Ya era lunes y Alan estaba dispuesto a poner en marcha su plan. Por lo que el día anterior hizo todo por conseguir lo que necesitaba.
-Qué hay Alan, ¿por qué esa carita?- saluda una de las amigas.
-Hola, ah... la cara es porque me desvele viendo películas.
-Segura una porno- bromea.
-Si, ya sabes esas de vaqueros.
-Ah, puerco. Oye ¿estas libre hoy?
-Si, claro.
-Entonces, ¿crees que me puedas ayudar con algo? Es que mañana es el cumpleaños de mi hermano y no se que regalarle. Pensé mucho pero no se me ocurrió nada, así que tal vez tú podrías ayudarme... pero si no quieres...
-La duda ofende. Claro que puedo.
-Gracias, eres a todo dar. Las demás chicas también van. Solo me falta preguntarle a Elián y a Carvel si quieren acompañarnos.
-Me temo que ellas dos no van a poder -se acerca a susurrarle al oído- la profe de historia les pidió hacer algunas cosas y... ya sabes como se tarda la mujer.
-No importa, las podemos esperar.
-Mejor no. Ya sabes quien va a salir con un humorcito, y luego es muy propensa a las peleas. No quiero que nos corran del lugar sin poder comprar el regalo de tu hermano.
-No creo que haga algo así- ríe.
-Quien sabe -sube y baja los hombros.
-¡Es verdad! Carvel cumple años también en unos días. De ahí sirve que aprovechamos para comprarle algo. Entonces mejor así. No hay que decirles nada para que sea sorpresa.
-Que bueno que tocamos el tema -sonríe- me tienen que decir cuando es su cumpleaños. Mira que no soy bueno recordando fechas y mejor los anoto todos de una vez.
-Ay si, ¿para marcarlos en el calendario?
-Si. No te creas que solo ustedes marcan las fechas importantes.
-¿Neta eres soltero?
-Si, es que no soy buena pareja -suelta a reír a carcajadas- ya sabes, ronco mientras duermo y como mucho. Además soy tan vanidoso que doy asco.
-Hola -se acerca Elián a ellos- ¿De qué hablan que estan tan alegres?
-Ya ves, cosas sin importancia- responde Alan- como que me mandas notas para que voltee a verte y me mandes besos.
-¡Nunca hago eso!
-Si lo sabe Dios que lo sepa todo el mundo -bromea- hasta me haces así con la lengua.
-Ya quisieras -le da un empujón.
-Ay me moddi dico (Ay me mordí rico).
-Los dejo tortolitos- sonríe su amiga.
-No, ¿por qué?- pero de nada sirvió que intentara detenerla porque sin más, se fue.
-Niña, tu siempre corres a mis amistades- sonríe mientras la toma de los hombros.
-No fue mi intención.
-Bueno, no me enojo. Vamos ya o se nos hará tarde.
Al finalizar las clases Alan se acercó a Carvel y a Elián.
-Ey niña, necesito que me hagas un favor.
-Pídeselo a alguien más. Bueno, no. Dime de qué se trata.
-Ociosa- sopla en su oído.
-¡Que no hagas eso!
-Quería salir con la hermosa Carvel, pero se presentó algo más y es solo por hoy, ¿podrían usar esto por mí?- le entrega una nota con el nombre de un restaurante y la dirección.
-Oye, pero esto es...
-Si, abre hoy y es una experiencia para enamorados. Pero como me niego a invitar a un chico para que me haga sombra, te pido a ti el favor.
-Es una broma, ¿cierto?
-Que no. Y descuida ya esta todo pagado para que no me digas "yo haciéndote un favor y todavía me sangras." Yo no soy de esos.
-Pero...
-Por favor, no hay reembolso.
-Los aceptamos, muchas gracias Alan- se acerca a abrazarlo Carvel quien aprovechó para susurrarle al oído-. Te odio y amo tanto a la vez. No te sacrifiques.
-Lo hago porque así lo deseo- responde de igual manera- ambas son importantes para mí Carvel.
Después de haberles dado a detalle la información, ambas fueron a casa para ducharse y cambiarse de ropa. Querían verse lo mejor posible ya que su amigo les había regalado semejante oportunidad.
Mientras tanto Alan y las otras chicas estaban de un local a otro viendo cosas para regalarle al hermano, y por qué no, hasta para comprarse a sí mismos. Todo era tan divertido que lo único que querían era pasar más tiempo así.
A la hora acordada ambas chicas se encontraron y Elián casi se abalanzaba hacia Carvel cuando la vio tan hermosa con un sencillo vestido blanco que le hacía resaltar su figura y unos zapatos bajos que le combinaban perfecto. Y en el cabello un listón del mismo color de sus ojos.
-Que linda te ves- le dice Elián a su amiga al mismo tiempo en que se acerca a saludarla.
-¡¿De verdad?! -se sonroja un poco mientras desvía la mirada- muchas gracias. Tú también te ves muy linda.
-No, no que va- la chica sonríe y es que en mal momento se dio cuenta que no tenía nada para una ocasión así. Ella suele jugar con su hermano y por lo mismo busca tener ropa cómoda y no femenina o al menos un poco formal.
-En serio. Se me hace muy buena esa combinación de playera con jens.
-Vaya... gracias.
Luego de un rato más de halagos, ambas partieron al lugar. Al llegar allí no tuvieron ni que decir que venían en nombre de alguien más, pues inmediatamente las hicieron pasar y las atendieron como si fuesen clientas de toda la vida.
-Que lindo lugar- dice Carvel asombrada por toda la decoración.
-Si, es verdad.
Y no solo el lugar les facino, también la comida y la atención, además de el entretenimiento y el ambiente. Todo era perfecto. Si alguien tenía ganas de romper con su pareja antes de entrar, podían asegurar que saldrían nuevamente enamorados.
-Tengo que agradecerle a Alan por tan semejante oportunidad- comenta alegremente Carvel mientras van de regreso a casa.
-Es verdad, la comida estuvo deliciosa.
-Aunque me dejaste sola con el postre.
-Es que no soy muy buena con el dulce.
-Mentirosa- sonríe.
-Es verdad.
-No te creo, mírame a los ojos.
-No creo que sea buena idea- esquiva la mirada de su amiga.
-¿Por qué no?- acorta distancia a tal punto que podía sentir los senos de su amiga rozar su cuerpo.
-Bueno, pues... -gira la vista y ve a su madre a lo lejos- ¡mi mamá!
-¿Qué?
-Me divertí mucho hoy, gracias por todo.
-No, gracias a ti. Nos vemos mañana.
-Si, hasta mañana.
Ambas se habían quedado frías, pero no podían seguir con aquel juego frente a la madre de Elián.
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