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Talk with the heart (Boku no Hero Academia) por BlackHime13

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Notas del fanfic:

La idea la tuve antes de escribir mi anterior fic de esta pareja, pero no sabía cómo desarrollarla u.u

Los personajes no me pertenecen a mi sino a Horikoshi-sensei (=^w^=)

Notas del capitulo:

Quiero aclarar que Katsuki aquí ha madurado y no es tan orgulloso como en el anime después de todo ya está en tercero en la UA.

Las canciones las ordené como creí que quedarían mejor y aunque solo aparecen un par de estrofas me encantaría que las escuchárais enteras n.n

Nos leemos en las notas finales (=^w^=)

No comprendía para nada a su madre. Desde que había entrado a UA prácticamente que no hablaban pues ella sabía que estaba muy ocupado y no quería distraerle de sus deberes. En un principio pensó que sería fácil dado que poseía un fuerte quirk y sus notas eran de lo mejor, pero aunque no quisiera admitirlo estando ya en su tercer año las cosas se volvían más difíciles. Necesitaba más tiempo para estudiar y las clases prácticas junto con las pasantías eran más pesadas conforme pasaban los años.

Pero por alguna razón ella le había llamado de repente ordenándole que ese fin de semana fuera a casa sin darle ninguna opción a negarse. Habían acabado los exámenes y quería un descanso, algo que tenía más que claro no iba a conseguir si cumplía la exigencia de su progenitora. Pero conociéndola como lo hacía ella era capaz de ir hasta los dormitorios de la escuela y llevarle a rastras, algo que no quería que ocurriera por nada del mundo.

Definitivamente a su madre se le habían soltado un par de tornillos en la cabeza pues su comportamiento cada vez era más preocupante. Nadie podía hacer tantas locuras seguidas. Su forma de ver la realidad realmente era único y, sinceramente, le asustaba un poco.

Así que esa tarde de viernes, después de que la rubia le colgara, salió de su cuarto hasta la sala comunitaria donde los idiotas a quienes consideraba como sus amigos se encontraban viendo la televisión o hablando de tonterías. En parte le gustaba que no hubieran cambiado en esos dos años que llevaban de conocerse, pero nunca lo admitiría en voz alta.

Se acercó hasta ellos y se dejó caer en el sofá al lado del pelirrojo quien le miró frunciendo el ceño.

-¿Te pasa algo hermano?- le preguntó al notar la cara llena de cansancio de su amigo rubio.

-La loca de mi madre me llamó...- gruñó molesto mientras se masajeaba las sienes.

-¿Y eso es malo por qué?- insistió dado que conocía muy bien a su explosivo compañero y no diría todo de una vez, sino que más bien había que sacarle las palabras casi a la fuerza. Se necesitaba una paciencia sobrehumana para poder tener una conversación medianamente decente con el de ojos rubís.

-Me ordenó que fuese a casa este fin de semana.- murmuró frustrado.

-Bueno... los exámenes acabaron y hace bastante que no te apareces por ahí así que no veo nada raro con que ella quiera verte.- comentó extrañado.

-No lo entiendes... ella parecía emocionada por algo y eso solo significa una cosa... trama algo y no será muy placentero para mi.- habló y después suspiró recordando los locos planes que su chiflada madre elaboraba y que nunca acababan bien... o al menos para él era así.

-Mmm... ¿quieres que vaya contigo?- ofreció pues conocía a la señora Bakugo y ciertamente el menor tenía razón en que si ella parecía entusiasmada nada bueno podía pasar. El también se vio envuelto en una de las locuras de la mujer y prefería no volver a estar cerca de ella en situaciones que se asemejen, pero no podía dejar a su mejor amigo sufrir solo.

-¿Eehhh? ¿Vas a ir a casa de Bakugo? ¡Yo también quiero!- exclamó alegremente un recién llegado rubio quien se sentó sobre las piernas de su pelirrojo novio.

-Podemos aprovechar y dar una vuelta por ahí.- comentó de igual forma su pelirrosada amiga quien salía de la cocina junto a la peliazul, ambas llevando un par de bolsas de aperitivos los cuales dejaron sobre la mesa frente a los chicos.

-Suena bien... ¿quien más se apunta?- preguntó su amiga mirando a los demás en la sala quienes habían escuchado la conversación de ambos chicos.

-Sería bueno para desconectar un poco y dejar de lado la rutina de estos meses kero.- respondió la chica rana. Al igual que ella muchos más aceptaron la propuesta cosa que enojó al explosivo joven.

-¡Nadie os a invitado escorias!- gritó enfadado mirando a sus compañeros con leves explosiones saliendo de sus manos.

Estos le ignoraron mientras seguían planeando su visita a la casa de su gruñón compañero de clase y para algunos amigo.

-Déjalos hermano... sabes que no lograrás hacer que desistan.- le dijo el pelirrojo con una sonrisa amable en el rostro. El rubio bufó enojado, pero sabiendo que su amigo tenía razón dejó el tema por la paz.

-¿Por qué tanto alboroto?- preguntó una joven de cabellos cortos castaños mirando a todos los presentes discutir algo con emoción.

-Bakugo nos invitó este finde a su casa.- explicó Ashido mirando a la joven y al rubio sucesivamente.

-Ya veo...- murmuró ella mirando nerviosa al de ojos rubís y algo expectante, pues también quería ir. Para nadie era un secreto que ella llevaba más de un año enamorada del chico y todos estaban de acuerdo en que harían una muy linda pareja. El mencionado solo bufó molesto y giró el rostro apoyando el mismo sobre su mano derecha.

