Capítulo 1.- Chismes de pasillo
Eran las diez de la noche y llovía, en un departamento que estaba cerca del Campus Universitario, un muy atractivo muchacho de cabellos y ojos azules estaba de pie frente a la cocina mientras miraba la máquina cafetera, había estado estudiando porque tenía un examen en los próximos días, pero en este punto estaba cansado y con sueño
La puerta del amplio departamento se abrió dejando pasar a un muchacho castaño que estaba sumamente molesto, su expresión no daba posibilidad a error, en especial porque apenas entró, botó su mochila al suelo, se sacó con violencia el saco que estaba puesto e hizo lo propio, luego intentó sacarse la bufanda pero se estaba enredando más en ella, el muchacho de cabellos azules lo miraba entretenido desde la cocina y solamente cuando vio que el furioso castaño se iba a ahorcar con la bufanda fue que decidió intervenir
- Hey… tranquilo y quieto, déjame a mí – dijo el muchacho de cabellos azules bajando las tres escaleras que separaban la cocina de la amplia sala de estar y comedor
- Yo puedo solo – contestó el castaño mirando con furia al peliazul que levantó ambas manos en señal de paz y luego con una sonrisa se cruzó de brazos, el castaño intentó zafar su bufanda pero no lo logró, así que con frustración bajó sus manos y alzó su cabeza acercándose al peliazul que sonrió y luego de un par de infructuosos intentos logró zafar su bufanda
- Listo, ¿me quieres decir qué te pasa?, ¿quieres café?, acabo de hacerlo – el peliazul entregó la maltrecha bufanda a su dueño que la tomó con violencia y al ver la sincera sonrisa en los labios de su compañero de departamento trató de tranquilizarse, a la final él no tenía la culpa de sus broncas, así que subió los escalones y se apoyó en el mesón de la cocina mientras el peliazul servía dos jarros de café
- Gracias Julián – dijo el castaño tomando el jarro y dándole un sorbito, estaba cargado y amargo, Julián sonrió al ver las caras que Seiya hacía al beber su café
- No tienes de qué, ahora sí cuéntame, ¿qué te pasa?, ¿por qué el ataque de histeria compulsiva? – el peliazul sirvió otro jarro al ver que el bulto que estaba dormido en el sillón de la sala había despertado
- Lo que pasa es que… odio con pasión a un imbécil de mi clase de cálculo, en realidad son dos imbéciles, no… odio a la clase entera, eso es lo que pasa – el castaño cerró los ojos con frustración y meneó la cabeza, se volteó y abrió una de las puertas de la alacena, sacó una botella de whisky y le puso un poco a su café, le dio otro sorbito y suspiró cerrando los ojos apreciativamente
- ¿A quién odias de tu clase? – un muchacho con cara de dormido subía los escalones y estaba envuelto en una manta, Julián le dio un jarro de café y le sonrió, el recién llegado tenía los cabellos lilas cortos y los ojos en una tonalidad del mismo color, claro que ahora lucía extremadamente confundido porque aún no estaba del todo despierto, su nombre era Sorrento y estudiaba medicina al igual que Julián, Seiya estudiaba ingeniería civil
- Los odio a todos, pero principalmente hay uno que… no lo conoces, es un imbécil – Seiya enunció “imbécil” con profunda rabia, Julián tomó la botella de whisky y también le puso un poquito a su café, quería probar los experimentos de mezcla de bebidas de su castaño amigo
- ¿Y qué hizo ese imbécil para que te pongas así? – preguntó interesado Julián
- Te acuerdas que te conté que me dijeron en el pasillo el rumor aquel – empezó a explicar Seiya, ese tema había sido objeto de debate por varios días, entonces ambos muchachos sabían muy bien de lo que su amigo hablaba, pero para asegurar el tema Sorrento dijo:
- ¿En el que supuestamente te estabas besuqueando con el profesor Saga en las aulas multimedia?
