mundo le dejaremos ir. Incluso si eso conlleva abandonar la empresa y arreglármelas por mi cuenta.-habló con tranquilidad el moreno menor mirando de forma retadora a su progenitor.


-Mientras lleves el apellido Uchiha harás lo que yo diga. No pienso dejar que estás con alguien que seguramente solo está interesado en tu prestigio.-dijo secamente.


-¿Eso no es lo que pasa con Karin? Me obligaste a estar con ella por los negocios que lograrías con esa unión.-rebatió el ojinegro menor.


-Espera… ¿dijo Uchiha? ¿Sasuke…. Hay algo que no me hayas dicho? ¡¿Como por ejemplo que eres multimillonario?!-gritó exaltado el rubio mirando con pánico y enojo a su pareja.


-Mierda…-dijo por lo bajo el moreno pues ciertamente no le había dicho nada al rubio sobre ese asunto.- Naru… no te enojes… si no te lo dije fue porque no quería que te fijaras en algo como mi posición económica y social… quería que me vieras solamente a mi como persona…-fue su respuesta mientras que acariciaba la mano ajena para intentar tranquilizarle.


-Entiendo eso pero….


-Pero nada. Hoy he tardado más de 10 minutos en convencerte que subieras a mi coche solo porque este era caro y no querías ni pisarlo por lo que fuera a pasar. ¿Crees que no se que te habrías negado a salir conmigo de saber mi apellido?-el de ojos zafiro se quedó mudo pues no podía rebatir aquel argumento. Ciertamente no le habría prestado atención a un hombre cuya posición económica es tan elevada comparada con la suya. Se habría sentido intranquilo e intimidado por alguien con tanto poder. Aunque sinceramente el moreno ya le ponía nervioso al menos por motivos diferentes.


Hizo un puchero como respuesta y se cruzó de brazos como niño regañado.


-Pero podrías haber dicho algo al respecto…-fue su murmullo algo triste.


-Quería que me conocieras primero a mi y a mi hijo… pensaba hablarte de mi trabajo y mi familia poco a poco… como ves no son de mente muy abierta.-respondió mirándole con cariño. El doncel le sonrió de igual forma pues le era imposible permanecer enojado con aquel hombre… sobretodo por que era sincero con su persona en todo lo que hacía y decía.


Ambos mayores se sorprendieron por la reacción del blondo y la de su propio hijo. Al parecer ninguno mentía y el menor no sabía nada concerniente al estatus social del azabache. La mujer, que hasta ese momento se había mantenido al margen evitó que su marido volviera a hablar al lanzarle una mirada amenazadora.


-Naruto-kun ¿cierto?-llamó la atención de este el cual dio un respingo y apartó la mirada de los profundos ojos oscuros de su pareja.


-¿Si?


-¿Cuál es tu apellido?-preguntó ella por lo que se ganó una mirada confundida.


-Uzumaki.-fue su respuesta y fue el momento en que ella le miró con una clara expresión de incredulidad.


-¿Estás seguro?


-Pues claro… llevo el apellido de mi madre y nunca me confundiría. ¿Por qué?-fue su turno de cuestionar a la mujer.


-¿El de tu madre? ¿Por qué no el de tu madre?


-Pues…


-Por que en nuestra familia a los donceles y doncellas se les pone el apellido de la madre mientras que a los varones el del padre.-respondió la voz de otro hombre. El menor se tensó y abrió los ojos de sobremanera al reconocer al emisor de aquellas palabras.


-Papá…-fue su susurro y todos los Uchiha se sorprendieron ante sus palabras.


-¿Eres hijo de Namikaze Minato?-ahora el que parecía incrédulo era el padre de familia de los Uchiha. El blondo menor no respondió simplemente volteó a mirar por la ventana sin querer cruzar mirada con su progenitor.


-Sasuke… ¿podemos irnos?-le preguntó en voz queda. En ese momento el doncel parecía tan frágil que sentía que si no le protegía se rompería en cualquier momento.


-Claro, se hizo tarde de todos modos.-fue su respuesta y se levantó ayudando a su pareja a hacerlo también. Los mayores no entendían esa actitud, pero por la mirada triste del rubio mayor prefirieron no decir nada.


-Hijo… me alegra saber que encontraste un buen varón.-fue el leve susurro del mayor. El menor se tensó por aquellas palabras, pero solo asintió sin verle y salió junto a su novio.


El moreno sabía de la situación familiar de su contraparte y por ello no dijo ni preguntó nada ni siquiera cuando llegaron a su transporte y se adentraron a él. Ambos mojados a causa de la lluvia que les había caído encima impasible a todo lo que ocurría entre las personas bajo suyo.


Una vez en el coche ambos estaban sentados en completo silencio excepto por el sonido de las gotas al caer contra el vehículo. El doncel comenzó a sollozar de forma silenciosa y con la voz entrecortada intentó decir algo, pero no logró pronunciar palabra. El azabache solo le abrazó hasta que logró que este se tranquilizara lo suficiente como para dejar de temblar. Lo separó un poco de su pecho y le acarició los cabellos dorados al tiempo en que le secaba las lágrimas con la otra mano. Le besó los labios castamente e intentando transmitirle toda la tranquilidad y amor que podía.


-Siento que este día fuese así…-se disculpó el menor. El contrario solo negó con la cabeza y le sonrió con dulzura.


