Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Proyecto Amatista por yoshi_cl16

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Y allí estaba Heero mirando al trenzado con mucho detalle, su rostro, su cuerpo, sus ojos y sobre todo su cabello que era tan característico del ex piloto 02 Duo Maxwell, hacia alrededor de siete años que no lo veía, es mas no supo nada mas del trenzado en todo ese tiempo, sabia a la perfección que el gran shinigami como el mismo se había apodado podía esconderse pero no imagino que lo haría tan bien, pues era como si se lo hubiese tragado la tierra, por mas que busco no lo encontró, en ese tiempo pensaba que lo había olvidado por no saber nada de el pero al verlo de nuevo esos sentimientos que supuestamente había olvidado volvía a retoñar, como si las raíces hubiesen quedado plantadas en su corazón y que con tan solo mirar al trenzado esas raíces volvieron  a la vida creando de nuevo ese gran árbol de sentimientos en su corazón, definitivamente, los sentimientos hacia el trenzado estaban arraigados en su alma y nadie lo arrancaría de allí.

Aunque muy a su pesar el trenzado no venia solo como el esperaba, allí al lado de el estaba una chica muy prendada de su mano la cual lo miraba de forma muy insistente dejando en claro que el trenzado le pertenecía y que no se lo dejaría a nadie, fuera quien fuera, por muy fuerte que fuera, ella no dejaría que el trenzado la abandonase y lo mas seguro era que el trenzado nunca la dejaría, que estaría al lado de ella hasta que la muerte los separara y aun así podía jurar que aun después de la muerte el trenzado nunca la dejaría, al meditarlo se dio cuenta de algo y es que si quería volver con el trenzado tenia que vencerla y por como la chica lo miraba todo estaba bien claro entre ambos, las palabras se podía ver en sus ojos “Sobre mi cadáver” la cosa era saber quien seria el cadáver, pero estas no eran las únicas palabras que pasaban por la cabeza del soldado perfecto, también habían otras, unas palabras mas duras y mas difíciles de aceptar que la mirada insistente de la chica.

“La luz y la oscuridad se admiran entre si, y una no puede existir sin la otra, ambas nacieron el mismo día y amabas morirán el mismo día, tu Heero eres la luz y tu pareja Duo es la oscuridad, ambos están destinado para estar juntos por siempre, pero, el día que dejes a la oscuridad ocurrirá dos cosas, una, la pequeña oscuridad que hay en ti tomara el control de todo tu ser y la pequeña luz que habita en tu pareja morirá y eso te lastimara, y segundo, la oscuridad encontrara otra luz que admirar y la amara mucho mas de lo que te ama a ti, tanto así que no tendrá ojos para nadie mas… la única forma que tu puedas obtener la admiración de la oscuridad para ti nuevamente tendrás que… “

 

-Tiene el carácter de Duo- Hablo el rubio al lado de Heero quien aún sostenía la batalla de miradas con la chica mientras meditaba las palabras dicha por aquella anciana.

-Dos como Maxwell no es buena señal- Hablo Wufei con cierto pesar- Ya ha pasado una hora desde que llego y aun así no han encontrado la maleta de Maxwell, esto es algo cansado

-Allí viene- Informo Trowa al ver como llegaba Duo y la chica- ¿Y bien?

-Le deje mi dirección y numero de teléfono para cuando encontraran mi maleta me avisaran, al menos la maleta de Diana no se perdió- Miro a la chica- Saluda preciosa- Le ordeno con dulzura.

-Hola, mi nombre es Diana Maxwell, es un placer conocerlos- Le hizo una reverencia a los cuatro ex pilotos.

-Aun me parece increíble que sea tu hija Maxwell, es muy bonita- Dijo con cierta burla el chino mientras veía como el trenzado hacia un gesto negativo por su comentario aunque luego solo sonrió.

-Bueno, se parece mucho a su madre, es una hermosa damita- Miro a su hija de cuatro años quien se sonrojaba por las palabras de su padre.

La pequeña Diana era una niña hermosa, sus largos cabellos marrones caían como una cascada ondulada sobre su espalda hasta llegar a su cintura, de tez blanca, nariz perfilada y de ojos violetas como su padre, Duo le había puesto un lindo vestido rojo con medias de encaje y zapatitos negros brillantes que combinaba con un bolsito negro en forma de murciélago.

-No creo que se parezca a su madre- Detallo el chino a lo que el trenzado rio algo nervioso cosa que noto el latino.

-¿Nos vamos?- Hablo el cirquero viendo como Duo se aliviaba de pronto.

-Papi- Jalo la mano de su padre hasta que este bajo a su nivel- Tengo ganas de hacer pis- Lo miro con suplica.