- Ajá, bueno pues ahora resulta que no solo me estoy besuqueando con el profesor Saga, me estoy acostando con él – Seiya dijo esto y poco le faltó para gritarlo
- Qué de avanzada eres amigo, acostándote con el profesor Saga, y tan bien portado que pareces, nos has tenido completamente engañados, wow Seiya… – dijo Julián con una divertida sonrisa, Seiya tomó un mantel que estaba en el mesón y le dio de mantelazos a Julián que reía divertido ante el obvio enojo de su amigo
- Yo no me estoy acostando con nadie, pedazo de estúpido, ese es el rumor que me inventaron y que sigue creciendo y creciendo sin control, te juro que odio a ese imbécil
- ¿Al profesor Saga? – preguntó Sorrento aún perdido en la conversación
- No, al imbécil de mi clase de cálculo que fue el que lo inventó todo y se lo contó a todo el mundo, te juro que si lo tuviera en frente lo boxeo
- ¿Y qué te lo impide?, boxéalo – Julián se encogió de hombros cuando dijo esto, Seiya tenía el carácter un poco impulsivo y la verdad si le sorprendía que el castaño no estuviera haciendo nada para defenderse
- Claro, yo lo boxeo y me expulsan de la universidad, lo siento pero mi beca no lo permite – Seiya bajó la cabeza y suspiró frustrado
- No sería la primera vez que boxeas a alguien – dijo Sorrento palmoteando el hombro del castaño que sonrió de lado y dijo:
- Puede ser, pero este es un niño rico cuya familia ha donado algunos edificios al campus y es el favorito de algunos de los docentes, entonces entenderás mis razones de tragarme la rabia que tengo y no hacer nada al respecto, odio a los niños ricos – Seiya suspiró cuando dijo esto y meneó la cabeza luego de tomar otro sorbito de su café
- Seiya… me hieres… - dijo Julián en pose dramática llevándose una mano al pecho pero sin poder ocultar su sonrisa
- Tú no entras en esa categoría, tú no eres snob, ni hecho el bueno, ni utilizas las influencias de tu familia para conseguir nada en esta universidad, eres un estudiante más que comparte lo que tiene con sus amigos, si no fuera así, no viviría contigo, ¿no te parece? – Seiya dijo esto muy serio mirando a Julián a los ojos, el muchacho de cabellos azules sonrió y respondió
- Yo no tengo tanto dinero, solo mi fondo de universidad que me permite vivir cómodamente, además ustedes dos pagan renta y me compran golosinas, mi familia es punto muerto porque no pudieron esperar para deshacerse de mi apenas acabé el colegio, por eso un cambio de ciudad me pareció lo mejor para mi salud física y mental, y además, mi familia vive en Okinawa, mi apellido no es tan famoso aquí, entonces sí soy un estudiante más
- Eres genial Julián y no te comportas como los niños ricos que estudian aquí y menosprecian a la escoria que sobrevive por becas – Seiya suspiró de nuevo y tomó la botella de whisky para poner un poco más en su taza de café
- No digas eso Seiya, y no te dejes amargar por ese imbécil que seguramente te tiene envidia o algo, si no fuera así no inventaría chismes de ti, apuesto a que está perdiendo la materia y como tú no la estás perdiendo, cree que solo acostándote con tu profesor la estás pasando, no le des más importancia de la que tiene, no todos son buenos en cálculo como tú sí lo eres – Julián codeó al castaño que le sonrió con tristeza, su amigo tenía razón, no debería prestar oídos a los chismes de pasillo
- Si si… ya ya… ¿vamos a ir mañana a la fiesta de mi facultad?, miren que me lo ofrecieron, ustedes casi no salen de aquí y eso no es bueno, están pálidos, no no no, hay que ponerle un punto a ello – Seiya sonrió recuperando un poco de su usual buena vibra, sus compañeros de cuarto casi no salían a fiestas o conciertos, vivían sumidos en sus materias y cosas, Sorrento ayudaba mucho a Julián con los trabajos y cosas, el dueño de casa era algo dejado y por eso mantenía a Sorrento a su lado, Seiya había llegado mandado del cielo porque Julián estaba perdiendo cálculo básico y por azares del destino y los horarios, le tocó tomar la materia con alumnos de otras facultades y en ese grupo estaba el castaño, se hicieron amigos y el resto es historia, ahora los tres muchachos vivían juntos y se apoyaban mutuamente en todo
