Minho lo sabía, estaba babeando. No por nada, Kibum y Jonghyun le habían lanzando en diferentes ocasiones servilletas, llamándole pervertido. No era un pervertido, en lo absoluto. Sólo estaba distraído con el agradable movimiento que Taemin había estado repitiendo ya por treinta minutos.
Todo era culpa de Jinki, si él no hubiera retado a Taemin una semana atrás a ganarle jugando con el hula hula, Taemin no hubiese descubierto que tenía facilidad para jugar con el aro. Y es que, había descifrado el secreto para mantenerlo girando. Colocaba el aro en su cintura, mientras que el movimiento lo hacía con las caderas, causando suficiente vuelo como para que el aro se quedara en esa área específica.
Y ahora todos tenían que verle batir su propio record. La vez pasada sólo había durado veinte minutos -obviamente ganándole a Jinki-; sin embargo al enterarse que el record mundial era de un poco más de 74 horas jugando y que nadie había podido romperlo en más de 25 años, se propuso superarlo.
Minho no habría podido negarse, ni aunque quisiera hacerlo. Taemin llevaba una enorme sonrisa en el rostro, y no sólo eso, se tomaba la libertad de platicar mientras bailaba con el hula hula. Había estado hablando los treinta minutos sin detenerse, como si al momento de empezar a girar sus caderas, algún filtro desapareciera. Hablaba un poco de todo, incluso preguntándole a sus hyungs por cómo les había ido en la semana.
Dejó escapar un corto suspiro, observando como Taemin giraba sobre su propio eje, riendo ante la idea de girar mientras el aro giraba a su alrededor. Y no podía quitarle la mirada de encima, se veía tan adorable, que quería detenerle y comerlo a besos. Pero eso implicaría interrumpir el record que Taemin estaba tratando de vencer, y no podía hacer eso. Taemin se enojaría como el infierno, algo que nunca era lindo de presenciar.
Interrumpió sus pensamientos al ver que Taemin se detenía repentinamente, dejando que el aro cayera en seco al suelo. Seguido del aro, cayó Taemin, quedándose sentado en el piso.
-¡Taemin!- Minho dio un brinco de donde estaba sentado, y corrió hasta el menor, tomándole por los brazos. -¿Estás bien? ¿Qué pasó?
Los ojos de Taemin estaban ligeramente cruzados, antes de poder enfocar a Minho. Una vez que logró verle apropiadamente, soltó una enorme sonrisa.
-Me mareé.- Comentó con gracia.
Un suspiro se escapó de los labios de Minho. ¿Cómo no había pensado en eso?
-¿Te sientes bien? ¿Puedes ponerte en pie?- Cuestionó.
-Uh, creo que sí…- Intentó ponerse de pie, fallando en el intento.
-Supongo que eso quiere decir que no.- Minho rio, pasando uno de sus brazos bajo las piernas del menor, y otra tomándole por la cintura. Le levantó del suelo. –No más hula hula para ti Taemin, al menos en un rato.
-Nooo…- Gimoteó. –Tengo que vencer el record.
-Luego lo harás, bebé.
Taemin rio, escondiéndose en el hombro de Minho.
-Me gusta que me llames bebé, hyung. Me hace sentir que me quieres más que a los demás.
-Te quiero más que a los demás.- Le aseguró, dejándole en el sofá.
-¿Lo suficiente para darme un beso? Hará que se me quite lo mareado.
Minho le miró, concentrándose en los bonitos labios que Taemin tenía. No necesitaba que Taemin le diera excusas para aquella petición, lo haría sin dudarlo. Se acercó, regalándole un casto beso.
-Lo suficiente, como para darte todos los besos que me pidas.
FIN