Ya era sábado y Elián se despertó temprano para bañarse y poder visitar a su amigo. Sale de su casa y en el camino se encuentra con él.
-¿Qué haces aquí tan temprano Alan?
-Iba para tu casa, ¿y tú?
-Yo... quería hablar contigo.
-Es buen momento. ¿De que quieres hablar?
-De lo que no pudimos ayer. ¡Pero tú primero!
-¿Quieres que inicie yo? De acuerdo. Mira, sé acerca de tus sentimientos por Carvel y dada la confesión de ayer pienso que es buen momento de hablar con ella. Si bien no de decirle que la quieres, si de que hay cosas que te da miedo hablar y que deseas su apoyo. Ella seguro te dirá que cuentas con ella para lo que sea. Y ya, conforme vayas viendo como sale todo, finalmente soltar lo que quieres.
-¡Pero!
-Nada de peros, estoy seguro que harán una buena pareja.
-Tu quieres a Carvel, no voy a dejar que me des ventaja.
-¿De qué ventaja hablas niña? Eso no existe en el amor- sonríe -además sería muy feliz si la persona que amo encuentra a alguien que la ame tanto como la amo a ella.
-No, yo...
-Creí que dirías- imita una voz de mujer- "no sabía que fueras tan cursi corazón."
-No te diría corazón- sonríe.
-Tú te lo pierdes- acaricia su cabello.
-Eres un chico maravilloso. Si Carvel te elige a ti, prometo no guardarte rencor. De hecho deberías intentarlo también, en serio que no me enojo ni diré que andas de traidor.
-¿Intentar qué? -bromea.
-Confesar tus sentimientos -le da un amistoso empujón.
-Aunque no lo creas soy bastante inseguro. Más cuando sé que no tengo ninguna oportunidad con ella.
-¿De qué hablas? Eres el chico ideal para muchas.
-¿Acaso quieres que me anime a hacerlo para darte valor?
-¡No es eso!
-Solo estaba jugando -suelta una sonora carcajada- estoy bien así. Además mis sentimientos no son tan intensos como los tuyos.
-¿D-de qué hablas? -cuestiona nerviosa- ¡¿Se me nota mucho?!
-Demasiado amiga mía.
-¡No! ¡Rayos! ¡¿Qué voy a hacer sí...?
-Tranquila, era broma.
-¡Ay, estúpido!- le da otro empujón, solo que este más fuerte que el anterior.
-Hubieras visto tu cara.
-Eres un demonio.
-Gracias.
-¡No es cumplido!
-Para mí si. Entonces ¿qué?
-¿De qué hablas?
-¿Vamos a visitar a Carvel?
-¡No, es muy pronto! ¡No estoy preparada! Ahora no puedo verla sin ponerme nerviosa.
-No seas chillona y toma al toro por los cuernos. Además aún no te vas a confesar, solo vamos a hablar.
-Lo haces sonar fácil.
-Bueno, es que supongo que para nuestra Carvel tampoco fue sencillo. Anda, vamos. Hay que ser buenos amigos.
-¡Tienes razón! -toma ánimos. Y tan rápido como llegaron, se fueron-. Pero...
-Ya me cansé, vámos ya- la toma de la mano cual padre a su hija.
Carvel se encontraba en casa leyendo un libro. Había desayunado y sus padres ya se habían ido al trabajo. El día era agradable así que aprovecho el momento para relajarse un rato. Pero poco duró su lectura, pues sus amigos ya estaban fuera de su puerta.
-¿Chicos?
-Buen día -saluda Alan tan sonriente como siempre.
-Hola -continúa Elián- nos encontramos en el camino y... decidimos venir a visitarte, digo, si no es molestia.
-Para nada, pasen por favor.
-Gracias.
-¿Gustan algo de beber?
-Un café, gracias.
-¿Y tú Elián?
-Yo igual, por favor.
-En un momento regreso.
Carvel va hacia la cocina y mientras Alan aprovecha para animar a su amiga.
-Yo nada más me tomo mi café y me voy. Así por si quieres hablar con...
-Que no- le interrumpe- no me siento muy cómoda. ¿Qué tal si se me va decirle algo de más?
-¿Como qué? ¿Que te sientes atraída por mí? O mejor, que tienes un hermano.
-Ella lo sabe.
-¿En serio?
-Si, se lo dije casi al instante en que nos hicimos amigas.
-Vaya, que aburrido. Yo apenas me enteré. ¿Por qué no me lo contaste también?
-Casi no hablo de él, no fue nada personal.
