Un entretenimiento
Thor cerró la puerta detrás de él y se quedó allí plantado sin saber qué decir o qué hacer. El camarote todavía olía a sudor y a sexo, la cama seguía revuelta y Quill yacía sobre ella boca abajo, completamente inmóvil.
- ¿Estás bien, Peter? - Le preguntó al final con más miedo que vergüenza.
- No. - Contestó él de malas maneras.
Girándose en la cama le clavó la mirada, parecía enojado y triste al mismo tiempo. Thor se sentó a su lado y trató de acariciarle el pelo pero Peter se apartó con violencia.
- ¿Es por lo que ha dicho Mantis? - La voz del dios temblaba, le asustaba la respuesta. - Lo de que has superado la muerte de Gamora y eso...
- ¿En serio? - Peter se sentó de golpe, sus movimientos eran bruscos por el enfado pero sus ojos parecían estar a punto de romper a llorar. - ¿Tú también?
- Lo siento, yo... - Thor agachó la cabeza fijando la vista en sus propias botas.
Peter se puso en pie de un salto y caminó furioso por el camarote. No había mucho espacio, rodeaba la cama y se acercaba a la claraboya una y otra vez, llevándose las manos a la cabeza como si sintiera una jaqueca terrible.
- Has estado burlándote de mí todo este tiempo, ¿verdad? - Le dijo con amargura.
- ¿Qué? No Peter, yo... - Thor no entendía nada, no sabía qué decir en su propia defensa.
- Que si todo el mundo sabe quien es el capitán aquí, que no hace falta discutir, que si eres un dios y toda esa mierda prepotente que te gastas. - Le recordó con rabia cómo se había estado comportando desde que decidió unirse a su tripulación. - ¿Sabes lo complicado que ha sido para mí lidiar con toda esa basura?
Thor se levantó como impulsado por un resorte, algo en su interior le había dado una aguda punzada.
- ¿Sabes tú lo complicado que ha sido para mí lidiar con estos sentimientos? - Gritó cerrando los puños y enfrentándose al otro cara a cara.
Hubo un silencio, los dos mirándose fijamente, el sonido de sus respiraciones agitadas y el latido disparado de sus corazones palpitando en sus oídos lo llenaba. Entonces Peter esbozó una ligera sonrisa y Thor trató de acariciarle el mentón, fracasando cuando él le apartó la mano. El dios soltó un suspiro.
- ¿En serio piensas que Gamora todavía...? - Los ojos de Peter brillaban por las lágrimas contenidas.
- ¿Por qué la nombras siquiera? - Thor volvía a gritar. El asunto le sacaba de sus casillas.
- ¿Por qué la nombras tú? - Le espetó a la cara con rabia.
- ¿Por qué no me has hablado nunca de lo que tenías con ella? - Le chilló.
Thor se pasó la mano por la frente y volvió a suspirar, intentaba conservar la calma, detener la ira que todo aquello le estaba provocando. No quería discutir con Peter, se moría por abrazarle, tocarle, besarle y acariciarle. Se moría por mostrarle todo el amor que sentía por él pero entonces, ¿por qué no dejaban de pelear?
- Ella no tiene nada que ver con esto. - Contestó Peter bajando el tono. - Con lo que tengo contigo, o con lo que creía tener.
Peter se dejó caer sobre la cama, las lágrimas rodaban al fin por sus mejillas y, tal vez avergonzado de su debilidad, se tapó la cara con ambas manos. Thor se sentó a su lado y le pasó un brazo sobre los hombros.
- ¿Qué quieres decir con eso, Peter? - Le preguntó en un susurro.
- Empiezo a pensar que sólo he sido un entretenimiento para ti, una diversión, algo que hacer para matar el tiempo... - Peter parecía más calmado, el enfado casi había desaparecido dejando espacio sólo para la tristeza. - Dime, Thor, ¿no soy eso para ti? Porque a fin de cuentas, ¿qué hace un dios inmortal con un humano sino pasar el rato?