-Ok- Miro a los chicos- Misión encontrar un baño- Los ex pilotos se alarmaron un poco, menos Heero que no hacia mas que escuchar, todos comenzaron a buscar un baño para la pequeña pero el aeropuerto era muy grande como poderse ubicar hasta que por fin Heero encontró uno.

-Aquí- Señalo el lugar, todos los ex pilotos miraron los letreros de los baños quedando casi paralizado, de ambas puertas salían y entraban personas de su baño correspondiente.

-Yo no entrare al baño de mujeres- Hablo con horror el chino.

-No podemos dejar que Diana entre al baño de hombres, es muy antihigiénico para ella sin mencionar otras cosas- Miraba el rubio el baño de los hombres imaginando con horror a la pequeña Diana allí dentro.

-Alguien se debe sacrificar- Interrumpió el latino al ver como dos de sus compañeros había retrocedido y el no pensaba sacrificarse tampoco.

-No es mi hija- Heero miro al trenzado para ver que decisión tomaba porque era claro, ellos no podían entrar al baño de las damas y ella no podía entrar al baño de los hombres.

-Iré yo, después de todo no es la primera vez que lo hago- Los otros, vieron como el trenzado deshizo su trenza y se acomodaba un poco el cabello- Pásame tu brillo labial preciosa- La niña busco en su bolso en forma de murciélago el brillo y se lo paso a su padre, luego Duo se quitó el suéter y se le hizo un nudo a su camisa haciéndole notar su cintura bien definida, se pinto los labios y de esta forma Duo se transformó en mujer en frente de sus amigos quien lo miraban sorprendidos y mas aun al ver como Duo y la pequeña se parecían mas de lo pensado- ¿Que? ¿Lo quieren hacer ustedes?- Todos negaron- Vamos cariño- Tomo la mano de la niña y entraron al baño de damas, luego de unos minutos ambos salieron- Adiós señora, de nada- Sonrió de forma despreocupada- Listo nos podemos ir.

-Maxwell… ¿como le hiciste?- Lo miro sorprendido pues una señora salió despidiéndose del trenzado sin sospechar de que era hombre.

-Soy el piloto 02 Duo Maxwell- Sonrió con orgullo- Puedo entrar y salir en medio de mis enemigos y ellos no me verán.

-Por lo visto aun no olvidas el entrenamiento ¿no?- Hablo el cirquero al recordar aquellos días de guerra donde el mejor para infiltrarse en las bases de Oz había sido Duo.  

-Hay cosas que no se olvidan- Hablo con cierta tristeza pero luego mostro su mas grande sonrisa- ¿Nos vamos?- Todos lo miraron y luego se fueron al estacionamiento.

Buscaron el auto y todos se dirigieron a la base de Preventers donde tenía que reportarse Duo, el trenzado firmo algunos papeles, recibió información de lo que haría como nuevo empleado de la organización y su horario de trabajo, también le dieron la llave de lo que seria su nueva casa, era una urbanización cerca de la base de Preventers en la tierra que era solo para sus empleados, lo bueno de todo era que el colegio de su hija estaba de camino al trabajo y su hora de entrada no interfería con la hora de entrada de su hija, así que la podía llevar todas las mañanas y pasarla buscando al medio día en la hora del almuerzo o dejar que la pequeña fuera en el transporte del instituto tanto en la mañana como en la tarde donde seria dejada en la base de Preventers y allí tenían actividades especiales para los hijos de los trabajadores.

-Bueno Duo, supongo que debes estar cansado ¿no?- Lo miro el rubio- Aunque mas cansada estaba Diana- Vio como la niña dormía en los brazos de Duo.

-Ha sido un día largo, descansare lo que pueda antes de comenzar a trabajar el lunes.

-No llegues tarde Maxwell.

-¿Por quien me tomas?- El chino solo levanto sus hombros.

-Adiós Duo, descansa- Se despidió el cirquero- Vamos- Ordeno a todos.

-Adiós chicos- Sonrió el trenzado con tranquilidad luego fue a la habitación de Diana y la acostó en la cama con suavidad- Sera una larga estadía, ¿no lo crees?- La pequeña solo se acomodo mas en la cama para seguir durmiendo, Duo al verse atrapado entre los brazos de su hija solo se acomodo y se quedo dormido con ella.

-*-*-*-*-*-*-*-

-Trowa, ¿no notaste a Duo mas cambiado?- Preguntaba el rubio a su pareja mientras estaban en la cocina de su casa ya que ambos vivían juntos en una de las casa familiares del rubio, este preparaba una merienda para ambos.

-Sigue siendo Duo- Levanto la vista de su libro.

-Me refiero a que Duo en ningún momento le dirigió la palabra a Heero y el hizo lo mismo.

-Lo se, pero en pelea de dos los terceros estamos de sobra- Hablo con tranquilidad.

-Ha pasado tanto tiempo que pensé que ellos se había olvidado el pasado y se reconciliarían- Suspiro un poco de tristeza.