- ¿Mañana?, ¿podemos ir mañana de juerga? – preguntó Julián a Sorrento que se encogió de hombros y dijo:
- Yo creo que sí, hemos estudiado toda la semana, si no lo tenemos a estas alturas… no lo tenemos, y lo mejor que podríamos hacer de cualquier forma es beber
- Genial – el peliazul sonrió y chocó su taza de café con la de Seiya que lució aliviado en este punto, los rumores en su facultad lo tenían mal genio, los demás muchachos lo miraban mal porque pensaban que él era un cualquiera que se estaba acostando con uno de los docentes, y esto sí lo afectaba, así Seiya dijera que no
- Nos vamos a divertir ya lo verán
Los tres muchachos se quedaron charlando en la cocina hasta la media noche, ahí Seiya fue a dormir, Julián regresó a estudiar y Sorrento se volvió a acomodar en el mueble a leer, Julián era el dueño de aquel departamento y vivía cómodamente sin tener que preocuparse por dinero, su familia tenía una compañía naviera bastante grande en Okinawa, Sorrento era originario de Tokio al igual que Seiya, ambos tenían beca por estudios y sus condiciones de vida mejoraron notablemente cuando Julián llegó a sus vidas
El departamento tenía tres habitaciones, la más grande que estaba en la planta alta tenía baño privado y una terracita en la que los chicos salían a fumar en las noches, en la planta baja estaban las dos habitaciones de Seiya y Sorrento que compartían un baño, la estancia era sumamente amplia y tenía paredes de vidrio, la cocina estaba en una esquina y a la que se accedía por tres escalones anchos y nada del área social tenía paredes, Seiya amaba este departamento, estaba relativamente cerca de la universidad por lo que podía caminar al campus, y no vivía en los horribles dormitorios estudiantiles que ni siquiera podía pagar, y no quería ir a vivir en casa, las horas diarias en tren acabaron con su vida y su estómago en su primer año
En los tres años que habían vivido juntos, su amistad se había fortalecido en todos los sentidos, esos tres muchachos tenían un aire de familiaridad de envidia, aunque Seiya estudiara en otra facultad, eso no les impedía salir a bares o a comer, aunque sus salidas se dificultaban a veces por sus horarios, de cualquier manera los muchachos vivían la típica vida de los estudiantes universitarios, libres de mayores complicaciones pero llenas de estrés por sus clases y materias
Al día siguiente no fue un buen día para Seiya, los resultados de los exámenes de medio ciclo fueron publicados y la nota más alta de cálculo era la suya, más de la mitad del salón se quedó para clases extras de recuperación, y habían unos pocos muchachos que ni aunque pusieran todos sus esfuerzos alcanzarían la nota mínima para el examen final, pero eso en lugar de traer paz a la vida del castaño, le trajo un sin número de burlas e insinuaciones
- No les hagas caso Seiya, que tú sabes que no es cierto – un muchacho de cabellos negros caminaba junto al castaño que estaba entre triste y molesto
- Es que si me molesta Shyru, soy humano y me molesta, yo no me estoy acostando con nadie
- Bueno… tal vez eso es lo que te hace falta, consíguete un novio y pon fin a las habladurías, ahora yo sí creo que el profesor Saga te tiene ganas porque yo vi que sonrió muy divertido cuando le dijeron que hay el rumor de que se está acostando con uno de sus estudiantes, y él dijo: “Ojalá fuera cierto”, entonces yo creo que si te tiene ganas
- Pueda ser pero yo no quiero nada con él, no quiero líos con los profesores, así estoy bien la verdad
- Yo solo decía – dijo el muchacho de cabellos negros tomando del brazo a su castaño amigo que caminó tratando de ignorar las risitas a sus espaldas
