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Predestinación por millennialsoul

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Notas del fanfic:

Inspirado en mitología griega, no voy a decir cúal historia para no revelar spoilers, pero quien conozca del tema se va a dar cuenta.

Post Civil War. 

VidasPasadas.

 

(Porque Tony y Stephen son perfectos juntos y se merecen el uno al otro, no Marvel?) 

Notas del capitulo:

 Me enamoré perdidamente de esta pareja después de Infinity War y simplemente quise aportar mi granito de arena en este hermoso ship. 

Gracias por leer. 

Prólogo

Cuando Stephen despertó esa mañana había lágrimas en sus ojos que caían lentamente sobre su mejilla y le nublaban la visión de su habitación en el Sanctum Sanctorum. Se llevó una mano al pecho, algo dentro de él dolía, pero su experimentado cerebro de médico no podía desentrañar de qué se trataba. No era el corazón, no eran los pulmones, no era muscular ni tampoco su estructura ósea. Casi podía decir que iba más allá de la carne, pero él estaba seguro que no podía ser su cuerpo astral, él sabría si hubiera sido lesionado mientras estaba fuera de su cuerpo.

Un par de respiraciones profundas después el dolor se desvaneció tan rápido como llegó, dejándolo un tanto desorientado. Stephen se relajó, suspirando de alivio mientras se limpiaba las lágrimas de la cara.

Ya sintiéndose mejor, se concentró en la pesadilla que lo había despertado en primer lugar, pero por más que intentó recordar el horrible sueño sólo pudo obtener un par de imágenes. Había una mazmorra oscura que estaba apenas iluminada por el fuego de algo quemándose en alguna parte, el sonido de suaves pasos caminando detrás de él, y algunos acordes de una melodía triste y desgarradora que le parecía familiar de alguna manera. La sensación de ansiedad persistió por más tiempo que las imágenes de su sueño, él no recordaba por qué motivo estaba en ese estado de estrés tan intenso. La ansiedad lo acompañó toda la mañana y Stephen no pudo evitar querer saber qué había pasado dentro de su pesadilla para sentirse así, por supuesto, como suele pasar con los sueños muy profundos, con el correr de las horas las imágenes se evaporaron de su mente y se quedó sólo con las sensaciones y los recuerdos de los recuerdos, cada vez más nebulosos y confusos como para confiar en los detalles.

Él podía presumir, y con razón, de su impresionante memoria fotográfica y su capacidad para guardar información en su cabeza para jamás olvidarla, pero esta vez sus habilidades no parecían hacer ninguna diferencia. Lo más curioso de todo era que sentía aquel sueño demasiado real, como un recuerdo enterrado en su memoria y no como una proyección de imágenes creadas por su cerebro al dormir. Él había estado allí, ¿pero cuándo? Había visitado lugares realmente extraños desde que era un Maestro de las Artes Místicas, pero estaba seguro que esa siniestra mazmorra no pertenecía a ninguno de esos sitios.

"Tal vez es un recuerdo de una vida pasada, Stephen, deja de darle vueltas al asunto", le dijo Wong una tarde calurosa en Kamar-Taj, evidentemente no muy interesado en su pesadilla que ahora se había vuelto recurrente. Para peor, él estaba teniendo esos sueños con más frecuencia últimamente, y por más hechizos que utilizara para poder tener un control sobre ellos y retenerlos en su memoria, no había servido.

Él tenía un cuaderno al lado de su cama, había aprendido a anotar todo que podía y describir al máximo los detalles antes de poder despertar completamente y olvidarse de todo. Había agregado a sus anotaciones lo que había visto del cielo de aquel lugar, y éste era completa oscuridad y penumbra, nubes extrañamente rojas flotando en un firmamento que parecía estar demasiado alto e inalcanzable. Descubrió que había más fragmentos de recuerdos que llamaban su atención por su intensidad, y a pesar de ser completamente diferentes entre ellos él sabía que estaban relacionados de alguna forma. Uno de los más conmovedores era aquel en el que podía ver una mano envolviendo la suya bajo un frondoso árbol de cerezos. Él no podía saber de quién se trataba, pero la simple sensación de la calidez de esa mano lo hacía suspirar de algo que sólo podía describir como amor y dolor a la vez, y el empalagoso pensamiento molestaba a Stephen porque sentía que atentaba contra su racionalidad e indiferencia contra cosas de esa índole. Por Vishanti, él era un adulto, no iba a estar suspirando por una persona de sus sueños a quién ni le conocía el rostro y que probablemente pertenezca a una de sus antiguas vidas.