-Puedes venir si quieres.- dijo de forma desinteresada. Realmente ya le daba absolutamente igual quienes irían y quienes no, después de todo era una batalla perdida.

La joven le miró con los ojos brillando de la emoción y comenzó a hablar con su peliverde amiga sobre los planes para ese día. El rubio notó las miradas de todos en ambos y bufó cansado. Sin decir nada más se levantó y caminó de vuelta a su dormitorio. Él también lo sabía. No estaba ciego y enseguida notó como la chica anti-gravedad cambiaba su actitud para con él.

Por supuesto que también era consciente de los ánimos que todos sus compañeros le daban a la joven y lo muy ansiosos que estaban por que por fin ellos empezaran a salir. El único problema... era que no veía a la chica de esa forma. Él ya tenía a alguien especial en su corazón, pero no se lo había dicho nunca a nadie... ni siquiera a esa persona quien sabía ya estaba saliendo con alguien más.

Hubo ocasiones en que pensó en olvidarse de ese amor no correspondido y darle una oportunidad a la chica, pero simplemente no se veía capaz de hacerlo. No era justo darle ilusiones sabiendo de antemano que aquello no tenía oportunidad. Gruñó frustrado y entró a su habitación cerrando la puerta de un sonoro golpe para luego dejarse caer pesadamente sobre su acolchonada cama. No tenía ni idea de que hacer en ese tipo de situación y ahora cada vez que estaba en la misma habitación que ella le incomodaba e intentaba no quedarse más de unos minutos allí.

Miró el reloj sobre su cómoda y suspiró. Ya era tarde así que decidió dejar el tema a un lado e irse a dormir, pues presentía que el día siguiente sería realmente agotador para su persona. Nada más acomodarse mejor y cerrar los ojos fuertes golpes a la puerta le hicieron volver a abrirlos.

-¡¿Qué?!- gritó enojado abriéndola, encontrándose con quien no quería mirándole con nerviosismo.

-Emm... ¿podemos hablar?- preguntó la castaña con ojos esperanzados. Vio como algunos de sus compañeros les observaban escondidos en la esquina del pasillo y bufó enfadado. No era el mejor momento como para que aquello pasara.

-Estoy cansado... ¿puede ser mañana?- evadió sutilmente dado que realmente no tenía energías como para rechazar a la joven.

-Cla-claro... has-hasta mañana...- se excusó ella apresuradamente y salió casi corriendo. Notó como su rostro se envolvía con un sentimiento profundo de tristeza y como sus amigas corrían detrás de ella para consolarla. No la había rechazado, pero era evidente que le había hecho perder todo el valor acumulado que con tanto esfuerzo había recolectado.

-Hermano... ¿no podías haberla escuchado?- preguntó algo triste por ella el pelirrojo.

-No estoy para aguantar una confesión ahora mismo.- murmuró entrando a su cuarto dejando la puerta abierta para que el contrario entrara, lo cual hizo junto a su rubio novio cerrándola tras de si.

-¿Sabes lo que le costó armarse de valor para decirte lo que siente por ti?- cuestionó ahora el único doncel en la estancia y realmente de la clase también pues no era muy común ver a uno en la academia intentando convertirse en héroe..

-Lo se...- respondió en un susurro.

-¿Tan preocupado estás por lo de mañana?- curioseó el de ojos rojos.

-No es eso... es solo que no quiero tener que rechazarla... al menos no a una hora como esta y sabiendo que mañana todos iréis a mi casa y me reprocharéis por haberle roto el corazón.- gruñó cansado a más no poder dejándose caer sobre el colchón. Sus dos amigos le miraron sorprendidos, lo cual no era de extrañar puesto que el rubio no solía ser tan sincero y hablar tanto de un tema.

La pareja se miró sin saber muy bien que decir para reconfortarle. Incluso ellos habían pensado que él correspondía a los sentimientos de la castaña así que ahora que sabían que no era así... se sentían muy mal por que realmente nunca le preguntaron al rubio como se sentía con toda la situación... solo supusieron que este también la quería. Sentían que eran muy malos amigos por no haberse dado cuenta antes de que el de ojos rojizos nunca tuvo la oportunidad de dar a conocer sus sentimientos y pensamientos sobre el tema con nadie que le escuchase sin presuponer lo que era mejor para su persona.

-Solo dejadme dormir.- pidió quedando recostado de lado en la cama y cerrando lo ojos. Los otros dos accedieron y salieron de allí sin hacer ningún ruido. Ahora que sabían que su amigo no compartían los mismos sentimientos que la castaña decidieron advertir a los demás chicos de su clase que no le reprocharan nada sobre su comportamiento dado que todos habían asumido lo mismo sin ni siquiera preguntarle a él primero. Además que ahora que lo pensaban mejor se dieron cuenta que el joven nunca se comportaba de forma especial con ella, la trataba como a una amiga, pero nada más allá de eso.

La mañana llegó más rápido de lo que cualquiera de los estudiantes quiso. El joven explosivo por que no tenía ganas de aguantar a su familia y compañeros, mientras que estos últimos no habían dormido mucho a causa de la discusión que tuvieron entre ellos sobre el tema Bakugo – Ochako. Algunos seguían afirmando que ellos dos estaban hechos el uno para el otro, mientras que otros comprendieron el punto de vista de los amigos del joven cuando estos explicaron la situación.