-Lo que le hizo Heero a Duo fue algo muy grave, supongo que Duo por muy enamorado que estaba de Heero no lo iba a perdonar, sabes muy bien lo orgulloso que es Duo, no lo perdonara así de fácil, si es que llega a perdonarlo.

-Lo sé, pero Heero está arrepentido- Trowa alzo una de sus cejas de forma incrédula.

-No lo parecía- Medito un poco.

-Lo sentí, sentí como Heero se emocionó cuando vio a Duo bajar del avión pero Duo… No sentí nada, era como si me hubiese bloqueado para que no sintiera nada de lo que él siente, es la primera vez que me pasa.  

-Aunque no lo queramos Duo cambio, sea para bien o para mal lo hizo, no podemos hacer nada- Se levanto y lo abrazo- Ya son adultos, podemos darles consejos pero no podemos hacer que cambien de opinión o de decisión, ¿entiendes? No podemos vivir su vida por ellos- El menor asintió un tanto triste.

-Entiendo- Sintió como Trowa levantaba su barbilla y le daba un beso en sus labios.

-Solo podemos seguir apoyándolos, nada mas que eso- Le sonrió mientras veía como el menor también le sonería de forma dulce, el mayor solo se separo de el un poco.

-¿Vendrás a cenar?- Pregunto el rubio.

-Claro, no me perdería de tus comidas.

-¿Aunque aun no sepa cocinar bien?- Pregunto un tanto avergonzado.

-Si, aunque aun no sepas cocinar bien- Rio con cierta gracia.

-No se si tomar eso como un cumplido o que.

-Solo vendré a cenar- Cambio la conversación para no tener que responder esa pregunta.

-Que malo eres- Hizo un puchero adorable- En ese caso trae comida china- El latino lo miro- Por si acaso no logramos comer como la vez pasada- Hablo de forma avergonzada.

-Ok, esta bien- Se acerco al rubio y beso sus labios el cual el menor correspondió- Nos vemos para la cena, Katherine debe estar esperándome.

-Este bien, dale mis saludos.

-Lo hare- Vio como su pareja salía del comedor para posteriormente escuchar como salía de la casa rumbo al circo.

-Me pregunto cuando cambiaran las cosas entre ella y yo- Hablo con pesar dejándose caer sobre la mesa por unos segundos.

-Solo dale tiempo- El árabe se sobre exalto al escuchar la voz de su hermana, pues no se esperaba que estuviese allí escuchándolo.

 -Irea- La miro sorprendido pero luego solo suspiro un poco- Solo tiempo, ¿he?- La chica solo asintió y se sentó a la mesa con el para hablar de cosas triviales como siempre lo hacían.

*-*-*-*-*-*-*-*-

-Wufei, en serio crees que esos dos… ¿no se la llevaran bien?- Pregunto con cautela una rubia cenizo con su cabellos peinado en dos coletas baja y sus labios pintados de rojo característico en ella desde que había conocido a Wufei en batalla.

-Es en serio mujer, al parecer las cosas entre ellos dos no van a mejorar- Hablo de forma seria mientras ambos estaban en la sala de su casa.

-Vaya, y yo que tenia la esperanza de que ellos se reconciliaran o algo- Dejo escapar un suspiro cansado- Duo, se merece una vida mejor, ¿no lo crees?- Mira a su esposo.

-Si, hasta ahora creo que es único de nosotros que no ha podido vivir feliz o algo parecido.

-¿Que me dices de Heero?

-¿Yuy? El sigue como siempre, hoy me di cuenta de que no es humano.

-¿A que te refieres?- Pregunta con curiosidad.

-No le dirigió la palabra a Maxwell en todo el trayecto, a demás, hubiese visto como miraba a la mini Maxwell- Se refirió a la hija de Duo.

-Bueno, supongo que no le daba gracia saber que Duo no lo espero y que hizo su vida fuera de el y de paso tuvo una hija- Noto como el chino medito un poco- Aunque…- Noto como captaba la atención del oriental- ¿Quien es la madre de la pequeña?- Pregunto con curiosidad.

-Si te soy sincero, no tengo ni la más mínima idea, a pesar de haber buscado en todos los archivos de Maxwell no encuentro nada relacionado con la niña, es como si de repente ella hubiese aparecido y quedado con Maxwell.

-¿Como no puede haber un registro de la niña?

-No lo se, después de todo hablamos de Maxwell, sabes cual es su lema “Puedo correr y esconderme pero nunca miento” así que la única opción es preguntarle directamente.

-¿Tu crees que te contestara?

-No, no creo que lo haga, después de todo escondió toda la información acerca de la niña, por lo tanto no quiere que nadie sepa de ella, ¿no lo crees?- Miro a su esposa buscando alguna aprobación.