"No importa lo que haga, Wong, he leído cada libro en Kamar-Taj y he intentado entrar a la dimensión de los sueños, pero no puedo hacer nada contra ese en particular. De alguna forma, es especial".

Wong pareció tomar más en serio su caso a partir de allí, pero de todas maneras no hubo tiempo para sentarse a analizar ya que había cosas más importantes para ocupar su tiempo, como por ejemplo la criatura dimensional que había entrado hace un par de días a la suya y que estaban intentando localizar desesperadamente. 
Un par de días más tarde de trabajo sin descanso y dolores de cabeza insoportables, ellos pudieron rastrear a la bestia a pesar de sus labores diarios y las nuevas tareas que entre todos se habían repartido luego de la muerte de Ancestral. Resultó que la criatura estaba descansando en un pequeño bosque muy cerca de Central Park. Estaban aliviados cuando notaron que no estaba hecha de materia oscura, sino más bien de antimateria, y eso explicaba por qué podía ocultarse a plena vista y crear pequeños agujeros de gusano. No era peligrosa al parecer, ni tampoco se había dejado ver demasiado, y Stephen y Wong agradecieron mucho que con la ciudad tan llena de gente a todas horas, sólo un par de vagabundos hayan sido capaces de verla y sin salir lastimados. Wong tenía cosas más importantes que hacer esa noche en Kamar-Taj, así que ambos acordaron que Stephen podía ocuparse del monstruo él solo y así se hizo.

No había sido difícil de atrapar, pero la pobre criatura estaba asustada y le dio un poco más de pelea de la que esperaba. Era realmente fea, no tenía pelo y era completamente negra como una sombra, ojos demasiado pequeños y un hocico sin dientes muy desproporcional al tamaño de su cabeza. Stephen no podía decir si era del todo sólida, tenía una extraña contextura y se difuminaba parte de sus patas cuando se movía muy rápido. Él sabía que la dimensión espejo no iba a funcionar, así que se encontraba sujetando con los látigos de Eldritch sus patas traseras, mientras que una proyección de él se encargaba de las delanteras. Los dos Stephens hicieron un movimiento brusco y la bestia aflojó las rodillas y cayó al suelo, inmediatamente un tercer Stephen se encargó de conjurar un poderoso escudo alrededor del animal y luego se acercó lentamente hasta que pudo depositar en el hocico (era sólido al final) un poco de energía pacificadora para poder tranquilizarlo. Funcionó a la perfección.

Sonrió satisfecho cuando lo liberó de sus ataduras y éste no intentó atacarlo, dejó ir sus proyecciones y observó al animal que más bien parecía curioso ahora, moviéndose de forma similar a la de un gato cauteloso ante una persona nueva. Stephen se dejó olisquear, y de manera muy discreta invocó mariposas con un movimiento de su mano, y la criatura entusiasta quiso atraparlas a todas. Él invocó un sello de cuatro puntas y lo colocó con cuidado en la tierra debajo de la bestia, teniéndola encerrada en un cuadrado perfecto e invisible, y sacó su teléfono para avisarle a Wong que ya estaba todo listo para enviarla de nuevo a su propio mundo.

"Déjame que termino aquí y en cinco minutos estoy contigo", le contestó el bibliotecario.

Stephen invocó un par de trucos más y se rió de los ágiles movimientos de la criatura queriendo atrapar su magia y sin poder lograrlo, ya que las mariposas se evaporaban en el aire al tocarlas. 