Al final solo discutieron sin llegar a ninguna parte y acabaron dividiéndose en dos grupos, poniéndose de parte de uno de ellos. Desayunaron en la cafetería del dormitorio todos juntos sin tocar el tema de la noche anterior, pero mirándose entre ellos desafiantes, dado que algunos tenían planeado ayudar a la joven castaña con el rubio malhumorado.

Fueron a la ciudad en cuanto acabaron con sus alimentos y recorrieron las calles mirando las diferentes tiendas. Eran un grupo bastante llamativo, pero ninguno prestaba atención a las personas que les rodeaban puesto que una parte intentaba dejar a solas a la pareja, mientras la otra mitad hacia lo posible para evitarlo a toda costa. El rubio notó toda la situación y aprovechando cuando la castaña fue al baño encaró a todos sus amigos.

-Dejad de hacer el imbécil.- exigió cabreado mirando a todos con el ceño fruncido.

-Solo queremos ayudaros.- se excusaron a la vez Yaoyorozu, Ashido y Jiro quienes eran parte del equipo Ochako y las únicas mujeres del grupo, exceptuando a la chica rana.

-Nadie pidió ayuda así que dejad que las cosas sean como tienen que ser.- gruñó el pelirrojo molesto lo cual sorprendió a más de uno. Quizás pasar tanto tiempo con Bakugo estaba empezando a afectarle más de lo que pensaron.

-Eijiro tiene razón. Dejad de meteros en esto.- apoyó Kaminari a su pareja siendo secundado por Tsuyu y Todoroki quienes para sorpresa de todos estaban de parte del rubio en toda aquella situación pues no veían bien que quisieran decidir por el chico.

No pudieron continuar con la conversación a causa de que la castaña se dirigía hacia ellos con una enorme sonrisa en el rostro y una bolsa de color marrón en la mano. Parecía estar muy emocionada por algo.

-¿Por qué tan contenta kero?- cuestionó la chica rana mirando a su amiga con una sonrisa.

-Es que... hace un par de semanas salió el disco de uno de mis cantantes favoritos y no pude comprarlo por que se agotó muy rápido... pero de casualidad lo vi en la tienda al lado de los baños cuando salía de estos y no pude evitar emocionarme y comprarlo.- explicó realmente extasiada. Sus amigas rieron divertidas por el comportamiento de ella, pero lo comprendían. La castaña había esperado que ese CD saliera durante meses y cuando no logró comprarlo se había sentido muy deprimida. Así que les gustaba ver que lo había conseguido.

Mientras ellas felicitaban a la chica por su buena suerte los chicos se miraban entre si sin comprender y el rubio sin interés por el tema. No estaba muy metido en el mundo de la música... bueno excepto por un cantante en particular, pero no debía pensar en él o comenzaría a recordar cosas no muy gratas cosas como sus sentimientos por ejemplo.

Comieron en un restaurante de por allí y luego fueron a casa del rubio. Al llegar nada más abrir la puerta fueron recibidos por una enojada señora Bakugo que miraba a su hijo con dagas en los ojos.

-¿No te dije que vinieras temprano?- preguntó ella con los dientes apretados para no gritar.

-En realidad solo dijiste que viniera... nunca especificaste la hora.- respondió tranquilamente el menor mirándola desafiante.

-Pequeño demonio...- iba a seguir hablando cuando oyeron una puerta abrirse y a alguien caminar por el pasillo.- Como sea entrad e id a la sala.- invitó sonriendo y mirando divertida a su hijo quien sintió algo de miedo al ver la expresión en el rostro de la mujer. Sus amigos estaban extrañados dado que primero parecía querer asesinar al rubio menor y luego cambió a ser dulce con él.

-Definitivamente algo está tramando.- susurró este mientras se dirigía al lugar indicado. Sin embargo cuando llegó allí se quedó estático en la entrada. Su mente había entrado en cortocircuito y su cuerpo se negaba a moverse además sentía un nudo en la garganta que le impedía formular palabra alguna. No podía creer lo que sus ojos veían y su corazón comenzó a latir desvocadamente.

-Tch. ¿Por qué te paras ahí?- cuestionó el pelirrojo al chocar contra la espalda del rubio menor.

-Kacchan...- oyeron y todos giraron observando a un joven peliverde de estatura media, piel pálida y ojos cual esmeraldas parado al lado del sofá mirando al rubio con los ojos abiertos de la sorpresa.

-Deku...- murmuró este mirando al contrario de igual forma.

-¡Sorpresa mocoso! ¿No vas a saludarle?- habló con voz divertida la madre del chico sonriendo maliciosamente. La castaña miró a ambos repetidas veces al igual que sus demás compañeros, pero pronto gritó emocionada cuando su mente procesó quien era la persona frente a ella.

-Tu... Tú eres... ¡¿Midoriya Izuku?!- exclamó sorprendida y extasiada mientras que el joven la miró y lentamente asintió algo nervioso.- ¡Soy fan tuya desde que debutaste hace más de dos años!- comentó sonrojada y mirándole con los ojos brillando de felicidad.

-Oh um... gracias.- dijo este con voz floja mientras se rascaba la nuca con inquietud.

-Esto... acabo de comprar tu disco y... me preguntaba si podrías...- pidió tímidamente. El ojijade sonrió levemente y volvió a asentir.

-Claro.- accedió cogiendo la bolsa y sacando su contenido. Firmó en la parte trasera con un bolígrafo que llevaba y se lo devolvió a su dueña.- Espero que te gusten las canciones.- comentó sin borrar la sonrisa del rostro. Ella se sonrojó aún más y asintió rápidamente con la cabeza al tiempo en que abrazaba fuertemente la bolsa con el CD contra su pecho.