-Bien, eso es. Habla con ella así como estas hablando ahora conmigo.
-Contigo es diferente.
-¿Por qué? Ambos somos tus amigos.
-Si, pero ella... ya sabes.
-Ah, si- sonríe con amargura- ella es especial para tí.
-¡No fue lo que quise decir!
-Esta bien, no pretendo hacer mal tercio.
-¡Que no! Mira, contigo me pasa algo que no me ocurre con nadie más. Puedo hablar contigo de cualquier cosa y no me siento angustiada... tampoco nada negativo. Yo...- desvía la vista al piso mientras su rostro se enrojece sin disimulo- me siento tranquila... feliz.
-Ah, ¿sí? -y de no ser porque ella miraba a otro lado habría notado la sonrisa nerviosa y el gran colorido en el rostro de Alan.
-Así que...
-Claro, claro. Entiendo, no vuelvo a presionarte.
-Gracias.
-Aquí esta su...- observa a sus dos amigos- creo que interrumpi -sonríe nerviosa- perdón.
-¡No, nada de eso!- responden al unísono.
-¿De verdad?
-Si, es que ella me contó un chiste muy malo y...
-¡¿Yo?! Si eres tú el de los malos chistes.
-Ay si. ¿Y por qué todos se ríen de ellos?
-Sólo lo hacen por convivir. Ni te creas- bromea.
-Vaya, parecen una pareja de recién casados -ríe Carvel.
-Por favor no. Yo ni loca me caso con este sujeto.
-Ni yo contigo- sonríe mientras la molesta con sus pies.
-¡Rayos! -se levanta de golpe Elián.
-¿Qué pasa?
-Disculpa amiga, me tengo que ir- toma de un solo sorbo el café- quedé de comprar leche y se me olvidó. Los veo después.
-Yo te...- Alan se levanta tras de ella para acompañarla, pero es frenado por Carvel.
-¿Podemos hablar?- pregunta sin ninguna expresión en el rostro.
-Claro.
Elián cierra la puerta de entrada y ambos chicos se quedan en la casa.
-Anda, toma asiento- vuelve a sonreír la anfitriona.
-Gracias. ¿De qué quieres hablar?- pregunta en tono amable.
-Primero toma el café, ¿si?
-Bien- frunce el ceño extrañado por la situación, pero accede a hacer lo dicho por su amiga. Y al empezar a dar los primeros sorbos es abordado por una pregunta.
-¿Te gusta Elián?
-¿Perdón? -baja tranquilamente la taza y la apoya en la mesita.
-Creí que sería como en las películas e ibas a escupir la bebida -suspira, mira al techo y luego hacia su amigo- lo siento Alan. Es solo que... pienso que si te gusta deberías decirle. Ella tiene mucho pegue con los chicos, no desaproveches la oportunidad.
-Ella no me quiere- responde con tristeza.
-Pero los veo jugar, pelear e incluso siento que ella se lleva mejor contigo que con sus otras amigas o conmigo.
-Si, eso podría ser confidencialidad pero tanto así como amor de pareja lo dudo. ¿Y tú?
-¿Yo? ¿A qué te refieres?
-¿Te gusta alguien?
-Si, o al menos eso creo.
-¿Quién?
-No voy a decirte.
-¿Acaso no confías en mí?
-No es eso, pero estaría mal hacerlo.
-¿Por? ¿Crees que soy de los que juzgan?
-No, yo... -suspira- aún no estoy muy segura, así que no sería correcto.
-¿Por qué crees que voy a romper tú corazón? Es Elián cierto.
-Si, es ella. Al principio me sentí a gusto con su compañía, luego la extrañaba cada que estábamos separadas y cuando pasó lo de mi novio, me hizo sentir segura, feliz y... con ella puedo ser tal cual soy. No hay máscaras. Pero si a ella le gustas yo prometo no molestar, por favor no te sientas mal de amarla.
-Vaya cosa, ¿no? Ahora tendremos que preguntarle.
-¡No!
-Y la historia se repite.
-¿Eh?
-Nada, nada. Carvel- la toma de las manos- prometo no decirle nada de tus sentimientos, pero sería bueno que hablaran.
-Creo que primero debo estar completamente segura. No me quiero exponer así como así.
-Si, tienes razón. Hay que darle tiempo.
Y Alan sabiendo de los sentimientos de ambas planeaba darles un empujón. Eso sí, sin evidenciarlas. Aunque doliera él se prometió ser un buen amigo y por supuesto hacer feliz a la chica que ama.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español