Ahora que estaba más relajado, Stephen se dio cuenta de la inconfundible sensación de un par de ojos observándolo, y supo que había alguien en los árboles detrás de él. Se maldijo mentalmente, en algún momento había bajado la guardia y había dejado que alguien se acercara.
"Sé que estás ahí, si sales ahora no voy a hacerte ningún daño".

Él escuchó los pasos acercándose por detrás y una fuerte sensación de dejavú lo abrumó por unos segundos, y la peculiar sensación se fue cuando el hombre habló en tono petulante y sarcástico.

"No creo que puedas dañarme de todas formas". Incluso antes de voltearse, él ya sabía quién era, y sus sospechas fueron confirmadas cuando el mismísimo Tony Stark estaba allí, con todo el traje de Iron man puesto salvo por el casco.

"No creí que el gran Iron man fuera de los que se esconden a observar en silencio. Si lo piensas, es un poco escalofriante".

Stark sonrió “Simplemente no esperaba encontrarme con una escena de Harry Potter en pleno parque".

Los ojos de Stark se movían rápido de la criatura a Stephen, y se dio cuenta que el hombre estaba impresionado a pesar de querer disimularlo.

"¿Qué demonios es esa cosa?"

"No es de este mundo”.

Stark hizo un ademán de querer acercarse, pero al final permaneció en donde estaba, cambió su postura en modo alerta y le dio una intensa mirada a los ojos de Stephen.

"¿Quién eres de todas formas? ¿Y eres amigo o enemigo? No me gustaría tener que rostizarte, Merlín, pero ya sabes, cosas del oficio".

Stephen sonrió presumido, por supuesto que él no iba a dejarse intimidar. "No creo que puedas dañarme de todas formas".

"Touché".

"Y no soy Merlín, mi nombre es Doctor Stephen Strange. No soy un enemigo, Stark".

"Vaya nombre, sí te queda. Si no eres enemigo, demuéstralo, doc".

"¿Es en serio? Acabas de ver cómo aprisioné una bestia de otro mundo en sólo unos minutos". 

"No sé nada de ti, esa podría ser tu mascota que se escapó. No te juzgo, de chico siempre quise un dinosaurio, pero tampoco puedo dejar que andes por allí paseando un... ¿un perro-lagarto gigante?"

"No tengo por qué darte explicaciones, no eres mi jefe".

Antes de que Stark pudiera replicar, un portal naranja se abrió entre ellos y Wong salió de él.

"¿¡Qué carajos-!?" Bramó Iron man con una mano en su pecho, Stephen casi se ríe de su expresión cómica.

Wong observó el panorama con su habitual cara aburrida y sus ojos se enfocaron en Stark.

"Okay, ahora sí que van a explicarme por qué hay un pequeño portal en Nueva York y cuántos de ustedes hay, van a decirme todo sobre su organización secreta de magos o aquí habrá problemas".

Stephen suspiró, ya perdiendo la paciencia. "Este es Wong, señor Stark. Y Wong, supongo que ya sabes quién es él".

Ambos ignoraron a Stephen.

"¿Por qué está él aquí, Stephen? Creí que habíamos quedado en ser discretos". Wong, impasible, levantó una ceja.

"Mi I.A detectó una firma de calor extraña en un sitio que aparentemente estaba desierto y también ondas de energía desconocidas fluyendo de la nada, así que decidí explorar. Sigo esperando mi explicación".

"Tenemos que enviar esta bestia de regreso, ¡¿no puedes esperar unos minutos?!"

Stark salió de su armadura y se paró delante de los otros dos hombres, vestía un traje deportivo azul oscuro y se veía muy casual. Se miró el reloj de su muñeca y dijo con fingido desinterés "voy a darles cinco minutos. Vamos, vamos, manos a la obra".

Stephen rodó los ojos, supo que el mensaje que Stark quería darles al salir del traje era algo así como "no les tengo miedo, pero voy a dejar a mi amigo de metal aquí encendido para pulverizarlos si intentan algo".

"No me digas qué hacer, Stark".