-Lo creo- La chica dejo escapar otro suspiro- Ustedes los pilotos Gundam tienen un carácter de los mil demonios y eso encierra todos los ámbitos de su persona.

-Me ofendes Poo- La miro con una ceja levantada.

-¿Y eso me hace una mentirosa?- Hablo de forma coqueta.

-No- Sonrió con picardía, Sally trato de acercarse a su esposo para darle un beso cuando de pronto escuchan en las escaleras unos pequeños pasos apresurados.

-Mami ya termine mi tarea, ya puedo comer pastel, lo prometiste- Llego hasta sus padres mostrando un puchero y ojos de borrego.

-Claro que si campeón- Sonrió la fémina.  

-Ryu- Llamo Wufei al niño de 5 años miro y este con cierto miedo miro a su padre- Ten mas disciplina, no puedes andar gritando por todas partes de esa forma.

-Lo… lo siento papá- Bajo su rostro al verse regañado.

-Ve a comer pastel- Hablo con tranquilidad su padre, colocando su mano sobre los cabellos negros de su hijo y este lo miro con sus ojos azules como los de su madre.

-Sip- Salió corriendo hacia la cocina muy emocionado.

Wufei solo miraba como su retoño salía corriendo hacia la cocina, de verdad que ese pequeño era su orgullo, algunas veces era muy estricto con el pero es que no sabia como no serlo, el nunca tuvo una infancia donde sus padres le enseñaran a ser un niño, como todos los demás pilotos nació en la guerra, se caso por primera vez a los 13 como las reglas de su clan lo exigían y a los 14 había enviudado y todo su clan asesinado siendo él el único sobreviviente convertido en todo piloto Gundam, en verdad se estaba esforzando mucho para tener una buena familia y ser un padre ejemplar para su pequeño dragón.

-*-*-*-*-*-*-*-

-Duo- Se escuchó la voz solitaria de Heero en la habitación donde vivía, era un apartamento grande, para dos personas, el mismo apartamento que una vez compartió con Duo cuando eran pareja, miraba con detalle la foto que tenia en su mano, podía ver a un Duo con sus ojos brillantes y su sonrisa mas pura, pero al recordar al Duo que había visto ese día se dio cuenta de la realidad- Te he perdido- Hablo para si- Aunque no será por mucho tiempo- Hablo con determinación mientras colocaba la foto en su mesa al lado de su computadora comenzando a teclear como el sabia hacerlo para buscar de información acerca de la única persona que había amado en toda su vida y que por un error suyo lo había abandonado.

En verdad estaba arrepentido de todo lo que había hecho, no se había dado cuenta de lo valioso que era el trenzado para el, muy bien podía culpar lo joven que era en ese tiempo o lo inmaduro que era, pero nada de eso era una buena excusa, porque la verdad que el había hecho todo aquello sabiendo las consecuencia, lo que no sabia era que le causaría mucho dolor aunque nunca lo había demostrado, siempre llevando su fachada de “Soldado Perfecto” titulo que ahora le molestaba.

Por ahora solo podía esperar e intentar recuperar a su Shinigami, lo que era la ironía de la vida pues siempre le pareció algo tonto ese titulo que se había inventado Duo pero ahora le daba todo el crédito que se merecía pues sin lugar a duda Duo era su Shinigami, pues desde que el trenzado se fue le había arrebatado el alma dejando solo un cuerpo vacio y sin vida.

-*-*-*-*-*-*-*-*-

-¿Alo?- Pregunto el trenzado al contestar una llamada a su celular.

-¿Cómo estas amor?- Se escucho una voz melosa del otro lado del teléfono.

-Hola Marcos, disculpa que no te haya llamado,  llegamos cansados y nos quedamos dormidos- Hablo de forma soñolienta.

-Tranquilo, perdona que te haya despertado.

-No, esta bien, tenia que levantarme de todos modos, ya es hora de cenar- Observo a su pequeña que despertaba también.

-Papi- Hablo mientras abría un poco sus ojos cansados- Tengo hambre.

-Ya vamos a comer- Le sonrió mientras colocaba su mano sobre los cabellos castaños de su hija.

-¿Despertó Di-chan?- Hablo Marcos desde el otro lado del teléfono.

-Si, ¿quieres hablar con ella?

-Claro- Hablo el otro casi ilusionado.

- Marcos quiere hablar contigo.

-Wow, ¿en serio? Dame- Duo le da el celular y la pequeña comienza su conversación- Hola papá Marcos, ¿como estas?

-Bien princesa, ¿como se porta tu mami Duo?- Habla en tono de broma.

-Mi mami Duo está bien- Mira a su padre.

-Oigan, ya les he dicho que no soy mami Duo, soy papá Duo y tu Marcos no le digas cosas raras a mi hija- Lo regaño un poco mientras que se escuchaba como Marcos seguido de Diana solo reían- Iré a hacer la cena- Informo a ambos pero antes de irse logro escuchar a Marcos.