-No… también fue mi culpa. ¿Quieres que vayamos a casa a ver una película solo nosotros dos?-propuso y su pareja solo asintió sonriendo levemente mirando al mayor con amor. Le besó de vuelta levemente y luego apoyó su cabeza en el pecho ajeno.


-No se que haría sin ti ahora mismo…-murmuró para si, pero a causa del silencioso alrededor este fue capaz de escucharle.


-Yo probablemente hubiera acabado estallando… por eso no quiero que guardes nada dentro. Si te preocupa algo, si estás estresado… cuéntame lo que sea ¿si?-le dijo con voz suave y conciliadora al tiempo en que acariciaba los rubios mechones contrarios.


-Vale… pero también te digo lo mismo a ti.-fue su respuesta algo divertido. Le miró desde abajo y solo recibió un beso como respuesta.


-Hmm…-medio dijo y luego se separó del contrario para proceder a encender el motor y marcharse de allí.


No hablaron más durante todo el trayecto de vuelta a casa, pero tampoco había necesidad. Sabían que podían confiar el uno al otro y que las palabras sobraban cuando los gestos transmitían todo lo que no eran capaces de decir en voz alta.


Al llegar al lugar se acomodaron en el sofá de la sala y vieron películas hasta quedar profundamente dormidos en los brazos del contrario. Compartiendo calor y con el pensamiento de seguir de aquella forma lo que restaba de sus vidas. Juntos lo más que pudieran.


 


//////S////////N/////////S//////////N//////////S////////N/////////S////////////N////////////S///////////N////////


 


Al día siguiente el pequeño niño de apenas cinco años se encontró a sus papás durmiendo en el sofá por segunda vez. Sin hacer nada de ruido caminó hasta la habitación de ambos y cogió una cámara del estante que su tío le había pedido poner ahí y la apagó. Volvió al salón e hizo lo mismo con otra que había encima de la mesa escondida por algunas flores decorativas. Guardó ambas cámaras en su mochila y procedió a despertar a sus padres ya que quería que el rubio le mimara pues el día anterior no tuvo oportunidad de verle.


Al ser despertados de repente ambos se miraron confundidos hasta que se percataron de la presencia del pequeño morenito que reclamaba atención. Ambos sonrieron y comenzaron con su día a día. Aquella rutina a la que los tres se acostumbraron durante los pasados días y que no pretendían cambiar en un futuro cercano.


 


//////S////////N/////////S//////////N//////////S////////N/////////S////////////N////////////S///////////N////////


 


Unos días después de aquello el azabache se encontraba en el mismo restaurante comiendo con su hermano mayor el cual le contó lo que se perdieron después de marcharse.


-Resulta que Minato-san era el nuevo socio de nuestros padres. Gracias a la fortuna que tiene con sus hoteles nuestro padre se interesó en hacer negocios con él y este aceptó. Eso fue hace un par de semanas la verdad y resulta que ese día que os lo encontrasteis aquí era porque iban a cenar los tres. Claro que después de saber que el hijo de tan exitoso empresario sale contigo decidieron dar una oportunidad a tu relación con él.-le explicó mientras comían.


-Como siempre solo se fijan en lo superficial.-comentó molesto el menor mientras suspiraba.


-Bueno al menos ahora os dejarán en paz. Además que hablaron con los padres de Karin y arreglaron que esta se marcharía de vuestras vidas. No solo la tuya y la de Satoru sino que tampoco se acercaría a Naruto de ninguna forma.-le animó.


-Algo bueno que hacen por fin.-murmuró para luego voltear la vista a la gente que caminaba por la calle.


-Y bueno… ¡no puedo creer que no llegarais a hacer nada!-exclamó entre divertido y decepcionado el mayor.


-¿A qué te refieres?-preguntó sin entender.


-Pues que estabais completamente a solas y no llegaste a meterle mano.-fue su respuesta.


-¿Y tú como sabes eso?-cuestionó molesto.


-Ya sabes que soy mago hermanito… yo me entero de todo.-contestó divertido.


-¡Itachi!-amenazó con tono de advertencia en su voz.


-Está bien, está bien… le pedí a mi adorable, pero diabólico, sobrino que colocara alguna que otra cámara en el piso del rubio.-confesó y aprovechó el estupor del contrario para salir del local como alma que lleva el diablo.


-¡ITACHI TE MATARÉ!-oyó el grito enojado de su hermanito cuando ya estaba junto a su coche.


-Pero hoy no será ese día…-dijo para si mientras encendía el motor y conducía lejos de allí. Necesitaría desaparecer un tiempo para esperar a que la molestia del menor desapareciera, pero siempre podía irse de vacaciones junto a su querido rubio. Si… podía secuestrarle e irse durante una temporada a algún sitio donde no fuesen encontrados.


Lo que no supo es que su querido hermano menor le contó lo que había hecho al mencionado rubio y este le castigó prohibiéndole tocarle durante un mes. Itachi aprendió a no meterse en la vida sexual de los demás… sobretodo si la persona en cuestión era alguien tan vengativo como el menor.


 


......FIN......

Notas finales:

Y así acaba... seguramente haré la tercera parte de su primera vez o algo por estilo, pero no lo tengo muy claro... si tenéis alguna idea me encantará saberla n.n

Esperaré vuestros review ansiosa y nos leemos en el próximo fic (=^w^=)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).