-No os quedéis ahí de pie chicos. Sentaos.- invitó la señora Bakugo y todos lo hicieron excepto su hijo que seguía petrificado en la entrada al salón.- ¡Tú también mocoso!- le gritó sacándolo de sus pensamientos.

-¡No me grites estúpida vieja!- replicó de igual forma mientras se dejaba caer pesadamente en el sofá junto a su pelirrojo amigo. Al lado de este se encontraba el de cabellos verdes quien soltó una leve risita ganándose la mirada curiosa de todos los presentes exceptuando otra vez al rubio menor quien volteó el rostro hacia el lado contrario al chico.

-¿Qué es tan divertido?- preguntó Denki quien estaba sentado sobre las piernas de su novio.

-¿Eh? No es solo que... me pareció divertido saber que... ellos no han cambiado a pesar del tiempo...- contestó en un murmullo tímido, pero con algo de nostalgia en la voz.

-Esa pequeña cosa nunca sabrá comportarse con su madre.- gruñó la mujer mirando mal a su hijo.

-Lo dice la que me insulta desde que tengo memoria y suelta más tacos por hora que un camionero en toda su vida.- contraatacó el ojirubí.

-¡Deberías respetarme más! ¡Yo te di la vida!- exclamó ella enojada.

-¡No te pedí que lo hicieras!- gritó él a su vez de igual forma.

Mientras ambos Bakugo gritaban y se insultaban entre si, los compañeros del chico miraban todo sorprendidos mientras que el ojijade simplemente sonreía y bebía de su zumo al tiempo en que observaba la escena silenciosamente. Aunque se podía notar cierto brillo de nostalgia en sus preciosos ojos esmeralda.

-Em... ¿de qué conoces a Bakugo?- se animó a preguntar Todoroki quien había sido el único en notar los cambios de expresión del joven. Aquella pregunta llamó la atención de todos los presentes incluso de madre e hijo que dejaron su espectáculo para más tarde.

-Ellos han crecido juntos.- respondió ella alegremente.

-¿Juntos?- cuestionaron todos a la vez.

-Así es. ¡Son amigos de la infancia!- declaró contenta y realmente orgullosa.

-¡¿Alguien logró aguantar a Bakugo tantos años?!- exclamaron Ashido, Jiro, Kaminari y Kirishima quienes se suponía eran los mejores amigos del joven mencionado. Los demás se encontraban demasiado estupefactos como para articular palabra alguna.

-¡¿Algún problema con eso imbéciles?!- gritó enfadado por la reacción de sus amigos.

-¡Pero con la actitud que te cargas es sorprendente que exista alguien así!- se defendieron ellos algo nerviosos puesto que de las manos del joven comenzaban a saltar chispas.

-¡Kacchan no es tan malo!- habló el peliverde defendiéndolo y eso hizo que todos le miraran otra vez por lo que bajó la mirada nervioso y avergonzado de decir algo. El rubio también le miraba sorprendido, pero rápidamente giró la cabeza en la otra dirección aparentando seguir enfadado y no mostrar lo confundido que realmente se encontraba. Después de todo lo que le había hecho al menor no podía creer que este le defendiera.

-¡Cállate Deku!- dijo casi automáticamente y sintió una punzada en el pecho cuando logró notar como los ojos verdes mostraban algo de tristeza, esto a pesar que el joven seguía con la cabeza agachada. Apretó los puños y salió de allí hacia su cuarto de forma apresurada donde entró dando un portazo. Sus dos mejores amigos le siguieron al igual que la dueña de la casa dejando a los demás a solas.

Se hizo un silencio incómodo en la estancia donde nadie sabía muy bien qué decir hasta que el joven levantó la cabeza y con una sonrisa algo forzada se levantó también de su lugar.

-Creo que es mejor que me vaya... ya se está haciendo algo tarde.- se excusó y sin dejar que ninguno de los presentes hablara recogió su bolso y salió de allí. Una vez la puerta de la entrada se cerró todos soltaron el aire que hasta ese momento no sabían que estaban reteniendo.

-Eso fue...- comenzó a decir Yaoyorozu.

-¿Incómodo?- siguió la pelirosa al ver que su amiga no encontraba un adjetivo adecuado para describir todo lo sucedido.

-Iba a decir raro...- susurró la morena.

-Como sea... ¿no creéis que la reacción de Bakugo fue muy extraña kero?- preguntó Tsuyu.

-Mmm... ahora que lo dices... si que parecía diferente a lo usual.- dijo Jiro recordando la actitud del chico explosivo.

-No parecía incómodo... más bien nervioso.- indicó el de dos quirks y ante sus palabras todos asintieron dándole la razón.

Mientras ellos intentaban encontrar una razón para las acciones tan inusuales del rubio menor este se había recostado contra la puerta cerrada de su habitación, abrazando sus rodillas con un brazo mientras que con el otro se revolvía el cabello con frustración.

-¡Oye! ¿Estás bien hermano?- llamó el de ojos rojos al otro lado de la puerta.

-Lo estoy...- susurró él.

-No me creo nada. Venga, hablemos de ello.- insistió y solo recibió silencio. Miró a su novio quien se encogió de hombros no sabiendo tampoco qué hacer.

-No seas un crío Katsuki. No puedes huir toda la vida de esto.- dijo su madre desde detrás de los chicos quienes la miraron sin comprender. Ella solo negó con la cabeza y entendieron que no debían meterse.

-¡No lo entiendes!- exclamó él.

