En la escuela ya todos hablaban de lo ocurrido con Elián. Y por supuesto no eran buenos comentarios.
-¡Carvel!- se acerca uno de sus compañeros- ¿Segura no te gustan los hombres? Dame cinco minutos y vas a ver que te empiezan a fascinar. Solo te faltaba conocer a alguien como yo.
-A ella no le interesa- Alan lo tomó de la cabeza y lo hizo retroceder.
-¿Qué te pasa? Solo estamos jugando.
-Pues no nos gustan ese tipo de juegos.
-¿Qué? ¿Te gustan las lesbianas?
-¡Cállate!- el chico recibió un puñetazo que le hizo caer al piso. Era del grupo de amigas de ellas- Quien se meta con Elián o Carvel se mete con nosotras.
-Alan, chicas, muchas gracias- Carvel estaba conmovida hasta las lágrimas. No había parado de recibir comentarios agresivos, pero al ver que sus amigos estaban con ella se sentía con las fuerzas suficientes como para seguir adelante.
El día transcurrió aún entre insultos hacia Carvel. Pero en todo momento sus amigas estuvieron con ella, no la dejaban sola ni para ir al baño.
-Alan- se acerca Roxana- Deja de juntarte con esas raras. Ya empiezan a hablar mal también de ti.
-No me importa. Que digan lo que quieran.
-¿Bromeas? Con el tiempo pueden empeorar.
-Pues que lo intenten. No voy a cambiar de opinión. Carvel y Elián son mis amigas y nada va a cambiar eso.
-Deberías pensarlo con más calma.
-Gracias Roxana, pero estoy firme con mi decisión. Ahora ve, sino van a hablar mal de ti también.
-No me importa. Que digan lo que quieran, yo no voy a dejar de ser tu amiga- entonces entendió el punto de Alan- Tienes razón. No te alejes de ellas, así como yo no lo haré de ti.
-Me parece bien, gracias Roxana.
Al finalizar las clases, Carvel fue con Alan a ver a Elián.
-¿Carvel?
-Elián-iba a lanzarse a sus brazos hasta que recordó lo herida que estaba- Hola.
-Hola. Siento como si no los hubiera visto en siglos.
-Nosotros también- ambos se acercan y Elián les hizo espacio para que se sentaran en la cama. Platicaron un poco y luego se marcharon para dejarla descansar.
-Gracias por todo Alan, de no ser por ti habría sido muy difícil todo.
-Para eso estan los amigos. Ve con calma, parece estar mejor.
-Si, me dio gusto verla. Y espero que para cuando vuelva a clases todo esto ya se haya relajado. Elián puede ser muy sensible y no quiero que la vuelvan a hacer sentir mal.
-Y si lo hacen, aquí estamos para protegerla.
-Tienes razón.
Una semana después Elián estaba casi completamente curada de sus heridas. Y tal como supusieron, no quiso presentar cargos en contra de sus padres y ellos no quisieron saber más de ella, así que se quedó en casa de Carvel y su hermano también se fue de casa, quedándose junto a un amigo, visitando cada que podía a su hermana.
-Duerme bien Elián.
-Tú también Carvel.
Apagaron la luz y se fueron a la cama. Elián había extrañado mucho a su novia, tanto que tenía la necesidad de sentirla. Y no se quedó con las ganas. Lentamente coló su mano por la pijama de Carvel. Se topó con su brasier y lo bajó un poco encontrándose con uno de sus pezones. Comenzó a darle pellizcos y luego a masajear todo el pecho.
-Elián.
-Perdón, solo un poco.
-Pervertida -sonríe y se da la vuelta. Abre su pijama y queda al descubierto su brasier- abrelo.
-¿Segura?
-Sino lo haces tú, lo hago yo.
Elián trago saliva y desabrochó dejando salir aquellos hermosos senos de su pareja.
-Eres tan hermosa, tenía tantas ganas de ti.
-Yo igual.
Elián se acercó a lamer los senos de Carvel, y mover con su lengua los pezones. Y ella no sabía si era por la nostalgia o por el tiempo que pasaron sin hacerlo, que Carvel se exito más, no paraba de gemir con apenas esos roces.
-Ah... Elián... umn... -se alzaba y bajaba. Sus gemidos se escucharon por toda la habitación y la verdad es que después de esos horribles días escolares, estar ahora en los brazos de Elián era como un sueño. Y claro que pensaba compensarla por ello.
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