- Si si… en verdad si me hace falta un revuelque por lo menos – Seiya suspiró y empezó a bajar las escaleras pero se quedó quieto al escuchar una conocida voz que inundaba los pasillos por el foso y decía:
- No me consta pero me contaron que vieron a Seiya en la oficina del profesor Saga y estaba de rodillas en el suelo chupándosela mientras él calificaba los exámenes, por eso es que tiene la nota más alta del salón, eso fue el viernes de la semana anterior o un día de esos, lo que sí me consta es que se queda todas las noches en el campus hasta tarde, acabamos las clases como a las seis y él siempre camina en la noche a casa, supuestamente se queda con el profesor Saga en su oficina, no creo que recen el rosario si están juntos y solos, ¿no lo crees? – el que hablaba era un muchacho de blanca piel, cabello rubio y ojos celestes, muy atractivo y de apariencia varonil
- No lo sé, no me consta nada de eso Hyoga, aunque yo también escuché que el día del examen, Seiya lo entregó al último y que el profesor Saga y él tuvieron sexo en el escritorio, me dijeron que me iban a mostrar fotos pero no lo han hecho, no sé si eso es cierto o no, la verdad no me acuerdo si él estaba cuando yo ya me fui o no - el muchacho que respondió parecía muy dulce, tenía los ojos y el cabello verde y su piel era blanca como la leche, se encogió de hombros al decir esto y siguió bajando las escaleras
- Bueno… a mí también me dijeron eso, pero lo que no te contaron es que no es solo con el profesor Saga con el que se acuesta, al parecer el profesor Saga tiene un hermano gemelo que tiene una agencia de venta de autos usados o algo así, al parecer Seiya se acuesta con él también, como no tiene dinero pues esa es su forma de sobrevivir el mes – Hyoga dijo esto y se rió al final de su comentario, Shun le pegó en el brazo y le preguntó:
- El profesor Saga no tiene un hermano gemelo, ¿o sí?
- Eso es lo que me han contado, pero no sé… no creo que yo me acostaría con nadie por dinero
- Ya no seas hablador Hyoga, que nada de eso te consta, yo he visto a Seiya en la biblioteca y en las salas de cómputo, usualmente está leyendo algo, tal vez en su dormitorio no lo puede hacer porque le hacen bulla y él prefiera leer aquí donde no lo molestan, y si él se acuesta con el profesor Saga no creo que lo haga por dinero, el profesor Saga es soltero y muy atractivo entonces no es un mega pecado, además si lo hace o no es muy su problema, y otra cosa, él es muy bueno en cálculo, no creo que se acueste con el profesor Saga por calificaciones, pueda que estén saliendo o que sean novios, no todo tiene que ser sórdido
- Seiya no vive en el dormitorio estudiantil, él vive con otro muchacho en su departamento, supongo que él debe ser su novio o su amante o algo así porque los departamentos cercanos al campus son carísimos y súper grandes, supongo que Seiya no tiene para pagar renta, entonces debe pagarle al dueño de casa en especies – continuó Hyoga y hablaba con una seguridad aplastante
- ¿Con qué muchacho? – preguntó Shun interesado
- No lo sé, no lo conozco, creo que es de otra facultad o algo así, pobre la verdad… si cree que él es su novio, se va a llevar una triste sorpresa cuando se entere que Seiya se acuesta con toda la facultad
- ¿Con toda la facultad?, no seas exagerado Hyoga, aunque con todo lo que nos han contado, si algo de eso es cierto, bien podría ser con la mitad de la facultad – Shun rió muy divertido cuando dijo esto, Hyoga también y algunos de los otros chicos que bajaban las escaleras se les unieron
- Si claro… ¿tú crees que todo el mundo es célibe como tu Shun?, yo no sé cómo es que ese novio que tienes te aguanta, yo ya te hubiera botado la verdad – dijo Hyoga y bajaba las escaleras mientras charlaba con Shun que sonrió divertido ante este comentario y respondió:
- No todo en la vida es sexo Hyoga, yo he decidido esperar hasta el matrimonio y eso está bien, si tú no quieres esperar pues también está bien, cada quien funciona a su propio ritmo y a su propio tiempo
- ¿Y eso incluye a tu amigo Seiya?
