Tantos detalles
Después de otro par de minutos mirando fijamente al techo sin moverse ni un milímetro, Quill no pudo contener más su curiosidad y preguntó.
- ¿Os acostabais? - Le dijo con timidez.
- Sí. - Thor no sabía por qué las palabras salían de sus labios, hubiera deseado que un hechizo los sellara para siempre pero no podía evitar seguir hablando. - Un par de veces tuvimos sexo. - Reconoció.
- No te daba por gay, tío... - Peter le miraba entre extrañado, curioso y sorprendido, pero principalmente estaba confuso y, tenía que admitirlo, eso era algo que Thor solía causar en él: confusión. - Esto es muy fuerte, no sabía que te iba ese rollo.
- No me va. - Escupió esperando que eso fuese lo último que saliera por su boca.
- Pero acabas de decir que tú y Stark... - Peter cada vez estaba más confundido.
- Fue mío, un par de veces, eso es todo. - Le aclaró incómodo.
- Tuyo... o sea que eras tú quien... - Las arrugas de su frente indicaban lo mucho que se estaba calentando la cabeza con toda aquella historia.
- ¿Qué quieres saber, Peter? - Le miró con rabia, no ya por sus preguntas, un tanto impertinentes, sino más bien por sus propias respuestas que no era capaz de detener. - ¿Cómo gemía él cuando yo se la metía?
- ¡Uooh! ¡Para, para! - Exclamó Quill haciendo aspavientos con sus manos. - No hace falta que me des tantos detalles, colega...
- Peter, nadie sabe nada de todo esto. - Thor le miró fijamente a los ojos. - Ni siquiera sé por qué te lo he contado a ti. Pero te diré una cosa: más te vale guardar el secreto o el próximo rayo que te lance igual va acompañado por Stormbreaker. - Le espetó amenazante.
- Tranquilízate tío... nadie tiene por qué saber nada de tu lío con Stark. - Dijo tratando de quitarle importancia al asunto. - No diré ni una palabra, lo juro. - Prometió llevándose la mano al corazón.
- Mejor. - Dijo con seriedad.
- Sip. - Afirmó dándole la razón.
Siguieron mirando al techo por un buen rato, sin moverse, el uno al lado del otro. Thor se puso cómodo quitándose las botas y terminó por quedarse dormido, roncando boca arriba a pleno pulmón. Peter se echó a reír sin quitarle la vista de encima.
- ¿Quién iba a decirlo? - Susurró para no despertarlo. - Un tío tan duro y con un corazón tan sensible...
Sin hacer ruido, Peter se levantó para descalzarse. Después tiró con cuidado de la manta desde los pies de la cama, deslizándola suavemente por debajo del dios. Con movimientos sigilosos volvió a tenderse junto a él y estiró la manta por encima, tapándose así los dos. Thor parecía sonreír en sueños, tal vez confortado por sentirse calentito y cómodo junto a su amigo.
- Pero qué cosita tan linda eres... - Murmuró acariciando la barba del impresionante dios del trueno con mucha delicadeza. - ¿Serás mi cosita preciosa? - Musitó justo antes de quedarse dormido a su lado.