Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amantes Modernos por noemibeargirl

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es mi primer historia así que espero que les guste, intentaré subir capitulo una vez por semana pero si les gusta subire más. Subí esta historia en otra plataforma por si gustan leerla igual. Por vez unica, tal vez, subiré 4 capitulos. Espero que lo disfruten

Notas del capitulo:

Por las politicas de amoryaoi voy a subir directamente la historia aunque me hubiera gustado poner algunas aclaraciones, pero bueno tengo una mania con las reglas. Cuaquier duda que tengan pongala en sus comentarios, vamos no sean tímidos. Y dicho eso... espero que les guste.

 

"Pensamientos"

palabras importantes

"El personaje canta"

Texto centrado sin --- son mensajes de texto

 

--- Fer---

"Es la canción de moda y tú bailando sola te ves hermosa y tan deliciosa, puede ser una corazonada, pero creo que estás cansada de besos lentos y amantes tiernos que no, quieren crecer que no saben cómo hacerte mujer." Su voz se oía suave y tranquila. Como si aquella canción hubiera sido hecha sólo para que ella la cantará, para que yo la escuchará. Ella estaba ahí. Sentada en las gradas del campo de tochito bandera de la preparatoria, mirando el atardecer mientras cantaba. Perdida en su mundo, en su propia voz, en algún lugar que parecía imposible encontrar. No me atrevía a acercarme, mis pies estaban clavados en el pasto, como si el lodo de este fuera más bien cemento. Pero quería hacerlo, tenía el terrible deseo de acercarme y cantar a su lado; para después, como siempre lo había deseado, robar un beso de sus labios. "¿Por qué no soy más valiente?" Me pregunté sin obtener respuesta, no había nada que pudiera hacer. Ya no cómo era en ese momento, tenía que aceptarlo. Sólo me quedaba una última cosa antes de irme de ahí "Los amantes modernos no saberte besarte como yo..." Canté suavemente, apenas en un susurró, más para mí que para ella antes de irme pero, sin saber cómo o porqué, ella volteó y nuestras miradas se encontraron. Mis ojos verdes se encontraron con esos hermosos de color... ¿De qué color?

Desperté oyendo una melodía, ahora tenía sentido la musicalización de mi sueño "Laura" pensé algo molesta. Mi prima y su tonta costumbre de despertar con música, pero bueno al menos ahora había sido una nueva canción. Estaba harta de oír "Azul" al despertar y traerla pegada todo el día. Aun con el sueño medio pegado en mis parpados aparte las cobijas, desparramadas a mis pies. Me senté en la cama y escribí en la libreta de siempre "Amantes Modernos – La gusana Ciega" una más agregada a la lista. Cuando terminé mi pequeña costumbre me levante de la cama con pereza. Era hora de ir a la escuela, sin embargo antes de empezar mi rutina de siempre tomé una almohada que estaba tirada en el suelo de mi recamara, me puse mis pantuflas de Catarina y caminé hacia la recamara del al lado. Al abrir la puerta la vi, tan sonriente como siempre. Mi amada prima Laura, a pesar de llevar viviendo casi cuatro años juntas y de mis incesantes suplicas, seguía haciendo lo mismo. Era hora que pagara por sus actos con su vida. – Buen día Fer, veo que te levantaste de mal humor. – Saludó tranquila por lo que decidí ser un poco más efusiva – ¡Deja de poner música cuando aún duermo, quiero dormir! – exclamé mientras que con la almohada le pegaba, sin embargo ella no se enojó ni muchos menos, al contrario reía encantada – No exageres, además di que te hago de despertador que si fuera por ti no llegarías nunca a tus dos primeras horas – respondió a la par que tomaba una almohada de su cama y me golpeaba. – Pero aún es muy temprano, ¿por qué rayos te tienes que parar a las 5 de la mañana? – La golpeé – Porque quiero y porque se me fue el sueño – me golpeó y nos miramos fijo, como retándonos - ¡Guerra de almohadas! – Gritó de repente y comenzó a golpearme sin descanso – Espera, no – intenté detenerla y contener la risa pero, ya no podía. De nuevo mi prima había ganado de la manera más simple de todas, poniéndome de buen humor y comenzamos a pelear como cuando éramos niñas. "De seguro voy a llegar tarde" pensé.