-Tu mami Duo sí que es adorable, ¿no lo crees?

-Sip- Afirmo la pequeña, luego Duo los dejo solos para ir a hacer la cena de ambos.

-Entonces acaban de llegar- Confirmaba lo que decía la pequeña- Y dime, ¿ya conociste a tus demás tíos?- Pregunto con interés.

-Si, el tío Q-chan, tío Trowa y tío Wu- Recito de memoria mientras contaba con sus deditos.

-¿Y no conociste a Heero?

-Si, pero el es un señor amargado que me quiere quitar a mi papi- Arrugo su cara como si la estuviese viendo.

-¿Por que lo dices?

-Porque no dejaba de ver a mi papi, aunque no hablaba nada, solo miraba a mi papi- Hablo de forma celosa.

-Y no te gusta que miren a tu papi, ¿verdad?- Sonrió con gracia.

-No, no me gusta, papi es mío- Hablaba con propiedad.

-¿Y no lo compartes conmigo?- Pregunto con cierta suplica.

-Solo un poquito… mmm… una uñita nada más.

-Que egoísta eres- Dijo con gracia mientras escuchaba como la pequeña reía con tranquilidad- Bueno será mejor que te deje por ahora, tu mami Duo ya debe de tener la cena lista, que tengas un buen provecho llamare mañana, me despides de tu papi.

-Ok, adiós papá Marcos, hasta mañana- Después de eso se escucho el tono del teléfono indicando que la llamada había terminado.

- Entonces Heero si siente algo por Mi Duo- Colgó el teléfono y sonriendo con satisfacción- Será interesante ver la cara del soldado perfecto cuando le haya quitado a Duo en frente de sus narices- Sonrió con malicia.

*-*-*-*-*-*-*-

-¿Y dime? ¿De que hablaste con Marcos?- Pregunto Duo a su pequeña quien comía una de las tantas panquecas de chocolate que había hecho.

-Pues me pregunto si ya había conocido a los tíos.

-¿Que le respondiste?

-Que si, que había conocido al tío Q-chan, tío Trowa y tío Wu- Nombro mientras contaba con sus dedos- También me pregunto si había conocido al señor Heero y le dije que si, que era un amargado que no dejaba de observarte.

-No creo que me observara- Hablo con tranquilidad- Aunque sigue siendo un amargado.

-Si lo hacia, te miraba así- Trato de imitar la mirada de Heero pero casi no le salía- No me gusto como te miraba- Duo solo sonrió, de verdad que los niños y sobre todo su hija le hacia mucha gracia algunas cosas que decía y hacia.

-De todos modos no le prestes atención, esa es su cara de pocos amigos- Le resto importancia.

Duo ya no veía a Heero como antes, antes el lo veía con ojos de chico enamorado y soñador, era extraño, un chico sin familia que solo vivió en la guerra, que solo conocía la muerte y se autoproclamaba “Shinigami” que mataba a todos sin piedad que aun no lograba definir si lo hacia por diversión o por misión, que no había conocido el afecto humano, se hubiese enamorado de un tipo peor que el, de un soldado perfecto y de paso verlo como un príncipe en medio de toda esa calamidad, la psicología no mentía acerca de la mente humana, que la mente humana era perpleja ante las situaciones que se encontraba.

Ciertamente el estuvo muy enamorado de Heero, tanto así que se decidió a vivir con el a pesar de las amenazas en contra de su vida que este le había hecho y de las circunstancias pues peleo con Reelena por ganarse a Heero, tuvo que aceptar la forma fría de ser del soldado perfecto y no tan solo aceptarlo sino comprenderlo, hacia cosas que nunca imagino hacer por complacerlo, las cosas que tuvo que aprender y las que tuvo que dejar tan solo por mantenerse a su lado, hasta cierto punto sacrifico su forma de ser, de alguien hablador a uno mas callado, no totalmente callado pero si un poco, eso era lo que mas había sacrificado, lo había hecho todo por Heero pero este se mantenía igual, siempre frio, siempre desconfiado, calculador y sin expresión.

Heero nunca le había dado las gracias por esperarlo cuando llegaba de madrugada de las misiones, por tenerle limpia la ropa, ni por la comida, por haber aprendido a cocinar quemándose en el intento, nunca le dijo un “tevés bien”, “me gusta tu perfume”, “gracias por cuidar de mis heridas” Duo sacaba la cuenta de todo y él solo daba sin recibir nada a cambio, solo sexo, sexo que podía tener con cualquiera pero no, el solo quería tener sexo y pertenecer al soldado perfecto, solo lo amaba a el y lo amaba con locura pues a pesar de cómo era Heero él no le importó soportarlo, incluso soportaba todas las veces que Reelena lo llamaba para que fuera su guarda espalda personal durante sus viajes que no eran nada cortos, viajes que se extendían por semanas, aun así Duo lo esperaba pacientemente en el departamento totalmente solo.