Tanto Wong como él se volvieron a la criatura que estaba recostada en el césped y entre los dos invocaron un portal gigante suspendido por arriba de la cabeza de la bestia. Con cuidado fueron bajándolo hasta envolver el cuerpo por completo, Stephen hizo un par de sellos con sus manos y portal terminó de tragarse a la criatura. Desapareció en un débil siseo de chispas, y listo, un asunto menos en la lista de los quehaceres.

Él se giró a Stark que tenía la boca ligeramente abierta por el asombro y Stephen le guiñó un ojo presumido, el otro hombre se sonrojó un poco pero se recompuso al instante.

"¿Y bien? ¿En dónde está mi explicación?"

"No somos tus enemigos Stark. Así como tus Vengadores se encargan de proteger la tierra, nosotros cuidamos esta realidad de amenazas dimensionales y de carácter mágico." Stark asintió en silencio y Stephen agradeció la seriedad, sabiendo que era difícil para Stark creerles siendo un hombre de ciencia, como él lo fue una vez. A su espalda, Wong estaba convocando un portal y Stephen captó la indirecta. "Realmente me gustaría explicarte más, pero tenemos mucho trabajo que hacer. Sin embargo, puedes pasarte por el Sanctum para hablar en estos días y me tomaré el tiempo de contestar todas tus molestas preguntas."

Hizo aparecer una tarjeta con su dirección y se la tendió a Tony, que parecía estar a punto de quejarse pero al igualmente caminó hacia él y estiró la mano. Entonces sus dedos se rozaron y todo se fue a la mierda a partir de allí.

Fue en ese instante cuando Stephen sintió que su mundo se volteó al revés y la realidad a su alrededor parecía desmoronarse, las palabras no alcanzaban para explicar el sentimiento, las múltiples sensaciones. Estaba seguro que aunque quisiera explicarlo, tampoco iba a poder ser capaz de formar una frase coherente en ese momento.

Pareció como si realmente se hubieran visto a los ojos por primera vez. Stephen pudo ver un brillo demasiado familiar y a la vez desconocido en los orbes color café del otro hombre, que eran tan bellos y expresivos que a Stephen le dolía el corazón. Sus labios se abrían y cerraban atónitos en la búsqueda de una explicación, al igual que un pez fuera del agua luchando por sobrevivir, y al observar al otro hombre se dio cuenta que no era el único pasando por tal situación. Sin pensarlo sujetó con fuerza la mano de Tony, la tarjeta cayendo al césped, olvidada.

Pudo jurar que por un instante sintió el delicioso aroma de las flores de cerezo, pese a no haber ningún árbol de ese tipo en el lugar.

La mirada atónita de Stark se dirigió a sus manos juntas, y parecía que casi no había aire que respirar cuando sus dedos se entrelazaron de manera natural, como si lo hubiesen hecho cientos de miles de veces antes.

"Yo... ¿Qué...?" Balbuceó Tony, luciendo tan perdido como el mismo Stephen.

El momento se rompió cuando la voz de Wong sonó detrás de ellos.

"¿Vienes o qué, Stephen?"

Saliendo de su estado de trance, Stark lo soltó con más suavidad de la que hubiese esperado de aquel hombre, y se encontró a sí mismo embelesado por la hermosura de aquellos ojos castaños, casi dolió cuando tuvo que desviar su mirada para dirigirse hacia el portal.

Él quería despedirse, pero no se le ocurría qué decir, las palabras estaban enredadas en un nudo en su garganta. Se sintió vulnerable y aterrado, había enfrentado a entidades de poderes infinitos, a seres dimensionales tan viejos como el propio universo y hasta le hizo frente con dignidad a la muerte (y murió) incontables veces, pero ninguna de esas situaciones lo había dejado de esa manera, balbuceando como un idiota completamente perdido en el momento.

Se metió al portal y se animó a ver al hombre una vez más, esperando escuchar algún comentario sarcástico o verlo metiéndose de nuevo en el traje. Pero antes de cerrarse el portal, lo que vio fue a Tony llevando su mano con un movimiento inesperadamente suave hacia su propio pecho, y el corazón de Stephen latió tan fuerte que creyó que iba a desmayarse.

La capa lo atrapó antes de tocar el suelo del Sanctum cuando sus rodillas flaquearon.


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