-¿Crees que no lo se?- preguntó ella calmadamente.- ¿Crees que no se que llevas enamorado de Izuku desde que os conocisteis? ¿Que al no entender lo que te pasaba le hiciste sufrir más que nadie? ¿Que fuiste un completo imbécil con él? ¿Qué eres incapaz de verle a la cara por que te sientes culpable? ¿Qué no eres capaz de perdonarte a ti mismo y mucho menos puedes llegar a imaginar que él si lo haya hecho y no te odie? Soy tu madre... te conozco mejor que nadie y he sido testigo de todo eso y mucho más. Pero tienes que afrontarlo de una vez... ya no eres un niño.- habló ella sorprendiendo enormemente a los jóvenes a su lado.

-Yo... ¡es imposible que no me odie!- gritó su hijo.- ¡Le insultaba, golpeaba y humillaba! ¡Debería despreciarme más que nadie!- admitió con voz afligida aguantando el llanto. Aquel tema era lo único que realmente no quería tratar por que sentía su corazón romperse en mil pedazos cada vez que recordaba su estúpido actuar para con el doncel de quien se había enamorado a la temprana edad de 4 años.

-Katsuki... no conozco muy bien a ese chico pero... aunque es verdad que tu actitud al entrar a la academia dejaba mucho que desear... ahora has madurado mucho y puedo decir con sinceridad que yo no me arrepiento de haberte conocido. El que ahora seamos amigos es algo que costó esfuerzo, pero realmente te considero como a un hermano.- explicó el pelirrojo con una sonrisa sincera en el rostro.- Así que... aunque en el pasado hayas hecho cosas de las cuales te arrepientes... si le demuestras que así es como te sientes, que abriste los ojos y comprendiste lo horrible que fuiste con él... estoy seguro que él será capaz de entenderlo. Después de todo... te conoce desde hace mucho tiempo.- aseguró con voz tranquila el del quirk de endurecimiento. Cuando el menor no dijo nada una vena apareció en la sien de la única mujer presente quien tiró la puerta abajo casi aplastando a su hijo quien se apartó de milagro al notar como la madera crujía por culpa del golpe que su progenitora le había dado.

-¡Se acabó el tiempo mocoso! ¡Ahora vas a salir ahí quieras o no!- exclamó ella y agarró del brazo al rubio menor para comenzar a arrastrarlo hacia la sala. Llegaron ahí donde los compañeros de este escuchaban los improperios que el joven siendo arrastrado dirigía hacia la mujer mayor y cuando llegaron este fue arrojado de nueva cuenta al sofá.

-¿Uraraka verdad?- llamó la mujer y la castaña asintió algo nerviosa.- ¿Me podrías dejar ese CD un momento?- pidió con una sonrisa amable. Le daba algo de pena la joven pues sabía de los sentimientos que ella tenía hacia su hijo, pero su deber como madre era asegurarse que su niño fuera feliz y este solo lo sería cuando las cosas entre él y el peliverde se arreglaran. Además que adoraba demasiado al pequeño doncel como para dejarlo ir.

Confundida asintió y le tendió el objeto el cual la mayor cogió y lo metió al reproductor. Antes de darle al play giró a mirar a su hijo otra vez.

-Quiero que escuches atentamente la letra y pienses en lo que te dijimos hace un rato.- declaró y cuando iba a coger el mando para darle al botón fue detenida por la pregunta que la joven castaña hizo.

-¿El CD no está inspirado en la pareja de Midoriya?- inquirió sin comprender nada.

-¿Eh? ¿No viste el programa de anoche?- fue su respuesta y cuando esta negó con la cabeza suspiró.- Es cierto que todo el mundo creyó que la letra de las canciones iba dirigida al novio de Izuku... cosa que no es así por que él no tiene ninguno.- dijo y enseguida sintió la mirada sorprendida de su hijo sobre ella, por lo que sonrió de lado divertida sabiendo que este había creído en esos rumores que circulaban por Internet.- Ayer en la entrevista que le hicieron le preguntaron sobre el compromiso con ese joven con quien supuestamente estaba saliendo, dado que se habían enterado que este iba a casarse próximamente. Izuku aclaró que no salieron en ningún momento, más bien era un amigo suyo quien salía con ese varón, y cuando le preguntaron sobre la persona quien fue la inspiración para sus canciones en solitario... bueno en cuanto lo escuchéis creo que sabréis sobre quien trata.- comentó eso último sonriendo maliciosamente. Sin más interrupciones puso en marcha el reproductor. Una tras otra las canciones fueron sonando y en la mente del de ojos rubís quedaron ciertas estrofas grabadas.

 

(1- Welcome to my life ---> https://www.youtube.com/watch?v=BsmG4jFkNQc )

 

No one ever lied straight to your face
And no one ever stabbed you in the back
You might think I'm happy but I'm not gonna be okay
Everybody always gave you what you wanted
You never had to work it was always there
You don't know what it's like, what it's like

 

(2- Remenber When ---> https://www.youtube.com/watch?v=2yhhK_2HZzQ&list=RD2yhhK_2HZzQ&t=11 )


So can we push push push rewind,
Go go back in time,
When we were kids sneaking bottles of wine,
Take take take me back, I wanna go back,
Back to what we had! Do you remember when we started this mess,
My heart was beating out of my chest!,
Remember when we stole your dad's car,
I never thought we'd take it that far,
Oh we were flying so high, yeah partners in crime,
So why'd we ever say good bye?,
Remember when we, when we, had it all
Do you remember when...

