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Nuestra forma de ser por Deka2min

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Notas del fanfic:

Aclaraciones:

  1. Los drabbles tendrán un mínimo de 500 y un máximo de 1000 palabras.
  2. Cada drabble fue creado a partir de una palabra dada por un lector (un trabajo en conjunto)
  3. Al término de cada drabble, saldrá el número de palabras y el nombre de quien haya dado la palabra.
  4. Habrá Drabbles TaeMinHo.
  5. Si quieres sumarte y darme una palabra, ve a la última actualización de mi Fic “Bajo la luz de la luna” en las notas finales. Solo puedes comentar una vez y escoger una letra que no haya sido ocupada. (Solo Wattpad)
  6. Los drabbles no están hechos con el fin de ofender a nadie ni menos a SHINee; solo como un medio de disfrute y/o entretención.
  7. CADA HISTORIA ES ORIGINAL.

 

Notas del capitulo:

~ ¡Espero les gusten! ~ :D

La puerta de la habitación se abrió y TaeMin no pudo evitar hacerse el dormido siendo que hace algunos minutos atrás se había despertado por una pesadilla, una que hace mucho no tenía; desesperándose al no sentir el cuerpo de su esposo apretándolo contra su pecho.

Los pasos fueron suaves mientras se desplazaban por el suelo alfombrado, probablemente temiendo que se despertara. El castaño no pudo reprimir una sonrisa divertida.

La cama se hundió ante el peso y los fuertes brazos no demoraron en tomarlo con cuidado y atraerlo hacia su cálido cuerpo.

TaeMin se estremeció cuando los largos dedos acariciaron su mejilla, para luego ir haciendo un camino por su cuerpo; descendiendo por su cuello, clavícula, hombro, llegando a su cintura donde la mano delineo la casi inexistente curva para luego posar toda la palma en su abdomen. Donde masajeo suave, acaricio haciendo círculos hasta que se detuvo luego de algunos segundos, al parecer satisfecho por el mimo dado.

El castaño amaba cuando lo tocaba de esa manera, como si fuera una frágil flor, como si aún, a pesar de los años, tuviera miedo de poder lastimarlo ante el mínimo roce, pero el menor sabía que nunca le haría daño. Su esposo preferiría lastimarse el antes que a TaeMin.

«Él no es como tu padre...»

— ¿Qué haces despierto? —un susurro que sonó más a preocupación que regaño, le distrajo de sus recuerdos.

De forma lenta y cuidadosa, TaeMin se giró entre sus brazos, quedando frente al hombre que tan feliz lo hacía y tanto amaba.

—Te levantaste, no pude evitar despertarme.

Debido a la oscuridad, el castaño apenas pudo ver como el entrecejo de su marido se fruncía. Sabía que no le había creído, y él lo aceptaba. Porque MinHo siempre había sido demasiado intuitivo cuando se trataba de él. Por eso no era necesario que le dijera que se había despertado por una pesadilla donde su padre, nuevamente, era el protagonista. Después de todo, y a pesar de los años, el recuerdo de ese hombre siempre lo despertaba a media noche, y el mayor lo sabía.

—Debes dormir, amor —susurro MinHo, juntando sus frentes, rozando su nariz con la contraria en una suave caricia que relajo a ambos.

Algo que siempre hacia para distraerlo.

—Solo si me abrazas, muy fuerte.

MinHo rio suave, cerrando sus parpados.

—Es lo que más deseo, pero sabes que no puedo en esta posición —su mano bajo, acariciando el gran bulto que les impedía juntar sus cuerpos— No quiero hacerles daño.

Y el corazón de TaeMin se oprimió de tanto amor por esas palabras, mientras un agradable calor se alojaba en su pecho.

Aun no podía creer que, a pesar de todas las cosas malas que tuvo que vivir durante diecinueve años, al fin podía decir que había encontrado la felicidad, y todo gracias a MinHo que entro a su vida cuando solo eran estudiantes universitarios.

Y ahora, a sus veintiséis, podía decir que no se arrepentía de nada.

—Sabes que no lo harás, ambos lo sabemos.

Junto sus labios en un suave toque, terminado el beso cuando un golpecito les hizo separarse.

—Se despertó.

TaeMin sonrió cuando MinHo acaricio su vientre con delicadeza, amando como le hablaba a su hijo mientras este daba más pataditas. Solo faltaban dos meses para tenerlo entre sus brazos, y no podían estar más ansiosos.

—Los amo mucho. Ahora tienen que descansar.

—Nosotros igual te amamos, Ming~

Suaves caricias y un último beso en la tranquilidad de la noche, y ambos lograron dormirse, abrazados y acunando a ese pequeñito ser que iban a atesorar con sus vidas.

 

 

 

Drabble: 600 palabras

Palabra por: Paulapoly

 

Notas finales:

MoonDrust (wattpad)


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