---Brenda---

No podía dejar de tararear, esa mañana estaba de muy buen humor y no sabía bien por qué - ¿Ahora por qué estás tan feliz por la mañana? – oí a mi hermano preguntar sentándose junto a mí. – No lo sé, sólo desperté de buen humor – respondí antes de tomar otra cucharada de cereal y seguir tarareando – Sí claro, de seguro hoy vas a volver a ver a esa chica ¿No es así? – sonrió con picardía, al instante me atragante con el cereal y comencé a toser -¿Qué? Digo sí... pero no estoy feliz por eso – logré contestar completamente roja, después de lograr vencer la asfixia – Sí claro – dijo incrédulo – Por cierto si sigues pasando todo el pigmento de tu cabello a tu rostro terminarás con más canas que las de papá – me molestó sirviéndose un plato de cereal, yo sólo le saqué la lengua y seguimos comiendo en silencio. Una vez más mi hermano me había quitado las ganas de tararear y me había traído la imagen de Sandra. "Sandra" pensé su nombre una y otra vez. Llevaba tras de ella dos meses y cada vez me gustaba más. Nos llevábamos bien aunque no teníamos muchas cosas en común. Incluso habíamos llegado a tener uno que otro acercamiento físico, no habíamos llegado a besarnos pero sentía que dentro de poco tal vez ese sueño mío se haría realidad. El único problema, el idiota de su "no-novio" Rodrigo. Como odiaba a ese tipo, ellos andaban y terminaban mínimo una vez al mes. "Debo aprovechar la próxima vez que terminar, enserio que sí" me prometí a mí misma terminando mi cereal. Entonces saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y revisé la hora, ya debía irme. Además tenía un nuevo mensaje Sandra, sonreí como tonta de inmediato. – Ya me tengo que ir ¿Nos vamos juntos? – Pregunté a mi hermano mientras me paraba de la mesa con el plato y lo dejaba en el lavatrastos – Sí, sólo deja termino el cereal – respondió con la boca llena, rodé los ojos. – Vale, voy por mis cosas y nos vamos – caminé a mi cuarto y sin poder aguantarlo más abrí el mensaje de Sandra.

---Fer---

Buen día linda, entonces ¿Cuándo vienes a mi casa a estudiar? ;)

Reí al leer ese mensaje, Lily era toda una coqueta. Llevaba una semana besándome con ella y ya quería pasar al siguiente nivel pero no. Si seguía así lo más probable es que dejemos de ser más que amigas y volvamos a ser sólo amigas. Lo cual era algo triste, no era tan mala besando, pero bueno siempre había más chicas. Cerré su conversación y volví a mi buzón de entrada. Tenía varios mensajes la mayoría de "amigas" mías y otros de grupos de la preparatoria, nada interesante. Excepto por un mensaje de Elisa, una compañera de tochito, preguntando sí iría a la fiesta de mañana "Algo me dice que ella quiere algo" pensé divertida y le respondí

¿Ir? Si yo la organicé

Guardé de nuevo el teléfono en el pantalón, me puse los audífonos y me fui acercando a la puerta del vagón lista para bajar. La siguiente era mi estación, no podía esperar por mañana. ¡Oh dulce viernes ya ven a mí!

Baje del vagón y camino sin prisa hacia la preparatoria que estaba apenas a unos pasos, contrario a lo que supuse no se me había hecho tarde por estar jugando con la infantil de mi prima. Además estaba realmente feliz, no podía esperar porque fuera mañana. Caminaba hacia las escaleras mientras tarareaba la canción de esta mañana, que obviamente se me quedó pegada, cuando al voltear la vi. Estaba ya afuera de la estación, la podía ver a través de las rejas. Al igual que siempre tenía un termo de café en una mano mientras que con la otra veía su celular entretenida. Entonces, cómo si sintiera mi mirada, levantó la vista y nuestros ojos se cruzaron apenas un instante antes de que ella los rodara y volviera a lo suyo. Ignorando su gesto seguí mi camino. "Creída" pensé, me parecía increíble como Brenda podía arruinar mi buen humor con sólo un gesto.

