Luego que Alan recogiera a Carvel y ya al estar cerca del consultorio y le explicara la situación ésta se soltó a llorar.
-Fue mi culpa, ¿verdad?- dice entre lágrimas.
-Claro que no. No hay nada de malo en amar a alguien.
-Sino me hubiera enamorado de ella... pero la amo Alan, no puedo dejar de hacerlo.
-Y eso es lo correcto, por nada del mundo debes dejar de hacerlo. Ahora vamos a verla.
-Bien.
Alan y Carvel entran al consultorio y ven al hermano de Elián con un semblante sombrío.
-Hola-saluda la chica- soy Carvel. Mucho gusto.
-Hola, soy Alan, el hermano mayor de Elián.
-A... quizá ya lo sepas y sino quizá pronto te lo digan tus padres, pero, soy la novia de tu hermana.
-¿La novia?- finalmente la mira con detenimiento y sonríe- me da gusto conocerte.
-Perdón, yo.
-No me digas eso. Mi hermana siempre parecía deprimida, pero desde hace un tiempo la he visto más sonriente que nunca. Ahora se porque. Gracias por cuidar de ella.
-De hecho ha sido todo lo contrario. Ella ha cuidado de mí, ella...
-Va a salir bien de esto. Debemos de confiar que así será.
-Tienes razón. Elián es muy fuerte.
Las horas pasaron y Elián no despertaba. Su amigo llevó a Carvel a casa e invitó al hermano de Elián a quedarse para que pudiera estar cerca de ella.
-Alan, por favor avísame cuando despierte, no importa que hora sea. Por favor tu dime.
-De acuerdo. Yo te aviso. Por ahora intenta descansar un poco.
-No sé si lo lograré.
-¿Qué dices? Si te descuidas ya no serás tan atractiva para Elián. Y entonces será mi momento de actuar.
-Si, cómo no -sonríe- Gracias Alan. De no ser por ti no sabría que hacer.
-Claro que no. Ustedes dos siempre saben que hacer, por eso se aman tanto. Se completan a la perfección.
-¿Lo crees?
-Estoy seguro. Ahora ve, entra a tu casa.
-Si.
Después de dejar a su amiga. Alan emprendió carrera hacia Elián. Deseaba tanto que estuviera bien, que siguiera haciendo sus bromas y molestarla como era costumbre para después escuchar su risa y ver ese rostro que tanto le gusta. A la chica de la cual se enamoró.
Al entrar a casa los padres de Carvel se asustaron de verla tan pálida.
-Hija, ¿qué pasó?- se acerca primero su madre.
-Papá, mamá, hay algo que quiero hablar con ustedes.
Carvel contó su problema con su ex novio, el apoyo que recibió de Elián, la convivencia con ella y el cómo se enamoraron. Ellos en ningún momento la interrumpieron, escucharon atentamente a su hija y al final, la abrazaron contentos al saber que tan linda chica formaba ya parte de la familia. Además de hacerle entender que siempre la apoyarían y que comprendían su dolor.
-Muchas gracias papás.
-¿Ya despertó? -le pregunta al hermano de Elián.
-Aún no. Creo que tal vez no quiere hacerlo, quizá este asustada.
-Elián.
-La amas, ¿cierto? Aquella vez que te enseñé las revistas lo supe. Solo que nunca me lo confirmaste.
-Si, la amo.
-Gracias por cuidarla y salvarla. Es mi hermanita y, me preocupo por ella. A mí no me importa si le gusta un chico o una chica, para mí siempre será mi loca y amada hermana menor. Pero, ¿por qué no puede ser así también para ellos?
-Supongo que a veces los padres son difíciles de entender.
-Ellos no tienen pretexto. Elián siempre fue una buena hija. Y le dieron la espalda cuando más los necesitaba.
-Tienes razón. Tal vez ella ni siquiera desee presentar cargos en su contra.
-Si. Así es Elián.
Pasaron más horas y su amigo fue a la habitación para ver si tenía lo necesario.
-Debes de recuperate feita.
-Alan.
-¡Qué!- se acerca a ella y aún dormida, lo sujeta de la camisa- No te vayas.
-Vaya, sigues dormida. ¿A cuál de los Alan llamas entre sueños? ¿Quieres a tu hermano o me quieres a mí? -se cuestiona con un agudo dolor en el pecho. Sabía que no debía de hacerse de ilusiones, pero aún así, deseaba que ella lo quisiera aunque sea un poco.
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