En verdad Duo había soportado muchas cosas, soportar que Heero se fuera con su rival en el amor, incluso verlos y escuchar comentarios que decían la personas acerca de Reelena y Heero “Que linda pareja hacen” “¿Cuando se casan?” “esto es a lo que se llama un verdadero amor” todos esos comentarios le dolían pero nunca le reclamo para no molestar a Heero, porque a pesar de todo el era un hombre y los hombres no deben de molestarse por cosas como esas como si fuera una chica, pero en verdad todo eso le dolía.

Al cabo de tres años viviendo juntos Duo se sentía acompañadamente solo, tenía a Heero a su lado, o al menos su cuerpo pero los sentimientos de Heero no estaban con el y lo supo en día que se fue de misión con el donde el mismo Heero le dijo que la misión valía mas que su vida, y a partir de allí las ilusiones del trenzado se fueron cayendo y lo último que hizo Heero termino por destrozar su corazón, por eso en su última misión con Heero nunca llego al punto de reunión donde se suponían que ambos regresaban a “casa”.

-Aun así no me gusta para nada- Siguió la pequeña mientras arrugaba su nariz de forma infantil- No quiero que te mire ni este cerca de ti papi, tu eres mío- Dijo con recelo.

-Tranquila princesa, siempre estaré a tu lado, ven dame un abrazo- Exigió de forma tierna, vio como su hija de inmediato se bajo de su silla y fue directo a los brazos protectores de su padre.

-Te amo papi- Le dio un beso en su mejilla.

-Yo te amo mas princesa- Beso su frente con ternura- Eres la cosa que mas ama papá en este mundo, así que nunca lo olvides, ¿vale?

-Vale- Sonrió la pequeña mientras que Duo se veía reflejado en los ojos violetas de su hija.

-Ahora termina de cenar.

-Quiero ver una película.

-Ok, pero luego a la cama y a dormir.

-¡¡¡Si!!!- Grito emocionada para terminar de cenar.

-*-*-*-*-*-*-*-*-

Por otro lado estaba Heero como siempre cenando solo, desde que Duo se había ido, llegaba a su apartamento y allí preparaba algo ligero y cenaba en la penumbra de la cocina, aun podía recordar como Duo se paseaba por todo ese lugar buscando en cada gaveta las cosas que prepararía para ambos y aunque por un buen tiempo quemaba todo a su paso el trenzado había aprendido a cocinar, aun recordaba el día que había llegado muy ilusionado por haberse inscrito en un curso de cocina para principiantes, después de la primera clase de cocina lo oyó quejarse un buen rato pues el era el único mayor de edad que estaba haciendo el curso, lo demás eran adolescentes y para colocarle la cereza al final del pastel, el era el peor de todos los estudiantes, pero con mucho esfuerzo aprendió a cocinar y no era por nada pero había aprendido muy bien pues sus comidas eran muy deliciosas y creativas al igual que el.

El soldado perfecto solo suspiro, recordar al trenzado con que había vivido y con el que se había encontrado ese día en el aeropuerto eran dos personas distintas.

El Duo que vio ese día era muy  apuesto, mas maduro, y hasta podría decir que elegante, pero algo frio, muy frio con el y con el que había vivido era un chico ilusionista, alegre y detallista.

-Lamento haberte dejado Duo- Susurro para si dentro de aquel lugar frio y solo.

-*-*-*-*-*-*-

La mañana del lunes llegaba para todos por igual, cada uno se levantaba desde la comodidad de su casa, unos de forma tranquila y otros no tanto.

-Ryu, se nos hará tarde así que apresúrate- Hablaba un enojado Wufei desde la puerta de la casa listo para irse.

-Ya voy papá- Grito desde la cocina.

-Toma, te lo comes todo- Sally le entregaba su obento- Lleva el de tu padre- Le dio otro mas grande.

-Si mami, adiós- Le da un beso en la mejilla y sale corriendo hacia su padre para ir a la primaria ya que solo contaba con 5 años próximo a los 6.

-Adiós Poo- Se despide de su esposa.

-Adiós- Despide de sus dos amores y luego continúa con los oficios del hogar.

*-*-*-*-*-

-Quatre se nos hará tarde- Miraba con paciencia como el rubio se quitaba el delantal- No deberías cocinar, recuerda que tenemos comedor.

-Lo se, pero es que me da hambre a media mañana- Sonríe algo apenado- Últimamente me ha dado mucha hambre como si…

-Como si comieras por dos, ¿no?- Coloca su mano en el vientre del menor.

-Tro… ¡¡¡Trowa!!!- Se ruborizo al máximo, en eso solo escucha como el cirquero comienza a reír.

-Como sino fuera posible- Lo miro a los ojos.

