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Otro gato negro en Gótica por 5canciones

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Notas del fanfic:

La idea me vino a la mente cuando comencé a encontarme con fanfics donde Marinette conocía y se enamoraba de Damian Wayne y la idea me encantó, sin embargo odié que en cada uno de ellos presentaran a Adrien como un idiota egoista e irresponsable, por ello decidí escribir mi propio fanfic en el que fuese Adrien quien se encuentra con la batifamilia y debio al hecho de que en realidad no odio a Marinett yo no la voy a antagonizar (mucho, porque me desespera su torpeza).

Aun no decido cual va a ser la pareja de Adrien, así que por ahora va a ser un harem.

Notas del capitulo:

Ninguno de los universos y sus personajes me pretenecen 

Adrien miraba embelesado la vista panorámica de la ciudad desde su asiento de primera clase en el avión. Era sorprendente lo poco que se parecía Gótica a París, los fríos y oscuros edificios, las viejas y descuidadas viviendas, los estrechos y amenazantes callejones, no se parecían en nada a la brillante y alegre ciudad que era su hogar. Aún así, Adrien tenía la esperanza de que ya una vez entre sus calles, pudiese conocer un poco de la hospitalidad (muy poco hablada) de los ciudadanos de Gótica, pero por desgracia, incluso desde el cielo, la sombría ciudad daba la impresión de no ser amable con los forasteros, o con cualquiera a decir verdad. 

Soltando un profundo suspiro, Adrien no pudo evitar removerse de forma nerviosa en su asiento, pensando que en menos de media hora pisaría suelo americano estando completamente solo, sin Gorila, sin Natalie y (sorpresa, sorpresa) sin su ermitaño padre. Otro motivo de su nerviosismo es  que no tiene la mas mínima idea de como se va desarrollar su estadía en Gótica, aparte del hecho de que la gente de la compañía Wayne se haría cargo de él. En realidad no consideraba culpa suya el estar tan poco informado de lo que se planeaba sería su vida durante los próximos meses, después de todo, su padre sólo le había dado dos semanas para hacerse a la idea de que su domicilio cambiaría temporalmente de forma obligatoria , lanzándolo a una carrera contra el tiempo para resignarse, pensar y discutir con Plagg sobre el destino de su miraculous, despedirse de sus amigos, su Señora y su ciudad, llegar a un acuerdo con Plagg, empacar, localizar al maestro Fu, decirle adiós a su kwami y querido amigo, para finalmente abordar el avión que lo llevaría a Gótica. Y perdido entre esa serie de eventos, hubo un incomodo abrazo de despedida con su padre .

Mas pronto de lo que esperaba, sonó la voz del capitán por los altavoces del avión, anunciando el inicio del proceso de aterrizaje  para posteriormente dar la orden de ponerse los cinturones. Obedientemente abrochó su cinturón y con una suavidad nerviosa apoyó su cabeza en el respaldo de su asiento,  cerrando sus ojos, soltó un tembloroso suspiro. Ya era hora, estuviese o no preparado, tenia que bajar de ese monstruo metálico y enfrentarse a su niñera designada por el señor Wayne.

 

Una vez en  el aeropuerto, con su mochila al hombro y una pequeña maleta firmemente sujetada en su mano, entró en el área de recepción de pasajeros y cuidadosamente fue revisando cada uno de los sencillos carteles, sostenidos por diferentes tipos de manos, en busca de su nombre. Primero notó las manos: grandes, callosas y con un par de lineas pálidas entre los dedos, que el supuso eran cicatrices; lo segundo, fue el cartel que sostenía con desgana, en el cual estaba escrito su nombre de forma descuidada y sin la ¨e¨ al final de su apellido. Al ampliar su atención al resto del cuerpo que sostenía el cartel, pudo notar que el hombre era inmenso, casi tan grande como Gorila pero con una musculatura menos voluminosa y mas atlética, tenia una cara que encajaría perfectamente en una pasarela o en la portada de una revista, pero donde la cara de Adrien era mas bien androgina, la de este hombre era completamente masculina, su cabello era negro azabache y tenia un curioso par de mechones blancos en el frente de su melena.

Con una sutil cautela, se acerco al hombre y con una tímida sonrisa lo saludó.

-Buenas tardes monsieur, yo soy Adrien Agreste.- dijo con un ingles bien practicado- ¿usted es quien me va a llevar a mi alojamiento?

Por unos agonizantes momentos de silencio, sintió como el hombre lo atravesaba con una intensa mirada azul, haciéndole sentir momentáneamente mas pequeño de lo que era en realidad con su metro setenta. 

-Si, yo voy llevarte a tu ¨alojamiento¨.- entonó con burla- Mi nombre es Jason Todd.

 

Notas finales:

intentaré actualizar lo más seguido que pueda


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