- Eso incluye a todos, cada quien es libre de acostarse con quien quiera, donde quiera y como quiera, especialmente con los profesores sexys que tenemos que son solteros
Seiya estaba lívido en ese punto, él continuaba de pie a lo alto de la escalera, pero las voces le llegaban claramente por el foso, en su rostro se podía ver claramente la indignación que sentía, dos de sus compañeros de aula lo miraron de arriba hacia abajo y le hicieron sentir muy mal, Shyru lo tomó del brazo y lo jaló por el corredor, no era conveniente que su castaño amigo se boxeara con todo el salón, ¿por qué estas cosas le pasaban a él?
Julián tuvo un día pesado y llegaba cansado a casa, abrió la puerta y encontró a Seiya acostado en el sillón de la sala, una funda de gomitas ácidas a medio comer estaba sobre su estómago, tenía un trago en las manos y la botella de whisky abierta a su lado en el suelo
- Hey… ¿qué pasó?
- Bueno… ahora tengo orgías y me acuesto con las personas por dinero
- ¿Qué? – Julián botó su mochila y se acercó a Seiya que le dio la funda de gomitas primero y luego su vaso vacío, al tener las manos libres se acomodó de mejor manera en el sillón quedando recostado sobre su espalda y se cubrió el rostro con el brazo
- Eso están diciendo en los pasillos de mi facultad, como mi nota de cálculo fue la más alta, pues ahora me han visto mamándosela al profesor Saga en su oficina, y teniendo sexo con él en el escritorio del aula, me acuesto con su hermano gemelo y cobro por mis favores sexuales, ¿qué tal? – Seiya se llevó una mano al pecho y la otra descansaba por sobre su cabeza, Julián se tomó el trago y le palmoteó la pierna a su amigo al decir:
- ¿Y si te están pagando bien por lo menos?
- Eres un imbécil Julián!!! – Seiya le lanzó un cojín al peliazul que se rió divertido y sirvió un nuevo trago para dárselo a Seiya que se incorporó y lo bebió de una sola
- Eres tú el que hace mal al dejar que esa pila de babosadas te afecte, hey… cambia esa cara, y si te sirve de consuelo, yo te daría el resto de mi fondo de universidad si pasaras una noche conmigo, imagínate, te ofrezco ir a pedirle dinero a mi padre para sobrevivir, mira que él me desheredó y no me quiere ni ver en pintura, pero por una noche contigo lo haría
- No sé si eso es dulce o perturbador – respondió Seiya con una media sonrisa
- Es dulce, oye… ¿no que íbamos a ir a no sé qué fiesta de tu facultad?, ¿qué haces en pijama?, yo pensé que me ibas a retar porque llegué tarde – Julián comió una de las gomitas e hizo muchas caras al darse cuenta que eran de las ácidas, él odiaba esas gomas pero a Seiya le encantaban
- Si pero… no quiero ir – Seiya se arrimó al espaldar del asiento y cerró los ojos con cansancio, Julián tosió porque casi se atora con la goma y dijo entre tosidos:
- No no no, tenemos que ir a esa fiesta y nos vamos a divertir, no podemos dejar que los chismes te cambien el ánimo, vamos… vístete y salimos, ¿en dónde está Sorrento?
- En su cuarto creo – respondió Seiya sin moverse de su posición en el sillón
- Ya lo llamo y luego de que chequee que no se agujereó mi lengua por las gomas que me diste, salimos de una vez – a Julián no se le pasaba el mal sabor y seguía haciendo caras
- No seas dramático que no se te agujerea nada
- Yo no sé cómo puedes comerlas, pero… allá tú, vamos flojo… eso es… - Seiya hizo caras pero a la final se levantó ante la insistencia de Julián que se puso de pie y lo jaló, le palmoteó el trasero y lo envío a su habitación, Seiya sonrió y caminó a su habitación, ellos habían quedado la noche anterior en salir, así que fue a cambiarse, ninguno de ellos podía saber que esa noche cambiaría sus vidas…