-¿En verdad quieres que tengamos un hijo?- Pregunto algo ruborizado y apenado.

-No- El menor lo miro sorprendido, cosa que aprovecho el mayor para tomarlo del mentón y levantarle el rostro- No quisiera uno sino una docena contigo.

-Sabes que yo estaría encantado- Rodeo el cuello del otro dándole un beso apasionado en los labios, en esos momentos no les importaba llegar un poco tarde.

-*-*-*-*-*-

-Listo princesa, ahora si estas lista para tu primer día de escuela- Le recordó Duo al terminar de hacerle dos coletas las cuales colgaban de ambos lados de su cabeza.

-Sip- Se miró al espejo, luego tomo su bolso y su obento.

Ambos salían de la casa que Preventers les había dado para que vivieran, la casa era grande y mas porque ellos solo eran dos personas, tenia una jardinera con rosas y un patio en la parte de atrás donde había una pequeña casa para que jugaran los niños con un par de columpios, dentro de la cas había tres habitaciones, una sala amplia, cocina- comedor y una biblioteca, era una hermosa casa en una urbanización privada solo para los Preventivos.

La casa de Duo estaba en la segunda manzana, en la puerta principal de la urbanización pasaba el transporte para los Preventivos y el transporte para los hijos de los mismos, así que la mayoría de los trabajadores llegaban a la parada con sus hijos de la mano y esperaban a que pasara el transporte de ellos ya que pasaba primero.

Heero a diferencia de los demás prefería ir a la oficina en su propio auto, así que esa mañana se dispuso a hacerlo, cuando estaba por salir de la urbanización noto por el retrovisor de su auto que Duo estaba llegando a la parada de los transporte con la pequeña, la cual llevaba un lindo uniforme de falda azul, blusa blanca con cuello tipo marinero también azul y un hermoso lazo rosado que colgaba de su cuello el cual hacia juego con las cintas de ambas coletas que caían como rulos castaño a ambos lados de su cabeza, en verdad que la pequeña tenia su encanto, era una niña muy linda idéntica a su padre, solo estaciono el auto a un lado de la entrada tan solo para observar lo que hacía Duo y la pequeña, luego noto como Duo se encontraba con Wufei.

-Hola Wu-chan- Saludo de forma enérgica mirando al oriental el cual lo acecinaba con la mirada.

-Es Wufei, no me llames de forma tan infantil, Maxwell- Le dijo algo irritado.

-Vamos, siempre te he llamado así.

-Y siempre te lo he corregido, un día de estos te cortare el cuello.

-Nada de violencia en frente de los niños- Señalo a ambos menores que miraban a sus padres sin decir nada pero hasta cierto punto se estaban asustando- ¿Y ese es el pequeño Ryu?- Se acerca al chico, el cual también cargaba el uniforme un pequeño pantalón hasta las rodillas color azul marino, camisa blanca con tirantes negros y una corbata también azul, su cabello negro hasta los hombros amarrado por una coleta como la de su padre pero dejando un flequillo sobre sus ojos azules como lo de su madre.

-Si, es mi orgullo- Hablo de forma orgullosa de su hijo lo cual el menor se sintió muy alagado.

-Hola, mi nombre es Chang Ryu, es un placer conocerlo señor Maxwell- Le hizo una reverencia.

-Solo dime, tío Duo- Sonrió con confianza- Te presento a mi hija- Tomo a la pequeña por los hombros colocándola frente al menor- Saluda preciosa.

-Hola, me llamo Diana Maxwell, pero me gusta mas que me digan Di- Le sonrió al menor.

-Es un placer… etto… D… Di-chan- Dijo algo apenado, cosa que no pasó desapercibido por Duo y Wufei los cuales ambos solo se miraron, Duo solo sonrió y Wufei negaba con su cabeza.

-Bueno, nos vemos más tarde Wufei, como es el primer día de clases de Di iré a llevarla a su escuela, mañana si ira en el transporte.

-Eres un padre sobre protector Maxwell- Dijo con algo de burla.

-Mira quien habla, escuche que no dejabas al pequeño dragón en brazos de nadie por miedo a que lo lastimaran- Sonrió victorioso viendo como Wufei se sonrojaba por la vergüenza.

-Un día de estos te matare- Mascullo entre dientes.

-Como digas- Rio con gracia- Vamos Di, te llevare a la escuela.

-Te acompaño, con lo distraído que eres seguro terminas perdido con la pequeña Shinigami- Comenzó a caminar adelante.

-Eso quisieras, mi sentido de la orientación ha mejorado mas de lo que te imaginas- Sonrió con orgullo siguiendo al oriental.

Todo esta escena fue captada por el de los ojos azules cobalto que no solo había visto todo sino que sabia todo lo que los ex pilotos habían hablado ya que el no había olvidado leer los labios, aun se mantenía en entrenamiento mas que todo por gusto en esos tiempos de paz. Noto como el grupo paro un taxi y luego se montaron, aun tenia tiempo para llegar a la oficina así que siguió el taxi hasta llegar a la escuela.