 

(3- Centuries ---> https://www.youtube.com/watch?v=mgz1wdlkzcs )

 

Come on, come on and let me in

The bruises on your thighs like my fingerprints

And this is supposed to match

The darkness that you felt

I never meant for you to fix yourself

 

(4- Runnin ---> https://www.youtube.com/watch?v=O9ZwN7s20ec )

 

My heart's beating faster, I know what I'm after.
I've been standing here my whole life,
Everything I've seen twice, now it's time I realize
It's spinnin' back around now, on this road I'm crawling
Save me cause I'm falling, now I can't seem to breathe right
Cause I keep runnin', runnin', runnin', runnin'
Runnin', runnin', runnin', runnin'
Runnin' from my heart.

 

(5- Battle Scars ---> https://www.youtube.com/watch?v=yL45iv7lMTY )

 

I wish I never looked, I wish I never touched
I wish that I could stop loving you so much

Cause I’m the only one that's trying to keep us together

When all of the signs say that I should forget her

I wish you weren't the best, the best I ever had

I wish that the good outweighted the bad

Cause it'll never be over, until you tell me it's over

 

(6- What hurts the most ---> https://www.youtube.com/watch?v=mAsjS1dxNx4 )


What hurts the most, was being so close
And having so much to say
And watching you walk away
Never knowing, what could have been
And not seeing that loving you
Is what I was trying to do

 

(7- Something just like this---> https://www.youtube.com/watch?v=GNSnaCzSnH4 )

 

Where'd you wanna go?
How much you wanna risk?
I'm not looking for somebody
With some superhuman gifts
Some superhero
Some fairytale bliss
Just something I can turn to
Somebody I can kiss
I want something just like this

 

(8- Marionette ---> https://www.youtube.com/watch?v=rGOwgHH5aLM )

 

We're lying head to head and toe to toe
And we're body to body
I feel you beside me
We're in this masquerade
A beautiful game or play
It's so powerful with you controlling me

I wanna be your puppet on a string
Baby I'm not holding back, we can do anything
And even if I am crazy is cause you make me this way
We're as close to love as we'll ever get
I wanna be your marionette, marionette, marionette

 

(9- 2U ---> https://www.youtube.com/watch?v=ntHOLUPpDV4 )

 

When it comes to you, there's no crime
Let's take both of our souls, and intertwine
When it comes to you, don't be blind
Watch me speak from my heart
When it comes to you, comes to you

 

(10- Hall of fame ---> https://www.youtube.com/watch?v=h2XTsWgN0CU )

 

Standing in the hall of fame
And the world's gonna know your name
Cause you burn with the brightest flame
And the world's gonna know your name
And you'll be on the wall to the hall of fame

 

Cuando la última de las canciones terminó el silencio volvió a reinar en la estancia. Todos procesaban lo que acababan de escuchar e instintivamente voltearon a ver al rubio cenizo quien mostraba un rostro de inigualable estupefacción. Este miró a su madre quien solo le sonrió con dulzura y asintió lo que ocasionó que el joven saliera corriendo hacia la calle.

-Bueno... creo que ahí van mis esperanzas de salir con él...- murmuró sonriendo tristemente la castaña.

-Es evidente que las canciones tratan sobre la relación y sentimientos de ambos... sobre todo en la última que describe con una precisión espectacular a Bakugo.- comentó Tsuyu abrazando de forma reconfortante a su amiga.

-Creo que por su forma de reaccionar el sentimiento es más que recíproco.- dijo lo obvio Ashido quien se ganó un golpe en la nuca por parte de Jiro.

-Deberíamos irnos... ya se hizo tarde.- sugirió Kirishima. Todos asintieron y después de recoger sus cosas y despedirse de la mujer mayor se marcharon cada cual a su respectivo hogar, pero con la enorme curiosidad de saber cómo se desenvolverán las cosas entre esos dos.

 

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Llevaba como media hora sentado en ese columpio mirando hacia la nada. Sabía que no debía ilusionarse, pero una parte suya se emocionó al saber que podría volver a ver al rubio. Intentó muchas veces en esos dos años olvidarse de él y de lo que sentía por su persona, pero no importaba el tiempo ni la distancia ni el esfuerzo que le ponía... simplemente no era capaz de lograrlo.

Miró el cielo el cual a cada minuto que pasaba iba oscureciéndose más. Tenía que volver a casa, pero... no se veía con fuerzas como para hacerlo... más bien no quería hacerlo. Seguro que su madre notaría sus ojos hinchados y rojizos por el llanto por que de verdad que le había dolido. Pensó que el de ojos rubís lo trataría algo mejor después de tanto tiempo sin verse, pero estaba claro que no era así. Nunca lograría hacer que su amigo de la infancia y chico de quien se había enamorado le mirara de otra forma que no fuese con odio y fastidio... y aquello le destrozaba por dentro.

Se secó las nuevas lágrimas que habían escapado de sus ojos esmeralda y se levantó dispuesto a marcharse de allí, pero entonces sintió como unos brazos le rodeaban y la respiración agitada de esa persona en su cuello. Se estremeció al reconocer ese olor tan distintivo que el rubio tenía: sudor mezclado con nitroglicerina. Su cuerpo permaneció inmóvil sin saber muy bien por qué él estaba allí o por qué le estaba abrazando.

