Habían pasado días de aquella salida y ninguna de las dos se ánimo a dar otro paso. Después de esa interrupción fue incómodo para ambas y muy tortuoso para Alan quien pensó poder ayudar a las chicas. Y como mañana era el cumpleaños de Carvel, algo tendría que hacer al respecto. Para su fortuna, la oportunidad pareció llegar sola. Y ya que tenían un trabajo en equipo decidieron dividir el trabajo tocandoles a ellas dos pasar más tiempo juntas.
-Aún nos falta mucho -suspira Carvel.
-Voy a ver si me dejan quedarme. ¿Puedo tomar tu teléfono?
-Si, claro.
Habló con su padre y este le dio permiso con la condición de que al regresar a casa por su ropa comprara algunas cosas que estaban de paso.
Luego de haber hecho todo lo que le encargaron, finalmente regresó a la casa de su amiga. Estuvieron trabajando algunas horas más, además comieron y tomaron una ducha. Al llegar la noche ambas se fueron a acostar en la misma cama. Elián estaba muerta de nervios y es que pensar en pasar la noche con Carvel era como un sueño.
-Descansa Elián.
-Tu igual.
-Gracias.
Carvel cierra los ojos y se da la vuelta dándole la espalda a su amiga cosa que agradeció. Pero eso no duró mucho tiempo. Carvel en un momento de la noche se giró y se veía realmente hermosa. Su boca a medio abrir y uno de los botones de su pijama desabotonado enseñando un poco de su brasier. Y Elián llena de ansiedad aprovecho para desabotonar otro más, entonces ya solo había algo que le estorbaba para ver sus pechos y ese era el hermoso brasier negro que por fortuna se abría por delante. Entonces aún motivada por el deseo que despertaba en sí su amiga, se atrevió a abrirlo. Fue en ese momento que sus senos salieron juguetones. Eran enormes, se veían suaves y con lindos pezones rosados. Tenía tantas ganas de tocarlos, lamerlos, pero se contuvo y la culpa llegó a ella rápidamente. Así que despertó a la chica para que pudiera arreglarse. No quería abusar nuevamente de la situación.
-Carvel... -la sacudía levemente del brazo ocasionando que sus senos se movieran de forma tan sugerente- Carvel...- mordió su labio para reprimir sus ganas.
-¿Si? -frota sus ojos y la observa.
-Tú-tu ropa.
-¿Mi ropa?- ve lo descubierto y rápidamente toma asiento sobre sus rodillas aún sin taparse- ¿Me viste?
-Si, perdona. Yo fui quien lo hizo- confiesa sintiendo el mayor miedo en su vida.
-¿Por qué?- se inclina lentamente hacia ella.
-Porque... me gustas Carvel y...
-¿Quieres tocarme?- Elián solo asiente sin poder mirarla a los ojos.
-Pues tú también me gustas Elián y- sonríe nerviosa- creo que si hubiese sido alguien más seguro me enfado, pero... si tú quieres puedes continuar.
-¡¿Q-qué?! ¡¿Escuche bien?!
-Si, te amo.
-¿No me engañas? -pregunta a punto de ponerse a llorar.
-No.
-¿Entonces... quieres... quieres ser mi novia?
-Si.
Ambas acortan distancia con un beso tan necesitado. Aliento con aliento, profundo, suave y apasionado. Ellas sentían que eran una sola. Después de esos lentos movimientos que terminaron en aceleradas caricias ambas se separaron para respirar.
-Carvel... Carvel...- de pronto sus manos buscaban más, querían todo de su ahora novia y ella gustosa accedía a sus peticiones. Luego de unos segundos Carvel terminó desnuda y Elián se levantó de la cama para mirarla fijamente.
-¿Qué haces?
-Eres hermosa, cada detalle en tu cuerpo es perfecto.
-Tonta, vas a hacer que me sonroje, deja de mirarme tan intensamente.
-Solo un poco más- delicadamente la toma de la mano y la hace levantarse. Viendo sin censura cada parte de su cuerpo. Sus nalgas redondas y firmes, sus enormes senos, su vientre plano y toda aquella hermosa piel clara.
-En serio ¿puedo seguir? ¿no es un sueño?
-No lo es- así desnuda como estaba se acercó a abrazarla y susurrar a su oído- soy toda tuya Elián.
-¿Solo mía?
-Si.
-Entonces- la recuesta cuidadosamente en la cama y se acomoda arriba de ella. Lamió su cuello y un delicioso gemido salió de los labios de Carvel. Así que se ánimo a continuar, bajando por sus senos los cuales comenzó a estimular entre lamidas y pequeños tirones a sus pezones acompañados de salvajes caricias.
-E-Elián... umn... ah... Elián.
-Car... vel...
Al llegar al ombligo la chica se arqueó de placer soltando infinidad de gemidos que exitaban aún más a Elián. Y al llegar más abajo abrió con delicadeza sus piernas y las levantó un poco para poner su entrada frente a ella.
-Que rápido te emocionas Carvel- le dijo para hacerla sonrojar.
-Es que... -responde entre gemidos- se siente muy bien. Elián... umn... anda, hazlo.
-Tus deseos son órdenes- ella comenzó a practicarle sexo oral. Fue en ese entonces que Carvel quizo cubrir su rostro con una almohada para acallar su voz. Pero Elián lo impidió, quería escuchar todo lo que le provocaba a su amiga y por lo visto era muy buena en ello.
-Elián... me vengo...
-Adelante, quiero probar todo de ti.
-Umn...
Y en el momento menos oportuno, el padre de Carvel decidió tocar y abrir la puerta. Por fortuna lograron taparse a tiempo, pero la lengua de Elián seguía en el mismo lugar ocasionado que ambas siguieran en su labor.
-Feliz cumpleaños hija, aunque es mañana- menciona el señor a medio dormir.
-Gracias... padre.
-Ya eres toda una señorita.
Y al escuchar eso sumando la exitación que le causaba que alguien las descubriera, Elián decidió acelerar el movimiento.
-Umn...- intento no emitir sonido, pero se sentía tan bien que no pudo evitarlo.
-Si, estas feliz.
-¡Ah! Así es... papá.
-Bien, es bueno saberlo. Espero que te guste tu regalo.
-¡Mmm-mucho! -aprieta los ojos mientras se remueve- ¡Ah! ¡Si-sigue!
-Me alegra que te emociones, si... bueno, descansa hija, hasta mañana.
-¡Umn umn...! ¡Ah~! Si... gra... gracias.
El padre sale de la habitación y cierra la puerta. Entonces Carvel aprovecha para quitar la sábana y ver a Elián con una gran sonrisa.
-Pudo descubrirnos.
-¿No te gustó?
-Si, mucho- muerde su labio- tanto que ahora estoy exhausta- se deja caer en el colchón.
-Te amo- Elián se recuesta a un lado de ella.
-Y yo a ti.
Se dan un beso y caen dormidas.
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