Era un lugar grande y agradable a la vista, con jardines muy bien cuidado, la entrada decorada con animales y letras de colores, también tenían algunos columpios y caja de arena para los niños, los maestros tenían su uniforme con sus delantales rosa o azul puesto recibiendo a cada niño con una sonrisa, el taxi paro y salieron los adultos con sus respectivos hijos, Heero paro el auto un tanto lejos para no dar sospecha.

-Wow, que lindo lugar, ¿no te parece lindo Di-chan?

-Si, es muy grande papi- Admiraba el lugar, Wufei podía notar que tanto padre como hija tenían las mismas expresiones en sus rostros y eso le daba algo de miedo saber que Duo se había multiplicado.

-Es un lugar muy agradable- Hablo Ryu al lado de la niña- Tenemos mascotas la cual cada uno cuida el fin de semana, a mi me toca cuidarla desde el viernes hasta el lunes- Dijo con orgullo.

-Wow, eso es genial Ryu-kun- Hablo de forma sorprendida, en eso la campana de la escuela suena indicando que pronto comenzarían las clases.

Ambos adultos entraron al instituto, la mayoría de los niños que estudiaban allí eran hijos de Preventivos, Duo y Wufei fueron al despacho del director y al hablar con el anciano le dieron el horario de Diana y el aula donde estudiaría.

-Estudiara con Ryu- Hablo el chino con tranquilidad pues el mismo había solicitado que metieran a la niña con su hijo, luego llevaron a la niña al salón de clases donde fue presentada con sus nuevos compañeros de estudio.

-Te vendré a buscar mas tarde- Le dio un beso en la frente a la pequeña- Pórtate bien, te quiero.

-También te quiero papi, adiós- La pequeña entro al salón como si toda la vida hubiese estudiado allí muy al estilo Duo Maxwell, saludaba y sonreía a todos por igual. 

Después de esto Duo y Wufei se fueron a las instalaciones de Preventers seguido por el auto de Heero que en ningún momento dejo de seguirlos, al llegar a la puerta de las instalaciones los tres cruzaron la puerta, Duo y Heero supieron que a partir de allí comenzarían sus karmas, al llegar a Duo lo llamaron aparte para darle la bienvenida y todas la información de su nuevo trabajo, que consistía en el área de la mecánica y reparaciones mientras que Heero se encargaría de la parte de los sistemas de las maquinas en la misma área ya que el era el supervisor general de ese lugar.

-Señor Maxwell, aquí es donde trabajara de ahora en adelante- Le habla una chica de recursos humanos- Aquí están los reportes de las maquinas que necesitan reparación, el señor Yuy también tiene los mismos reportes, aquí tiene el comunicador para que este en contacto con el señor Yuy, cualquier cosa solo llame a la extensión- Le sonrió.

-Gracias cariño- Le giño el ojo viendo como la chica se sonrojaba- No dudare en llamarte- Le sonrió entrando al área restringida solo el personal autorizado podía entrar, allí le toco reportarse con Heero - Duo Maxwell reportándose- Hablo de forma seria, como si le hablase a un desconocido.

-Duo- Miro al menor, podía ver como Duo lo observaba como un completo desconocido, ningún brillo había en sus ojos para el, ni una sonrisa picara, ni siquiera una pizca de lo que era el Duo Maxwell que conoció- Ven, a partir de hoy trabajaremos con estos mobile suit que llegaron, los reportes indican que tienen daño en la parte mecánica, hasta que esas partes no sean reparadas no podre empezar con el sistema- Le indicaba mientras caminaba por un gran hangar donde se llevaban varias reparaciones- Por ahora solo trabajaremos con unidades Leo- Luego volteo a ver al chico- ¿Alguna pregunta?

-Ninguno señor- Dijo de forma mecánica cosa que a Heero le dolió, nunca en la vida se imaginó que Duo lo llamase de esa forma tan fría, en verdad que el daño que le había hecho era casi irreparable.

-Ok, mantén tú comunicador encendido en el canal 2, cualquier avance avísame directamente.

-Entendido.

-Aquí es donde empezaras- Se detuvieron frente a una gran maquina, una unidad Leo la cual se veía intacta pero debía de revisarla para poder hacerla andar, mientas miraba la gran maquina escucho una voz a su espalda y esa voz también la escucho Duo.

-Hola amore de la mío a vita- Heero solo lo miro de forma fría al trabajador que saludaba con mucho afecto a su trenzado- Buen día señor Heero- Saludo a él también con una sonrisa victoriosa. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado este primer cap. seguire subiendo lo mas pronto posible hasta acabarlo

 

Nos estamos leyendo, ja ye nwn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).