---Bren---

No necesitaba ser una genio para saber lo que esa idiota había pensado. "Creída" incluso podía oírla decir esas palabras en mi cabeza, pero me importaba poco lo que una tonta playgirl pensará de mí. Aunque eso no evitaba que el buen humor, el cual había conseguido al leer el dulce "Buenos días" de Sandra, se viniera abajo. "Sandra" pensé inevitablemente con la peor cara de estúpida que tenía. – Oye yo que tú quitaba esa cara de estúpida antes de que alguien piense que eres retrasada – oí a mi lado, no necesitaba voltear para saber quién era. – Te recuerdo que no soy la única con cara de estúpida ¿eh? –Miré a Dani con una ceja alzada – Oh cállate – respondió con una sonrisa y un leve sonrojo. – Y qué ¿no me vas a saludar? – Me lanza una mirada lastimera que me hace reír – Nop – niego sin pensar – Rompes mi corazón – dramatiza – Bueno aunque sé que cuando piensas en la idiota esa sé que estas perdida – continua diciendo. Frunzo el ceño al oírla, pues con su idiota se refiere Sandra. – Oye... - intenté reclamarle pero ella se me adelantó – Sí, sí lo sé Sandra no es ninguna idiota según tú; pero de verdad Bren, sabes que puedes andar con quien tú quieras pero Sandra no creo que sea la mejor – esta seria, sabía que estaba preocupada por mí. Sandra no tenía la mejor reputación, sin embargo a mí eso no me importaba. – Algún día verás lo que yo veo – aseguré, Dani sólo soltó un suspiro – Esta bien, bueno ahora entremos que si no se nos hará tarde – comenzamos a caminar de nuevo hacia la preparatoria cambiando el tema de conversación.

Pasábamos por la entrada cuando Dani vio a su novio, Nicolás, lanzándose hacia él para plantarle un beso digno de telenovela. Me limite a mirar hacia otra parte y los ignore un momento para darles un poco de privacidad – Hola Bren – me saludó con una sonrisa cuando Dani por fin se separó de él – ¿Qué hay Nick? – contesté el saludo y miré a Dani que lo sostenía de la mano. – Oye déjalo respirar también, que en cualquier momento lo matarás – dije y ella sólo sacó la lengua. Sabía que lo decía en broma pero de cierta manera era verdad. A veces Daniela podía ser realmente intensa con sus relaciones.

Verlos tan acaramelados me hacía sentir ciertos celos, más no de los malos. Sólo me hacía querer tener algo así y a la vez me hacía me hacía pensar en Sandra. "Sandra" he perdido la cuenta de cuantas su nombre ha pasado por mi mente. "Estoy ansiosa por verla" pienso y, como si alguien escuchara mis pensamientos, al mirar hacia el edificio principal la veo. Su pelo castaño, su piel canela y sus ojos verdes oscuros me vuelven loca. Pero más loca me vuelve su estúpido novio, que le sostiene la cintura como si fuera de él. Lo miro con tanto odio que Dani tiene que sacarme de aquel transe antes de que asesine a alguien – Oye tranquila, parece que intentas desarrollar vista de "rasho laser" – como siempre sus referencias a películas infantiles me hace reír y quito mi mirada de ellos. – Te mamas – digo. – Yo no... pero alguien que estoy viendo... – comienza a decir con una voz picara mirando a Nick. Ese es mi límite. – Ajjj cállate, no quiero saber esas cosas – le paro el carro, no soporto cuando comienza a ser explicita– Lo siento Bren – se disculpa Nick para después comerse a Dani.

Notando el súper mal tercio que estoy haciendo, decido alejarme y comenzar a caminar hacia el edificio principal. Busco a Marisol o a Rebeca que me hagan compañía pero no las veo por ningún lado aunque era de suponerse pues ambas suelen llegar tarde. Aunque prefiero estar sola que ver como aquellos dos se comen. Sin nada aparente que hacer veo mi celular en busca de ideas. Al parecer aún faltan 10 minutos antes de mi primera hora así que pienso matar el tiempo arreglando los últimos detalles de mi maquillaje, a esta hora los baños están prácticamente solos. Entro en el primero que encuentro y de mi mochila saco la cosmetiquera. Empiezo a retocar mi maquillaje cuando oigo un pequeño eco proveniente de una de las puertas, nada serio en realidad. "Tal vez alguien esta estreñido" pienso no sin cierto desagrado. Continúo con lo mío, en el momento que oigo un golpe. Paro de inmediato, pienso por un momento si preguntar algo a quien está adentro, sin embargo los "ecos" suena más claros y descubro que son gemidos. Mis mejillas se tornan rojas y, apresurada, guardo mis cosas. Estoy por terminar cuando la puerta se abre estrepitosamente y de ella salen dos chicas. Una de ellas cae en el suelo mientras la otra sólo trastabilla. No puedo creer esto, deben estar fastidiándome.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).