 

 

Corría como si su vida dependiera de ello, como si el fin del mundo llegara y su misión fuese encontrar el único lugar seguro. No sabía hacia donde se había ido él, pero su instinto le dirigía hacia delante. Sin pensar tan solo unos momentos siguió avanzando hasta que llegó frente a un parque el cual reconoció de inmediato. Era donde ellos jugaban de pequeños, donde compartieron los mejores días de sus vidas. Se adentró al lugar y caminó apresuradamente mirando hacia todos lados deseando que quien buscaba se encontrara allí. Cuando casi llegaba al final y en su corazón crecía la desesperación por sentir que se había equivocado fue cuando le vio. Se encontraba sentado sobre el columpio más alejado. Paró un momento pues quería pensar en qué le diría, pero cuando le observó ponerse de pie con la intención de marcharse su cuerpo se movió antes de notarlo.

Le abrazó por la espalda juntando ambos cuerpos lo más posible y dejó caer su cabeza en el hombro del contrario, respirando agitadamente por la carrera. Aprovechó también para oler la esencia natural que el joven desprendía, una mezcla a jazmín y hierba buena que le encantaba y acompañaba en todos sus recuerdos.

Sintió al peliverde tensarse y estremecerse para a continuación suspirar y relajarse levemente recargando un poco más su cuerpo en el suyo. Aquello le hizo sonreír casi imperceptiblemente, pero recordó por qué estaba allí y se aclaró la garganta para hablar... pero su mente se encontraba en blanco. No tenía ni la menor idea de cómo expresar sus sentimientos, de cómo debería disculparse y explicarle el motivo por el cual se comportó como lo hizo.

 

Silencio... aquello era todo lo que les envolvía. Solo el sonido de las hojas siendo movidas por el viento perturbaba esa atmósfera. El peliverde comenzó a sentirse ansioso e incómodo pues el contrario seguía abrazándole, pero sin decir absolutamente ninguna palabra y aquello le estaba crispando los nervios.

-Kacchan...- susurró intranquilo, nervioso, tímido, confundido... y todos los sentimientos que se asemejen a alguno de esos. Intentó que este le soltara, pero solo logró que el agarre en su estómago se hiciera aún más fuerte imposibilitando su escape.

-Déjame pensar...- murmuró a su vez el de ojos rubís. El menor asintió y volvieron a quedarse en silencio aunque este no duró mucho. El mayor, decidiendo que con palabras no llegaría a ninguna parte, hizo lo que mejor se le daba... actuar. Volteó el cuerpo que apresaba entre sus brazos y cuando estuvieron cara a cara bajó un poco la cabeza, dado que era unos centímetros más alto que el peliverde, y le besó. Sus brazos envolvieron ahora la cintura ajena atrayendo el cuerpo ajeno más al suyo.

Por su parte el doncel abrió los ojos sorprendido a más no poder y aunque en su cabeza los pensamientos y preguntas iban a mil por hora poco a poco se dejó llevar. Ya habría tiempo para preguntar y aclarar las cosas... en ese momento solo quería disfrutar de la calidez que le producía ese contacto entre ambos. El sentir los labios ajenos sobre los suyos y el cuerpo de la persona que llevaba amando desde que tenía uso de razón sostenerle con tanta gentileza.

El contacto fue dulce y casto el cual tan solo duró unos segundos que para ellos fueron horas. Se separaron y abrieron los ojos mirándose directamente con un brillo especial en ellos.

-¿Por qué...?

-Shh... déjame hablar.- le interrumpió y después de suspirar siguió.- Siento haber sido un imbécil durante tanto tiempo. No tengo derecho a que me perdones y no pienso justificar lo que hice por que se muy bien que no hay ninguna excusa que pueda dar. Solo puedo decir... que te quiero, que llevo años enamorado de ti y que... no sabía como comportarme contigo. Odiaba que otras personas se fijaran en ti o que tú vieras a alguien que no fuese yo y eso hizo que comenzara a molestarte. Se que es estúpido, que es algo que solo un niño celoso y caprichoso haría, pero esa era la forma en que yo era por aquel entonces. Incluso si tú eres capaz de perdonarme yo no puedo hacerlo, nunca seré capaz, pero aún así necesito que me des una oportunidad... no hay nada en este mundo que desee más que estar a tu lado.- confesó sin apartar la mirada. Necesitaba transmitirle todo a ese joven que le miraba con lágrimas escapando de sus preciosos orbes jade.

-Kacchan yo... también te amo...- susurró el menor quien solo logró decir esas palabras. Había mucho más que quería expresar, pero su mente estaba tan revuelta que no se veía capaz de decir nada más que fuera coherente. Así que abrazó con fuerza al rubio mientras escondía su rostro en el pecho ajeno quien apretó más su agarre en la cintura contraria.

-Deku... ¿me darás una oportunidad de arreglar lo nuestro? ¿De hacer que esto funcione?- suplicó aspirando el aroma en el cabello del más bajo.

-Si... sin ninguna duda.- fue su respuesta mientras alzaba la cabeza y le sonreía solo como él sabía hacer. De esa forma que parecía iluminar al mundo con su sola presencia o así era como se sentía el varón que le observaba.

Pasaron varios minutos abrazándose sin pronunciar ni una palabra más hasta que una ráfaga de viento hizo temblar al cuerpo del menor.

-Deberíamos irnos.- sugirió el rubio y como respuesta los brazos que le abrazaban se apretaron aún más.

-No quiero.- susurró quedamente.

-Puedes quedarte en mi casa.- invitó sin darse cuenta, pero no se arrepintió cuando el contrario le miró con los ojos brillando de emoción.

-¿En serio?- preguntó tímidamente.

-Si.- respondió simplemente y cogió la mano entre las suya para así comenzar a caminar de vuelta hacia su hogar. Después de todo él también quería pasar más tiempo junto a su novio y todavía habían muchas cosas de las cuales hablar.

Llegaron a su destino y caminaron directamente hasta el cuarto del ojirubí ignorando como la madre de este les miraba con una sonrisa contenta desde el sofá de la sala de estar. Al llegar se sentaron sobre el mullido colchón y el varón esperó a que el contrario acabara de analizar su habitación.

-No ha cambiado mucho.- comentó contento cuando volteó a mirarle.

-Supongo.- fue lo que dijo cuando también miró sus alrededores.

-Hay mucho que tenemos que hablar ¿verdad?- inquirió el joven peliverde algo nervioso.

-Si... pero no se por donde empezar...- admitió el rubio. Sentía sus manos sudar y aquello era un poco peligroso.

-Pues... antes de recordar los últimos dos años... quiero que sepas que decidí quedarme en Japón.- declaró con seguridad.

-¿No es por mi verdad? Después de todo debutaste en Estados Unidos y tienes una vida allí.- cuestionó con curiosidad, pero algo intranquilo. No quería que el menor renunciara a su vida solo por que ahora estuvieran saliendo.

-Es verdad que he estado viviendo allí todo este tiempo, pero... la razón por la que volví a Japón es por que mi compañero de grupo se iba a casar la semana pasada y quiso hacerlo en su ciudad natal la cual está no muy lejos de aquí. Al principio solo iba a tomarme unos días y volvería otra vez allí, pero... cuando llegué comencé a recordar muchas cosas... me di cuenta lo mucho que echaba de menos este país, a mi madre y... a ti. Además que es mi vida y puedo decidir lo que quiera hacer con ella... mmm y también que puedo escribir canciones en cualquier sitio así que no debería ser un problema que me quede aquí y... bueno es cierto que si tengo conciertos tendría que viajar durante un tiempo pero... HMP- fue detenido por un beso que el mayor le robó.

-Empezabas a balbucear... ya veo que ese hábito no lo has perdido.- comentó con voz burlona una vez se separaron y el de ojos jade se sonrojó hasta las orejas.

-No puedo evitarlo... empecé a ponerme nervioso.- confesó haciendo un tierno y lindo puchero.

-Así que decidiste todo eso antes de vernos...- murmuró contento más para si mismo aunque el menor le oyó.

-Si... aunque eso no significa que no tuvieras nada que ver...- confesó escondiendo su avergonzado rostro con sus manos.

-¿Por eso viniste a mi casa?- curioseó pues era algo que realmente quería preguntar desde que le vio en el salón al llegar.

-Bueno... en realidad Mitsuki-san llamó a mi madre ayer y le preguntó si yo estaba allí. Al parecer vio el programa de anoche y casi suplicó por que yo viniera hoy...- fue su respuesta algo nerviosa lo cual interesó aún más al rubio.

-Es verdad que comentó algo antes cuando íbamos a escuchar el CD... ahí dijiste que las canciones de tu álbum estaban inspiradas por otra persona y no quienes se rumoreaba que era tu novio...- gruñó eso último pues no le gustaba recordar que incluso él pensó que el menor realmente mantenía una relación amorosa con otra persona.

-¿Escuchaste las canciones?- preguntó mirándole sonrojado hasta las orejas.

-Si... la vieja me dijo que si lo hacía entendería como te sentías y para quién iban dirigidas... ahí fue cuando comprendí muchas cosas y salí a buscarte.- admitió algo avergonzado, pero pronto sonrió maliciosamente.- Ahora tengo que ver ese programa para saber qué fue lo que dijiste exactamente.- dijo para levantarse y caminar hacia la puerta sabiendo que su progenitora lo había grabado.

-Espe- ¡Kacchan!- se quejó siguiéndolo e hizo un puchero cuando solo recibió como respuesta la risa divertida del joven explosivo.

La señora Bakugo escuchó eso último y rió contenta saliendo de la cocina para ver como ambos entraban al salón.

-Tienes el vídeo preparado para verlo.- comentó con voz cantarina y la sonrisa de su hijo creció aún más.

-¡Mitsuki-san!- reclamó avergonzado y nervioso el menor.

-¡Llámame mamá Izu-chan!- exclamó ella haciendo a ambos sonrojar enormemente lo cual la hizo reír divertida.- La cena estará lista en un rato.- avisó y volvió a adentrarse a la cocina dejando a los dos solos. Se miraron sonrojados, pero pronto el rubio volvió a sonreír con malicia.

-Vamos a verlo Deku.- dijo y jaló del brazo contrario hasta hacer que cayera sentado sobre sus piernas. Entonces rodeó la cintura ajena para que se acomodase mejor y, por qué no decirlo, evitar que pudiera salir huyendo y a continuación le dio al play.

No sabía qué encontraría grabado, pero por lo nervioso y avergonzado que estaba su novio de seguro era algo que merecía la pena ver. Besó la frente de este para calmarle un poco y fijó su vista en la televisión. Le gustaba esa situación donde el contrario se encontraba sentado encima suyo con el rostro enrojecido el cual escondía en su cuello. Estaba feliz de haber corrido detrás de ese doncel y se prometió a si mismo no volver a hacerle daño.

FIN

Notas finales:

Quiero decir que no tengo nada en contra de Ochako solo la puse a ella por que fue en quien pensé primero >///<

Espero que os haya gustado mi segundo oneshot de esta pareja jejejeje y esperaré los review ansiosa (=^w^=)

PD--- HE HECHO UN AMV DE KATSUKI, AQUÍ OS DEJO EL LINK ---> On my own


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